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que los alumnos aprendm
pesar de la enseñanza y no por causa de ella; por
educación a nivel mundial atraviesa hoy en día por
crisis general, y por qué sobre ei moldeamiento de
humana todos los pianes faLlan, incluso los propios.
son preguntasque en los alboresdei año 2000 per·mcme·cen
en el misterio. Se sabe que el hombre cambia por i
· que él mismo proyecta y ejecuta. Pero sobre 1
metas el hombre nunca da en el blanco, por esa mrJVilidcrd
esencialyambivalentede laexistencia humana que
sentidos ycomprensiones nuevas a pesar de! empeño de
sociedad para que reproduzca los viejosesquemas.
estructuras socioculturales. No se trata, pues~ de que
pedagogía haya fracasado, sino que se la ha sometido
planes imposibles de repetir eí pasado
nueva educación será un propósito realizable:
orientación pedagógica. siempre j} cuando las socieda1ies
contE:m;po:rár,eas se abran al futuro, ainnoJarse así mismas.
reconocer en la juventud sondas de proyección a!
loinsondabls, de lodesconocido. Esesanueva pedagogíé.
la que· el profesor Rafael Flórez Ochoa propone en e:
horizonte de esta obra, desde una crítica de la pedagogía
normativa, hacia otra pedagogía explicativa ycomprensiva
d~ la enseñanza, en la p~rspectiva de articularla
del saber con su apropiación creadora por parte de
jóvenes en formación, sin abandonar el sentido yelm>pcme
de la tradición histórica.
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Hacia una pedagogía
del conocimiento
Universidad de Chile
Facultad ds Filosof!a y Humanidades
Oepa.rtsme-nto de Estudios -G¡¡¡nerates
Centro de Estudios Pedagógicos
Rafael Flórez Ochoa
Profesor Titular de la
Universidad de Antioquia
1 Ui'11VERS!DtD DE CHILE
lFACU:;~o ;E f:,L::.:~:; :
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1ft.DES
BIBL.vTEvA Eu,ul•" P-'"··''' "''""S
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Santafé de Bogotá, Buenos Aires, Caracas, Guatemala, Lisboa, Madrid_, México, Nueva York,
Panamá, San Juan,. Santiago de Chile_, Sao Paulo,
Auckland, Hamburgo, Londres, Milán, Montreal, Nueva Delhi,. París, San Francisco, San Luis,
Sidney, Si.rigapur, Tokio, Toronto.
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Autor: Víctor Salmones
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DERECHOS RESERVADOS. Copyright© 1994, por RAFAEL FLÓREZ OCHOA
DERECHOS RESERVADOS. Copyright© 1994, por McGRAW-HILL INTERAMERICANA, S.A.
Transversal42B No. 19-77. Santafé de Bogotá, Colombia.
Editora: Martha Edna Suárez R.
1234567890
ISBN 958-600-226-8
90123456887
Se imprimieron 3.000 ejemplares en el mes de Mayo de 1997
Impreso en Colombia por: D'VINNI EDITORIALLTDA.
Printed in Colombia
9012356784
A mi esposa Martha Cecilia,
Ya mis hijos Juana y Sebastián
. .' ' .- ·- ___, - -,..._ .•.-.-
...._
-..,_
Contenido
~ Prólogo
Y Introducción
Conocimiento y epistemología de la pedagogía
1. Lo primero es el mundo de la vida
2. Dinámica productiva del conocinúento
3. La pedagogía pertef!-ece a la vertiente
sociohumanística
4. Algunas definiciones preliminares
5. Obstáculos epistemológicos en el
desarrollo actual de la pedagogía
Parte 1 Conocimiento y formación
XI
XXlll
XXlll
XXVI
XXX
XXXIV
XXXVI
de la persona 1
Capítulo 1
De cómo el conocimiento no entra por los sentidos 3
Capítulo 2
De cómo la ciencia depende de la cultura 13
1. Origen social de la ciencia y la cultura 13
2. La racionalidad científica es un producto
sociocultural 15
3. Visión dinámica de la cultura
y desarrollo social 19
1-
-~ -'"~.:~¿;~-;~---~·;_. ~~----- -...
_.v_.:~"-- • ;f..J-:j:";-
----·~
_.;---,
Hacia una pedagogía del conocimiento Contenido
Capítulo 3
Evolución del conocimiento y principio
de causalidad 23
1. Dualismo cósmico, atropológico y social 23
·-z: Constructivismo científico vs. captación
pasiva de esencias 25
·3. Los modelos causales en la física 27
4. La dialéctica se invierte: lo simple
Capítulo 7
El campo científico de la pedagogía 107
l. Sistematización teórica y el concepto
de formación 107
2. Teoría pedagógica y principios
pedagógicos derivados 113
3. Definición del campo de la pedagogía
como disciplina en construcción 122
explicaría lo complejo 31
5. La causa de los fenómenos sociales
y educativos _ 32
·6. La psicología y la pedagogía por los
caminos de la causalidad física 34
7. La causalidad es un constructo
racional no desechable 39
Parte 2 Pedagogía hermenéutica 127
Capítulo 8
Commenio, precursor de la pedagogía 129
l. La piedad ilustrada 130
Capítulo 4
Desarrollo científico y enseñanza 41
L El hecho '1
positivo" se apodera
de la enseñanza 41
2. La profanación especular-hermenéutica 133
3. El modelo explicativo-causal
del aprendizaje 140
2. La lógica del descubrimiento 43
3. La reflexión teórica preside la experiencia 45
4. Revoluciones científicas y cultura 49
5. Ritmo acumulativo vs. ritmo revolucionario 56
6. El descubrimiento por acumulación
y oposición 60
Capítulo 9
Modelos pedagógicos y enseñanza de las ciencias 153
l. Constancia histórica 154
2. Las tres épocas de la educadón 155
3. Definición de modelo pedagógico 159
4. Vectores de la escuela nueva
Cápítulo 5 •
Dinámica del desarrollo cognitivo individual 62
y parámetros pedag.ógicos 164
5. Modelos pedagógicos y la enseñanza
de las ciencias 167
L El proceso de interestructuración
sujeto-objeto en el conocimiento 63
2. Desarrollo cognoscitivo y lenguaje 66
3. La estructuración cognoscitiva colectiva 67
Capítulo 10
Criterios de validación de la pedagogía 175
4. Irracionalidad, cultura y enseñanza Capítulo 11
Integral de las ciencias 70
Capítulo 6
La enseñabilidad de las ciencias 75
1. El contexto de la enseñabilidad 76
Pedagogía y formación del espíritu 186
1. La historicidad de las metas pedagógicas 186
2. Tradición y prejuicios 191
3. La esencia de la comprensión pedagógica 198
2. Enseñabilidad del contenido científico 84 Capítulo 12
VIII
3. Enseñabilidad de estrategias
de pensamiento científico 89
4. Enseñabilidad de los valores 95
5. La creatividad no es enseñable 100
6. La pedagogía del conocimiento,
disciplina hermenéutica 103
El método de la pedagogía 206
1. Los métodos de investigación utilizados
por la pedagogía 206
2. Acción comunicativa y enseñanza 218
3. Pedagogía y humanidades 220
4. Experiencia y pedagogía 221
l
..;._~'::..j:~ -_- .. _ <·· ·_. ----- -~iii··-=
.._,._
Hacia "una pedagogía d~Í conocimiento
.-···
5. El método de la pregunta en la
experiencia pedagógica
Capitulo 13 ··
Constructivismo pedagógico yenseñanza
por procesos . . ~ .
1. El constructlV!smo pedagog¡co
2. La enseñanza constructivista
3. La enseñanza por procesos
4. Una epistemología de procesos
5. Los procesos de pensamiento
6. Currículo por procesos
Capitulo 14
Otra visión de la enseñanza pública
Capitulo 15
La formación del nuevo maestro
1. Nuevas posibilidades históricas para
la escuela
2. Tendencias prospectivas en educación
3. Algunas paradojas pedagógicas
Apéndice
Afiance su comprensión y conceptos claves
Glosario
Bibliografía
226
234
234
237
240
242
244
248
254
264
265
269
271
285
302
307
Prólogo
~ÍLadebilidadprincipaldelo;sistemas deensefiáñzaza~
 ensudificultadteóricaypráctica deargumentarsuvalla';;_ 
L_J:.Orientación por fuera del proceso político. A pesar d;-J
que desde las condiciones iniciales de las repúblicas lati-
noamericanas estuvo.siempre presente el debate por la
instrucciónpública, éstahaestado de tal manera subordi-
nada alosvaivenespartictistasquecadanueva hegemonía
ha producido más bien un bandazo, un revolcón político,
que un enriquecimiento progresivo de saber, autocon-
ciencia y autonomía para las nuevas generaciones en for-
mación. ~
( Sí fuera todavía aceptable considerar la educacióÍl
:
1
como un sistema, este sistema en el pasado se ctiseñó bajo )
elparadigmadelcontrolsocial,yconlavisióndeconservar
} las estructuras sociales vigentes. La finalidad aparente-
mente se ha cumplido, pero a un precio muy alto, ell
empobrecimiento culturaly científico-técnico de la socie-
dad como conjunto, que desemboca no sólo en una crisis
del mismo sistema educativo sino en una crisis de toda laj
_"-sociedad. · }
"1-~-,!
¡
--i
'
~~-1
Hacia una pedagogía del conocimiento
El paradigma del control para el sistema educativo
exigió el diseño técnico de un modelo. que moldeara su
funcionamiento ypermitiera predecírsu comportamiento
para luego imprimírle dírección y control. Definidas las
condiciones y prescripciones iniciales, las consecuencias
comportamentales del sistema serían previsibles, y por
tantoelsistemapodría serplanificado, gobernadoydirigi-
do bajo el paradigma del control social, al tenor de los tec-
nólogos educativos internacionales (plan Atcop_). El éxito
de semejante dirección sistemática estaría garantizado si
se mantuvieranlasmismas condiciones yfronteras inicia-
. les delsistema. Larealidad es quela fluidez sociohistórica
modificalas condicionesylasfronteras delsistema educa-
tivo tan rápidamente que el aparato y suproducto se des-
fasan yse convierten enun nuevo problema que se sobre-
pone al anterior de manera sucesiva y agravante, pues
ahora hay que pensar eri cómo disolver el aparato ycómo
reciclar a sus actores y egresados.
Como puede observarse, el sistemaeducativobajo
el paradigmadelcontrol muestraefectosmuy limitados
de progreso ycambio soda!, porque supresupuesto ini-
cial es conceptualmente contradictorio al asignarle a
uno de los diversos sistemas particulares una función
macro de control de toda la sociedad, cuando ésta no es
una suma de sistemas particulares ni un sistema como
los demás, sino h matriz y fuente de los diferentes
sistemas sociales. Además, en la postmodemidad elec-
trónica la enseñanza formal y sus instituciones anto-
lógicas, las escuelas, no sólo no controlan los demás
sistemas sociales, sino que cada vez con mayor fuerza
ellas son controladas, ellas son efecto y no causa del
control social.
¿El fracaso de la educación bajo el paradigma del
control significaráentoncesquehabrá que dejarelproceso
de desarrollo cultural y educativo a merced del libre jue-
go dela ofertay la demanda y al azar deldevenir histórico
o biogenético? ¿Se tratará de cerrar las escuelas públicas,
pensionara losmaestrosy privatizarelservicio de instruc-
ción pública? De ninguna manera..Se trata más bien de
desplazarelparadigmadeterminista delcontrol, iftaugura-
do desde Newton, y abrirle elespacio alnuevo paradigma
relativista".qt!_~.no ro.Q9:~lapi};~1.9J4~!=1Jl_i.c:o~g:ql_~,..$J;cto..que
abre posibilidades, v.atieciad dt;.~~Q.$ y de senJj~9:~-~in
aisl<liDÍ.entosnifrcmteras,suavizandola dis!IDóón{oforta-
leciendo la complementanedadfeíltré::fu.e_rpg y alrJ:¡¡¡,
entr~ sujeto y o]?jeto, ep.g~--~9._1;tC<uiQ.o y e.dU.5~??~1. ~:qtr.~
sistemay medio ambiente, entrepensamientoy realidad,
entre observación externa del objeto y comprensión al in-
. '
Prólogo
. terior del sujeto, entre caos y creatividad, entre teoría y
práctica, entre docencia e investigación.
El nuevo sistema educativo de un país requiere de
unparadigmamenos dependiente delosavatares políticos
nacionales, debe ser autoorganizado y autosustentado en
el sentido de que elproducto desuproceso de producción
_ sea él mismo; y debe ser informacionalmente abierto, en
l e~ ~entido de que ~o sólor~t?be y reproduce sino que tam- '
-~ 'bren crea nueva informacron, y es capaz de mirarse a sí
mismo con el mismo sentido crítico con que mira al resto
de la sociedad.
Un sistema educativo no se define por lo que los de-
más sistemas sociales le pideno le condicionansino porlo
que logra procesar y crear a partir de tales condiciona- .
mientos. Procesamiento espiritual cuya unidad mínima ..:. ;
de análisis interno no es el individuo, ni la familia, ni la
clase escolar o social, sino el diálogo entre al menos dos
interlocutores (o dos instancias) a través del lenguaje co-
mo un juego abierto, en el que quien interroga puede ser
también interrogado, sin interdicciones, ni dictados, ni
dictaduras de clase...
Enla era del conocimiento un sistema de enseñanza
requiere de un nuevo modelointeractivoentre susactores,
los profesoresy los estudiantes, y el objeto del saber, defi-
rudos a partir de su carácter esencial de "procesadores de
información" que interactúan como participantes de un
proceso cibernético más amplio en el que el aprendiz, su-
jeto y observador a la vez, es una dimensión más del
objeto de conocimiento, de manera análoga a como el
operador de un computador inteligente es interior al
sistema, es su interlocutor. Pero ya la finalidad de la
educación no sería la de atar a los individuos a la red de
prescripciones e interdicciones sociales para restringir su
movimiento, sino más bien la de movilizar su poten-
cialidad, lo.que tienen o pueden dar como personas, lo
que pueden construir de valioso como caminos de
supervivencia para ellos y para·la sociedad quea través
de ellos. ensaya y enrumba su devenir por nuevos hori-
zontes de convivencia y superación. Los individuos y
grupos sociales que aprenden intensivamente la ciencia y
la culturade manera constructivaycreadoraseconstituyen
~n la nueva vanguardia de la sociedad, en la onda
avanzada a través de la cual la sociedad sondea, aprende,
:;1{ se adelanta y "ensaya" futuros cada vez más complejos
como mojones de punta de su propia historia. TaJ.~s la
función liberadora de la nueva enseñanza, nOFolítlCa
.~sn:o -~~ supervivencia, la producció_.n·4~.id~a~1. qg<xJi!q_s.l-
mientos diferentes, de mutágenos y mutantes como XIII
En la práctica
docente
del maestro
tradicional
ha faltado reflexión
inteligente.
.;.:;..;•
Hacia una pedagogía del conocimiento
intelectuales, científicos oartistas que permitanenriquecer
el presente desde el futuro. ·
Pero el futuro no existe todavía. Es una construcción
abierta queabarcalatotalidad de lo quehacemos y proyec-
tamos desde hoy. No obstante, el compromiso de la ense-
ñanza es precisamente descubrir y aprender del futuro
para determinar el presente. Lamentablemente, lo que
está pasandoenlarealidad de nuestras escuelasy maestros
es bien diferente.
Aunque tal vez ninguno de nosotros pueda dejar de
recordar la figura de aquel maestro excepcional que en
algúnmomento de nuestra vida nos abriera un horizonte,
asombrara nuestra ingenuidad o nos colocara en una
perspectiva reestructuradora del mnndor la verdad es
que nuestras mentesfueron "subalimentadas" en su paso
por la escuela básica, por las limitaciones intelectuales de
algunos delos maestros, y probablementela mismasuerte
corren hoy la mayoría de los níños. ~!;-imitacio~ef),_ p.or
supuesto, originadas no eninsuficiencias cerebrales, sino
en elf!esuso persistente-a¿ldsfunciones intelectivas superiores
en la ai::Jividad pedagógica del_niaestro.
Voy a mostrar a corltinuación cómo üi labor docente
de muchos maestros enlas escuelas es frecuentemente now
inteligente en lo pedagógico, en lo científico y cultural, y
en su potencialidad irrealizada de reflexión:
l. Los rasgos pedagógicos observados durante varios
años endiversos grupos poblacionalesde educadores
nos permiten caracterizar su pensamiento como
eminentemente tradicionalista, por ser en esencia
autoritarioenla relaciónmaestro-alumno, repetitivo,
memorístico y formalista enla metodología de ense-
ñanza, y transmisor de contenidos ya hechos y
acabados queel alumno d~be almacenarpasivamen-
te. Es decir, Ia· pedagogía tradicionalista que ·guía la
acción pedagógica del maestro es precisamente la
negación de la inteligencia de los muchachos, .pues
ésta,lejos deseruna tabladondeseimprimenhuellas,
es más bien un proceso activo de construcción y
creación:· Los miSIDOS. rríáeStr-os-·no-disponen--de
canales de mutua comunicación de sus experieiiciás
pedagógicas con base en las cuales pudieran refle-
xionar a la manera de una incipiente comunidad
científica, .o al menos sedimentar y reproducir su
saber en: el tiempo1
•
1 Rafael Flórez, E. Batista, "Modelos pedagógicos y formación de
maestros", Educación yCultura, No. 7, Fecode, Bogotá, 1987, pp. 6yss.
''
Prólogo
2. Los Ill<l~~ salvo honrosas excepciones, no_s_e hgm
apr_<;~piado de l~s fg.fffia§.g_~l ~~~~~~l.?_s.i~_@_c.g
conte~p_<;>~@g9 y f!í..~!q~era dominanla ci€I}Q.~qg_e
e1_1~~~~.! principalmente-porque-erriOiinalista no
aprende ciencias, sino, sobre todo, cómo enseñarlas.
Entonces, ¿qué es lo que puede enseñar el maestro
además del buen ejemplo, y los patrones del buen
comportamiento que él mismo confiesa? Parece ser
queseciñealos programasycartillasque recOMenda
el Ministerio, lo cual parece ser lo menos malo que
pudiera ocurrirle a los alumnos. Pero cua1.1do el
maestrosesuelta dela cartilla, o se arñpiíaenexplica-
ciones adicionales, es probable que afloren, y de
hecho afloran, imágenes, ejemplos y nociones pre-
científicos, del sentido común o de la experiencia
inmediata del maestro, que a menudo se__convie.tlen
en obstáculos posteriores para que los alumnos se
ubiquenintelectualmenteenelpensamientocientífico
contemporáneo, aprendan a pensar por cuenta pro-
pia los conceptos básicos de las ciencias como un
proceso de construcción/ y a elaborar posiciones
críticas y posibles soluciones a la problemática del
medioambiente natural y socialque rodea la escuela.
Lossimples ejemplosde propia cosechaquefomenta-
rían el conocimiento intuitivo de los niños suponen
que elmaestro, de antemano, tiene claro el concepto,
lo cual no es seguro, ya que a veces ignora nociones
del ABC de las ciencias contemporáneas como el
movimiento, el espaciO-tiempo, qué es una ley, qué
es la materia y la conciencia, cuál es la relación que
hay entre lenguaje y pensamiento, qué diferencia
hayentrelainteligencia de unniño y la de un adulto,
o entre la educación temológica y la tecnología
educativa. Si- por ot;ro lado sabemos q~e un buen.
remolque para eldesarrollo intelectualde losjóvenes~
es el aprendiZaJede las Ciencias, tenemos que inferirJ ¡
entonces/ que la ignoranéia de las ciencias es un'¡
factor de estancamiento del desarrollo intelectual de 1
maestros y alurrmos.
3. Se ha sustentado suficientemente que la educación
escolar enla actualidad, antes que unificare integrar
a lasociedad en una perspectiva cultural, contribuye
a su división. Esta situación se agudiza cuando el
m~estro, suponienc.to ingenuamente g_ue sus valores
y creencias tienen ~alidez universaJ}y hacen parte
del patrimonio de la humanidadJ se dispone a impo-
nerlas a sus alurrmos, sin caer en la cuenta de qu~
1
!
_¡
._
¡¡;_,._
Hada una pedagogía del conocimiento
tales valores y pautas de buen manejo s~~-~~p_~s
elementos de una subcultura de clasemedia urbana,
que iesülfa· eXtraña t<m,to g los_niñÜs.IJ1argiDados
corñO·a1os hijos de la burguesía.
Semejante imposición es irracionat poco ínteli-
gente y poco efectiva; pero sobre todo,la pretensión
autoproclarnada del maestro como "trabajador dela
cultura;, se vuelve una ilusión, cuando carece de la
capacidad de ubicarse en la perspectiva de otros
mundos culturales del país, producidos en su desa-
rrollo histórico desigual, y mucho menos en la pers-
pectiva de la cultura universal a la que no h_~ t~do
acceso el maestro, perdiendo entoncesla posibilidad
dedesempeñarseenlaescuelacomounintermediario
y un intérprete cultural inteligente y atinado.
4. Finalmente, el maestro en la escuela no piensa, no
indagaporlaverdad, no está acostumbradoahacerlo,
no se desempeña a fondo como ser inteligente.
Algunas investigaciones han suministrado eviden-
cias, no sistemáticas, que apoyan las siguientes
afirmaciones:
·a)
. b)
Ante las diversas situaciones que se plantean
en las aulas, los maestros tienden a responder
de manera rutinaria, estereotipada, rígida e
inflexible. Por supuesto, éste es un comporta-
miento no-inteligente.
Ante uncomportamiento oun suceso imprevis-
to y fortuito, el maestro frecuentemente se
desconcierta, se sale de casillas y responde con
códigos "noelaborados", desaprovechandolas
circunstancias para enrumbar la situación con
creatividad, hacia unaexperiencia de desarrollo
y de conocimiento.
e) Los maestros tienden a encontrar sentido en lo
que los alumnos dicen o hacen, sólo cuando
éstos seexpresannítida, coherentey linealmen-
te, dejando escapar sentidos más relevantes
para su educación, implícitos en los errores,
contradicciones y ambigüedades en que los
alumnos incurren.
d) Elmaestro frecuentemente es "cositero", es de-
cir, no reconoce la importancia relativa que
Prólogo
tienenlos diversos elementos de una situación/
y por eso a veces sacrifica/ por pequeñeces,
·objetivos más importantes. Por supuesto, esto
también es falta de inteligencia en la acción
pedagógica.
e) Confrecuencia losmaestros tratanconelmismo
rasero situaciones evidentemente distintas, a
pesardesussemejanzas¡ odiscriminancompor-
tamientos ysituacionesequivalentes enesencia,
a pesar de las diferencias aparentes.
f) Finalmente/ rara vez elmaestro plantea o cons-
truye un nuevo concepto a partir de conceptos
viejos, y mucho menos genera ideas nuevas
para su escuela y el gremio. Ni siquiera se le
ocurre que tales ideas nuevas pueden existir, y
por eso su mentalidad pedagógica es tan tradi-
cionalista. El maestro ha sido formado como
¡un depósito de datos, como un almacén de¡
¡informaciónpara transmitirdesde sumemoria,1
ipero sin capacidad de procesamiento ni facili-J
l dad de autoprocesamiento ni autocreación. J-.
Aunque hasta aquí no hayamos definido lo que es
inteligencia, nadie dudaría de que estas seis manifesta-
ciones que acabo de describir revelan una actividad no-
inteligente por parte de muchos maestros de nuestras es-
cuelas/ enelsentidode quesUactividadno esreflexionada, /
ni estructuradaporelpensamiento lógíco-format alnivel
de más altacomplejidad quecaracteriza nuestra actividad
intelectiva.
Loqueheargumentadodesde elprincipioesqueel maestro,
anclado en un modelo pedagógico atrasado, careciendo de un
pensamiento contemporáneoacerca del conocimiento científico,
siendo e1 mismo ingenuo portador de valores culturales locales
y marginales, y al no ejercer su capacidad de pensar en el aula,
se ha convertido en nuestras escuelas en generador de una
actividad pedagógica no-inteligente.
Ahora bien. ¿Es esta actividad pedagógica no-
inteligente capaz de promover y afianzar el desarrollo de
la inteligencia de la nueva generación futura del país? En
este caso, la actividad de los maestros se vuelve más bien
un estorbo. Yasí lo sienten ya muchos niños. Mientras el
maestro no barrunte lo que pasa en la mente del niño
cuandoéste dominalasestructuras delosjuegoselectróni-
cos interactivos, o cuando logra construiruna escalera en
espiral conla JJtortuga" del Logo, o cuando el niño se des- XVII
XVIII
;·.~
Hacia una pedagogía de! conocimiento
vía del modelo propuestopor elmaestro enla solución de
un problema nuevo, el maestro va a morjr inocente ense-
ñando a multiplicar, las reglas de ortografía y los rasgos
morfológicos dela geografía, delabotánica, delazoología
queya losniñoshanvistomás vivamenteenlosprogramas
de la National Geographic.
