La educaciòn holista permite un trabajo integral, cuerpo, mente, espìrtu. Actualmente las empresas comienzan a transitar hacia un capitalismo consciente, son llamadas "empresas sustentables" porque forman parte del paradigma integral y la visiòn holista del mundo. Si te interesa la educaciòn integral puedes visitar www.ramongallegos.com

1. La casa del colibrí: un ejemplo de una empresa con miras hacia la
sustentabilidad
Por: Luz Alicia González López
La empresa que yo elegí como una empresa sustentable es el centro educativo en que laboro, y
es que desde hace dos años que ingrese a trabajar, he observado una serie de prácticas
diferentes al resto de todas empresas en que he laborado.
La Casa del Colibrí es un centro educativo fundando hace seis años por Julieta Elorriaga
Verplanken. Este espacio brinda educación inicial y preescolar, así como actividades diversas
como yoga y clases de salsa por las tardes, y clases de artes visuales por lo sábados. Entre sus
características que le hacen una empresa consciente son:
La directora le da una especial importancia al trabajo personal de cada una de las
colaboradoras que ahí laboramos, a través de distintas actividades conduce, guía y promueve
el trabajo de auto observación y desarrollo individual. Algunas de las actividades que se
proponen son: el check- in diario: esta es un actividad que se busca realizar diariamente antes
de comenzar el trabajo de cualquier tipo, se trata de un momento de meditación (samatha) a
través de respiraciones y conexión con el interior se busca identificar ¿Cómo estoy este día?
¿Con qué intención vengo?

2. Estas actividades de check- in varían dependiendo del tiempo, el espacio y la disponibilidad del
equipo de trabajo, pero cada sábado que asistimos al “tequio” (tequiutl náhuatl) que significa
aportación u obra comunal, o también llamados “sábados de capacitación”, es común que el
check- in sea la primera actividad del día, todas reunidas en un círculo, haciendo
respiraciones, en silencio, con serenidad y aceptación, hacemos una conexión con nuestro
interior. La mayoría de las veces se expresa de forma verbal posterior a la meditación y a través
de lo que las compañeras comparten, podemos conocernos mejor, e incluso podemos
comprender y actuar con compasión, para la mejora del equipo.
Dentro del trabajo interior que Julieta y Mary Carmen (directivos) proponen al equipo de
trabajo son las visitas y apoyos externos, por ejemplo el trabajo realizado recientemente con
Mariana Fontela (terapeuta y coaching de ponis of you), coaching y programa de liderazgo,
expertos en diversos temas educativos, psicólogos, especialistas, y muchos otros magníficos
seres que nos comparten distintas formas de pensar, una diversidad de conocimientos y
aprendizajes, así como ricas experiencias de autorreflexión.
El trabajo que Julieta y Mary Carmen aportan al equipo de la casa del colibrí es inigualable, yo
me siento muy agradecida por todo ello y al respecto, el día de hoy hice una entrevista a
Julieta, al cuestionarle ¿qué es lo que le mueve a promover el trabajo personal hacia las
maestras del centro educativo? Ella menciona “Crecen ellas y crecemos todos, cuando estás
bien, entonces todo se transforma en luz, en amor, es un efecto en cadena”.
La maestra Julieta menciona que cuando comenzó con este proyecto observaba que no bastaba
con enseñarles técnicas de motricidad, nutrición, o etapas del desarrollo infantil a las
educadoras; “si las chicas están aturdidas con sus problemas, difícilmente hay buenos
resultados”. Eso fue lo que la llevó a darle un seguimiento puntual al trabajo interior de cada
una de las personas que laboran en el centro educativo La Casa del Colibrí.
Los buenos resultados son evidentes, si la comunidad de educadoras está sana y en armonía,
entonces, la integridad educativa que se manifiesta en el trabajo con los niños resulta evidente.
Se ha logrado trabajar con las diferentes dimensiones para un educación integral, que
desarrolle no sólo el cuerpo y la mente de los pequeños – como muchos de nosotros fuimos

3. educados- sino también la parte espiritual, que viene a ser trascendental para acceder a una
nueva visión del mundo, más integral, que abarque todos los aspectos del ser humano, en
donde se promueva un currículo transdiciplinario, como los lenguajes artísticos: expresión
corporal a través de la danza creativa, las artes visuales, la expresión teatral, las danzas y
cantos tradicionales de los pueblos originarios, así como el trabajo de educación ambiental,
llevando a la cotidianidad la separación de desechos (papel, plástico y residuos orgánicos), el
trabajo para despertar la inteligencia naturalista a través de la jardinería y composta, la
exploración del mudo y la filosofía a través del “circulo de pensar”, el desarrollo de la
dimensión corporal a través del programa físico del método filadelfia, karate, nutrición
inteligente basada en una dieta trofológica, y los maravillosos momentos de aprendizaje
académico a través de actividades grupales e individuales basados en una filosofía Montessori
fomentando el amor por el trabajo y la conexión con la guía interna, fundamentos que esta
sabia maestra nos ha mostrado desde hace más de 100 años.
Actualmente estamos en vías de comenzar a desarrollar un programa de meditación en sus
diferentes modalidades donde maestras y alumnos son participes de los grandes beneficios que
tiene la conexión espiritual en el desarrollo de la atención plena, porque estamos convencidas
que es posible un aprendizaje integral, un aprendizaje consciente.
Agradezco la oportunidad de formar parte de La Casa del Colibrí, espacio sagrado de
aprendizajes para la vida y durante la vida, gracias a los padres de familia quienes que nos
permiten apoyarles en el proceso educativo de sus hijos, ya que ustedes son los mejores
maestros que su niño/a pueda tener, gracias a mis compañeras que me enseñan la importancia
de la vida en comunidad, y gracias a estos dos espíritus maravillosos que con su gran llama,
encienden las velas y avivan el fuego de nuestro espíritu, de nuestro corazón.
Ometeotl
“Miles de velas se pueden encender con una sola vela, y la vida de la vela no se
acortará. La felicidad nunca disminuye cuando se comparte”.
Buddha