3. NACIMIENTO
Nació en
Toscana, en la
margen derecha
del lago
Bolsena, en un
villorrio
frecuentemente
sacudido por
elementos
naturales y al
mismo tiempo
transformado
por diversas
culturas en el
4. VIDA
Santa Cristina conocida también
como Cristina de Bolsean, Cristina
de Tiro (probablemente hubo una
confusión entre esta ciudad
libanesa y la villa de Tyro del
lago de Bolsena, donde recientes
excavaciones han descubierto su
culto ya en el siglo V) o Cristina
la Gran Mártir, es una santa del
siglo III venerada por la Iglesia
católica, la Iglesia ortodoxa y la
Iglesia anglicana. Su festividad es
el 24 de julio
En el siglo IX, se redactó su
martirio, sobre el cual se hicieron
varias versiones, muchas de ellas
se cree que se influenciaron por
la vida de otros santos como
Santa Bárbara. Era hija de un
rico magistrado llamado Urbano y
se convirtió al cristianismo;
regalaba ídolos y bienes de su
padre a los pobres y este llegó a
torturarla clavándole ganchos
de hierro, metiéndola en un
horno, o en un pozo con sierpes, o
lanzándola a un río atada a una
roca, sin embargo Dios hizo que
resistiera y no murió hasta la
octava tortura; muerto su
padre, Dión, su sucesor, la mató
con lanzas.
Se conservan sus reliquias en la
catedral de Palermo y en Bofia y
en una parroquia de Burgo de
5. MILAGROS
Un caso más de conciencia. ¿Qué debe hacer su
padre? ¿Matar a su hija u obedecer al
emperador? Es la frase del Evangelio: "Dad al
César lo que es del César y a Dios lo que es de
Dios".
Era hija de Urbano, un gobernador pagano de
armas tomar. Su hija, por el contrario, tuvo
la suerte de entrar en contacto desde muy
pequeña con unas mujeres cristianas.
Estas, contentas y felices, le enseñaron la
vida y obra de Jesucristo.
A medida que iba aprendiendo, vivía cuanto
aprendía. Y para colmo, el padre no sabía ni
palabra. Como niña, se entretenía en romper
las estatuas de los falsos dioses que el
padre tenía en casa. Un juego más, pensaba el
padre. La realidad era todo lo contrario.
Pero cuando se enteró de que era
cristiana, pronunció estas palabras:"No se ha
decir en el mundo que una niña me dio la ley, ni
que estos hechiceros de cristianos triunfan de
nuestros dioses en medio de mi propia familia.
Yo veré si sus hechizos pueden más que mis
tormentos y si la paciencia de una hija ha de
hacer burla de la cólera de un padre".
La sometió a toda clase de sufrimientos. De
todos ellos la libró el Señor. Hay un momento
en que el propio padre la llevó al templo de
Apolo para que rezara e hiciera los
sacrificios pertinentes. Pero el dios se cayó
derrumbado al suelo ante su padre. Este, en
un acto de violencia, cayó fulminado de
muerte.
Otros gobernadores hicieron los mismo.
Y, cansados, no tuvieron más remedio que
darle muerte para el escarmiento de los
cristianos que crecían como la espuma en
tiempos de dificultad.
Sus restos los llevaron de Toscana a Palermo
en donde se veneran en la actualidad.
6. TORTURAS
La sometió a toda
clase de
sufrimientos. De
todos ellos la libró
el Señor. Hay un
momento en que el
propio padre la
llevó al templo de
Apolo para que
rezara e hiciera los
sacrificios
pertinentes. Pero el
dios se cayó
derrumbado al
suelo ante su padre.
Este, en un acto de
violencia, cayó
7. MUERTE
El padre ha descubierto su
condición y lleno de ira, al
notar la rebeldía de la
niña, la trata con peores modos
que a los demás cristianos. "No
se ha de decir en el mundo que
una niña me dio la ley, ni que
estos hechiceros de cristianos
triunfan de nuestros dioses en
medio de mi propia familia. Yo
veré si sus hechizos pueden más
que mis tormentos y si la
paciencia de una hija ha de
hacer burla de la cólera de un
padre". El gobernador manda
usar con ella azotes y garfios
admirándose de que Cristina
persista en su actitud. Manda
el desnaturalizado padre
preparar un brasero ardiente
para quemarla poco a poco;
mas el brasero se hizo una
hoguera que abrasó a los
verdugos y a los curiosos
cercanos. Puesta en la cárcel
para que cambie por la
lobreguez de la mazmorra, la
oscuridad y el hambre; pero
allí es consolada con luminosas
apariciones de ángeles que le