Cuando uno se pregunta entonces cómo debe ser el
maestro del futuro, partiendo de la realidad actualr no
podríamos ser muy optimistas. Pero hay que evitar dos
grupos extremos de futurólogos engañosos: elprimero es
el que cifra sus pronósticos para el año 2015, por ejemplo,
simplemente proyectando de manera lineal-las series de
índices actuales sobre los mismos aspectos de la realidad
actual, porejemplo el desempleo, laviolencia, los acciden-
tes de tránsito, elusodelos computadoresenlaenseñanza,
y otros, porque esto no es más que trasladar y extrapolar
el presente unos años adelante, siguiendo sus tendencias
actuales de incremento o dísminución. Semejantefuturolo-
gía fácil es falsa, precisamente por eso, porque supone
que lahistoria se desarrolla de manera lineal, sincambios
de ritmonimutacionesorganizativaso cualitativasimpor-
tantes, sinautoprocesamientoniautocreacióninnovadora,
en la que nosotros mismos seríamos protagonistas y
formadores de los protagonistas del futuro. Este primer
grupo de futurólogos rápidamente pronostica la s~titu-.
ción del maestro por el computador en la denorrunada
"era de la informática". El segundo tipo de futurólogos
desconoce elpresentey susprocesos de transformación, y
plantea un salto revolucionario radical, intempestivo y
total, sin arraigarse en las características de la realidad
actual.
Sin correr la aventura de pronosticar el maestro que
necesitaremos en el futuro, provisionalmente podríamos
mencionaralgunos grandes rasgos ~~}_l;tlaestro que reque-
rimos para mañ~a, para la próxima-generadón, cuya
formación tendríamós que iniciar desde ahora:
4 ~ Primero que todo, estemaestro tendría que diferen-
ciar el derecho a condiciones de vida, del derecho a la
cultura que le asiste a él y a sus alumnos, y reconocer-la
importanci<;l relativa de cada uno de ellos sin subordinar
de antemano lo cultural a lo económico, como sucede
actualmente, pues es el derecho a la vida el que define su
ser social y fundamenta su dignidad.
~, Ensegundolugar, elmaestro debeentenderel ejerci-
cio de sus derechos ciudadanosaquí yahora, de.talmane-
ra que sus responsabilidades históricas no se pospongan
hasta el advenimiento ideal de nn cambio de sistema que
se añorade manera quietistayabúlica, descargandomien-
Prólogo
tr~ tantotodaslasresponsabilidade~ propia.senelgobier-
p.o; el maestro tendría que aprender a interpretar las
~ituaciones histórico-sociales que lo abarcan, y saber
mcluso actuar y romper el silencio aun en condiciones de
dem~~racia restringida, para la difusión y defensa de su
_creacwn mtelectual y cultural, para el progreso social.
J o En tercer lugari el maestro~. d~be.__abandonar_.Jo.da
P.:~tensión de en;.di~?n, ~~-~~íl;C!_9:QP.~c#-~ta, de banco de
datos o de almacenamiento de información; sus requeri-
mi~tos informativos no son otros que los que demanda
un fino procesador de información, pues su labordocente
consistiría en a o ar facilitar en los estudiantes la
construcciónde matricesy procedllñientosespeciarrza:a:o5
para el procesamiento de informaciones que el mismo
maestro no tiene por qué transmitir, ni competir con los
trru:s~so~s electrónico_smásefectivosde quedispongan
las mstituaones educativasi pues ~u lugar está en el fo-
m...ento de los procesos superiores de pensamiento y de
busqueda de la verdadi y no en la acumulación de bits de
información en el cerebro de los alumnoS]
tf ~ En cuarto lugar, el maestro tendrá que constituirse
en ~ especialista de.los proceso~ de.intelección -intuitivos y
l6g¡co-formales- apllcadosalaczenCUI queenseñayaldesarrollo
mtelectual de sus.alumnos. Su do:mínio contemporáneo de
unacienciaparticularnoestaría dirigido tanto aconvertir-
se élmismoenuncientifico diferente al pedagogo, aunque
esto no es.descart~ble. Pero a :eces: el científico qu~pone
el huevo ignora como lo gesto y como lo produjo.[.e co-
rresponde entonces al maestro identificar y analizar este
P.roceso ~e produ:ción, para aproximarlo y volverlo acce-
Sible al ruvel -y_ estilo de pensamiento de los alumnos,_ge-
neraJ:ldo heunstic_~_ y expenmentaltn_ente conocimientos
ntievos-qüe..co:ntii_buYana··cr:ear-·tfua t!aQídóD.-de ehCada
en_l~-enseñanza~_~e-ía_-cienoa~éfl-ciieStiOriJPataeSteHn:el
m?estro ten~~-que hábilftarSe pcira@.iscernirlasrelaciones
e mcongruenaas que se presentan entre las formas de
comunicación que rigen al interior de la ciencia de su
especialidad, frente a las modalidades de comunicación
predominantes en el aula y en el resto de la sociedad
según los diferentes contextos culturales, de tal manera
que el maestro pueda compartir la ciencia en nna ense-
~a inteligente, que parta del saber del alumno con
n:_.ur.as a su formación e identidad cultural. Esta caracte-
riStica del maestro es especialmente re!evante en la
docencia para la enseñanza secundaria y universitaria,
perodebencumplirlatambiénlosmaestrosdelaeducación
básica primaria. (Y, en generat es en el desarrollo de esta
actividad pedagógica inteligente como el maestro, como
1
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1
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!
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,¡
Hacia una pedagogía del conoclmlemv
profesional específico, contribuye al desarrollo comunitario yal
progresosocial). Más adelante, al final deestetrabajo, vere-
mos también cómo el maestro contribuye a la formación
de la autonomía y la universalidad de sus alumnos.
Y, finalmente, el maestro como pedagogo ocupa un
lugar privilegiado para pensar, ensayar, experimentar y
descartar hipótesis críticamente, desde su práctica de la
enseñanza como el referente empírico por excelencia, de
modo que contribuya con su reflexión a la descripción y
explicación de los procesos de interestructuracíón entrelos
variados contextos de enseñanza y la dinámica de los
aprendices, aportando lineamientos y generaliz:aciones
parciales queélmismo pueda analizar comparativam,~te
con otros contextos de enseñanza, paraelprogreso teonco
de la pedagogía y de su propia práctica.
El presente texto, escrito en el fragor de la polémica
intelectual, no se presenta comouninventario exhausti;o
de teorías y conceptos filosóficos acerca de la pedagogJ.a,
ni es tampoco el manual para ser leído y aprendido; pre-
tende más bien, primero que todo, conbase en lo~ hit~s,y
";:- vectores más fuertes del estado actual de la diSCUSion~
pedagógica, configurar una "composición de lugar" que ,
facilite una toma de conciencia reflexiva a maestros y··
futuros maestros, como una oportunidad para superar la·
ingenuidad predominante acerca de lo que es la cultura y
la ciencia, delas cualesse suponesonellos susportadores;
.-· en segundo lugar,:_?:Jlali:z;ar la,_depe.nd.~ncia de las 0-~cia:s
r~sp~~to de la cultura, tCI!ttQ_ ~-~~~J~.s~tadosS_9lliQ__en ~1,1
proceso mismo de producción, contrastando los rasgos
del pensamiento científico contemporáneo frente a rasgos
epistémico-culturales de épocas ya superadas; en tercer
.-.lugar, caracterizarlas corrientespedagógicas contemporá-
neas en contraste con el modelo pedagógico tradicional,
tanto a nivel teórico como a nivel de sus repercusiones
estratégicas en la enseñanza de las ciencias; en cuarto lu-
gar, esbozar aproximativamente el espacio, el objeto y el
método de la pedagogía como una disciplina científica
abierta que describe de manera constructivista y herme-
néutica la articulación entre el"contexto dela enseñanza"
y elcontexto del aprendiz, conelfindeformularestrategias
que permitan elevar y orientar el rigor de la reflexión do-
cente y la calidad de la enseñanza.
Para el logro de los anteriores propósitos el texto se
distribuye en dos partes, la primera titulada Conocimiento
yformación, enla quese definenlas condicionesepistémico-
culturales de posibilidad para una pedagogía científica.
Elprimer capítulo describe cómo es que el sujeto ~labora
el conocimientoy el segundo cómoes queel conocimiento
; ----
Prólogo
sepJ:oducey cuál essupapel enel seno de unacultura his-
tóricamente determinada; en el tercer capítulo recupera- Z_~~/")<:?~i
mos la pregunta permanente acerca del porqué de las -:
cosas y cómo la explicación de los fenómenos que nos -· ·
rodeanha atravesado alolargodelahistoriapordiferentes
concepciones. En el cuarto y en el quinto explicamos las
dinámicas del desarrollo de las ciencias y del desarrollo
cognoscitivoindividual,respectivamente. Enelsextocapí-
tulo articulamos ambas dinámicas enla descripción de un
proyecto de pedagogía como disciplina científica a partir
delaenseñabilidad delas ciencias. Yenelséptimo capítulo
preciSamos los linderos y el campo intelectual específico
dela pedagogía, estructurado primordialmente alrededor
del concepto de formación.
La segunda parte se titula Pedagogía hennenéutica, y
está dedicada al interior de la pedagogía misma, a una <"
comprensión del campo de la pedagogía, de su objeto,
método, modelos y posibilidades de aplicación, así: en el
octavo capítulo analizamos una obra pedagógica, la Di-
dacticaMagna de Commenio, como una especie de ilustra-
ción ejemplar. En elnoveno capítulo examinamoslos mo-
delos pedagógicos contemporáneos más sobresalientes
e~ c_ontraste co~ ~a peda&opíatradicionaL Enlos capítulos
deamo y undecuno antiCipamos criterios de validación
para la pedagogía tanto desde las ciencias como desde las
humanidades,y eneldoce definimos elserdela pedagogía
como una ciencia del espíritu abierta al método herme-
néutico dela comprensión. Enel capítulo treceanalizamos
el constructivismo pedagógico como una estrategia de
enseñanzaporprocesos. Por último, enelcapítulo catorce
nos referimos a otra manera de entender la enseñanza
pública, y en el quince realizamos una reflexión sobre la
formación de los nuevos maestros. Al final se incluye un
apéndice didáctico con preguntas y conceptos claves que
facilitarán la comprensión a losno iniciados, y un glosario
de los conceptos principales desarrollados en este texto.
¡ Esta obra ofrece elementos para una reflexión crítica
1
acerca de 1?qu,e_es la ped.agogía, susposibilidades actuales
de saber aentífico, su ruvel y perspectivas de desarrollo,
J desde ~na disciplina que ha sido históricam~nt~!lOnna~-
1
. va, .~acta otra que~~ centra hoy en la ~escnpcton, exph-
cacron y comprens10n del acto pedagogico, como inter-
J sección cr~~dora de dos ~inámicas bien diferentes: la de
1 la producaondelos conocunientosculturalesy científicos,
: y la de su apropiación cognoscitiva por parte de los
1
aprendices en formación, ambas dinámicas abarcadas
por_el empuje ;:,el se~tido_ del pasado histórico en cuyo
l honzonte tamb1en se mscnbe el presente trabajo/
i ·-,
XXII
Hacia una pedagogía del conocimiento
Agradezco a todas aquellas perso?~as., profesor~s.,
estudiantesyamigosqueconsu colaboracron, comentarlOS
y voz de alientohanhecho posibleestetrabajo. Demanera
muy especial quisiera menaonar a .los doctores Gabnel
Jaime Arango y Miguel Escobar, qmenes desde la Secre-
taría de Educación de Antioquia animarony apoyar~:m la
edición demilibro Pedagogíayverdad (1989) queconstituye
la base inicial del presente. Al pr~fesor Daniel Herrera
(Universidad Nacional de Colombia), con cuyas lu~s y
ánimo he tenido el privilegio de contar desde hace an~s.
TambiénmerecenespecialmenciónlosprofesoresGem;an
Vargas (Universidad Pedagógica Nacional de Bogota) Y
AlbertoEcheverri(Universidadde Antioqma), cuyosapor-
tesy críticas aloriginalme permitieronmejorarla obra; la
doctora Amparo Vélez R. (Universi~ad.dela Sabana) por
su dedicación inteligente a la reVISlon te~ca del texto, Y
la doctora Martha Edna Suárez por su pacrente y perma-
nente apoyo editorial.
Rafael Flórez Ochoa
Medellin, octubre de 1993
Introducción
Conocimiento
y epistemología
de_ la pedagogía
1. Lo primero es el mundo de la vida
Elbombardeo permanente de información y la explosión
tecnológica van dificultando y cerrando el espacio parala
reflexión autoconsciente y la toma de decisiones libres,
con conciencia de lo que queremos yde las limitaciones y
necesidades que nos restringen. Somos "cañas agitadas
porelviento#, frecuentemente ignorantesde lo quesomos
y de las fuerzas oscuras que nos agitan. Pero, ¿por dónde
empezar?, ¿cómo fundar nuestros pensamientos y partir
de certezasinconmoviblesparaque no terminemos desva-
riando,, construyendonuestrareflexiónsobre arenamove-
diza?~~a verdad es que no hay verdad primrr.&..&~?)~~.s-
A~~¡;kJ_wnodmie.n!.Q_no hay primera piedra¡ en vano
buscamos la certeza fundadora y eviderite de laquese de-
rivarían o sobre la cual se construirían los demás conoci-
mientos; incluso los fundamentos de las ciencias entran
encrisispuestambiénellospuedensersiemprereelabora-
dos y reconstruidos a laluz de nuevos enfoques o marcos
aparentemente más fundamentales.
la epistemología
no es lo primero.
En el mundo
del conocimiento
no existe "primera
piedra" ni
cimiento fundador.
XXIII
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1
No obstante,
hay una verdad
espontánea anterior
a la ciencia y
a la filosofía.
XXIV
Hacia una pedagogía del conocimiento
Ello significa que en el camino de la verdad no hay
temas ni objetos de reflexión privilegiados, y no tendría
sentidoimponersilencioy autorrecogimiento a la concien-
cia para dedicarla a la epistemología o a la historia
epistemológica, como lo primeroyprincipal, como condi-
ción paraentrarluegoa producirconocimientospedagógi-
cos o de cualquier otra índole, o para confiar en las expli-
caciones de la pedagogíacontemporánea. Alcontrario, de
la misma manera que pienso en el Cogito de Descartes,
quiero terminar este trabajo, siento la frescura del papel
bajo mi mano, percibo desde mi ventana los árboles de la
avenida, todos estos son actos de una conciencia volcada
hacia afuera. Mí vida se precipita siempre hacia his cosas
trascendentes, la conciencia transcurre fuera de símisma,
vive de lo que no es ella misma, y no obstante, ninguno de
estos actos aisladamente configura un argumento más
poderoso quelos otrospara afianzarmicerteza inmediata
acerca de mi existencia, y de la existencia del mundo real
hacia el cual corre y se abraza mi conciencia, antes de
cualquier razonamiento filosófico sofisticado1
•
Estelibro quecomienzoa escribirnoesunamontona-
miento de ideas, constituye una situación abierta cuya¡
clave, cuyaformulación complejay desenlacedesconozco,1
voy- abriendo y ensayando alternativas, hasta que del'
pronto, como por encanto, los pensamientos y las pala-
bras se organizan. Mucho menos conozco la clave de las
cosas sensibles que percibo, en la intuición inmediata las
cosas no me revelan su secreto; no obstante, antes de
cualquier raciocinio, en esa identificación con las cosas
hay una verdad primordial, espontánea, cualquiera que
sea el objeto percibido, accesible a todo hombre aun
marginado. Por más que el científico logre enlazar la
hipótesis con la conclusión de su investigación mediante
reglas y operaciones lógico-formales, la verdad es que es-
te proceso de formalización es siempre posterior a la
intuición y el pensamiento hipotético-deductivo vive del
pensamiento intuitivo, como de su suelo nutricio. E~
descubrimiento científiconoeselresultado de la aplicación
de reglas de correspondencia, y el paradigma que carac-
teriza la manera de abordar y procesar la información en¡
una comunidad científica no es una suma de reglas y·~
prescripciones, sino más bien un "ejemplar", un mode~o
1
'
gestáltico o un patrónintuitivo que funciona comomatnz
procesadora de datos, tal como lo explicaremos más
adelante. Aquí, lo único que queremos mostrar es que
t Esta descripción de la conciencia "intencional" es tomada de Maurice
Merleau-Ponty, Fenomenología de la percepción, Fondo de Cultura
Económica, México, 1957, p. 405.
llt:RS! D/-D
Conocimiento y epistemo~ogía de la pedagogí4
aunqueningúnaxioma, ni teorema,niformulación teórica
puede autoproclamarse como verdad primera y ftmda-
mental, sí existe una verdad anterior, primera y prerre-
flexiva, una vivencia de la verdad y de la certeza, y las
mismas operaciones lógico-formales serían incomprensi-
b!es si no estuviesen previamente gestadas en las opera-
CIOnes concretas mediante las cuales intercambiamos con
el mundo de manera inmediata.
Por otra parte, parece natural que el conocimieÍlto al
fin de cuentas esté al servicio de la vida, del elevamiento 
de la calidad de vida, proporcionándole a la gente un ni- t
vel de supervivencia más establey seguro, más agradable
y cómodo, más humano para el individuo y para el colee---....
tivo social. En esta perspectiva, el conocimiento es más j ,
acción que especulación, y- su verdad se mide por las ( -------~-­
consecuencias útiles que trae al mejoramiento y la transfor-? E
mación progresiva de la realidad, en la resolución de las n la dialéctica de
necesidades y problemas del individuo o del colectivo  entender para
social. c;-':and? e~é~asisenel criterio de verdad es puesto~ transformar, el
en la utzltdad mdzvidual estamos frente a la verdad de los i conocimiento,
pragmatistas, como Wíllíarn james o john Dewey, ambos  producto de la
psicopedagogos norteamericanos bastante influyentes. vida humana,
Cuandoelénfasis espuesto enla transformacióny progre- contribuye a
so del colectivo social, estamos frente a la verdad de los estabilizar su
marxistas. En ambos casos, no sólo el sujeto construye su progreso.
objeto de conocimiento como proponía Kant, sino que
este conocimiento ha de ser al mismo tiempo transforina-
dor de la cosa en sí (larevolución kantianallevadamucho
más lejos), a partirdela redefihicióndel sujetocognoscente 
ya no sólo por su naturaleza racional con sus esquemas
lógico-formales, sino también por sunaturaleza empírica,
con sus determinantes y necesidades biológicas, psicoló-
gicas, sociales y culturales, de proyección y realización
personal y colectiva, que influyen y relativizan notable-
menteelconocimiento. Conunadiferenciamásimportante
aúnfrente a Kant: mientras paraéstela naturalezahumana
racional con sus esquemas a priori están ya predetermi-
nados, para los marxistas tanto los esquemas racionales
como los aspectos empírico-bio-psíco-sociales se generan
a posteriori, en permanente construcción hacia el futuro, a
partir de la experiencia, de la praxis, de la progresiva solu-
ción a los problemas histórico-sociales.
Más aún, pragmatistas y marxistas reconocieron no
sólo el carácter activo y selectivo del Sujeto cognosc.;:ente
sino también un cierto carácter pasivo y receptor de
estímulos y señales del medio ambiente natural y socio-
cultural, en interacción con el cual el individuo va produ-
ciendo sus experiencias que le permitirán no sólo ir
los pragmatistas
sobrevaloran tanto
!a satisfacción
de las necesidades
subjetivas, que
subordinan y diluyen
la tarea de entender
la realidad
teóricam·ente.
XXVI
Hacia una pedagogía del conocimiento
interpretando cada vez más fiehnente la realidad sino
también contribuirprogresivamente a supleno autodesa-
rrollo. Es precisamente este doble movimiento d~ sujeto
1
¡
queconoce, activa yreceptivamente, ~I que ha co~~~do¡
Piaget al determinar en forma expenmentalla asimil~-~
ción" y la u acomodación" como dos mom~n:os sunulta-
neos e inseparables en el proceso de conoCIIDlento, como
lo veremos luego.
Peroencuantoalacapacidaddelsujeto dereestructu-
rarteóricamenteelobjetoensuscaracterísticasyrelaciones
esenciales, no podemospasarporaltoelcontrasteexisten~e
entre la teoría del conocimiento pragmatista y la teona
marxista.James seopone a que elconocimiento pUedalle-
gar a representaro reproducir la realida~, pues la nec_es~:
dad teórica se reduce a un problema de concordanoas
entre juicios, objetos y modos habituales de ~eacción al
interior de la conciencia: "La verdad especulativa se pro-
ducealinteriordelentendimiento, puestoqueellaconsiste
en el acuerdo de algunas operaciones yde algunos de sus
objetos, con otras operaciones y otros objetos; ~~erd~;
que consisten ~n r:}aciones perfecta~ente defini~les .
Semejante explicacron de la espe~a~10n, de la t~ona, :?-
rre el riesgo de redu?rla a :m~~timiento de ~atísfacc_ron
interior a una necesidad blolog¡ca, que no deJa espacro a
la verd~d objetiva ni a la aproximación a la realidad bajo
la forma del conocimiento científico, es decir, bajo la
forma teórica que lo caracteriza. Mientras que para el
marxismo la adaptación y la transformación del medio
natural y social será tanto más eficaz mientras más
fielmente se aprehenda y represente la realidad en el
conocimiento. Elproceso de conocimiento apareceentoª
cessobreunfondo de teoría y contemplaciónparaalcanz
su cientificidad y su efic;;tcia orientadora de la praxishis-
tórico-socialy cultural de la especie, con:ouna r~tificació j
de la verdad objetiv¡:t, de la concordanCia apro~ada enl1
.trenuestros·conceptosylanaturalezade lascosas, mdepen-/
dientemente de la subjetividad interesada.
1
2. Dinámica productiva del conocimiento
De cualquier forma, el conocimiento no es estático. Hay que
entenderlo como un proceso dinámico en permanente
desarrollo, en evolución. Como todo conocimiento es es-
quemático y parcial, siempre podemos :ealizar tm nuevo
progreso en el conocimiento.;;pn un pnmer momento, los
individuos permanecemos generalmente instalados en el
2 William James, La idea de la verdad, Ed. Aguilar, Madrid, 1968.
Conocimiento y epistemología de la pedagogía
-eonocimiento cotidiano, común y corriente, que es un co-
f~ocimiento inmediato, sin sentido de lo relativo, seguro
de sí mismo
1
Yque no conoce dificultades ni obstáculos.,
un conocimiento espontáneo, de experiencias familiares,
irreflexivo, en el que no hay dudas.~ ni interrogantes., ni
oposición entre sujeto y objeto., sino más bien una íntima
comunión, comocuandoestoyabsortoenlacontemplación
de un paisaje o deunprogramade te.·l·e·vis·ió·n·..Es. e.l~Q.~'miento del _.~gntid.Q. COJ!!t!n, o también, el conocirnient
''vulgar",0g~ny_o, dt;!gmátiE~' n~pl~~~l).te_c9m;qente
no rt:fle:xionado. Pero de pronto, en tm segundo momento.,
pOicualquier interrupción, algún motivo, accidenteo cir-
cunstancia adversa, se produce el aso.tnbro, un alto en el /
camino, una duda, un interrogante que detiene el fluido yV
feliz transcurrir de nuestra conciencia inmediata, -se
produce un cambio de actitud que arroja de por sí una
nueva luz sobre el objeto: de qué se trata, por qué este
espectáculo, nunca imaginé que pudiera pasarme esto,
etc., un obstáculq se interpone en nuestro camino y nos /
genera la duda, ;como si se hubiera movido el piso de
nuestras creenci~, de nuestra concepción del mundo, y
surge así la rejlexíón. En el tercer momento, nos sobrepo-
nemos alasombro identificando y definiendo elobstáculo
desconocido, clarificándoloy explicándolo;eselmomento
de la afinnación, en el que la actividad autoconsciente y
reflexiva produce una cierta respuesta al problema., emite
un juicio, asigna un predicado a lo que era incógnito, nos
comprometemosconunnompre.~ previo unprocesocrítico
de reflexión en el que el sujeto se esfuerza porlibrarse y
superarlos condicionantes empíricos ypsico-socio-cultu-
rales asumiendo la actitud de un espectador imparcial
quenoquieretodavíacomprometerseconningunaeviden-
da familiar, logrando mediante el lenguaje desplegarse 
deformapreponderantementeracional, aunquesinsupri- 1
-_mirensutotalidadelfondo relativizantedel conocimiento "
·espontáneo,de laexperienciavivida y existencialsiempre
presente'.
Naturalmente,aqufnopoddaterminarladescripción
del procesode conocimiento,porque correríamos elriesgo
de creer quelos descubrimientos, conceptos y juicios que
produce el sujeto pertenecen al mundo de los estados
mentales subjetivos. Es necesario avanzar con Popper' al
reconocimiento de que ciertas producciones de la ment~
humana subsisten y trascienden más allá del individud!
3 Véase Daníel Herrera, Teoría del conocimiento, Ed. Universidad San
Buenaventura, Bogotá, 1963.
4 Karl Popper,Conocimiento objetivo,Ed.Tecnos, Madrid, 1974, pp. 106 y
ss.
E1conocimiento
reflexivo como
dinámica del
distanciamiento.
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1
XXVIII
Hacia una pedagogía de! conocimiento
que las produjo y adquieren cierta independencia y auto-
nomía. Por esto no es suficiente con el reconocimiento de
laexistencia del mundo de los objetosfísicos (Mundo 1)ni
conel reconocimiento de la existencia de los estados men-
tales del sujeto sentipensante que experimenta el mundo
desde la estructura de la conciencia (Mundo 2), sino que
es necesario reconocer también la existencia del mundo
del conocimiento que trasciende al sujeto, que aunque es
producto humano constituye un mundo autónomo de
problemas científicos, teorías, conjeturas y refutaciones,
discusiones y argumentos críticos, publicaciones cientifi-
cas, todos ellos elementos del Mundo 3, cuya red es un
efecto que puede estudiarse y analizarse por aparte, para
entender mejor las características del proceso de pro-
ducción de los mismos, e incluso entender la lógica del
descubrimiento del sujeto que desarrolla dicha actividad
de construcción cognoscitiva.
Comolas abejas producenla miel, elhombre produce
ellenguaje, losnúmeros, las hipótesisque llamamoscientí-
ficas, conceptos, descripcionesy argumentosque permiten
entender mejor los estados del Mundo 1 y del Mundo 2.
Semejante reconocimiento de la existencia autónoma y
objetiva del tercer mundo como producto de la actividad
intelectualhumanaimplicauna triple consecuenciaepiste-
mológica que necesitamos puntualizar desde ahora:
o En primer lugar, contra el realismo tradicional e
ingenuo que consideraba el conocimiento como una
copia delobjetoreal, estamos optando porelconstruc-
tivismo iniciad~ por Kant, para quien todo conoci-
miento era una construcción del sujeto, a partir de la
síntesis de la estructura categorial del entendimiento
con la experiencia sensible.
o En segundo lugar, tal constructivismo no se detiene
ni se agotaenel sujeto, pueslos productos que vase-
gregando sele salen de las manos, seleindependizan
de ciertamanera, configurando unmundo científico-
cultural que Popper llama Mundo 3.
• En tercer lugar, siMundo 3 como mundo objetivo se
opone a laactividadsubjetivaes paravolvera depen-
der de ella, pues es sólo la actividad humana la que
le da sentido a M3, para entender e intervenir con
más claridad en Ml y M2 y de nuevo enriquecer a
M3.
Conocimiento y epistemología de la.pedagogía
En síntesis, si enla ciencia lo que se pretende es des-
cribir y explicar mejor la realidad mediante conjeturas e
hipótesis construidas e inventadas por nosotros, esta
pretensión objetiva y explicativa de las ciencias ni se opo-
ne niexcluyela comprensiónreivindicada por los investi-
gadores del área de las humanidades, ya que los objetos
de la comprensión no tienen por qué reducirse a M2, a
meras actividades subjetivas, psicológicas, incapaces de
trascender hasta elmundo de las ciencias. Al contrario, el
resultado?:la comprensión, porintuitivay subjetivaque
sea la actiVIdad que la produce, es esencialmente una
interpretación, una conjetura, una teoria, y como tal tiene
que verconobjetos del tercermundo, yaquela hermenéuti-
ca produce relaciones y operaciones entre objetoS del M3.
Y los juicios, conjeturas y problemas que formula aun
mediante comprensiones intuitivas requieren de crítica y
confirmación permanente, de la misma manera que los
problemas de las ciencias naturales requieren incesante-
mente de conjeturasyrefutaciones5
• Mejordicho, la activi-
dad de comprensión es indispensable y en principio es la
misma para cualquierbúsquedadesoluciónde problemas
narurales o sociales, y la actividad intelectual consta de
los mismos subprocesos mentales subjetivos que bien
puede estudiar la psicología (y la pedagogía). Pero el
análisis, comparación y contraste entre conjeturas o posi-
bles soluciones con sentido a un problema genera una
relación lógica entre la solución y el problema (natural o
social) que se puede argumentar o sustentar, y por tanto
setrata de una relación objetiVa que pertenece a Mundo 3,
seaellaconstruida por control experimentalo porinterpre-
tación hermenéutica. ·
Precisamenteestaargumentaciónpop_periana permh1
te mantener la hipótesis de que la pedagogía puede ser~
considerada una disciplina científica sin que por ello ten-~
ga que renunciar a la vertiente humanista de la que hace
parte. !'~~!e ~oste~.!}~.P~~~~!_d_~d de que de un con~
tclco!leren~eif<j>_nncipios pedagQgi.fQ~~R.ued<g! aeauprse
en!onna válida concepciones, modelos yestrategias teóri-
cás, ·;;rn::_qji."J>()r~e]]o_]ª p_eg;igofiíJl_pjgrd.a~!!_pnvílegig
como mediadora, recontextualizadora e intérprete que
iluminalosnexos y conversiones entre Mundo2 yMundo
3, nexos tejidos a través de ese puente que se llama la
~n~eñanza, que articula los procesos de apropiación sub-
Jetiva con las·necesidades de socialización de la ciencia y
la cultura, y que requieren de interpretación hermenéu-
tica.
5
Karl Popper, op. cit., pp. 154 yss.
'j'!
J.'./
XXIX
Hacia una pedagogía del conocimiento
Queda entonces planteada la posibilidad de que el
enfoque deductivo-empírico~~:litico y eler;foquehe;n:e-
néutico no sean causa de escrs10n de la teona pedagog¡ca
sino caminos distintos de validaciónquesustentany enri-
quecen la misma disciplina en diferentes momentos.
3. La pedagogía pertenece a la vertiente
sociohumanística
A partir de E.Nagel, los filósofos de lascienciasnaturales
descartaron la vieja creencta empmsta de que conceptos
claves en la física clásica como el de "masa" o ufuerza"
pudieranextraersedel~~do experimen~alpo;rindu.cción
y reducirse amerasdefinicrones delenguaJeobservaaonal,
pues hoy sabemos que t~es conceptos s?I.o pardal e
indirectamente se pueden mterpret~r en;I:mcan;er:te,_ y /
enconsecuenciapertenecenallenguaJe teonco; as1 rmsmo
los tres prindpiosnewtonianossobreel mov.~ento.co:r:u'­
truidos a partir de tales conceptos sontamb1en ne~es~a­
mente denaturaleza teórica, apesarde que tales pnncrpws
puedan de alguna manera compr?barse ~ ap~carse ensi-
tuaciones experip:lentales a traves de cntenos observa-
cionalesquefaciliten suconfirmación. Aunque tales ley~s
sehayaninducido a partirde hechos observables~ex;pen-
mentales, ello no impide hoy considerarlas htpoteslS
teóricas en vez de generalizaciones empiricas como se
creyó antes. . ·
Perositanto los científicosnaturalescomolos socrales
necesitan validar sus explicaciones en la experiencia, l_a
diferenciasurgeinmediatamente~ando en~amos a defi-
nir la manera de lograr ese sentido empmco que nos
garantice el control objetivo de semejante validación. La
diferencia no radica, como creen algunos, en que los fe-
nómenos naturales son cuantitativos mientras que los
fenómenos humanos seríancualitativos, puesenrealidad
ningún evento natural es cuantitativo ni cualitatiy~; la·
realidad del fe~óm~_? no se puede confundir con ~l.len-:­
guaje de aproxunaoon que construyamos, y las dificul-
tades de matizar cuantitativamente nuestro pensarmento
sobre las acciones humanas es una dificultadde grado, no
una imposibilidad ontológica. (Como lo estableciera
WittgensteinenelTractatus, loslímites demilenguaJeson
los límites de mi mundo; es decir, no podemos ver~,ob-:
servar nada sin que lo hayamos pensado en algún len-
guaje)'.
6 Véase Germán Vargas, Sobre la reladón filosofía y lenguaje, mimeo,
Universidad Pedagógica Nacional, Santafé de Bogotá, 1992.
Conocimiento y epistemología de la pedagogía
, Otra diferencia que se autoatribuyen las ciencias so-
/
ciales respecto de l.as na.turale.s es que éstas proceden de
manera hipotético-deductiva _en tanto que las sociales
avanzan por co~tri!nsi§!!JNada más perjudicial que se-
mejante contraposiciónromántica, pues dejaría a las cien-
cias humanas presas de la subjetividad comprensiva del
intérprete, sin posibilidad de controles objetivos ni de
garantías de validacióngcionalintersubjetiva. La cientifi-
cidad no puede abandonarse a la suscepbbilidad indivi-
dual de cada investigador, a su buen criterio de compren- llj1
siónintuitiva. La cientificidades una empresasocial cuyo ,JJJ
único criterio es la crítica racional (compartida intersub-
jetivamente por una comunidad real·o posible) de las
hipótesis o sentidos hipotéticos que vamos aventurando
como solución o explicación a los problemas que formu-
lamos.
La concepción determinista clásica de las ciencias
naturales, propia del siglo XVII, fundada en la exactitud,
en la precisión predictiva, en el control externo del
experimentoy enlaverificaciónempírica directa, indepen-
dientemente de la teoría ydel investigador, mediante un
lenguajeunívoco exactoy formal, estoda ella una concep-
cióningenua, desmantelada y rebasada enel sigloXX por
el enfoque relativista y probabilista que reconoce en las
cienciasnaturaleslainexactitud, laimprecisión,_elindeter-
rninísmo, laincertidumbrey la ambigüedad misma de los
fenómenos naturales, no sólo en el mundo subatómico_ .
sino tam~ién enel esce:ar!o e~p~cio~te.mporal del univer- 
so. SemeJante reconocnruento nnptde que dato alguno 
tenga sentido o validez por fuera de la·teoría que lo hizo·
posible; la teoría no es lo opuesto al dato, sino que es la
que produce sentido en la naturaleza, siendo su lenguaje
formalnecesariamente provisional,metafóricoe inexacto.
-~ Esta nueva con~epción de las ciencias naturales·es
 inuchomás cercana·a laautopercepción actualde las cien-
cias sociales y }umanas!.. pues e~ éstas la teoría no es
externa alsentidg_4ela áéciónodel acont~cimiento que se
qtúeTe·comp!eñder o lñte!p~etar;-el sentidO illterpretado
es el que constituye el b.edt.P.humano; y ellenguaje·de la
in_tg¡;p':"e~_?ci§~ _~s }).g¡;:~s~tiamente__@lbiguo_)C._e_q!JÍY.Qco,...
puesencad.asi~a_ciónsus.términos.y.categorías serefieren
~-~a~.os1...~ventQs e in<#Y!4l!Q~_paEJculares distintos. Con
una primera diferencia esencial que requerimos resaltar
desde ahora: mientras en las ciencias naturales la teoría
permite interpretaciones parci&I~s de grupos pequeños
de variables controladas aisladamente en el experimento,
enlas ciencias humanas la interpretación teórica no se lo-
gra aislando variab_les sino articulándolas todas, como XXXI
: 1
~1
1
1
1
.1
1
1
1
1
~- _¡
__ ¡
~- ¡
___,
·_·¡
~ ' 1
XXXII
Hacia una pedagogía del conocimiento
invitadas cuyaparticipaciónconjuntasevuelveimprescinJi;
dible para acertar enla comprensión del sentido del acon-
teci.rr].iento como totalidad. Así la parte no se comprende
sin referencia al todo, el cual a su vez depende de su rela-
ción con las partes; cada una con su propio contexto e
interacción con el contexto del intérprete o investigador.
Y Una segunda diferencia igualmente esencial entre el
métodode lascienciasnaturalesyelmétododelas cienciasl
sociales es que este último produce sentido y orden sobre
el sE!ntidoyordenproducidopor otroshombres¡rsuobjeto i
de estudio es de antemano un mnndo de sentiáo previo ~
organízado y seleccionado por seres humanos que viven,
actúan y piensan cotidianamente dentro de éi
Las construcciones del investigador sociál sol).lf_on-
ceptosde segundo ordenlco!llometasentidos que elabora
a partir de la indagacióñáe los principios o categorías de
primer orden implícitos en las experiencias cotidianas de
la gente en su acción individual y grupal, identificando
sus motivos y fines en función de su situación biográfica
concreta y evaluando suunicidad y también su tipicidad.
Ambas características distinti~as de la investigación
social, que producesentido globalsobresentidosyaprodu-
cidos, no la eximen del requerimiento de validación y de
confirmación de su verdad, pues cada construcción de
1
1
sentido originadaenla"intuición" ocapacidadcomprensi- ,
va del investigadores apenas una construcciónhípotética 1
; J!/
provisional que podrá comotal articularse enlacienciaen ~ -,' /
la medida en que sea confrontabley controlable por me- '¡
dio de la revisión racional del sentido de la información 1
disponible, por parte de otros investigadores que logren
ubicarse en semejante perspectiva.
Por supuesto, la pedagogía pertenece a las ciencias
humanas y de ninguna manera a las ciencias naturales,
comocreyeronalgunos autores delsigloXIX, a1considerar-
la una derivacióny aplicación de la psicofísica. Por el con..,
trario,la pedagogía es una disciplina queestudiaypropon~
estrategias para lograr la transición del niño del estado¡
natural al estado humano, hasta su mayoría de edad
como ser racional autoconsciente y libre. La descripción y
explicación de semejante proceso de transición se sub-
ordina a la meta de la formación de los jóvenes en el sen-
tido de s{humanizacióñJ,de manera mucho más esencial
de lo que la medicina está ligada a la meta de la salud
orgánica de losindividuos. Conuna complejidadadicional
ineludible para la pedagogía, y es que su produccióncon-
éeptual es una construcción·de tercer nivel en la medida
enque no sólo tieneen cuenta la organizaciónde sentidos 11 1
generados por alumnos y padres de familia en suvida co-.JN
Conocimiento y epistemología de la pedagogía
tidiana como actores educativos espontáneos, sino que
también tftecesita recontextualizar las elaboraciones de
segundo grado que sobre la escuela, el contexto social, la
familia, la socialización, el aprendizaje y la personalidad
sana han productdo investigadores de otras áreas como
socio1ogos, psicólogos, economistas y filósofo§] Así, la
pedagogía no sólo es otra disciplina sobre el hombre pa-
ralela a las demás, sino que es también una especie de
[supersabersocial que reelabora y reconstruye los sentidos
producidos por aquéllas bajo la perspectiva de la forma-
ción de los jóvenes, dentro de un horizonte histórico-cul-
tural determinado]
Semejante requerimiento supone que la pedagogía
posea al menos un marco de referencia teórico propio
desde el cual recontextualice, reconstruya y reinterprete
los sentidos segregados desde enfoques diferentes por
otras disciplinas acerca de las condiciones, acciones, moti-
vos y fines de los actores espontáneos o deliberados~ dí-
recta o indirectamente participantes en el prOceso edu-
cativo.
Si reconocemos a la pedagogía como una disciplina
del campo de las humanidades y de las ciencias sociales,
su preocupaciónnoes solamente indagar porel significado
y los motivos de las acciones educativas, sino también por
las causas de las mismas, por las causas de lo que sucede
con los alumnos que no atienden a los maestros, que no
aprenden o no desean aprender, que no logran transfor-
marse ni humanizarse a jpstancias del proceso de ense-
.ñanza. La pregunta explicativa Causal es factible también
1en las ciencias sociales como camino posible de confirma-
~ción dela comprensióndesentidosy complementonecesa-
rio de la hermenéutica, tal como lo recorrúendan Piaget y
Stegmuller y lo confirman Schutz y Apel, matizando y
articulandolos modeloshaberrnasianos descriptivo-analí-
i tico e histórico-hermenéutico.Al fin y al cabolos hombres
-J.- sonseres de estemundo, resultado de una historia, cultura
y tradiciones particulares que no esCogieronconsciente ni
libremente, y qu~ éonstituyen el punto de partida para
todo nuevo conocimiento y el horizonte imprescindible
para toda nueva comprensión.
No sería suficiente entonces con la empatía entre el
1 maestro yel alumno, ni conla comprensión del educador;
¡ esteúltimo requiere descnbiryexplicarla red de c~~~12!9s
¡yexperienciasprevios que el ~~o ~É!~~-~:!Jlg,_paJ;a-pe­
 der diseñar estrategia~ y~~-~~~:n-.ctaSpertinentes~caGes
que le permitan ron:'f>erJos obst<j;:ulos.que.le_impj_<jgn.al
alumno avanzar eñsu niverae!eflexión..s.ob.r.e.eLmundo
natural ysocialy sobreSíri:risrriO~LOS ~umnos nosonsólo XXXIII
La teoría del
conocimiento
convencional
es una temática
meramente filosófica.
E1 énfasis
científico de
la moderna
epistemología.
XXXIV '
Hacia una pedagogía del conocimiento
sujetos de comunicación, no son sólo interlocutores
conscientes que requieren de comprensiónintersubjetiva,
sus manifestaciones y comportamientos pueden objeti-
varseespacio-temporalmenteyenconsecuenciaanalizarse
como un texto, como un documento, como un aconteci-
miento queresulta deun procesohistóricoobjetivocaUsal.
Los prejuicios, valores, ideales y concepciones sobre los
fenómenos objeto de la enseñanza pueden estar ocultos o '
confusos para el núsmo alumno hasta cuando afloran en
la clase, y desde entorices el diálogo abierto; pero a la vez
la mirada analítica y crítica sobre la estructura cognitiva

del alumno, permitenque elmaestro, a partirde dispositi-
vos ymatrices racionales, arriesgue yformule suposiciones
hipotéticas, confrontables no sólo a la luz. de la conversa-
ciónfranca conlos alumnos, sinotambiénenlas experien-
cias de enseñanza que diseña y prueba en el aula como
hipótesis de transformación, remoción de obstáculos y
reorganización'conceptual, desplazando creativamente
nociones y teorías incorrectas sobre el mundo, por otras
menos incorrectas.
4. Algunas definiciones preliminares
Pues bien. Consideraciones comolas anteriores acerca del
conocimiento engeneral, acerca de la verdad de los juicios en
su atribución y en su conformidad con los objetos reales,
descripción de las características del sujeto cognoscentey
de las etapas porlasque atraviesa camino ala reflexión,. la
definición de criterios de verdad y d.e objetividad, etc.,"
sontodas ellas consideraciones.que configuran una disci-
plina filosófica particular denominada teoría del cono-
cimiento, presente en casi todo sistema filosófico desde la
antigüedad hasta nuestros días.
Bien diferente es el moderno concepto de epistemo-
logía (que literalmente significa teoría de la ciencia), que es
un estudio sobr~ una ciencia particular más o menos
constituida tomada como objeto de reflexión desde sus
principios yfundamentos, su objeto, métodos, estructura
organizativa, criterios de verificación y de validez, etc.
Tal disciplina se aproximará más a un estudío filosófico o
aunestudio cuasicientífico (o metacientífico) dependiendo
del énfasisenlaformación del investigadorepistemólogo,
y del tipo de rigurosidad metodológicainclinada más ha~
cia la filosofía o más afín a la ciencia bajo estudio. En esta
primera definición de la epistemología estamos privile-
giando la opción por las epistemologías regionales, cons-
truidas desde las necesidades propias de cada ciencia de-
ConOcimiento y epistemología de la pedagogía
terminada y a partir de un profundo conocimiento de la
misma. :ero un~segunda acepción en el sentido integral
de la epzstemologza general se produce cuando la reflexión
sobre el conocimiento científico rebasa las fronteras de
una especialidad y se ocupa de problemas estructurales
comunes a las diferentesciencias.. originadosenlainterdis-
ciplinariedad, enobjetos compartidos, enproblemas para-
científicos, filosóficos 6de lenguajeque de alguna manera
continú~ _compartiendo hoy ~iferentes ciencias ·y que
hanpernutido desarrollar reflexiOnes más integralessobre
las ciencias, enriqueciendo las filosofías de las ciencias,
como lo han hecho Meyerson, Cassirer, Brunschvicg, Ba-
chelard, Sneed, Kuhn, Popper, Piaget,etc., desde diferentes
perspectivas7
• _
Cualquiera de las acepciones que asumamosr la epis-
!emología est~travesada por rma disyuntiva másfunda-
mental que parte de la diferenciación de sus tareas más
esenciales que enmarcara Reichenback en el contexto del
'?lescubrímiento"o enel dela "ju~~_ifi_t?_~ción"8, ggp.eu_Q~gnQ&
de _qg~s~:.~~par~ _9:~}~-asP-v:idad:~ªQ,q;ra..deLQwJ!fico
en sus aspeqos psicoso,ciales__e histqri~9JU~P...,.,~l.,prim.,er
cont_~~-1?~ q:flle_.se..ocupara_Q.e_la_.recol!§._~~g.ó!h_lQgico­
formal d~ los resultados científicos, de las leyes, té-órlas y
formulacrones enelestado actualy objetivadode!ª ciencia,
in~ep~n4Jentemeut:~~d~.-;los_g~j~J.~ª· _qtJeJ_a~PIQdujeroJ},
baJ<?_~lSQI}t~0t9.~.~_l<!__Jus@~~g_Q.g_'_¿ Loslógico-positivistas
continuadores del"Círculo de Viena" retuvieron para su
epiStemología únicamente esta segunda tar~a como la
verdaderamente dentíficar mientrasque otros epistemólo-
gos comoKoyree, Bachelard, Canguilheim, Kuhn, Plaget,
etc., prefieren asignarle similar importancia a affibos
contextos y se ocupan tarrtl:?iénflel d~sarrollo_d!;.la activi-
c.iad creadora de los ínv~s:tiga~g.r~e_y del d_esarroiiOhiStÓ=--.
rico-genético de la cienq~ bajo estuclio,.asísearegresando
~·encontr~ sigr@cadQ::?.~el pasado de.una ciencia a par-
tir de su comprensión contemporánea, como lo haría la
"historia recurrente" que preconiz;a Bachelard, desplazán-
dose hacia atrás dialécticamente entre obstáculos, rupturas
y actos epistemológicos9•
7
Véase RobertBlanch~ Laepistemología, Ed Oikos--Tau,. Barcelona, 1973,
pp.J2-20.
8
Véase H. Reichenback,ModernJJfilosofía delaciencia,Ed. Tecnos Madrid
1969. '
1
9
Véase G. Bachelard, La actividad racionalista de la física contemporánea
Ed. SigloVeinte, BuenosAires,1975, pp.33yss. Véase también artícul~
deGeorgesCanguilheim,"Sobre GastanBachelard",enRev. Socfulogía,
No.Zr Ed.Unaula, Medellín,1980,p. 9. Bachelard entiendeporobstáculo
epístemológícociertasideas, orientaciones ocontenidosdeconocimiento
Episternólogos
centrados
en los resultados
de la ciencia,
o en la actividad
creadora.
XXXV
1
1
J
~1
J
..J
1
J
~W···.
1•
li
XXXVI
Hacia una pedagogía de! conocimiento
Aun enel casode que asumiéramosestaúltima pers-
pectiva epistemológica más integral a partir de la disyun-
tiva enunciada, el epistemólogo requiere del profundo
dominio contemporáneo de la ciencia o disciplina objeto de
su reflexión, y delasdisciplinasafines, pues u elepistemologo
procede de lo actual haciasus comienzos, de manera que sola-
mente una parte de lo que se tenía antes por ciencia se en-
cuentra, en alguna medida, fundada por el presente"10
, y.
es la ciencia contemporánea la que permanentemente
inaugura sentidos,renueva,funda o destruye significado~
en su pasado.
5. Obstáculos epistemológicos en el
desarrollo actual de la pedagogía
El obstáculo más descollante está configurado por esta ,¡
paradoja fundamental y crítica, cuyos polos son teoría y /J"
práctica, y cuya relación mutua se halla tan confusa que
mantiene la disciplina pedagógica atascada, básicamente
por tres razones:
e La primera, porque entre los profesionales de la
pedagogía/ que se supone son los educadores/ y con
mayor razón eni;re los estudiantes/ no ~~ste del!l--ar-
cación clara enti~ teoría y prácti~aFec!.~gógis:a. Se
Silpüñdría que lo qU~ el maesfrOhaC€-Dien es "peda-
gógico". Pero como áveces lo hace mal, entonces es
antipedagógico. Pero aquí el maestro se justifica
diciendo: ubuelio,- es que en teoría eso suena muy
bonito pero en la práctica es imposiblen. Teorí~ en
esta concepción esmás bienlo ideal; lo especulativo,

mientras que la práctica es lo real, lo concreto, lo
verdadero11
•
que son factor de estancamiento o regresión en el desarrollo de una
ciencia- por eíemplo, opiniones, errores, problemas mal formulados,
respuestas precipitadas, ideas supervaloradas, prejuicios, etc. u:m
ruptura epistemológica es un salto o discontinuidad en el desarrollo hiS~
tórico de una ciencia, por ejemplo, la mecánica relativista implica una
ruptura con la mecánica newtoniana. Un acto epistemológico es una
nuevasíntesiscreadora delgenio científico que revolucionael desarro-
llo de una ciencia.
toGeorges Canguilheim, "Gaston Bachelard", Rev. Sociología, No. 2,
Una~ Medellín, 1980, p. 7. (El subrayado es nuestro).
nVéase Miriam Nohemy Torres Carreño, Constructivismo y educación,
Mimeo, New Mexico, 1991 (Trad. de Félix Bustos, $antafé de Bogotá,
1992).
Conocimiento y epistemología de la pedagogía
• Li segunda razón tiene que ver con el propósito, las
metas, o si se quiere los_objetivos de la educación
9ue el maestro termina considerando comop~e de
su quehacer cotidiano, como parte de su práctica; o
como dice elmismomaestro: "unohacelo que puede
con estos niños", aludiendo a las condiciones so~
cioeconómicas que limitan y determinan su trabajo,
hasta el punto eje que la teoría pedagógica y sus
metasseachatany se reducen alamera cotidianidad,
a "la pedagogía de la cotidianidad", dejando de
provocar proyectos de búsqueda, de experimenta-
ción y de innovación. Pero también hay que recono-
cer que las metas y los propósitos educa,EyQ§,__ºomo
ocurreen toda actividadhumana, tiendena desdibu-
jarse y a reduciise-a larutilla núeñ.tras la reflexión ~o
1os-1ev·anteconstantemente, de la misma manera
como los fines de progreso ético-moral ten:ni..n¡m
subordinados a la acción cotidiana, a la acción co-
rrecta, al curso del buen obrar, a la "práctica/f como
dirían los maestros, como criterio último de verdad.
Así la teoría y las metas pecl_?gQgjcas no alcanzan a
se~luz;nfiliiPWsq,_flj_marco de refereJ.1~i~J:P.p_oJético
q~~-!::.~~I?-~~~ l~-·~5;Q.QnA-~_to-ª_mae$trqL{
• La tercera razónesinstitucional, y serelaciona coneÚ
modelotradicionalistaque predominaenlasescuelas t
y en la formación de maestros, y en general en la
formación de profesionales: al aprendiz seleentrega
primero la teoría, para qt.ie luego la aplique por su
cuenta en los ejercicios que propone el manuaL o
más tarde en el ejercicio profesional.
Ahora es más fácil entender cómo en la educación
semejante disfuncióny divorcio estructuralentre la teoría
y la práctica es probablemente un §intoma de·la auseriéia
de teoría pedagógicaque encuantotal se§Ometa aco..nfro,n-
1
:taoon ya control mtersubJetivo. en el R!OCeso real de la
-~ñ~-a:~Uemás,_ mieñi:Ti:iS€ste-:PfocesO!eal no esté
pres1dido por la teoria pedagógica no podrá progresar,
pues lo que se confronta racionalmente son enunciados 1
con enunciados; una prácticano puede descalificar a otra,
ni contradecirla, nisuperarla sinteoría. Ni siquiera el con-
cepto de práctica pedagógica puede definirse válida e
intersubjetivamentesinteoría, pues careceríamosdecrite-
rios para ello a menos que nos resignáramos a definirla
como una montonera de cosas y actividades. Ysi no hay
acuerdo sobre los llnderos del campo de fenómenos que
pretendemos estudiar (qué es observable y qué no es ob-
Íl!
XXXVII
Necesidad de una
visión amplia, precisa
y profunda
de la pedagogía
coñtemporánea
para entender
mejor su pasado.
la pedagogía es
la más susceptible
y compleja de todas
las disciplinas.
XXXVIII
Hacia una pedagogía del conocimiento
servableparala pedagogía), se desmoronaría ~utomática~ -
mente la hipótesis deseable de que la pedagogía llegase a
ser una disciplina rigurosa y válida, pues ni siquiera po-
dríamos construir un lenguaje común intersubjetiva.
Poresta razón habría que diferenciarla historia de la
pedagogía de la historia acerca de lo que hau hecho tradi-
cionalmente los maestros en las escuelas. Sus prácticas ni
ayernihoy reflejanniaplicannecesariamentela teoría pe-
dagógica vigente. Sila disciplina de la pedagogíacontem-
poránea se fuese a determinar por las prácticas actuales
de los maestros en la mayoría de las escuel~s, podríamos
asombrarnosantelaeventualidad deno encontrardiferen-
cias sustanciales con la pedagogía desarrOllada desde- el
siglo XVll. Pero es que no hay por qué juzgarel avance de
la disciplina pedagógica por la calidad del ejercicio d~ los
funcionarios nombrados para desempeñarse como maes-
tros, independientementede la teoría omodelopedagógico
que sepan o profesen.
La tareaquenos esperano_es despreciable, si setiene
en cuenta que. la enseñanza es el principal proce~o íp_i~p.­
cional mediante el cual la Sociedad moderna con"i~.r.te a
sus:i.t1_4Jyiduo_senhered~_¡;.Os de su saber, de su tradjción y
pasado histórico, de su cqmpetenciaproductiva, de suca-
pacidad de convivencia presente y de sus posibilidade~11
deproyecciónhacia elfuturo.¡La enseñanzaesla ex.p_gri~n-¡V
ciásistemática que lasóciedad diseña para que losjQ.venes.,l
se humanicen y se enriquezcan espiritualmente. Como es
natural, semejante proceso no debiera ir a la deriva, ni
abandonarse a las arbitrarias y veleidosas concepciones
ideológico-políticas del momento, o a las creenciassubjeti-
vas y apremios ideológicos de cada educador.
Por ello, la elaboractón de una epistemología de la
pedagogía no eS tarea fácil y sus desarrollos serán inaca-
bados y provisionales, más que en cualquier otra episte-
mología regional, p(?r factores adicionales como los si-
guientes:~ - 
1. La pedagogía, como veremosluego, no es una ciencia
plenamente autoconstihrida, que pueda rectificar y
j~_gar -~E pasad~~_i~-~~~_9.Q lo cien_@_~Q__4._~- lo
no científicO áemanera contundente.
2. La pedagogía como disciplina, como un conjunto
coherente de proposiciones que intenta describir y
explicarenforma sistemáticalosprocesoseducativos
relacionadosconlaenseñanzay elaprendizajehuma-
nos, no es una disciplinaunificada,nisuficientemente
Conocimiento y epistemología de la pedagogía
diferenciada delasdemás cienciassociales, cuyoobjeto
es también el hombre cultural, aunque no pueda
excluir sus relaciones con el hombre natural a través
de la biología y de la neurofisiología que también
condicionan e influyen en el aprendizaje. Desde sU-
nacimiento, el hombre estáirunersoenunmundo so- 
dal que le permitirá asimilar medíante el proceso de la 
educación espontánea, o intencional y organizada, 1
¡
los conocimientos producidos y aCumulados por la ,
humanidad; proceso de asinúlación que realiza el ~
individuo a partir de sus capacidades, su personali- 1~
dad, su historia individual, su situación cultural, su ¡:----'--•••
motivación vital y su proyecto existencialfluctuante 1 lasciencias de la
en un mundo y una sociedad en crisis, atravesado  educación podrían
¡ por demandas socioeconómicas ypor contextos cul-) ser mejores vecinas
!turales, politicesy de enseñanza difíciles de aislar de i. de la pedagogía.
la pedagogía, una disciplína especialmentesusceptiblea /
todo procesoespecíficamentehumano,precisamente 
porque su propósito es dar cuenta del proceso que
más medularrnentehumaniza a losindividuos, aquel
que les permite asimilar y producir cultura, en cada
época y en cada nación.
() Derivada de la dificultad anterior, el objeto de la pe-
v dagogía ha sido fraccionado desde otras disciplinas
vecinas a la pedagogía, cuyo objeto de estudio es
tambiénel hombre comosercultural-la sociología,
la psicología, la economí~, la lingüística, la ant:ro-
pología, etc.- bajo el nombre de ."ciencias de la
educadónu, las cuales se han dedicado al estudio del
proceso educativo cada una desdesu propia concep-
ción teórica y metodológica, constituyendo como
consecuencia una pluralidad de objetos de estudio
que no sólo dispersa el proceso educativosino, inclu-
so, el ideal deB.fl objeto pedagógico unificado, como
lo ha·señalado ~con precisión Oiga Luáa Zuluaga1Z-.
4. El carácter íntimamente dependiente del proceso
educativo respecto de la cultura y, en consecuencia,
la repercusión quesobre el discurso pedagógicohan
alcanzado los contenidos ideopolíticos histórica y
geográficamentesituados, comoelementosesenciales
del proceso educativo que la pedagogía, en último
término, se propone entender confidelidad, mantie-
uVéaseOlgaLucía Zuluaga, 'iJiistoria epistemológica de lapedagogía o
historia del saber pedagógico", Ponencia Tercer Seminario Nacional
de Investigación en Educación, Ed. ICFES, Bogotá, 1986, pp. 249-271.
losmovimientos
culturales e
ideopolíticos agitan
excesivamente
a la pedagogía.
XXXIX
'1
!
~- _¡
~~
1
Abundan las
técnicas modernas
de.comunicación y
de enseñanza sobre
las cuales la
pedagogía aún no
ha reflexionado.
E1 mismo discurso
pedagógico
contemporáneo sufre
diferentes
denominaciones
según las culturas.
®
Hacia una pedagogía del conocimiento
nena la pedagogía enun estado de vulnerabilidad y
de alta susceptibilidad a toda ideología en boga.
La proliferación acelerada de técnicas de comunica-
ción y de enseñanza cada vez más refinadas que
aplican tal o cual principio pedagógico, psicológico,
sociolingilistico o ninguno de ellos, pero cada dia
más eficaces, descontextualiza al maestro y descon-
cierta a los mismos estudiosos, insuficientes para
abarcarteóricamentey demanerasistemáticayglobal
tal abundancia y heterogeneidad de literatura sobre
losproblemas de la enseñanza especializada,tomán-
dose cada vez más difícil la homogeneización de
una disciplinaúnica,peroposible, que denominarrl.os
pedagogía.
,;
6.
1i í
Finalmente, la tarea·de construir una epistemología J,jJ
de la pedagogía se complica aún más, cuando nos
percatamos de que el estudio de los mismos objetos
y temas propuestos por la pedagogía en sus autores
clásicos como Herbart, Pestalozzi y Claparede son
sistemáticamente abordados y desarrollados, en la
actualidad, bajo títulos y rótulos diferentes al de
"pedagogíá', de modo que es probable quelos peda-
gogos clásicos configurasenunasuperficiedesaberes
acerca de la enseñanzay el aprendizaje, sobre la cual /
hayaemergidoenelsigloXX, conla#EscuelaNueva''!
una disciplina equivalente que hubiese traspasado ya
el umbral de epistemologización definido por
Foucault13, bajo denominaciones que varían en las
diferentes comunidades científicasnacionales, euro-
peas o norteamericanas. Valdría la pena revisar los
conjuntos de proposiciones, hipótesis, conceptos y
teorías que describen, elaboran, explican y recons-
truyen, de manera sistemática, el proceso de ense-.
ñanza-aprendizaje general, o aplicado a contenidos
específicos de la ciencia o de la cultura contempo-
ránea, a veces bajo el rótulo de psicopedagogía, otras
veces bajo el nombre de ciencias del c.urrículo y otras
bajo el de psicología educativa, como en Inglaterra y
Estados Unidos, que hacenparte del listado de dlsci-
13El umbral de epistemologización es aquel momento de surgimiento de
unanueva disciplina,enelqueunsistemamásomenosindividualizado
y autónomo de conocimientos se destaca sobre el saber que lo rodea
por el establecimiento de ciertas reglas de verificación y rigor que le
permiten autoconstituirse en modelo y patrón crítico de veracidad
frente al resto del saber. Véase M. Foucault, La arqueología del saber, Ed.
Siglo XXI, México, 1972, p. 314.
ConOcimiento y epistemología de la pedagogía
plinas reconocidasinclusoporepistemólogos a causa
de s~s aportes, su rigor y su potencialidad para con-
vertirse, en el futuro, en nuevas ciencias aplicadast4_
No se tratarla ya de otras disciplinas paralelas a la
peda!?ogía, que ~esde contextos y enfoques externos se
estuviesen,apropiando ~e algunos aspectos del objeto de
la pedagog¡a, comopodnaestarsucediendo conlasllama-
das "ciencias de laeducación" mencionadas enel numeral
3, sino que ahora, quizás, se trataría más bien de una mis-
:na disciplina que bajo otros nombres sepropone explicar
tn~egralmente ~1 proceso de enseñanza-aprendizaje, como
lo mtentan hacerensus obras investigadores contemporá-
neos tales como Jerónimo Bruner, D. P. Ausubel, K. Lo-
vell15, etc.
Este úl~o, por ejemplo, en la obra que citamos en
la n_ota, trabaJa concertoscomolossiguientes: motivación,
ap~t_udes y pers~nalidad; observacióny atención; imagi-
nacmn ypensamiento;maduración yaprendizaje; olvidar
y rec?rdar; transferencia del-aprendizaje; evaluación del
r~~dimiento y orientaciónvocacional; torpeza y atraso; el
runo preescolar; el niño de la escuela primaria; el niño
ad~lescente..., etc. Como todos estos tópicoslos desarrolla
apltcados al aula de clase, en el corazón mismo de la arti-
culación entre enseñanza y aprendizaje, de manera
coherentey sistemática, confundamentos experimentales
1
.
1
.c~ntrolad.os yreglasde verificaciónquegarantizanciertos
Il!Veles de validez empírica, no se puede dudar de la
pre~e~ión de dentifi<:idad de la obra, ni de su carácterpe-
.'dagog¡co, a pesar del título propuesto para el público lec-
tor, puesfueronlos mismos temas centrales que ocuparon
a Clapare~e y I?reocuparon a Herbart un siglo antes. De
hecho, el enfas1s y la fundamentación psicológica de la
pedagogía han sido ;eivindicados por los pedagogos, y
ello no tiene por que avergonzarnos, puesto que quien
ap~ende, seeducay se desarrolla no es unsujeto abstracto,
~:'e.rsal y trascendente; a quienesenseñamos es a sujetos
mdividuales conleyes p~opias defuncionamiento ydesa-
rrollo: mentes a~tocon:'crentes que sontambién objeto de
estudio de la ps1colog¡a. Por otro lado, hay que señalar
que también la psicología sufre de la dispersión, de la
14
Thom~ Kuhn, por ejemplo, para poder explicar el concepto de
par~drgma en_elsentid~?e"ejemplar", como unnuevomodo de pro.ce-
sanuento de informac10n y de nuevos conocimientos, se vale del
modelo cognitivo de J. Bruner para explicar el aprendizaje humano.
Véase La tensi~n esencial, Ed. Siglo XXI, 1980, pp. 3f9 y ss. ·15
K Lovell,. Ps1cologfa aplicada a la educacíón del niño, Ed. Desclée de
Browuer, Bilbao, 1977.
la pedagogía
requiere de
relaciones
interdisciplinarias,
especialmente
con la psicología
y la sociología.
la pedagogía es
una disciplina
científica
insuficientemente
sistematizada.
XLII
Hacia una pedagogía del conocimiento
multiplicidad de objetos y enfoques metodológicos y de ,f/
la invasión de ideologías y de otras disciplinas como la
neurofisiología, la sociología o la lingüística. Por esto, en
psicologíahayqueprecisarsiempresisetratadelapsicolo-
gía conductista o dela psicología genética, o delpsicoaná-
lisis, etc.
El mismo Pestalozzi, que defiende el aprendizaje
por intuición sensible y repetición memorística escrita y
en voz altar era psicologista cuando reivindicaba la nece:-
sidad de "establecerla educacióndel pueblosobrefunda-
mentos psicológicos"16
y subordinaba los aprendizajes··al
desarrollo naturaldel niño,que élcreíapaulatino,progresivo
y graduado y al cual se propuso armonizar las nociones
elementales y las impresiones que había que grabar en,el
rriño segúnsuedad y capacidadintelectual,bajo"dirección
psicológica"17• Es decir, que desde Herbart y Pestalozzi, el
conocimiento psicológico sobre el aprendiz era garantía
de una mayor eficacia en la enseñanza y de una mejor
comprensión conceptual del proceso de aprendizaJe, y
porende, deunateorizaciónpedagógicamejorfundamen-
tada.
Ahorabien, silasituación delasociología ensuesta-
tuto de cientificidadsufre vaivenes, dispersiones yviscosi-
dades semejantes a los de la psicología y la pedagogía,
¿no será acaso quelas ciencias sociales, enparticular estas
tres disciplinas, por su objeto material compartido sobre
el hombre como ser cultural, tienen un destino común
inevitable de interpenetrarse, sobrecubrírse permanen-
temente y autoprocesarse en interestructuración mutua,
de modo que fuese vano desgastarse en trazar fronteras
frente a los vecinos o en establecer objetos y métodos
exclusivos, cuando apenas estarnos logrando superar
enfoques metodológicos venidos de las cienciasnaturales
de corte fisicalista, biologista, organicista, neurofisío-
lógico, etc.?
Asumimos provisionalmente que la pedagogía con-"1
temporánea es una disciplina cientifica dispersa aún bajo
diferentes denominacionesy teorías, y portanto, adquiere
sentido la reflexión epistemológica acerca de sus objetos,
susestructuras,sucapacidadexplicativa, susístematicidad
y coherencia, sus criterios de verificación y de verdad, y
también sus debilidades, vacilaciones, lagunas e indefini-
ciones fundamentales, frecuentemente dependiente del
desarrollo ideopolítico de los procesos sociales en los que
!6J. E. Pestalozzi, Como Gertrudis enseña a sus hijos, Ed. Porrúa, México,
1980, p.ll.
171bíd., p. 17.
Conocimiento y epistemología de la pedagogía
la eduCación es apenas un subproceso que requiere "mo-
dernizarse" y cualificarse como práctica, aliado de la no-
ciencia, de lasídeologías, de la práctica política y sociaL A
conciencia de ser ésta la opción más difícil, por lo desco-
munal de la tarea por realizar, haremos un ensayo de re-
flexión sobre la pedagogía y la enseñanza de las ciencias
en el siglo XX, asumiendo la pedagogía como un proyecto
científico en construcción, pero con una rigurosidad sufi-
cientemente normativizada como para poder mirar hacia
supasado, escudriñaracerca deposibles rasgos de"cienti-
ficidad" y definirsu actualidadteóricay aplicada al campo
intelectual de la pedagogía con sus niveles propios de va-
lidación y desarrollo.
XLIII
. 1
.!
Parte 1
Conocimiento y formación
de la persona
::-'.""
De cómo el conocimiento
no entra por los sentidos
Nunca podré olvidar aquel domingo en que invíté a una
amiga a fútbol en el estadio Atanasio Girardot. Se estaba
iniciando el partido cuando ella me confesó que era la
primera vez que entraba en un estadio y también la
primera vez que veía fútbol. Intenté explicarle algunas de
las reglas más sencillas a medida que yo disfrutaba del
espectáculo; pero la algarabía de la multitud emocionada
impidió de pronto que nos escucháramos. Ella preguntó
qué había pasado y le contesté; sin mirarlél¡ que el equipo
de mi predilección acababa de hacer un gol. No se
imaginan mi decepción cuando des~brí que no pude
haber escogido peor compañía para ir al estadio. Por
supuesto que ella podía ver lo mismo que yor una pelota
blanca sobre el verde césped y un montón de individuos
en traje deportivo que disputaban por correr y patear la
pelota en medio de una multitud abigarrada y frenética.
Pero no fue ver este sin sentidolo que había motivado mi
invitación. Para mí hubiera sido lo mismo que la pelota
.fueranegraf elcésped azuloelestadioestuviesesemivacío:
lo que yoveíaeraelespectáculo que brindabacadaequipo
CAPíTULO
lasensación pura
no existe. Toda
percepción
implica una
elaboración,
una interpretación,
una construcción
del sujeto.
-1.
1
1
_¡
'-1
ijJ
jJ
E1conocimiento no
es la simple copia de
las cosas, sino su
construcción
interior, por esto la
pedagogía tiene que
fundamentarse
en la actividad
del aprendiz.
Hacia una pedagogía del conocimiento
coordinando todas sus tácticasy movimientos confuerza,
armonía e inteligencia para tratar de vencer la portería
del contendor. El dato sensorial pasaba a segundo plano
en la medida en que yo lo trascendía con mis interpre-
taciones previamente aprendidasr que me pennitían, en
el transcurso del partido, anticipar las jugadas, lamentar
el pase que no se hizo, disfrutar y apreciar el espectáculo.
Lo que yovi enel partidono separece enrealidad en
nada alo que estabaviendo mi compañera. Mi percepción
visual del fútbol no se asemejaba en nada a lo que ella
estaba captando. Lo que no quiere decirque ellafuerauna
ingenua recolectora de datos visuales y aucJitivos, que de
manera contemplativa y pasiva se le estuviera entrando
la realidad porlos sentidos. Deninguna manera. Aunq~e
no pudiera ver el fútbolr su percepción de la situación del
momento era también esencialmente una interpretación, y
no un simple dato sensorial que registra luces ysonidos.
El"dato" sensorialpurono existe,nose"daii directamente,
nadie lo ha experimentado. Toda percepción es resultado
de un proceso muy complejo, el final de muchos pasosr
_que implicanla interacción entrelos estímulos que llegana
los sentidos (organizados sobre todo a partir de lavista, el
tacto y el movimiento), el aparato interpretativo de los
sentidos, y la corteza cerebral en interacción eón la mente
y personalidad del individuo con su propia historia, sus
experiencias socioculturales y de lenguaje, etc. Lo que
aparentemente uno se imagina como el u dato" primario
que nos suministran los sentidos para alimentar la
"inteligencia", en realidad es una construcción mental,
una interpretación, una hipótesis, que los sentidos esti-
mulan y ayudan a verificar. En realidadr;el conocimiento
NO entra por los sentidos.¡
La experiencia de una imagen visual está muy lejos
de ser una réplica perfecta de la imagen retiniana, y más
lejos aún de serla copia fiel y transparente del objeto real.
El estímulo que logra impresionar la retina se convierte
enun mosaico de puntos que son transmitidos al cerebro
por 108 células sensibles a través de 106
fibras nerviosas
del nervio óptico, centralizándose en la corteza visual
según patrones o formatos previamente desarrollados
(hay células nerviosas especializadas en líneas horizon-
tales, en líneas verticales, en oblicuas, en círculos, en
colores, etc.), para luego integrarse con las conexiones
neuronales de los demás sentidos y las experiencias
sensoriales precedentes, antes de integrar la imagen
consciente que hará parte de nuestro mundo ureal/I, con
color~ fonnar dimensiones, perspectiva espacial, sonidor
olor, etcJfaspercepcionesnoson, pues~ losreflejossimples
De cómo el conocimiento no entra por !os sentidos
de las cosas, y cada nueva percepción o ¡;_é!..ci~pgevo
~~~dizaje sep!'Q9.y~~ si~n1pre_e~ el contexto_el~,~~guemas
y apreñaiz_ajes constrtiidós con ant€rióridaQ."_En niñguna í
etapa de !aVíaa.podemos dedrijueer organismo y la , e~noe
mente que aprende sean como una pizarra completameil- 
te lisa y limpia de huellas. ./
El ser humano nace con aptitUdes innatas para
succionar, llorar, sonreír, etc., y rápidamente empieza a
aprendera seguir conla mirada los objetos quesemueven,
a distinguir la voz de su madre, a relacionarla visión con
los movimientos de la mano, con el tacto, con el sonido,
etc., hasta que logra su aprendizaje fundamental: que él
mismo no es un objeto más entre otros objetos delmundo,
quesediferencia del mundo, desu tetero, desusescarpines
y manoplas, de su cascabel; descubre que posee una
existencia independiente diferenciándose de lo que no es,
y con el desarrollo del lenguaje va construyendo la
conciencia deque poseesupropioyo~ activoy participante
en la elaboración del conocimiento del mundo que lo
rodea, y dotándose de una memoria que le permite no
sólo guardar sino también aprovechar sus experiencias
pasadas y reconocerse como la misma persona a lo largo
del tiempo, a pesar de la permanente renovación de su
existencia.
Esta nueva persona, constituida en mente consciente,
esta unidad integradora de nuestras acciones y
experiencias,no puedereducirsealamaquinarianeuronal,
ni puede confundirse con la masa t;:erebralr pues ella no es la
simple operación interpretativa de los acontecimientos
neuronales sino que desempeña una actividad de
búsqueda activa, de atención, selección, exploración,
descubrimiento e integración de alternativas valiéndose
de la complejidad de la corteza cerebral como de un medio
·instrumental que la misma mente contribuye a modelar.
De cierta manera, cada persona no sólo contribuye
activamente a formarse a sí misma a través de sus
decisiones en la vida, sino que, inclusive, el almace-
namiento de sus experiencias y acciones libres bajo la
forma de huellas y microcircuitos nuevos en la memoria
cerebral contribuye a moldear el mismo cerebro. De esta
manera, la mente consciente no es meramente receptora
de lo que entra por los sentidos y se interconecta en los
complejoscircuitoscerebrales, sinoquelaactividadmental
consciente estimula, ordena, interpreta e instiga la
actividad del cerebro según sus propios intereses y
proyectos. No se podría negar ninguna de estas dos acti-
vidades o dimensiones del hombrer ni reducir la una a la
otra, sino que se trataría más bien de una unidad dual en
la actividad mental
y la actividad
neuronal son dos
dimensiones
del hombre que
interactúan y se
interestructuran
elevando y
cualificando su
unidad sustancial.
Florez ochoa-1994-hacia-una-pedagogia-del-conocimiento
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  • 1. empiezan que los alumnos aprendm pesar de la enseñanza y no por causa de ella; por educación a nivel mundial atraviesa hoy en día por crisis general, y por qué sobre ei moldeamiento de humana todos los pianes faLlan, incluso los propios. son preguntasque en los alboresdei año 2000 per·mcme·cen en el misterio. Se sabe que el hombre cambia por i · que él mismo proyecta y ejecuta. Pero sobre 1 metas el hombre nunca da en el blanco, por esa mrJVilidcrd esencialyambivalentede laexistencia humana que sentidos ycomprensiones nuevas a pesar de! empeño de sociedad para que reproduzca los viejosesquemas. estructuras socioculturales. No se trata, pues~ de que pedagogía haya fracasado, sino que se la ha sometido planes imposibles de repetir eí pasado nueva educación será un propósito realizable: orientación pedagógica. siempre j} cuando las socieda1ies contE:m;po:rár,eas se abran al futuro, ainnoJarse así mismas. reconocer en la juventud sondas de proyección a! loinsondabls, de lodesconocido. Esesanueva pedagogíé. la que· el profesor Rafael Flórez Ochoa propone en e: horizonte de esta obra, desde una crítica de la pedagogía normativa, hacia otra pedagogía explicativa ycomprensiva d~ la enseñanza, en la p~rspectiva de articularla del saber con su apropiación creadora por parte de jóvenes en formación, sin abandonar el sentido yelm>pcme de la tradición histórica.
  • 4. '-,>< ~ ·. ~ ' . . ·•· ~ .V rlv :2 é % J ······~ 0~o .. 1 ~ (, ::, " Q~ e -(1(1 Hacia una pedagogía del conocimiento Universidad de Chile Facultad ds Filosof!a y Humanidades Oepa.rtsme-nto de Estudios -G¡¡¡nerates Centro de Estudios Pedagógicos Rafael Flórez Ochoa Profesor Titular de la Universidad de Antioquia 1 Ui'11VERS!DtD DE CHILE lFACU:;~o ;E f:,L::.:~:; : 0:l 1i~i:1i;:I.D 1ft.DES BIBL.vTEvA Eu,ul•" P-'"··''' "''""S .!.------:M-::c-:G::RA:c-c:W:::-:-H::IL=L·----- Santafé de Bogotá, Buenos Aires, Caracas, Guatemala, Lisboa, Madrid_, México, Nueva York, Panamá, San Juan,. Santiago de Chile_, Sao Paulo, Auckland, Hamburgo, Londres, Milán, Montreal, Nueva Delhi,. París, San Francisco, San Luis, Sidney, Si.rigapur, Tokio, Toronto. ~1 ~1 .1 ~.1
  • 5. Foto Cubierta: Escultura "La barda'' Autor: Víctor Salmones Propiedad de Colsubsidio -.··~. Prohibida la reproducción total o parcial de esta obra, por cualquier medio, sin autorización escrita del editor. DERECHOS RESERVADOS. Copyright© 1994, por RAFAEL FLÓREZ OCHOA DERECHOS RESERVADOS. Copyright© 1994, por McGRAW-HILL INTERAMERICANA, S.A. Transversal42B No. 19-77. Santafé de Bogotá, Colombia. Editora: Martha Edna Suárez R. 1234567890 ISBN 958-600-226-8 90123456887 Se imprimieron 3.000 ejemplares en el mes de Mayo de 1997 Impreso en Colombia por: D'VINNI EDITORIALLTDA. Printed in Colombia 9012356784 A mi esposa Martha Cecilia, Ya mis hijos Juana y Sebastián
  • 6. . .' ' .- ·- ___, - -,..._ .•.-.- ...._ -..,_ Contenido ~ Prólogo Y Introducción Conocimiento y epistemología de la pedagogía 1. Lo primero es el mundo de la vida 2. Dinámica productiva del conocinúento 3. La pedagogía pertef!-ece a la vertiente sociohumanística 4. Algunas definiciones preliminares 5. Obstáculos epistemológicos en el desarrollo actual de la pedagogía Parte 1 Conocimiento y formación XI XXlll XXlll XXVI XXX XXXIV XXXVI de la persona 1 Capítulo 1 De cómo el conocimiento no entra por los sentidos 3 Capítulo 2 De cómo la ciencia depende de la cultura 13 1. Origen social de la ciencia y la cultura 13 2. La racionalidad científica es un producto sociocultural 15 3. Visión dinámica de la cultura y desarrollo social 19 1-
  • 7. -~ -'"~.:~¿;~-;~---~·;_. ~~----- -... _.v_.:~"-- • ;f..J-:j:";- ----·~ _.;---, Hacia una pedagogía del conocimiento Contenido Capítulo 3 Evolución del conocimiento y principio de causalidad 23 1. Dualismo cósmico, atropológico y social 23 ·-z: Constructivismo científico vs. captación pasiva de esencias 25 ·3. Los modelos causales en la física 27 4. La dialéctica se invierte: lo simple Capítulo 7 El campo científico de la pedagogía 107 l. Sistematización teórica y el concepto de formación 107 2. Teoría pedagógica y principios pedagógicos derivados 113 3. Definición del campo de la pedagogía como disciplina en construcción 122 explicaría lo complejo 31 5. La causa de los fenómenos sociales y educativos _ 32 ·6. La psicología y la pedagogía por los caminos de la causalidad física 34 7. La causalidad es un constructo racional no desechable 39 Parte 2 Pedagogía hermenéutica 127 Capítulo 8 Commenio, precursor de la pedagogía 129 l. La piedad ilustrada 130 Capítulo 4 Desarrollo científico y enseñanza 41 L El hecho '1 positivo" se apodera de la enseñanza 41 2. La profanación especular-hermenéutica 133 3. El modelo explicativo-causal del aprendizaje 140 2. La lógica del descubrimiento 43 3. La reflexión teórica preside la experiencia 45 4. Revoluciones científicas y cultura 49 5. Ritmo acumulativo vs. ritmo revolucionario 56 6. El descubrimiento por acumulación y oposición 60 Capítulo 9 Modelos pedagógicos y enseñanza de las ciencias 153 l. Constancia histórica 154 2. Las tres épocas de la educadón 155 3. Definición de modelo pedagógico 159 4. Vectores de la escuela nueva Cápítulo 5 • Dinámica del desarrollo cognitivo individual 62 y parámetros pedag.ógicos 164 5. Modelos pedagógicos y la enseñanza de las ciencias 167 L El proceso de interestructuración sujeto-objeto en el conocimiento 63 2. Desarrollo cognoscitivo y lenguaje 66 3. La estructuración cognoscitiva colectiva 67 Capítulo 10 Criterios de validación de la pedagogía 175 4. Irracionalidad, cultura y enseñanza Capítulo 11 Integral de las ciencias 70 Capítulo 6 La enseñabilidad de las ciencias 75 1. El contexto de la enseñabilidad 76 Pedagogía y formación del espíritu 186 1. La historicidad de las metas pedagógicas 186 2. Tradición y prejuicios 191 3. La esencia de la comprensión pedagógica 198 2. Enseñabilidad del contenido científico 84 Capítulo 12 VIII 3. Enseñabilidad de estrategias de pensamiento científico 89 4. Enseñabilidad de los valores 95 5. La creatividad no es enseñable 100 6. La pedagogía del conocimiento, disciplina hermenéutica 103 El método de la pedagogía 206 1. Los métodos de investigación utilizados por la pedagogía 206 2. Acción comunicativa y enseñanza 218 3. Pedagogía y humanidades 220 4. Experiencia y pedagogía 221 l
  • 8. ..;._~'::..j:~ -_- .. _ <·· ·_. ----- -~iii··-= .._,._ Hacia "una pedagogía d~Í conocimiento .-··· 5. El método de la pregunta en la experiencia pedagógica Capitulo 13 ·· Constructivismo pedagógico yenseñanza por procesos . . ~ . 1. El constructlV!smo pedagog¡co 2. La enseñanza constructivista 3. La enseñanza por procesos 4. Una epistemología de procesos 5. Los procesos de pensamiento 6. Currículo por procesos Capitulo 14 Otra visión de la enseñanza pública Capitulo 15 La formación del nuevo maestro 1. Nuevas posibilidades históricas para la escuela 2. Tendencias prospectivas en educación 3. Algunas paradojas pedagógicas Apéndice Afiance su comprensión y conceptos claves Glosario Bibliografía 226 234 234 237 240 242 244 248 254 264 265 269 271 285 302 307 Prólogo ~ÍLadebilidadprincipaldelo;sistemas deensefiáñzaza~ ensudificultadteóricaypráctica deargumentarsuvalla';;_ L_J:.Orientación por fuera del proceso político. A pesar d;-J que desde las condiciones iniciales de las repúblicas lati- noamericanas estuvo.siempre presente el debate por la instrucciónpública, éstahaestado de tal manera subordi- nada alosvaivenespartictistasquecadanueva hegemonía ha producido más bien un bandazo, un revolcón político, que un enriquecimiento progresivo de saber, autocon- ciencia y autonomía para las nuevas generaciones en for- mación. ~ ( Sí fuera todavía aceptable considerar la educacióÍl : 1 como un sistema, este sistema en el pasado se ctiseñó bajo ) elparadigmadelcontrolsocial,yconlavisióndeconservar } las estructuras sociales vigentes. La finalidad aparente- mente se ha cumplido, pero a un precio muy alto, ell empobrecimiento culturaly científico-técnico de la socie- dad como conjunto, que desemboca no sólo en una crisis del mismo sistema educativo sino en una crisis de toda laj _"-sociedad. · } "1-~-,! ¡ --i ' ~~-1
  • 9. Hacia una pedagogía del conocimiento El paradigma del control para el sistema educativo exigió el diseño técnico de un modelo. que moldeara su funcionamiento ypermitiera predecírsu comportamiento para luego imprimírle dírección y control. Definidas las condiciones y prescripciones iniciales, las consecuencias comportamentales del sistema serían previsibles, y por tantoelsistemapodría serplanificado, gobernadoydirigi- do bajo el paradigma del control social, al tenor de los tec- nólogos educativos internacionales (plan Atcop_). El éxito de semejante dirección sistemática estaría garantizado si se mantuvieranlasmismas condiciones yfronteras inicia- . les delsistema. Larealidad es quela fluidez sociohistórica modificalas condicionesylasfronteras delsistema educa- tivo tan rápidamente que el aparato y suproducto se des- fasan yse convierten enun nuevo problema que se sobre- pone al anterior de manera sucesiva y agravante, pues ahora hay que pensar eri cómo disolver el aparato ycómo reciclar a sus actores y egresados. Como puede observarse, el sistemaeducativobajo el paradigmadelcontrol muestraefectosmuy limitados de progreso ycambio soda!, porque supresupuesto ini- cial es conceptualmente contradictorio al asignarle a uno de los diversos sistemas particulares una función macro de control de toda la sociedad, cuando ésta no es una suma de sistemas particulares ni un sistema como los demás, sino h matriz y fuente de los diferentes sistemas sociales. Además, en la postmodemidad elec- trónica la enseñanza formal y sus instituciones anto- lógicas, las escuelas, no sólo no controlan los demás sistemas sociales, sino que cada vez con mayor fuerza ellas son controladas, ellas son efecto y no causa del control social. ¿El fracaso de la educación bajo el paradigma del control significaráentoncesquehabrá que dejarelproceso de desarrollo cultural y educativo a merced del libre jue- go dela ofertay la demanda y al azar deldevenir histórico o biogenético? ¿Se tratará de cerrar las escuelas públicas, pensionara losmaestrosy privatizarelservicio de instruc- ción pública? De ninguna manera..Se trata más bien de desplazarelparadigmadeterminista delcontrol, iftaugura- do desde Newton, y abrirle elespacio alnuevo paradigma relativista".qt!_~.no ro.Q9:~lapi};~1.9J4~!=1Jl_i.c:o~g:ql_~,..$J;cto..que abre posibilidades, v.atieciad dt;.~~Q.$ y de senJj~9:~-~in aisl<liDÍ.entosnifrcmteras,suavizandola dis!IDóón{oforta- leciendo la complementanedadfeíltré::fu.e_rpg y alrJ:¡¡¡, entr~ sujeto y o]?jeto, ep.g~--~9._1;tC<uiQ.o y e.dU.5~??~1. ~:qtr.~ sistemay medio ambiente, entrepensamientoy realidad, entre observación externa del objeto y comprensión al in- . ' Prólogo . terior del sujeto, entre caos y creatividad, entre teoría y práctica, entre docencia e investigación. El nuevo sistema educativo de un país requiere de unparadigmamenos dependiente delosavatares políticos nacionales, debe ser autoorganizado y autosustentado en el sentido de que elproducto desuproceso de producción _ sea él mismo; y debe ser informacionalmente abierto, en l e~ ~entido de que ~o sólor~t?be y reproduce sino que tam- ' -~ 'bren crea nueva informacron, y es capaz de mirarse a sí mismo con el mismo sentido crítico con que mira al resto de la sociedad. Un sistema educativo no se define por lo que los de- más sistemas sociales le pideno le condicionansino porlo que logra procesar y crear a partir de tales condiciona- . mientos. Procesamiento espiritual cuya unidad mínima ..:. ; de análisis interno no es el individuo, ni la familia, ni la clase escolar o social, sino el diálogo entre al menos dos interlocutores (o dos instancias) a través del lenguaje co- mo un juego abierto, en el que quien interroga puede ser también interrogado, sin interdicciones, ni dictados, ni dictaduras de clase... Enla era del conocimiento un sistema de enseñanza requiere de un nuevo modelointeractivoentre susactores, los profesoresy los estudiantes, y el objeto del saber, defi- rudos a partir de su carácter esencial de "procesadores de información" que interactúan como participantes de un proceso cibernético más amplio en el que el aprendiz, su- jeto y observador a la vez, es una dimensión más del objeto de conocimiento, de manera análoga a como el operador de un computador inteligente es interior al sistema, es su interlocutor. Pero ya la finalidad de la educación no sería la de atar a los individuos a la red de prescripciones e interdicciones sociales para restringir su movimiento, sino más bien la de movilizar su poten- cialidad, lo.que tienen o pueden dar como personas, lo que pueden construir de valioso como caminos de supervivencia para ellos y para·la sociedad quea través de ellos. ensaya y enrumba su devenir por nuevos hori- zontes de convivencia y superación. Los individuos y grupos sociales que aprenden intensivamente la ciencia y la culturade manera constructivaycreadoraseconstituyen ~n la nueva vanguardia de la sociedad, en la onda avanzada a través de la cual la sociedad sondea, aprende, :;1{ se adelanta y "ensaya" futuros cada vez más complejos como mojones de punta de su propia historia. TaJ.~s la función liberadora de la nueva enseñanza, nOFolítlCa .~sn:o -~~ supervivencia, la producció_.n·4~.id~a~1. qg<xJi!q_s.l- mientos diferentes, de mutágenos y mutantes como XIII
  • 10. En la práctica docente del maestro tradicional ha faltado reflexión inteligente. .;.:;..;• Hacia una pedagogía del conocimiento intelectuales, científicos oartistas que permitanenriquecer el presente desde el futuro. · Pero el futuro no existe todavía. Es una construcción abierta queabarcalatotalidad de lo quehacemos y proyec- tamos desde hoy. No obstante, el compromiso de la ense- ñanza es precisamente descubrir y aprender del futuro para determinar el presente. Lamentablemente, lo que está pasandoenlarealidad de nuestras escuelasy maestros es bien diferente. Aunque tal vez ninguno de nosotros pueda dejar de recordar la figura de aquel maestro excepcional que en algúnmomento de nuestra vida nos abriera un horizonte, asombrara nuestra ingenuidad o nos colocara en una perspectiva reestructuradora del mnndor la verdad es que nuestras mentesfueron "subalimentadas" en su paso por la escuela básica, por las limitaciones intelectuales de algunos delos maestros, y probablementela mismasuerte corren hoy la mayoría de los níños. ~!;-imitacio~ef),_ p.or supuesto, originadas no eninsuficiencias cerebrales, sino en elf!esuso persistente-a¿ldsfunciones intelectivas superiores en la ai::Jividad pedagógica del_niaestro. Voy a mostrar a corltinuación cómo üi labor docente de muchos maestros enlas escuelas es frecuentemente now inteligente en lo pedagógico, en lo científico y cultural, y en su potencialidad irrealizada de reflexión: l. Los rasgos pedagógicos observados durante varios años endiversos grupos poblacionalesde educadores nos permiten caracterizar su pensamiento como eminentemente tradicionalista, por ser en esencia autoritarioenla relaciónmaestro-alumno, repetitivo, memorístico y formalista enla metodología de ense- ñanza, y transmisor de contenidos ya hechos y acabados queel alumno d~be almacenarpasivamen- te. Es decir, Ia· pedagogía tradicionalista que ·guía la acción pedagógica del maestro es precisamente la negación de la inteligencia de los muchachos, .pues ésta,lejos deseruna tabladondeseimprimenhuellas, es más bien un proceso activo de construcción y creación:· Los miSIDOS. rríáeStr-os-·no-disponen--de canales de mutua comunicación de sus experieiiciás pedagógicas con base en las cuales pudieran refle- xionar a la manera de una incipiente comunidad científica, .o al menos sedimentar y reproducir su saber en: el tiempo1 • 1 Rafael Flórez, E. Batista, "Modelos pedagógicos y formación de maestros", Educación yCultura, No. 7, Fecode, Bogotá, 1987, pp. 6yss. '' Prólogo 2. Los Ill<l~~ salvo honrosas excepciones, no_s_e hgm apr_<;~piado de l~s fg.fffia§.g_~l ~~~~~~l.?_s.i~_@_c.g conte~p_<;>~@g9 y f!í..~!q~era dominanla ci€I}Q.~qg_e e1_1~~~~.! principalmente-porque-erriOiinalista no aprende ciencias, sino, sobre todo, cómo enseñarlas. Entonces, ¿qué es lo que puede enseñar el maestro además del buen ejemplo, y los patrones del buen comportamiento que él mismo confiesa? Parece ser queseciñealos programasycartillasque recOMenda el Ministerio, lo cual parece ser lo menos malo que pudiera ocurrirle a los alumnos. Pero cua1.1do el maestrosesuelta dela cartilla, o se arñpiíaenexplica- ciones adicionales, es probable que afloren, y de hecho afloran, imágenes, ejemplos y nociones pre- científicos, del sentido común o de la experiencia inmediata del maestro, que a menudo se__convie.tlen en obstáculos posteriores para que los alumnos se ubiquenintelectualmenteenelpensamientocientífico contemporáneo, aprendan a pensar por cuenta pro- pia los conceptos básicos de las ciencias como un proceso de construcción/ y a elaborar posiciones críticas y posibles soluciones a la problemática del medioambiente natural y socialque rodea la escuela. Lossimples ejemplosde propia cosechaquefomenta- rían el conocimiento intuitivo de los niños suponen que elmaestro, de antemano, tiene claro el concepto, lo cual no es seguro, ya que a veces ignora nociones del ABC de las ciencias contemporáneas como el movimiento, el espaciO-tiempo, qué es una ley, qué es la materia y la conciencia, cuál es la relación que hay entre lenguaje y pensamiento, qué diferencia hayentrelainteligencia de unniño y la de un adulto, o entre la educación temológica y la tecnología educativa. Si- por ot;ro lado sabemos q~e un buen. remolque para eldesarrollo intelectualde losjóvenes~ es el aprendiZaJede las Ciencias, tenemos que inferirJ ¡ entonces/ que la ignoranéia de las ciencias es un'¡ factor de estancamiento del desarrollo intelectual de 1 maestros y alurrmos. 3. Se ha sustentado suficientemente que la educación escolar enla actualidad, antes que unificare integrar a lasociedad en una perspectiva cultural, contribuye a su división. Esta situación se agudiza cuando el m~estro, suponienc.to ingenuamente g_ue sus valores y creencias tienen ~alidez universaJ}y hacen parte del patrimonio de la humanidadJ se dispone a impo- nerlas a sus alurrmos, sin caer en la cuenta de qu~ 1 ! _¡
  • 11. ._ ¡¡;_,._ Hada una pedagogía del conocimiento tales valores y pautas de buen manejo s~~-~~p_~s elementos de una subcultura de clasemedia urbana, que iesülfa· eXtraña t<m,to g los_niñÜs.IJ1argiDados corñO·a1os hijos de la burguesía. Semejante imposición es irracionat poco ínteli- gente y poco efectiva; pero sobre todo,la pretensión autoproclarnada del maestro como "trabajador dela cultura;, se vuelve una ilusión, cuando carece de la capacidad de ubicarse en la perspectiva de otros mundos culturales del país, producidos en su desa- rrollo histórico desigual, y mucho menos en la pers- pectiva de la cultura universal a la que no h_~ t~do acceso el maestro, perdiendo entoncesla posibilidad dedesempeñarseenlaescuelacomounintermediario y un intérprete cultural inteligente y atinado. 4. Finalmente, el maestro en la escuela no piensa, no indagaporlaverdad, no está acostumbradoahacerlo, no se desempeña a fondo como ser inteligente. Algunas investigaciones han suministrado eviden- cias, no sistemáticas, que apoyan las siguientes afirmaciones: ·a) . b) Ante las diversas situaciones que se plantean en las aulas, los maestros tienden a responder de manera rutinaria, estereotipada, rígida e inflexible. Por supuesto, éste es un comporta- miento no-inteligente. Ante uncomportamiento oun suceso imprevis- to y fortuito, el maestro frecuentemente se desconcierta, se sale de casillas y responde con códigos "noelaborados", desaprovechandolas circunstancias para enrumbar la situación con creatividad, hacia unaexperiencia de desarrollo y de conocimiento. e) Los maestros tienden a encontrar sentido en lo que los alumnos dicen o hacen, sólo cuando éstos seexpresannítida, coherentey linealmen- te, dejando escapar sentidos más relevantes para su educación, implícitos en los errores, contradicciones y ambigüedades en que los alumnos incurren. d) Elmaestro frecuentemente es "cositero", es de- cir, no reconoce la importancia relativa que Prólogo tienenlos diversos elementos de una situación/ y por eso a veces sacrifica/ por pequeñeces, ·objetivos más importantes. Por supuesto, esto también es falta de inteligencia en la acción pedagógica. e) Confrecuencia losmaestros tratanconelmismo rasero situaciones evidentemente distintas, a pesardesussemejanzas¡ odiscriminancompor- tamientos ysituacionesequivalentes enesencia, a pesar de las diferencias aparentes. f) Finalmente/ rara vez elmaestro plantea o cons- truye un nuevo concepto a partir de conceptos viejos, y mucho menos genera ideas nuevas para su escuela y el gremio. Ni siquiera se le ocurre que tales ideas nuevas pueden existir, y por eso su mentalidad pedagógica es tan tradi- cionalista. El maestro ha sido formado como ¡un depósito de datos, como un almacén de¡ ¡informaciónpara transmitirdesde sumemoria,1 ipero sin capacidad de procesamiento ni facili-J l dad de autoprocesamiento ni autocreación. J-. Aunque hasta aquí no hayamos definido lo que es inteligencia, nadie dudaría de que estas seis manifesta- ciones que acabo de describir revelan una actividad no- inteligente por parte de muchos maestros de nuestras es- cuelas/ enelsentidode quesUactividadno esreflexionada, / ni estructuradaporelpensamiento lógíco-format alnivel de más altacomplejidad quecaracteriza nuestra actividad intelectiva. Loqueheargumentadodesde elprincipioesqueel maestro, anclado en un modelo pedagógico atrasado, careciendo de un pensamiento contemporáneoacerca del conocimiento científico, siendo e1 mismo ingenuo portador de valores culturales locales y marginales, y al no ejercer su capacidad de pensar en el aula, se ha convertido en nuestras escuelas en generador de una actividad pedagógica no-inteligente. Ahora bien. ¿Es esta actividad pedagógica no- inteligente capaz de promover y afianzar el desarrollo de la inteligencia de la nueva generación futura del país? En este caso, la actividad de los maestros se vuelve más bien un estorbo. Yasí lo sienten ya muchos niños. Mientras el maestro no barrunte lo que pasa en la mente del niño cuandoéste dominalasestructuras delosjuegoselectróni- cos interactivos, o cuando logra construiruna escalera en espiral conla JJtortuga" del Logo, o cuando el niño se des- XVII
  • 12. XVIII ;·.~ Hacia una pedagogía de! conocimiento vía del modelo propuestopor elmaestro enla solución de un problema nuevo, el maestro va a morjr inocente ense- ñando a multiplicar, las reglas de ortografía y los rasgos morfológicos dela geografía, delabotánica, delazoología queya losniñoshanvistomás vivamenteenlosprogramas de la National Geographic. Cuando uno se pregunta entonces cómo debe ser el maestro del futuro, partiendo de la realidad actualr no podríamos ser muy optimistas. Pero hay que evitar dos grupos extremos de futurólogos engañosos: elprimero es el que cifra sus pronósticos para el año 2015, por ejemplo, simplemente proyectando de manera lineal-las series de índices actuales sobre los mismos aspectos de la realidad actual, porejemplo el desempleo, laviolencia, los acciden- tes de tránsito, elusodelos computadoresenlaenseñanza, y otros, porque esto no es más que trasladar y extrapolar el presente unos años adelante, siguiendo sus tendencias actuales de incremento o dísminución. Semejantefuturolo- gía fácil es falsa, precisamente por eso, porque supone que lahistoria se desarrolla de manera lineal, sincambios de ritmonimutacionesorganizativaso cualitativasimpor- tantes, sinautoprocesamientoniautocreacióninnovadora, en la que nosotros mismos seríamos protagonistas y formadores de los protagonistas del futuro. Este primer grupo de futurólogos rápidamente pronostica la s~titu-. ción del maestro por el computador en la denorrunada "era de la informática". El segundo tipo de futurólogos desconoce elpresentey susprocesos de transformación, y plantea un salto revolucionario radical, intempestivo y total, sin arraigarse en las características de la realidad actual. Sin correr la aventura de pronosticar el maestro que necesitaremos en el futuro, provisionalmente podríamos mencionaralgunos grandes rasgos ~~}_l;tlaestro que reque- rimos para mañ~a, para la próxima-generadón, cuya formación tendríamós que iniciar desde ahora: 4 ~ Primero que todo, estemaestro tendría que diferen- ciar el derecho a condiciones de vida, del derecho a la cultura que le asiste a él y a sus alumnos, y reconocer-la importanci<;l relativa de cada uno de ellos sin subordinar de antemano lo cultural a lo económico, como sucede actualmente, pues es el derecho a la vida el que define su ser social y fundamenta su dignidad. ~, Ensegundolugar, elmaestro debeentenderel ejerci- cio de sus derechos ciudadanosaquí yahora, de.talmane- ra que sus responsabilidades históricas no se pospongan hasta el advenimiento ideal de nn cambio de sistema que se añorade manera quietistayabúlica, descargandomien- Prólogo tr~ tantotodaslasresponsabilidade~ propia.senelgobier- p.o; el maestro tendría que aprender a interpretar las ~ituaciones histórico-sociales que lo abarcan, y saber mcluso actuar y romper el silencio aun en condiciones de dem~~racia restringida, para la difusión y defensa de su _creacwn mtelectual y cultural, para el progreso social. J o En tercer lugari el maestro~. d~be.__abandonar_.Jo.da P.:~tensión de en;.di~?n, ~~-~~íl;C!_9:QP.~c#-~ta, de banco de datos o de almacenamiento de información; sus requeri- mi~tos informativos no son otros que los que demanda un fino procesador de información, pues su labordocente consistiría en a o ar facilitar en los estudiantes la construcciónde matricesy procedllñientosespeciarrza:a:o5 para el procesamiento de informaciones que el mismo maestro no tiene por qué transmitir, ni competir con los trru:s~so~s electrónico_smásefectivosde quedispongan las mstituaones educativasi pues ~u lugar está en el fo- m...ento de los procesos superiores de pensamiento y de busqueda de la verdadi y no en la acumulación de bits de información en el cerebro de los alumnoS] tf ~ En cuarto lugar, el maestro tendrá que constituirse en ~ especialista de.los proceso~ de.intelección -intuitivos y l6g¡co-formales- apllcadosalaczenCUI queenseñayaldesarrollo mtelectual de sus.alumnos. Su do:mínio contemporáneo de unacienciaparticularnoestaría dirigido tanto aconvertir- se élmismoenuncientifico diferente al pedagogo, aunque esto no es.descart~ble. Pero a :eces: el científico qu~pone el huevo ignora como lo gesto y como lo produjo.[.e co- rresponde entonces al maestro identificar y analizar este P.roceso ~e produ:ción, para aproximarlo y volverlo acce- Sible al ruvel -y_ estilo de pensamiento de los alumnos,_ge- neraJ:ldo heunstic_~_ y expenmentaltn_ente conocimientos ntievos-qüe..co:ntii_buYana··cr:ear-·tfua t!aQídóD.-de ehCada en_l~-enseñanza~_~e-ía_-cienoa~éfl-ciieStiOriJPataeSteHn:el m?estro ten~~-que hábilftarSe pcira@.iscernirlasrelaciones e mcongruenaas que se presentan entre las formas de comunicación que rigen al interior de la ciencia de su especialidad, frente a las modalidades de comunicación predominantes en el aula y en el resto de la sociedad según los diferentes contextos culturales, de tal manera que el maestro pueda compartir la ciencia en nna ense- ~a inteligente, que parta del saber del alumno con n:_.ur.as a su formación e identidad cultural. Esta caracte- riStica del maestro es especialmente re!evante en la docencia para la enseñanza secundaria y universitaria, perodebencumplirlatambiénlosmaestrosdelaeducación básica primaria. (Y, en generat es en el desarrollo de esta actividad pedagógica inteligente como el maestro, como 1 -¡ .1 1 1 _J 1 1 1 1 J ! -1 ,¡
  • 13. Hacia una pedagogía del conoclmlemv profesional específico, contribuye al desarrollo comunitario yal progresosocial). Más adelante, al final deestetrabajo, vere- mos también cómo el maestro contribuye a la formación de la autonomía y la universalidad de sus alumnos. Y, finalmente, el maestro como pedagogo ocupa un lugar privilegiado para pensar, ensayar, experimentar y descartar hipótesis críticamente, desde su práctica de la enseñanza como el referente empírico por excelencia, de modo que contribuya con su reflexión a la descripción y explicación de los procesos de interestructuracíón entrelos variados contextos de enseñanza y la dinámica de los aprendices, aportando lineamientos y generaliz:aciones parciales queélmismo pueda analizar comparativam,~te con otros contextos de enseñanza, paraelprogreso teonco de la pedagogía y de su propia práctica. El presente texto, escrito en el fragor de la polémica intelectual, no se presenta comouninventario exhausti;o de teorías y conceptos filosóficos acerca de la pedagogJ.a, ni es tampoco el manual para ser leído y aprendido; pre- tende más bien, primero que todo, conbase en lo~ hit~s,y ";:- vectores más fuertes del estado actual de la diSCUSion~ pedagógica, configurar una "composición de lugar" que , facilite una toma de conciencia reflexiva a maestros y·· futuros maestros, como una oportunidad para superar la· ingenuidad predominante acerca de lo que es la cultura y la ciencia, delas cualesse suponesonellos susportadores; .-· en segundo lugar,:_?:Jlali:z;ar la,_depe.nd.~ncia de las 0-~cia:s r~sp~~to de la cultura, tCI!ttQ_ ~-~~~J~.s~tadosS_9lliQ__en ~1,1 proceso mismo de producción, contrastando los rasgos del pensamiento científico contemporáneo frente a rasgos epistémico-culturales de épocas ya superadas; en tercer .-.lugar, caracterizarlas corrientespedagógicas contemporá- neas en contraste con el modelo pedagógico tradicional, tanto a nivel teórico como a nivel de sus repercusiones estratégicas en la enseñanza de las ciencias; en cuarto lu- gar, esbozar aproximativamente el espacio, el objeto y el método de la pedagogía como una disciplina científica abierta que describe de manera constructivista y herme- néutica la articulación entre el"contexto dela enseñanza" y elcontexto del aprendiz, conelfindeformularestrategias que permitan elevar y orientar el rigor de la reflexión do- cente y la calidad de la enseñanza. Para el logro de los anteriores propósitos el texto se distribuye en dos partes, la primera titulada Conocimiento yformación, enla quese definenlas condicionesepistémico- culturales de posibilidad para una pedagogía científica. Elprimer capítulo describe cómo es que el sujeto ~labora el conocimientoy el segundo cómoes queel conocimiento ; ---- Prólogo sepJ:oducey cuál essupapel enel seno de unacultura his- tóricamente determinada; en el tercer capítulo recupera- Z_~~/")<:?~i mos la pregunta permanente acerca del porqué de las -: cosas y cómo la explicación de los fenómenos que nos -· · rodeanha atravesado alolargodelahistoriapordiferentes concepciones. En el cuarto y en el quinto explicamos las dinámicas del desarrollo de las ciencias y del desarrollo cognoscitivoindividual,respectivamente. Enelsextocapí- tulo articulamos ambas dinámicas enla descripción de un proyecto de pedagogía como disciplina científica a partir delaenseñabilidad delas ciencias. Yenelséptimo capítulo preciSamos los linderos y el campo intelectual específico dela pedagogía, estructurado primordialmente alrededor del concepto de formación. La segunda parte se titula Pedagogía hennenéutica, y está dedicada al interior de la pedagogía misma, a una <" comprensión del campo de la pedagogía, de su objeto, método, modelos y posibilidades de aplicación, así: en el octavo capítulo analizamos una obra pedagógica, la Di- dacticaMagna de Commenio, como una especie de ilustra- ción ejemplar. En elnoveno capítulo examinamoslos mo- delos pedagógicos contemporáneos más sobresalientes e~ c_ontraste co~ ~a peda&opíatradicionaL Enlos capítulos deamo y undecuno antiCipamos criterios de validación para la pedagogía tanto desde las ciencias como desde las humanidades,y eneldoce definimos elserdela pedagogía como una ciencia del espíritu abierta al método herme- néutico dela comprensión. Enel capítulo treceanalizamos el constructivismo pedagógico como una estrategia de enseñanzaporprocesos. Por último, enelcapítulo catorce nos referimos a otra manera de entender la enseñanza pública, y en el quince realizamos una reflexión sobre la formación de los nuevos maestros. Al final se incluye un apéndice didáctico con preguntas y conceptos claves que facilitarán la comprensión a losno iniciados, y un glosario de los conceptos principales desarrollados en este texto. ¡ Esta obra ofrece elementos para una reflexión crítica 1 acerca de 1?qu,e_es la ped.agogía, susposibilidades actuales de saber aentífico, su ruvel y perspectivas de desarrollo, J desde ~na disciplina que ha sido históricam~nt~!lOnna~- 1 . va, .~acta otra que~~ centra hoy en la ~escnpcton, exph- cacron y comprens10n del acto pedagogico, como inter- J sección cr~~dora de dos ~inámicas bien diferentes: la de 1 la producaondelos conocunientosculturalesy científicos, : y la de su apropiación cognoscitiva por parte de los 1 aprendices en formación, ambas dinámicas abarcadas por_el empuje ;:,el se~tido_ del pasado histórico en cuyo l honzonte tamb1en se mscnbe el presente trabajo/ i ·-,
  • 14. XXII Hacia una pedagogía del conocimiento Agradezco a todas aquellas perso?~as., profesor~s., estudiantesyamigosqueconsu colaboracron, comentarlOS y voz de alientohanhecho posibleestetrabajo. Demanera muy especial quisiera menaonar a .los doctores Gabnel Jaime Arango y Miguel Escobar, qmenes desde la Secre- taría de Educación de Antioquia animarony apoyar~:m la edición demilibro Pedagogíayverdad (1989) queconstituye la base inicial del presente. Al pr~fesor Daniel Herrera (Universidad Nacional de Colombia), con cuyas lu~s y ánimo he tenido el privilegio de contar desde hace an~s. TambiénmerecenespecialmenciónlosprofesoresGem;an Vargas (Universidad Pedagógica Nacional de Bogota) Y AlbertoEcheverri(Universidadde Antioqma), cuyosapor- tesy críticas aloriginalme permitieronmejorarla obra; la doctora Amparo Vélez R. (Universi~ad.dela Sabana) por su dedicación inteligente a la reVISlon te~ca del texto, Y la doctora Martha Edna Suárez por su pacrente y perma- nente apoyo editorial. Rafael Flórez Ochoa Medellin, octubre de 1993 Introducción Conocimiento y epistemología de_ la pedagogía 1. Lo primero es el mundo de la vida Elbombardeo permanente de información y la explosión tecnológica van dificultando y cerrando el espacio parala reflexión autoconsciente y la toma de decisiones libres, con conciencia de lo que queremos yde las limitaciones y necesidades que nos restringen. Somos "cañas agitadas porelviento#, frecuentemente ignorantesde lo quesomos y de las fuerzas oscuras que nos agitan. Pero, ¿por dónde empezar?, ¿cómo fundar nuestros pensamientos y partir de certezasinconmoviblesparaque no terminemos desva- riando,, construyendonuestrareflexiónsobre arenamove- diza?~~a verdad es que no hay verdad primrr.&..&~?)~~.s- A~~¡;kJ_wnodmie.n!.Q_no hay primera piedra¡ en vano buscamos la certeza fundadora y eviderite de laquese de- rivarían o sobre la cual se construirían los demás conoci- mientos; incluso los fundamentos de las ciencias entran encrisispuestambiénellospuedensersiemprereelabora- dos y reconstruidos a laluz de nuevos enfoques o marcos aparentemente más fundamentales. la epistemología no es lo primero. En el mundo del conocimiento no existe "primera piedra" ni cimiento fundador. XXIII 1 .1 1 1 .1 .1 -J .1 _! 1 '-1 .1 .1 -' .1 .1 .1 1
  • 15. No obstante, hay una verdad espontánea anterior a la ciencia y a la filosofía. XXIV Hacia una pedagogía del conocimiento Ello significa que en el camino de la verdad no hay temas ni objetos de reflexión privilegiados, y no tendría sentidoimponersilencioy autorrecogimiento a la concien- cia para dedicarla a la epistemología o a la historia epistemológica, como lo primeroyprincipal, como condi- ción paraentrarluegoa producirconocimientospedagógi- cos o de cualquier otra índole, o para confiar en las expli- caciones de la pedagogíacontemporánea. Alcontrario, de la misma manera que pienso en el Cogito de Descartes, quiero terminar este trabajo, siento la frescura del papel bajo mi mano, percibo desde mi ventana los árboles de la avenida, todos estos son actos de una conciencia volcada hacia afuera. Mí vida se precipita siempre hacia his cosas trascendentes, la conciencia transcurre fuera de símisma, vive de lo que no es ella misma, y no obstante, ninguno de estos actos aisladamente configura un argumento más poderoso quelos otrospara afianzarmicerteza inmediata acerca de mi existencia, y de la existencia del mundo real hacia el cual corre y se abraza mi conciencia, antes de cualquier razonamiento filosófico sofisticado1 • Estelibro quecomienzoa escribirnoesunamontona- miento de ideas, constituye una situación abierta cuya¡ clave, cuyaformulación complejay desenlacedesconozco,1 voy- abriendo y ensayando alternativas, hasta que del' pronto, como por encanto, los pensamientos y las pala- bras se organizan. Mucho menos conozco la clave de las cosas sensibles que percibo, en la intuición inmediata las cosas no me revelan su secreto; no obstante, antes de cualquier raciocinio, en esa identificación con las cosas hay una verdad primordial, espontánea, cualquiera que sea el objeto percibido, accesible a todo hombre aun marginado. Por más que el científico logre enlazar la hipótesis con la conclusión de su investigación mediante reglas y operaciones lógico-formales, la verdad es que es- te proceso de formalización es siempre posterior a la intuición y el pensamiento hipotético-deductivo vive del pensamiento intuitivo, como de su suelo nutricio. E~ descubrimiento científiconoeselresultado de la aplicación de reglas de correspondencia, y el paradigma que carac- teriza la manera de abordar y procesar la información en¡ una comunidad científica no es una suma de reglas y·~ prescripciones, sino más bien un "ejemplar", un mode~o 1 ' gestáltico o un patrónintuitivo que funciona comomatnz procesadora de datos, tal como lo explicaremos más adelante. Aquí, lo único que queremos mostrar es que t Esta descripción de la conciencia "intencional" es tomada de Maurice Merleau-Ponty, Fenomenología de la percepción, Fondo de Cultura Económica, México, 1957, p. 405. llt:RS! D/-D Conocimiento y epistemo~ogía de la pedagogí4 aunqueningúnaxioma, ni teorema,niformulación teórica puede autoproclamarse como verdad primera y ftmda- mental, sí existe una verdad anterior, primera y prerre- flexiva, una vivencia de la verdad y de la certeza, y las mismas operaciones lógico-formales serían incomprensi- b!es si no estuviesen previamente gestadas en las opera- CIOnes concretas mediante las cuales intercambiamos con el mundo de manera inmediata. Por otra parte, parece natural que el conocimieÍlto al fin de cuentas esté al servicio de la vida, del elevamiento de la calidad de vida, proporcionándole a la gente un ni- t vel de supervivencia más establey seguro, más agradable y cómodo, más humano para el individuo y para el colee---.... tivo social. En esta perspectiva, el conocimiento es más j , acción que especulación, y- su verdad se mide por las ( -------~-­ consecuencias útiles que trae al mejoramiento y la transfor-? E mación progresiva de la realidad, en la resolución de las n la dialéctica de necesidades y problemas del individuo o del colectivo entender para social. c;-':and? e~é~asisenel criterio de verdad es puesto~ transformar, el en la utzltdad mdzvidual estamos frente a la verdad de los i conocimiento, pragmatistas, como Wíllíarn james o john Dewey, ambos producto de la psicopedagogos norteamericanos bastante influyentes. vida humana, Cuandoelénfasis espuesto enla transformacióny progre- contribuye a so del colectivo social, estamos frente a la verdad de los estabilizar su marxistas. En ambos casos, no sólo el sujeto construye su progreso. objeto de conocimiento como proponía Kant, sino que este conocimiento ha de ser al mismo tiempo transforina- dor de la cosa en sí (larevolución kantianallevadamucho más lejos), a partirdela redefihicióndel sujetocognoscente ya no sólo por su naturaleza racional con sus esquemas lógico-formales, sino también por sunaturaleza empírica, con sus determinantes y necesidades biológicas, psicoló- gicas, sociales y culturales, de proyección y realización personal y colectiva, que influyen y relativizan notable- menteelconocimiento. Conunadiferenciamásimportante aúnfrente a Kant: mientras paraéstela naturalezahumana racional con sus esquemas a priori están ya predetermi- nados, para los marxistas tanto los esquemas racionales como los aspectos empírico-bio-psíco-sociales se generan a posteriori, en permanente construcción hacia el futuro, a partir de la experiencia, de la praxis, de la progresiva solu- ción a los problemas histórico-sociales. Más aún, pragmatistas y marxistas reconocieron no sólo el carácter activo y selectivo del Sujeto cognosc.;:ente sino también un cierto carácter pasivo y receptor de estímulos y señales del medio ambiente natural y socio- cultural, en interacción con el cual el individuo va produ- ciendo sus experiencias que le permitirán no sólo ir
  • 16. los pragmatistas sobrevaloran tanto !a satisfacción de las necesidades subjetivas, que subordinan y diluyen la tarea de entender la realidad teóricam·ente. XXVI Hacia una pedagogía del conocimiento interpretando cada vez más fiehnente la realidad sino también contribuirprogresivamente a supleno autodesa- rrollo. Es precisamente este doble movimiento d~ sujeto 1 ¡ queconoce, activa yreceptivamente, ~I que ha co~~~do¡ Piaget al determinar en forma expenmentalla asimil~-~ ción" y la u acomodación" como dos mom~n:os sunulta- neos e inseparables en el proceso de conoCIIDlento, como lo veremos luego. Peroencuantoalacapacidaddelsujeto dereestructu- rarteóricamenteelobjetoensuscaracterísticasyrelaciones esenciales, no podemospasarporaltoelcontrasteexisten~e entre la teoría del conocimiento pragmatista y la teona marxista.James seopone a que elconocimiento pUedalle- gar a representaro reproducir la realida~, pues la nec_es~: dad teórica se reduce a un problema de concordanoas entre juicios, objetos y modos habituales de ~eacción al interior de la conciencia: "La verdad especulativa se pro- ducealinteriordelentendimiento, puestoqueellaconsiste en el acuerdo de algunas operaciones yde algunos de sus objetos, con otras operaciones y otros objetos; ~~erd~; que consisten ~n r:}aciones perfecta~ente defini~les . Semejante explicacron de la espe~a~10n, de la t~ona, :?- rre el riesgo de redu?rla a :m~~timiento de ~atísfacc_ron interior a una necesidad blolog¡ca, que no deJa espacro a la verd~d objetiva ni a la aproximación a la realidad bajo la forma del conocimiento científico, es decir, bajo la forma teórica que lo caracteriza. Mientras que para el marxismo la adaptación y la transformación del medio natural y social será tanto más eficaz mientras más fielmente se aprehenda y represente la realidad en el conocimiento. Elproceso de conocimiento apareceentoª cessobreunfondo de teoría y contemplaciónparaalcanz su cientificidad y su efic;;tcia orientadora de la praxishis- tórico-socialy cultural de la especie, con:ouna r~tificació j de la verdad objetiv¡:t, de la concordanCia apro~ada enl1 .trenuestros·conceptosylanaturalezade lascosas, mdepen-/ dientemente de la subjetividad interesada. 1 2. Dinámica productiva del conocimiento De cualquier forma, el conocimiento no es estático. Hay que entenderlo como un proceso dinámico en permanente desarrollo, en evolución. Como todo conocimiento es es- quemático y parcial, siempre podemos :ealizar tm nuevo progreso en el conocimiento.;;pn un pnmer momento, los individuos permanecemos generalmente instalados en el 2 William James, La idea de la verdad, Ed. Aguilar, Madrid, 1968. Conocimiento y epistemología de la pedagogía -eonocimiento cotidiano, común y corriente, que es un co- f~ocimiento inmediato, sin sentido de lo relativo, seguro de sí mismo 1 Yque no conoce dificultades ni obstáculos., un conocimiento espontáneo, de experiencias familiares, irreflexivo, en el que no hay dudas.~ ni interrogantes., ni oposición entre sujeto y objeto., sino más bien una íntima comunión, comocuandoestoyabsortoenlacontemplación de un paisaje o deunprogramade te.·l·e·vis·ió·n·..Es. e.l~Q.~'miento del _.~gntid.Q. COJ!!t!n, o también, el conocirnient ''vulgar",0g~ny_o, dt;!gmátiE~' n~pl~~~l).te_c9m;qente no rt:fle:xionado. Pero de pronto, en tm segundo momento., pOicualquier interrupción, algún motivo, accidenteo cir- cunstancia adversa, se produce el aso.tnbro, un alto en el / camino, una duda, un interrogante que detiene el fluido yV feliz transcurrir de nuestra conciencia inmediata, -se produce un cambio de actitud que arroja de por sí una nueva luz sobre el objeto: de qué se trata, por qué este espectáculo, nunca imaginé que pudiera pasarme esto, etc., un obstáculq se interpone en nuestro camino y nos / genera la duda, ;como si se hubiera movido el piso de nuestras creenci~, de nuestra concepción del mundo, y surge así la rejlexíón. En el tercer momento, nos sobrepo- nemos alasombro identificando y definiendo elobstáculo desconocido, clarificándoloy explicándolo;eselmomento de la afinnación, en el que la actividad autoconsciente y reflexiva produce una cierta respuesta al problema., emite un juicio, asigna un predicado a lo que era incógnito, nos comprometemosconunnompre.~ previo unprocesocrítico de reflexión en el que el sujeto se esfuerza porlibrarse y superarlos condicionantes empíricos ypsico-socio-cultu- rales asumiendo la actitud de un espectador imparcial quenoquieretodavíacomprometerseconningunaeviden- da familiar, logrando mediante el lenguaje desplegarse deformapreponderantementeracional, aunquesinsupri- 1 -_mirensutotalidadelfondo relativizantedel conocimiento " ·espontáneo,de laexperienciavivida y existencialsiempre presente'. Naturalmente,aqufnopoddaterminarladescripción del procesode conocimiento,porque correríamos elriesgo de creer quelos descubrimientos, conceptos y juicios que produce el sujeto pertenecen al mundo de los estados mentales subjetivos. Es necesario avanzar con Popper' al reconocimiento de que ciertas producciones de la ment~ humana subsisten y trascienden más allá del individud! 3 Véase Daníel Herrera, Teoría del conocimiento, Ed. Universidad San Buenaventura, Bogotá, 1963. 4 Karl Popper,Conocimiento objetivo,Ed.Tecnos, Madrid, 1974, pp. 106 y ss. E1conocimiento reflexivo como dinámica del distanciamiento. XXVII .J ¡ 1 1 1 1 1 J .1 . .1 1 1 ! 1 .1 1 1 J J i '.¡ J 1 .) _·_¡ .--1 ~1 ~1 .J . 1 1
  • 17. XXVIII Hacia una pedagogía de! conocimiento que las produjo y adquieren cierta independencia y auto- nomía. Por esto no es suficiente con el reconocimiento de laexistencia del mundo de los objetosfísicos (Mundo 1)ni conel reconocimiento de la existencia de los estados men- tales del sujeto sentipensante que experimenta el mundo desde la estructura de la conciencia (Mundo 2), sino que es necesario reconocer también la existencia del mundo del conocimiento que trasciende al sujeto, que aunque es producto humano constituye un mundo autónomo de problemas científicos, teorías, conjeturas y refutaciones, discusiones y argumentos críticos, publicaciones cientifi- cas, todos ellos elementos del Mundo 3, cuya red es un efecto que puede estudiarse y analizarse por aparte, para entender mejor las características del proceso de pro- ducción de los mismos, e incluso entender la lógica del descubrimiento del sujeto que desarrolla dicha actividad de construcción cognoscitiva. Comolas abejas producenla miel, elhombre produce ellenguaje, losnúmeros, las hipótesisque llamamoscientí- ficas, conceptos, descripcionesy argumentosque permiten entender mejor los estados del Mundo 1 y del Mundo 2. Semejante reconocimiento de la existencia autónoma y objetiva del tercer mundo como producto de la actividad intelectualhumanaimplicauna triple consecuenciaepiste- mológica que necesitamos puntualizar desde ahora: o En primer lugar, contra el realismo tradicional e ingenuo que consideraba el conocimiento como una copia delobjetoreal, estamos optando porelconstruc- tivismo iniciad~ por Kant, para quien todo conoci- miento era una construcción del sujeto, a partir de la síntesis de la estructura categorial del entendimiento con la experiencia sensible. o En segundo lugar, tal constructivismo no se detiene ni se agotaenel sujeto, pueslos productos que vase- gregando sele salen de las manos, seleindependizan de ciertamanera, configurando unmundo científico- cultural que Popper llama Mundo 3. • En tercer lugar, siMundo 3 como mundo objetivo se opone a laactividadsubjetivaes paravolvera depen- der de ella, pues es sólo la actividad humana la que le da sentido a M3, para entender e intervenir con más claridad en Ml y M2 y de nuevo enriquecer a M3. Conocimiento y epistemología de la.pedagogía En síntesis, si enla ciencia lo que se pretende es des- cribir y explicar mejor la realidad mediante conjeturas e hipótesis construidas e inventadas por nosotros, esta pretensión objetiva y explicativa de las ciencias ni se opo- ne niexcluyela comprensiónreivindicada por los investi- gadores del área de las humanidades, ya que los objetos de la comprensión no tienen por qué reducirse a M2, a meras actividades subjetivas, psicológicas, incapaces de trascender hasta elmundo de las ciencias. Al contrario, el resultado?:la comprensión, porintuitivay subjetivaque sea la actiVIdad que la produce, es esencialmente una interpretación, una conjetura, una teoria, y como tal tiene que verconobjetos del tercermundo, yaquela hermenéuti- ca produce relaciones y operaciones entre objetoS del M3. Y los juicios, conjeturas y problemas que formula aun mediante comprensiones intuitivas requieren de crítica y confirmación permanente, de la misma manera que los problemas de las ciencias naturales requieren incesante- mente de conjeturasyrefutaciones5 • Mejordicho, la activi- dad de comprensión es indispensable y en principio es la misma para cualquierbúsquedadesoluciónde problemas narurales o sociales, y la actividad intelectual consta de los mismos subprocesos mentales subjetivos que bien puede estudiar la psicología (y la pedagogía). Pero el análisis, comparación y contraste entre conjeturas o posi- bles soluciones con sentido a un problema genera una relación lógica entre la solución y el problema (natural o social) que se puede argumentar o sustentar, y por tanto setrata de una relación objetiVa que pertenece a Mundo 3, seaellaconstruida por control experimentalo porinterpre- tación hermenéutica. · Precisamenteestaargumentaciónpop_periana permh1 te mantener la hipótesis de que la pedagogía puede ser~ considerada una disciplina científica sin que por ello ten-~ ga que renunciar a la vertiente humanista de la que hace parte. !'~~!e ~oste~.!}~.P~~~~!_d_~d de que de un con~ tclco!leren~eif<j>_nncipios pedagQgi.fQ~~R.ued<g! aeauprse en!onna válida concepciones, modelos yestrategias teóri- cás, ·;;rn::_qji."J>()r~e]]o_]ª p_eg;igofiíJl_pjgrd.a~!!_pnvílegig como mediadora, recontextualizadora e intérprete que iluminalosnexos y conversiones entre Mundo2 yMundo 3, nexos tejidos a través de ese puente que se llama la ~n~eñanza, que articula los procesos de apropiación sub- Jetiva con las·necesidades de socialización de la ciencia y la cultura, y que requieren de interpretación hermenéu- tica. 5 Karl Popper, op. cit., pp. 154 yss. 'j'! J.'./ XXIX
  • 18. Hacia una pedagogía del conocimiento Queda entonces planteada la posibilidad de que el enfoque deductivo-empírico~~:litico y eler;foquehe;n:e- néutico no sean causa de escrs10n de la teona pedagog¡ca sino caminos distintos de validaciónquesustentany enri- quecen la misma disciplina en diferentes momentos. 3. La pedagogía pertenece a la vertiente sociohumanística A partir de E.Nagel, los filósofos de lascienciasnaturales descartaron la vieja creencta empmsta de que conceptos claves en la física clásica como el de "masa" o ufuerza" pudieranextraersedel~~do experimen~alpo;rindu.cción y reducirse amerasdefinicrones delenguaJeobservaaonal, pues hoy sabemos que t~es conceptos s?I.o pardal e indirectamente se pueden mterpret~r en;I:mcan;er:te,_ y / enconsecuenciapertenecenallenguaJe teonco; as1 rmsmo los tres prindpiosnewtonianossobreel mov.~ento.co:r:u'­ truidos a partir de tales conceptos sontamb1en ne~es~a­ mente denaturaleza teórica, apesarde que tales pnncrpws puedan de alguna manera compr?barse ~ ap~carse ensi- tuaciones experip:lentales a traves de cntenos observa- cionalesquefaciliten suconfirmación. Aunque tales ley~s sehayaninducido a partirde hechos observables~ex;pen- mentales, ello no impide hoy considerarlas htpoteslS teóricas en vez de generalizaciones empiricas como se creyó antes. . · Perositanto los científicosnaturalescomolos socrales necesitan validar sus explicaciones en la experiencia, l_a diferenciasurgeinmediatamente~ando en~amos a defi- nir la manera de lograr ese sentido empmco que nos garantice el control objetivo de semejante validación. La diferencia no radica, como creen algunos, en que los fe- nómenos naturales son cuantitativos mientras que los fenómenos humanos seríancualitativos, puesenrealidad ningún evento natural es cuantitativo ni cualitatiy~; la· realidad del fe~óm~_? no se puede confundir con ~l.len-:­ guaje de aproxunaoon que construyamos, y las dificul- tades de matizar cuantitativamente nuestro pensarmento sobre las acciones humanas es una dificultadde grado, no una imposibilidad ontológica. (Como lo estableciera WittgensteinenelTractatus, loslímites demilenguaJeson los límites de mi mundo; es decir, no podemos ver~,ob-: servar nada sin que lo hayamos pensado en algún len- guaje)'. 6 Véase Germán Vargas, Sobre la reladón filosofía y lenguaje, mimeo, Universidad Pedagógica Nacional, Santafé de Bogotá, 1992. Conocimiento y epistemología de la pedagogía , Otra diferencia que se autoatribuyen las ciencias so- / ciales respecto de l.as na.turale.s es que éstas proceden de manera hipotético-deductiva _en tanto que las sociales avanzan por co~tri!nsi§!!JNada más perjudicial que se- mejante contraposiciónromántica, pues dejaría a las cien- cias humanas presas de la subjetividad comprensiva del intérprete, sin posibilidad de controles objetivos ni de garantías de validacióngcionalintersubjetiva. La cientifi- cidad no puede abandonarse a la suscepbbilidad indivi- dual de cada investigador, a su buen criterio de compren- llj1 siónintuitiva. La cientificidades una empresasocial cuyo ,JJJ único criterio es la crítica racional (compartida intersub- jetivamente por una comunidad real·o posible) de las hipótesis o sentidos hipotéticos que vamos aventurando como solución o explicación a los problemas que formu- lamos. La concepción determinista clásica de las ciencias naturales, propia del siglo XVII, fundada en la exactitud, en la precisión predictiva, en el control externo del experimentoy enlaverificaciónempírica directa, indepen- dientemente de la teoría ydel investigador, mediante un lenguajeunívoco exactoy formal, estoda ella una concep- cióningenua, desmantelada y rebasada enel sigloXX por el enfoque relativista y probabilista que reconoce en las cienciasnaturaleslainexactitud, laimprecisión,_elindeter- rninísmo, laincertidumbrey la ambigüedad misma de los fenómenos naturales, no sólo en el mundo subatómico_ . sino tam~ién enel esce:ar!o e~p~cio~te.mporal del univer- so. SemeJante reconocnruento nnptde que dato alguno tenga sentido o validez por fuera de la·teoría que lo hizo· posible; la teoría no es lo opuesto al dato, sino que es la que produce sentido en la naturaleza, siendo su lenguaje formalnecesariamente provisional,metafóricoe inexacto. -~ Esta nueva con~epción de las ciencias naturales·es inuchomás cercana·a laautopercepción actualde las cien- cias sociales y }umanas!.. pues e~ éstas la teoría no es externa alsentidg_4ela áéciónodel acont~cimiento que se qtúeTe·comp!eñder o lñte!p~etar;-el sentidO illterpretado es el que constituye el b.edt.P.humano; y ellenguaje·de la in_tg¡;p':"e~_?ci§~ _~s }).g¡;:~s~tiamente__@lbiguo_)C._e_q!JÍY.Qco,... puesencad.asi~a_ciónsus.términos.y.categorías serefieren ~-~a~.os1...~ventQs e in<#Y!4l!Q~_paEJculares distintos. Con una primera diferencia esencial que requerimos resaltar desde ahora: mientras en las ciencias naturales la teoría permite interpretaciones parci&I~s de grupos pequeños de variables controladas aisladamente en el experimento, enlas ciencias humanas la interpretación teórica no se lo- gra aislando variab_les sino articulándolas todas, como XXXI : 1 ~1 1 1 1 .1 1 1 1 1 ~- _¡ __ ¡ ~- ¡ ___, ·_·¡ ~ ' 1
  • 19. XXXII Hacia una pedagogía del conocimiento invitadas cuyaparticipaciónconjuntasevuelveimprescinJi; dible para acertar enla comprensión del sentido del acon- teci.rr].iento como totalidad. Así la parte no se comprende sin referencia al todo, el cual a su vez depende de su rela- ción con las partes; cada una con su propio contexto e interacción con el contexto del intérprete o investigador. Y Una segunda diferencia igualmente esencial entre el métodode lascienciasnaturalesyelmétododelas cienciasl sociales es que este último produce sentido y orden sobre el sE!ntidoyordenproducidopor otroshombres¡rsuobjeto i de estudio es de antemano un mnndo de sentiáo previo ~ organízado y seleccionado por seres humanos que viven, actúan y piensan cotidianamente dentro de éi Las construcciones del investigador sociál sol).lf_on- ceptosde segundo ordenlco!llometasentidos que elabora a partir de la indagacióñáe los principios o categorías de primer orden implícitos en las experiencias cotidianas de la gente en su acción individual y grupal, identificando sus motivos y fines en función de su situación biográfica concreta y evaluando suunicidad y también su tipicidad. Ambas características distinti~as de la investigación social, que producesentido globalsobresentidosyaprodu- cidos, no la eximen del requerimiento de validación y de confirmación de su verdad, pues cada construcción de 1 1 sentido originadaenla"intuición" ocapacidadcomprensi- , va del investigadores apenas una construcciónhípotética 1 ; J!/ provisional que podrá comotal articularse enlacienciaen ~ -,' / la medida en que sea confrontabley controlable por me- '¡ dio de la revisión racional del sentido de la información 1 disponible, por parte de otros investigadores que logren ubicarse en semejante perspectiva. Por supuesto, la pedagogía pertenece a las ciencias humanas y de ninguna manera a las ciencias naturales, comocreyeronalgunos autores delsigloXIX, a1considerar- la una derivacióny aplicación de la psicofísica. Por el con.., trario,la pedagogía es una disciplina queestudiaypropon~ estrategias para lograr la transición del niño del estado¡ natural al estado humano, hasta su mayoría de edad como ser racional autoconsciente y libre. La descripción y explicación de semejante proceso de transición se sub- ordina a la meta de la formación de los jóvenes en el sen- tido de s{humanizacióñJ,de manera mucho más esencial de lo que la medicina está ligada a la meta de la salud orgánica de losindividuos. Conuna complejidadadicional ineludible para la pedagogía, y es que su produccióncon- éeptual es una construcción·de tercer nivel en la medida enque no sólo tieneen cuenta la organizaciónde sentidos 11 1 generados por alumnos y padres de familia en suvida co-.JN Conocimiento y epistemología de la pedagogía tidiana como actores educativos espontáneos, sino que también tftecesita recontextualizar las elaboraciones de segundo grado que sobre la escuela, el contexto social, la familia, la socialización, el aprendizaje y la personalidad sana han productdo investigadores de otras áreas como socio1ogos, psicólogos, economistas y filósofo§] Así, la pedagogía no sólo es otra disciplina sobre el hombre pa- ralela a las demás, sino que es también una especie de [supersabersocial que reelabora y reconstruye los sentidos producidos por aquéllas bajo la perspectiva de la forma- ción de los jóvenes, dentro de un horizonte histórico-cul- tural determinado] Semejante requerimiento supone que la pedagogía posea al menos un marco de referencia teórico propio desde el cual recontextualice, reconstruya y reinterprete los sentidos segregados desde enfoques diferentes por otras disciplinas acerca de las condiciones, acciones, moti- vos y fines de los actores espontáneos o deliberados~ dí- recta o indirectamente participantes en el prOceso edu- cativo. Si reconocemos a la pedagogía como una disciplina del campo de las humanidades y de las ciencias sociales, su preocupaciónnoes solamente indagar porel significado y los motivos de las acciones educativas, sino también por las causas de las mismas, por las causas de lo que sucede con los alumnos que no atienden a los maestros, que no aprenden o no desean aprender, que no logran transfor- marse ni humanizarse a jpstancias del proceso de ense- .ñanza. La pregunta explicativa Causal es factible también 1en las ciencias sociales como camino posible de confirma- ~ción dela comprensióndesentidosy complementonecesa- rio de la hermenéutica, tal como lo recorrúendan Piaget y Stegmuller y lo confirman Schutz y Apel, matizando y articulandolos modeloshaberrnasianos descriptivo-analí- i tico e histórico-hermenéutico.Al fin y al cabolos hombres -J.- sonseres de estemundo, resultado de una historia, cultura y tradiciones particulares que no esCogieronconsciente ni libremente, y qu~ éonstituyen el punto de partida para todo nuevo conocimiento y el horizonte imprescindible para toda nueva comprensión. No sería suficiente entonces con la empatía entre el 1 maestro yel alumno, ni conla comprensión del educador; ¡ esteúltimo requiere descnbiryexplicarla red de c~~~12!9s ¡yexperienciasprevios que el ~~o ~É!~~-~:!Jlg,_paJ;a-pe­ der diseñar estrategia~ y~~-~~~:n-.ctaSpertinentes~caGes que le permitan ron:'f>erJos obst<j;:ulos.que.le_impj_<jgn.al alumno avanzar eñsu niverae!eflexión..s.ob.r.e.eLmundo natural ysocialy sobreSíri:risrriO~LOS ~umnos nosonsólo XXXIII
  • 20. La teoría del conocimiento convencional es una temática meramente filosófica. E1 énfasis científico de la moderna epistemología. XXXIV ' Hacia una pedagogía del conocimiento sujetos de comunicación, no son sólo interlocutores conscientes que requieren de comprensiónintersubjetiva, sus manifestaciones y comportamientos pueden objeti- varseespacio-temporalmenteyenconsecuenciaanalizarse como un texto, como un documento, como un aconteci- miento queresulta deun procesohistóricoobjetivocaUsal. Los prejuicios, valores, ideales y concepciones sobre los fenómenos objeto de la enseñanza pueden estar ocultos o ' confusos para el núsmo alumno hasta cuando afloran en la clase, y desde entorices el diálogo abierto; pero a la vez la mirada analítica y crítica sobre la estructura cognitiva del alumno, permitenque elmaestro, a partirde dispositi- vos ymatrices racionales, arriesgue yformule suposiciones hipotéticas, confrontables no sólo a la luz. de la conversa- ciónfranca conlos alumnos, sinotambiénenlas experien- cias de enseñanza que diseña y prueba en el aula como hipótesis de transformación, remoción de obstáculos y reorganización'conceptual, desplazando creativamente nociones y teorías incorrectas sobre el mundo, por otras menos incorrectas. 4. Algunas definiciones preliminares Pues bien. Consideraciones comolas anteriores acerca del conocimiento engeneral, acerca de la verdad de los juicios en su atribución y en su conformidad con los objetos reales, descripción de las características del sujeto cognoscentey de las etapas porlasque atraviesa camino ala reflexión,. la definición de criterios de verdad y d.e objetividad, etc.," sontodas ellas consideraciones.que configuran una disci- plina filosófica particular denominada teoría del cono- cimiento, presente en casi todo sistema filosófico desde la antigüedad hasta nuestros días. Bien diferente es el moderno concepto de epistemo- logía (que literalmente significa teoría de la ciencia), que es un estudio sobr~ una ciencia particular más o menos constituida tomada como objeto de reflexión desde sus principios yfundamentos, su objeto, métodos, estructura organizativa, criterios de verificación y de validez, etc. Tal disciplina se aproximará más a un estudío filosófico o aunestudio cuasicientífico (o metacientífico) dependiendo del énfasisenlaformación del investigadorepistemólogo, y del tipo de rigurosidad metodológicainclinada más ha~ cia la filosofía o más afín a la ciencia bajo estudio. En esta primera definición de la epistemología estamos privile- giando la opción por las epistemologías regionales, cons- truidas desde las necesidades propias de cada ciencia de- ConOcimiento y epistemología de la pedagogía terminada y a partir de un profundo conocimiento de la misma. :ero un~segunda acepción en el sentido integral de la epzstemologza general se produce cuando la reflexión sobre el conocimiento científico rebasa las fronteras de una especialidad y se ocupa de problemas estructurales comunes a las diferentesciencias.. originadosenlainterdis- ciplinariedad, enobjetos compartidos, enproblemas para- científicos, filosóficos 6de lenguajeque de alguna manera continú~ _compartiendo hoy ~iferentes ciencias ·y que hanpernutido desarrollar reflexiOnes más integralessobre las ciencias, enriqueciendo las filosofías de las ciencias, como lo han hecho Meyerson, Cassirer, Brunschvicg, Ba- chelard, Sneed, Kuhn, Popper, Piaget,etc., desde diferentes perspectivas7 • _ Cualquiera de las acepciones que asumamosr la epis- !emología est~travesada por rma disyuntiva másfunda- mental que parte de la diferenciación de sus tareas más esenciales que enmarcara Reichenback en el contexto del '?lescubrímiento"o enel dela "ju~~_ifi_t?_~ción"8, ggp.eu_Q~gnQ& de _qg~s~:.~~par~ _9:~}~-asP-v:idad:~ªQ,q;ra..deLQwJ!fico en sus aspeqos psicoso,ciales__e histqri~9JU~P...,.,~l.,prim.,er cont_~~-1?~ q:flle_.se..ocupara_Q.e_la_.recol!§._~~g.ó!h_lQgico­ formal d~ los resultados científicos, de las leyes, té-órlas y formulacrones enelestado actualy objetivadode!ª ciencia, in~ep~n4Jentemeut:~~d~.-;los_g~j~J.~ª· _qtJeJ_a~PIQdujeroJ}, baJ<?_~lSQI}t~0t9.~.~_l<!__Jus@~~g_Q.g_'_¿ Loslógico-positivistas continuadores del"Círculo de Viena" retuvieron para su epiStemología únicamente esta segunda tar~a como la verdaderamente dentíficar mientrasque otros epistemólo- gos comoKoyree, Bachelard, Canguilheim, Kuhn, Plaget, etc., prefieren asignarle similar importancia a affibos contextos y se ocupan tarrtl:?iénflel d~sarrollo_d!;.la activi- c.iad creadora de los ínv~s:tiga~g.r~e_y del d_esarroiiOhiStÓ=--. rico-genético de la cienq~ bajo estuclio,.asísearegresando ~·encontr~ sigr@cadQ::?.~el pasado de.una ciencia a par- tir de su comprensión contemporánea, como lo haría la "historia recurrente" que preconiz;a Bachelard, desplazán- dose hacia atrás dialécticamente entre obstáculos, rupturas y actos epistemológicos9• 7 Véase RobertBlanch~ Laepistemología, Ed Oikos--Tau,. Barcelona, 1973, pp.J2-20. 8 Véase H. Reichenback,ModernJJfilosofía delaciencia,Ed. Tecnos Madrid 1969. ' 1 9 Véase G. Bachelard, La actividad racionalista de la física contemporánea Ed. SigloVeinte, BuenosAires,1975, pp.33yss. Véase también artícul~ deGeorgesCanguilheim,"Sobre GastanBachelard",enRev. Socfulogía, No.Zr Ed.Unaula, Medellín,1980,p. 9. Bachelard entiendeporobstáculo epístemológícociertasideas, orientaciones ocontenidosdeconocimiento Episternólogos centrados en los resultados de la ciencia, o en la actividad creadora. XXXV 1 1 J ~1 J ..J 1 J
  • 21. ~W···. 1• li XXXVI Hacia una pedagogía de! conocimiento Aun enel casode que asumiéramosestaúltima pers- pectiva epistemológica más integral a partir de la disyun- tiva enunciada, el epistemólogo requiere del profundo dominio contemporáneo de la ciencia o disciplina objeto de su reflexión, y delasdisciplinasafines, pues u elepistemologo procede de lo actual haciasus comienzos, de manera que sola- mente una parte de lo que se tenía antes por ciencia se en- cuentra, en alguna medida, fundada por el presente"10 , y. es la ciencia contemporánea la que permanentemente inaugura sentidos,renueva,funda o destruye significado~ en su pasado. 5. Obstáculos epistemológicos en el desarrollo actual de la pedagogía El obstáculo más descollante está configurado por esta ,¡ paradoja fundamental y crítica, cuyos polos son teoría y /J" práctica, y cuya relación mutua se halla tan confusa que mantiene la disciplina pedagógica atascada, básicamente por tres razones: e La primera, porque entre los profesionales de la pedagogía/ que se supone son los educadores/ y con mayor razón eni;re los estudiantes/ no ~~ste del!l--ar- cación clara enti~ teoría y prácti~aFec!.~gógis:a. Se Silpüñdría que lo qU~ el maesfrOhaC€-Dien es "peda- gógico". Pero como áveces lo hace mal, entonces es antipedagógico. Pero aquí el maestro se justifica diciendo: ubuelio,- es que en teoría eso suena muy bonito pero en la práctica es imposiblen. Teorí~ en esta concepción esmás bienlo ideal; lo especulativo, mientras que la práctica es lo real, lo concreto, lo verdadero11 • que son factor de estancamiento o regresión en el desarrollo de una ciencia- por eíemplo, opiniones, errores, problemas mal formulados, respuestas precipitadas, ideas supervaloradas, prejuicios, etc. u:m ruptura epistemológica es un salto o discontinuidad en el desarrollo hiS~ tórico de una ciencia, por ejemplo, la mecánica relativista implica una ruptura con la mecánica newtoniana. Un acto epistemológico es una nuevasíntesiscreadora delgenio científico que revolucionael desarro- llo de una ciencia. toGeorges Canguilheim, "Gaston Bachelard", Rev. Sociología, No. 2, Una~ Medellín, 1980, p. 7. (El subrayado es nuestro). nVéase Miriam Nohemy Torres Carreño, Constructivismo y educación, Mimeo, New Mexico, 1991 (Trad. de Félix Bustos, $antafé de Bogotá, 1992). Conocimiento y epistemología de la pedagogía • Li segunda razón tiene que ver con el propósito, las metas, o si se quiere los_objetivos de la educación 9ue el maestro termina considerando comop~e de su quehacer cotidiano, como parte de su práctica; o como dice elmismomaestro: "unohacelo que puede con estos niños", aludiendo a las condiciones so~ cioeconómicas que limitan y determinan su trabajo, hasta el punto eje que la teoría pedagógica y sus metasseachatany se reducen alamera cotidianidad, a "la pedagogía de la cotidianidad", dejando de provocar proyectos de búsqueda, de experimenta- ción y de innovación. Pero también hay que recono- cer que las metas y los propósitos educa,EyQ§,__ºomo ocurreen toda actividadhumana, tiendena desdibu- jarse y a reduciise-a larutilla núeñ.tras la reflexión ~o 1os-1ev·anteconstantemente, de la misma manera como los fines de progreso ético-moral ten:ni..n¡m subordinados a la acción cotidiana, a la acción co- rrecta, al curso del buen obrar, a la "práctica/f como dirían los maestros, como criterio último de verdad. Así la teoría y las metas pecl_?gQgjcas no alcanzan a se~luz;nfiliiPWsq,_flj_marco de refereJ.1~i~J:P.p_oJético q~~-!::.~~I?-~~~ l~-·~5;Q.QnA-~_to-ª_mae$trqL{ • La tercera razónesinstitucional, y serelaciona coneÚ modelotradicionalistaque predominaenlasescuelas t y en la formación de maestros, y en general en la formación de profesionales: al aprendiz seleentrega primero la teoría, para qt.ie luego la aplique por su cuenta en los ejercicios que propone el manuaL o más tarde en el ejercicio profesional. Ahora es más fácil entender cómo en la educación semejante disfuncióny divorcio estructuralentre la teoría y la práctica es probablemente un §intoma de·la auseriéia de teoría pedagógicaque encuantotal se§Ometa aco..nfro,n- 1 :taoon ya control mtersubJetivo. en el R!OCeso real de la -~ñ~-a:~Uemás,_ mieñi:Ti:iS€ste-:PfocesO!eal no esté pres1dido por la teoria pedagógica no podrá progresar, pues lo que se confronta racionalmente son enunciados 1 con enunciados; una prácticano puede descalificar a otra, ni contradecirla, nisuperarla sinteoría. Ni siquiera el con- cepto de práctica pedagógica puede definirse válida e intersubjetivamentesinteoría, pues careceríamosdecrite- rios para ello a menos que nos resignáramos a definirla como una montonera de cosas y actividades. Ysi no hay acuerdo sobre los llnderos del campo de fenómenos que pretendemos estudiar (qué es observable y qué no es ob- Íl! XXXVII
  • 22. Necesidad de una visión amplia, precisa y profunda de la pedagogía coñtemporánea para entender mejor su pasado. la pedagogía es la más susceptible y compleja de todas las disciplinas. XXXVIII Hacia una pedagogía del conocimiento servableparala pedagogía), se desmoronaría ~utomática~ - mente la hipótesis deseable de que la pedagogía llegase a ser una disciplina rigurosa y válida, pues ni siquiera po- dríamos construir un lenguaje común intersubjetiva. Poresta razón habría que diferenciarla historia de la pedagogía de la historia acerca de lo que hau hecho tradi- cionalmente los maestros en las escuelas. Sus prácticas ni ayernihoy reflejanniaplicannecesariamentela teoría pe- dagógica vigente. Sila disciplina de la pedagogíacontem- poránea se fuese a determinar por las prácticas actuales de los maestros en la mayoría de las escuel~s, podríamos asombrarnosantelaeventualidad deno encontrardiferen- cias sustanciales con la pedagogía desarrOllada desde- el siglo XVll. Pero es que no hay por qué juzgarel avance de la disciplina pedagógica por la calidad del ejercicio d~ los funcionarios nombrados para desempeñarse como maes- tros, independientementede la teoría omodelopedagógico que sepan o profesen. La tareaquenos esperano_es despreciable, si setiene en cuenta que. la enseñanza es el principal proce~o íp_i~p.­ cional mediante el cual la Sociedad moderna con"i~.r.te a sus:i.t1_4Jyiduo_senhered~_¡;.Os de su saber, de su tradjción y pasado histórico, de su cqmpetenciaproductiva, de suca- pacidad de convivencia presente y de sus posibilidade~11 deproyecciónhacia elfuturo.¡La enseñanzaesla ex.p_gri~n-¡V ciásistemática que lasóciedad diseña para que losjQ.venes.,l se humanicen y se enriquezcan espiritualmente. Como es natural, semejante proceso no debiera ir a la deriva, ni abandonarse a las arbitrarias y veleidosas concepciones ideológico-políticas del momento, o a las creenciassubjeti- vas y apremios ideológicos de cada educador. Por ello, la elaboractón de una epistemología de la pedagogía no eS tarea fácil y sus desarrollos serán inaca- bados y provisionales, más que en cualquier otra episte- mología regional, p(?r factores adicionales como los si- guientes:~ - 1. La pedagogía, como veremosluego, no es una ciencia plenamente autoconstihrida, que pueda rectificar y j~_gar -~E pasad~~_i~-~~~_9.Q lo cien_@_~Q__4._~- lo no científicO áemanera contundente. 2. La pedagogía como disciplina, como un conjunto coherente de proposiciones que intenta describir y explicarenforma sistemáticalosprocesoseducativos relacionadosconlaenseñanzay elaprendizajehuma- nos, no es una disciplinaunificada,nisuficientemente Conocimiento y epistemología de la pedagogía diferenciada delasdemás cienciassociales, cuyoobjeto es también el hombre cultural, aunque no pueda excluir sus relaciones con el hombre natural a través de la biología y de la neurofisiología que también condicionan e influyen en el aprendizaje. Desde sU- nacimiento, el hombre estáirunersoenunmundo so- dal que le permitirá asimilar medíante el proceso de la educación espontánea, o intencional y organizada, 1 ¡ los conocimientos producidos y aCumulados por la , humanidad; proceso de asinúlación que realiza el ~ individuo a partir de sus capacidades, su personali- 1~ dad, su historia individual, su situación cultural, su ¡:----'--••• motivación vital y su proyecto existencialfluctuante 1 lasciencias de la en un mundo y una sociedad en crisis, atravesado educación podrían ¡ por demandas socioeconómicas ypor contextos cul-) ser mejores vecinas !turales, politicesy de enseñanza difíciles de aislar de i. de la pedagogía. la pedagogía, una disciplína especialmentesusceptiblea / todo procesoespecíficamentehumano,precisamente porque su propósito es dar cuenta del proceso que más medularrnentehumaniza a losindividuos, aquel que les permite asimilar y producir cultura, en cada época y en cada nación. () Derivada de la dificultad anterior, el objeto de la pe- v dagogía ha sido fraccionado desde otras disciplinas vecinas a la pedagogía, cuyo objeto de estudio es tambiénel hombre comosercultural-la sociología, la psicología, la economí~, la lingüística, la ant:ro- pología, etc.- bajo el nombre de ."ciencias de la educadónu, las cuales se han dedicado al estudio del proceso educativo cada una desdesu propia concep- ción teórica y metodológica, constituyendo como consecuencia una pluralidad de objetos de estudio que no sólo dispersa el proceso educativosino, inclu- so, el ideal deB.fl objeto pedagógico unificado, como lo ha·señalado ~con precisión Oiga Luáa Zuluaga1Z-. 4. El carácter íntimamente dependiente del proceso educativo respecto de la cultura y, en consecuencia, la repercusión quesobre el discurso pedagógicohan alcanzado los contenidos ideopolíticos histórica y geográficamentesituados, comoelementosesenciales del proceso educativo que la pedagogía, en último término, se propone entender confidelidad, mantie- uVéaseOlgaLucía Zuluaga, 'iJiistoria epistemológica de lapedagogía o historia del saber pedagógico", Ponencia Tercer Seminario Nacional de Investigación en Educación, Ed. ICFES, Bogotá, 1986, pp. 249-271. losmovimientos culturales e ideopolíticos agitan excesivamente a la pedagogía. XXXIX '1 ! ~- _¡ ~~ 1
  • 23. Abundan las técnicas modernas de.comunicación y de enseñanza sobre las cuales la pedagogía aún no ha reflexionado. E1 mismo discurso pedagógico contemporáneo sufre diferentes denominaciones según las culturas. ® Hacia una pedagogía del conocimiento nena la pedagogía enun estado de vulnerabilidad y de alta susceptibilidad a toda ideología en boga. La proliferación acelerada de técnicas de comunica- ción y de enseñanza cada vez más refinadas que aplican tal o cual principio pedagógico, psicológico, sociolingilistico o ninguno de ellos, pero cada dia más eficaces, descontextualiza al maestro y descon- cierta a los mismos estudiosos, insuficientes para abarcarteóricamentey demanerasistemáticayglobal tal abundancia y heterogeneidad de literatura sobre losproblemas de la enseñanza especializada,tomán- dose cada vez más difícil la homogeneización de una disciplinaúnica,peroposible, que denominarrl.os pedagogía. ,; 6. 1i í Finalmente, la tarea·de construir una epistemología J,jJ de la pedagogía se complica aún más, cuando nos percatamos de que el estudio de los mismos objetos y temas propuestos por la pedagogía en sus autores clásicos como Herbart, Pestalozzi y Claparede son sistemáticamente abordados y desarrollados, en la actualidad, bajo títulos y rótulos diferentes al de "pedagogíá', de modo que es probable quelos peda- gogos clásicos configurasenunasuperficiedesaberes acerca de la enseñanzay el aprendizaje, sobre la cual / hayaemergidoenelsigloXX, conla#EscuelaNueva''! una disciplina equivalente que hubiese traspasado ya el umbral de epistemologización definido por Foucault13, bajo denominaciones que varían en las diferentes comunidades científicasnacionales, euro- peas o norteamericanas. Valdría la pena revisar los conjuntos de proposiciones, hipótesis, conceptos y teorías que describen, elaboran, explican y recons- truyen, de manera sistemática, el proceso de ense-. ñanza-aprendizaje general, o aplicado a contenidos específicos de la ciencia o de la cultura contempo- ránea, a veces bajo el rótulo de psicopedagogía, otras veces bajo el nombre de ciencias del c.urrículo y otras bajo el de psicología educativa, como en Inglaterra y Estados Unidos, que hacenparte del listado de dlsci- 13El umbral de epistemologización es aquel momento de surgimiento de unanueva disciplina,enelqueunsistemamásomenosindividualizado y autónomo de conocimientos se destaca sobre el saber que lo rodea por el establecimiento de ciertas reglas de verificación y rigor que le permiten autoconstituirse en modelo y patrón crítico de veracidad frente al resto del saber. Véase M. Foucault, La arqueología del saber, Ed. Siglo XXI, México, 1972, p. 314. ConOcimiento y epistemología de la pedagogía plinas reconocidasinclusoporepistemólogos a causa de s~s aportes, su rigor y su potencialidad para con- vertirse, en el futuro, en nuevas ciencias aplicadast4_ No se tratarla ya de otras disciplinas paralelas a la peda!?ogía, que ~esde contextos y enfoques externos se estuviesen,apropiando ~e algunos aspectos del objeto de la pedagog¡a, comopodnaestarsucediendo conlasllama- das "ciencias de laeducación" mencionadas enel numeral 3, sino que ahora, quizás, se trataría más bien de una mis- :na disciplina que bajo otros nombres sepropone explicar tn~egralmente ~1 proceso de enseñanza-aprendizaje, como lo mtentan hacerensus obras investigadores contemporá- neos tales como Jerónimo Bruner, D. P. Ausubel, K. Lo- vell15, etc. Este úl~o, por ejemplo, en la obra que citamos en la n_ota, trabaJa concertoscomolossiguientes: motivación, ap~t_udes y pers~nalidad; observacióny atención; imagi- nacmn ypensamiento;maduración yaprendizaje; olvidar y rec?rdar; transferencia del-aprendizaje; evaluación del r~~dimiento y orientaciónvocacional; torpeza y atraso; el runo preescolar; el niño de la escuela primaria; el niño ad~lescente..., etc. Como todos estos tópicoslos desarrolla apltcados al aula de clase, en el corazón mismo de la arti- culación entre enseñanza y aprendizaje, de manera coherentey sistemática, confundamentos experimentales 1 . 1 .c~ntrolad.os yreglasde verificaciónquegarantizanciertos Il!Veles de validez empírica, no se puede dudar de la pre~e~ión de dentifi<:idad de la obra, ni de su carácterpe- .'dagog¡co, a pesar del título propuesto para el público lec- tor, puesfueronlos mismos temas centrales que ocuparon a Clapare~e y I?reocuparon a Herbart un siglo antes. De hecho, el enfas1s y la fundamentación psicológica de la pedagogía han sido ;eivindicados por los pedagogos, y ello no tiene por que avergonzarnos, puesto que quien ap~ende, seeducay se desarrolla no es unsujeto abstracto, ~:'e.rsal y trascendente; a quienesenseñamos es a sujetos mdividuales conleyes p~opias defuncionamiento ydesa- rrollo: mentes a~tocon:'crentes que sontambién objeto de estudio de la ps1colog¡a. Por otro lado, hay que señalar que también la psicología sufre de la dispersión, de la 14 Thom~ Kuhn, por ejemplo, para poder explicar el concepto de par~drgma en_elsentid~?e"ejemplar", como unnuevomodo de pro.ce- sanuento de informac10n y de nuevos conocimientos, se vale del modelo cognitivo de J. Bruner para explicar el aprendizaje humano. Véase La tensi~n esencial, Ed. Siglo XXI, 1980, pp. 3f9 y ss. ·15 K Lovell,. Ps1cologfa aplicada a la educacíón del niño, Ed. Desclée de Browuer, Bilbao, 1977. la pedagogía requiere de relaciones interdisciplinarias, especialmente con la psicología y la sociología.
  • 24. la pedagogía es una disciplina científica insuficientemente sistematizada. XLII Hacia una pedagogía del conocimiento multiplicidad de objetos y enfoques metodológicos y de ,f/ la invasión de ideologías y de otras disciplinas como la neurofisiología, la sociología o la lingüística. Por esto, en psicologíahayqueprecisarsiempresisetratadelapsicolo- gía conductista o dela psicología genética, o delpsicoaná- lisis, etc. El mismo Pestalozzi, que defiende el aprendizaje por intuición sensible y repetición memorística escrita y en voz altar era psicologista cuando reivindicaba la nece:- sidad de "establecerla educacióndel pueblosobrefunda- mentos psicológicos"16 y subordinaba los aprendizajes··al desarrollo naturaldel niño,que élcreíapaulatino,progresivo y graduado y al cual se propuso armonizar las nociones elementales y las impresiones que había que grabar en,el rriño segúnsuedad y capacidadintelectual,bajo"dirección psicológica"17• Es decir, que desde Herbart y Pestalozzi, el conocimiento psicológico sobre el aprendiz era garantía de una mayor eficacia en la enseñanza y de una mejor comprensión conceptual del proceso de aprendizaJe, y porende, deunateorizaciónpedagógicamejorfundamen- tada. Ahorabien, silasituación delasociología ensuesta- tuto de cientificidadsufre vaivenes, dispersiones yviscosi- dades semejantes a los de la psicología y la pedagogía, ¿no será acaso quelas ciencias sociales, enparticular estas tres disciplinas, por su objeto material compartido sobre el hombre como ser cultural, tienen un destino común inevitable de interpenetrarse, sobrecubrírse permanen- temente y autoprocesarse en interestructuración mutua, de modo que fuese vano desgastarse en trazar fronteras frente a los vecinos o en establecer objetos y métodos exclusivos, cuando apenas estarnos logrando superar enfoques metodológicos venidos de las cienciasnaturales de corte fisicalista, biologista, organicista, neurofisío- lógico, etc.? Asumimos provisionalmente que la pedagogía con-"1 temporánea es una disciplina cientifica dispersa aún bajo diferentes denominacionesy teorías, y portanto, adquiere sentido la reflexión epistemológica acerca de sus objetos, susestructuras,sucapacidadexplicativa, susístematicidad y coherencia, sus criterios de verificación y de verdad, y también sus debilidades, vacilaciones, lagunas e indefini- ciones fundamentales, frecuentemente dependiente del desarrollo ideopolítico de los procesos sociales en los que !6J. E. Pestalozzi, Como Gertrudis enseña a sus hijos, Ed. Porrúa, México, 1980, p.ll. 171bíd., p. 17. Conocimiento y epistemología de la pedagogía la eduCación es apenas un subproceso que requiere "mo- dernizarse" y cualificarse como práctica, aliado de la no- ciencia, de lasídeologías, de la práctica política y sociaL A conciencia de ser ésta la opción más difícil, por lo desco- munal de la tarea por realizar, haremos un ensayo de re- flexión sobre la pedagogía y la enseñanza de las ciencias en el siglo XX, asumiendo la pedagogía como un proyecto científico en construcción, pero con una rigurosidad sufi- cientemente normativizada como para poder mirar hacia supasado, escudriñaracerca deposibles rasgos de"cienti- ficidad" y definirsu actualidadteóricay aplicada al campo intelectual de la pedagogía con sus niveles propios de va- lidación y desarrollo. XLIII . 1 .!
  • 25. Parte 1 Conocimiento y formación de la persona
  • 26. ::-'."" De cómo el conocimiento no entra por los sentidos Nunca podré olvidar aquel domingo en que invíté a una amiga a fútbol en el estadio Atanasio Girardot. Se estaba iniciando el partido cuando ella me confesó que era la primera vez que entraba en un estadio y también la primera vez que veía fútbol. Intenté explicarle algunas de las reglas más sencillas a medida que yo disfrutaba del espectáculo; pero la algarabía de la multitud emocionada impidió de pronto que nos escucháramos. Ella preguntó qué había pasado y le contesté; sin mirarlél¡ que el equipo de mi predilección acababa de hacer un gol. No se imaginan mi decepción cuando des~brí que no pude haber escogido peor compañía para ir al estadio. Por supuesto que ella podía ver lo mismo que yor una pelota blanca sobre el verde césped y un montón de individuos en traje deportivo que disputaban por correr y patear la pelota en medio de una multitud abigarrada y frenética. Pero no fue ver este sin sentidolo que había motivado mi invitación. Para mí hubiera sido lo mismo que la pelota .fueranegraf elcésped azuloelestadioestuviesesemivacío: lo que yoveíaeraelespectáculo que brindabacadaequipo CAPíTULO lasensación pura no existe. Toda percepción implica una elaboración, una interpretación, una construcción del sujeto. -1. 1 1 _¡ '-1 ijJ jJ
  • 27. E1conocimiento no es la simple copia de las cosas, sino su construcción interior, por esto la pedagogía tiene que fundamentarse en la actividad del aprendiz. Hacia una pedagogía del conocimiento coordinando todas sus tácticasy movimientos confuerza, armonía e inteligencia para tratar de vencer la portería del contendor. El dato sensorial pasaba a segundo plano en la medida en que yo lo trascendía con mis interpre- taciones previamente aprendidasr que me pennitían, en el transcurso del partido, anticipar las jugadas, lamentar el pase que no se hizo, disfrutar y apreciar el espectáculo. Lo que yovi enel partidono separece enrealidad en nada alo que estabaviendo mi compañera. Mi percepción visual del fútbol no se asemejaba en nada a lo que ella estaba captando. Lo que no quiere decirque ellafuerauna ingenua recolectora de datos visuales y aucJitivos, que de manera contemplativa y pasiva se le estuviera entrando la realidad porlos sentidos. Deninguna manera. Aunq~e no pudiera ver el fútbolr su percepción de la situación del momento era también esencialmente una interpretación, y no un simple dato sensorial que registra luces ysonidos. El"dato" sensorialpurono existe,nose"daii directamente, nadie lo ha experimentado. Toda percepción es resultado de un proceso muy complejo, el final de muchos pasosr _que implicanla interacción entrelos estímulos que llegana los sentidos (organizados sobre todo a partir de lavista, el tacto y el movimiento), el aparato interpretativo de los sentidos, y la corteza cerebral en interacción eón la mente y personalidad del individuo con su propia historia, sus experiencias socioculturales y de lenguaje, etc. Lo que aparentemente uno se imagina como el u dato" primario que nos suministran los sentidos para alimentar la "inteligencia", en realidad es una construcción mental, una interpretación, una hipótesis, que los sentidos esti- mulan y ayudan a verificar. En realidadr;el conocimiento NO entra por los sentidos.¡ La experiencia de una imagen visual está muy lejos de ser una réplica perfecta de la imagen retiniana, y más lejos aún de serla copia fiel y transparente del objeto real. El estímulo que logra impresionar la retina se convierte enun mosaico de puntos que son transmitidos al cerebro por 108 células sensibles a través de 106 fibras nerviosas del nervio óptico, centralizándose en la corteza visual según patrones o formatos previamente desarrollados (hay células nerviosas especializadas en líneas horizon- tales, en líneas verticales, en oblicuas, en círculos, en colores, etc.), para luego integrarse con las conexiones neuronales de los demás sentidos y las experiencias sensoriales precedentes, antes de integrar la imagen consciente que hará parte de nuestro mundo ureal/I, con color~ fonnar dimensiones, perspectiva espacial, sonidor olor, etcJfaspercepcionesnoson, pues~ losreflejossimples De cómo el conocimiento no entra por !os sentidos de las cosas, y cada nueva percepción o ¡;_é!..ci~pgevo ~~~dizaje sep!'Q9.y~~ si~n1pre_e~ el contexto_el~,~~guemas y apreñaiz_ajes constrtiidós con ant€rióridaQ."_En niñguna í etapa de !aVíaa.podemos dedrijueer organismo y la , e~noe mente que aprende sean como una pizarra completameil- te lisa y limpia de huellas. ./ El ser humano nace con aptitUdes innatas para succionar, llorar, sonreír, etc., y rápidamente empieza a aprendera seguir conla mirada los objetos quesemueven, a distinguir la voz de su madre, a relacionarla visión con los movimientos de la mano, con el tacto, con el sonido, etc., hasta que logra su aprendizaje fundamental: que él mismo no es un objeto más entre otros objetos delmundo, quesediferencia del mundo, desu tetero, desusescarpines y manoplas, de su cascabel; descubre que posee una existencia independiente diferenciándose de lo que no es, y con el desarrollo del lenguaje va construyendo la conciencia deque poseesupropioyo~ activoy participante en la elaboración del conocimiento del mundo que lo rodea, y dotándose de una memoria que le permite no sólo guardar sino también aprovechar sus experiencias pasadas y reconocerse como la misma persona a lo largo del tiempo, a pesar de la permanente renovación de su existencia. Esta nueva persona, constituida en mente consciente, esta unidad integradora de nuestras acciones y experiencias,no puedereducirsealamaquinarianeuronal, ni puede confundirse con la masa t;:erebralr pues ella no es la simple operación interpretativa de los acontecimientos neuronales sino que desempeña una actividad de búsqueda activa, de atención, selección, exploración, descubrimiento e integración de alternativas valiéndose de la complejidad de la corteza cerebral como de un medio ·instrumental que la misma mente contribuye a modelar. De cierta manera, cada persona no sólo contribuye activamente a formarse a sí misma a través de sus decisiones en la vida, sino que, inclusive, el almace- namiento de sus experiencias y acciones libres bajo la forma de huellas y microcircuitos nuevos en la memoria cerebral contribuye a moldear el mismo cerebro. De esta manera, la mente consciente no es meramente receptora de lo que entra por los sentidos y se interconecta en los complejoscircuitoscerebrales, sinoquelaactividadmental consciente estimula, ordena, interpreta e instiga la actividad del cerebro según sus propios intereses y proyectos. No se podría negar ninguna de estas dos acti- vidades o dimensiones del hombrer ni reducir la una a la otra, sino que se trataría más bien de una unidad dual en la actividad mental y la actividad neuronal son dos dimensiones del hombre que interactúan y se interestructuran elevando y cualificando su unidad sustancial.