La educación moderna se enfoca en la innovación y orientar al estudiante hacia el aprendizaje de contenidos específicos, mientras que la educación posmoderna desafía algunos patrones guía de la modernidad y enfatiza una combinación progresista. La educación transmoderna requiere estar alerta a los cambios en la sociedad y prepararse para cualquier adversidad. Finalmente, se necesita una educación más crítica que decodifique las prácticas de dominación y privilegie experiencias e historias alternativas.
Sistema de Informacion Gerencial (Desafios de la Gerencia del Siglo XXI)
Ensayo 2
1. UNIVERSIDAD FERMIN TORO
VICE-RECTORADO ACADEMICO
DECANATO DE INVESTIGACION Y POSTGRADO
PROF.: Isamary Rivero
C.I.: 19.955.231.
FACILITADORA.: Yaritza Pinto
CABUDARE, NOVIEMBRE DEL 2014
Docentes que Enseñan.
Alumnos que Aprenden.
Comunidad que Acompaña
2. Educar En la Modernidad y En La Post modernidad.
Para dar inicio al abordaje de este tema empecemos dando unas cortas palabras
sobre la educación, definiendo esta como: un proceso multidireccional, en el cual se
transmiten conocimientos, valores, costumbres y no sólo se origina por medio de la palabra,
pues también se encuentra presente en todas las acciones y actitudes.
La educación moderna es la innovación, a través de todas sus facetas, sus tendencias y sus
formas de orientar al alumno para un excelente aprendizaje e intelecto de cierto contenido
específico; para Berman “Ser modernos es experimentar la vida personal y social como
una vorágine, encontrarte y encontrar a tu mundo en perpetua desintegración y
renovación, conflictos y angustia, ambigüedad y contradicción”. Por otra parte al hablar de
post modernidad, es necesario hacer referencia al prefijo “post” con significado de
posterioridad en el tiempo respecto de un acontecimiento. Es obvio que no puede haber
post modernidad cuando no hay modernidad; según Giroux y Aronowitz señalan que “La
postmodernidad es un desafío de gran importancia ya que riñe determinados patrones guía
de la modernidad”, es decir, ellos afirman que en el postmodernismo existe una
combinación apegada y progresista, esto no quiere decir que se trate de un rechazo absoluto
de la modernidad sino de una nueva peculiaridad de ambos temas. De acuerdo a lo antes
mencionado es que estos temas son categorías para tratar de recuperar fenómenos diversos
que abarcan desde lo filosófico y lo social; la educación modernidad significa actuar, es
decir, pensamos para llegar a un fin; la forma de educar debe orientarse a un sistema lógico
que nos llevaría a un método más científico: se define un problema, se busca la mayor
información y datos necesarios, se formulan varias hipótesis para hallar una solución, se
entra a un campo más específico y se buscan nuevos datos para reformular las hipótesis y la
educación de la posmodernidad podría enfocarse como una condición existencial; es decir,
aquello a lo que se está expuesto todos los días, similar a la vida cotidiana o al mundo de
vida, podríamos afirmar que es la condición en la que existimos, la condición que existe y
en la cual somos arrojados: aquí estamos, aquí llegamos y éstas son las condiciones en las
que nos toca vivir. Asimismo en el engranaje de la enseñanza, es necesario que los actuales
educadores estén y reconozcan las exigencias, retos y desafíos que implica una condición
como la postmoderna, para generar o inventar valores y proponer ideales relativas a
nuestras condiciones existenciales, con la modestia implícita de reconocer que éstas van a
3. cambiar en el futuro. Antes, lo importante era transmitir el conocimiento como una receta;
El profesor tiene su espacio reservado para interactuar con sus alumnos a los cuales les
transmitirá el conocimiento. En este tipo de educación el profesor es el que más termina
aprendiendo, ya que en realidad el adquiere conocimientos de las acciones de los alumnos
al mandarles lo que él quiere que hagan (Conductismo). En la educación moderna se hace
lo contrario. Trata de que sea el alumno el que aprenda, el que tenga que investigar para
adquirir más conocimientos, y para que no los olviden se les da ejercicios prácticos para
asegurar y probar sus conocimientos (Constructivismo). Con respecto a lo antes aludido se
hace fundamental ahondar y profundizar el tema hacia la Transmodernidad (descripción de
la situación en que nos encontramos), del mismo modo es imprescindible hacer referencia
al prefijo «trans» el cual connota que no sólo son los aspectos de transformación, sino
también la necesaria transcendencia de la crisis de la modernidad, retomando sus retos
pendientes, tanto éticos y políticos (igualdad, justicia, libertad, etc.). Cabe considerar, por
otra parte que para perfilar las características de este nuevo paradigma la transmodernidad
es el convencimiento de que no solo debemos estar alerta a la transformación que se operan
en el panorama educativo, sino ante cualquier adversidad de la vida ya que es de esta
manera como estaremos preparados para cualquier cambio existente en la sociedad. En
efecto, para cambios de la educación se ha visto evidente puesto que las nuevas
generaciones piensan en el aquí y en el ahora, se caracterizan por un pensamiento
divergente y por elegir dentro de diferentes caminos, aquel que más les hace sentido.
Al contrario de la modernidad, en donde todos intentaban seguir un mismo objetivo, un
mismo norte, sin plantearse otras visiones, ni cuestionar las imposiciones de lo establecido.
Posiblemente con este cambio de valores, las futuras generaciones busquen y encuentren su
realización personal, lo que constituye el nivel más alto dentro de la Pirámide de
Necesidades de Maslow. Retomando la idea principal, el camino de la educación moderna a
la postmoderna es educar para el bien y la felicidad, cuya consecución consiste en la
posesión de sus valores. La filosofía moderna y postmoderna nos traslada al relativismo y
subjetivismo que conmueve a cualquier ámbito del ser, del conocer y del vivir y, en efecto,
a un sin fin de valores; en primer término, debemos destacar el hecho de que en la escuela
moderna prevalece la razón y el conocimiento objetivo. A diferencia, la escuela
postmoderna cree que la razón desconsidera al individuo, su contexto cultural y sus sesgos
4. subjetivos. Además, considera que la razón es manipulable y débil. Si retrocedemos al tema
de los paradigmas del currículum, podríamos decir que en la escuela moderna se sigue
un enfoque racional-tecnológico (lo importante es que el alumno alcance el conocimiento,
el cual es único y objetivo), mientras que la escuela postmoderna protege un enfoque socio-
crítico (da mucha importancia a la interacción social y al conocimiento compartido). Si nos
centramos en los modelos de estado, en la escuela moderna vemos un modelo de
instrucción por encima de la disciplina y autoritarismo del profesor, por otro lado, la
escuela postmoderna presenta un modelo de estado del bienestar (currículum abierto y
flexible, humanismo, respeto a la pluralidad...). Dentro de este marco surge la siguiente
interrogante ¿de verdad hemos avanzado? ¿Es mejor el enfoque postmoderno que el
moderno en la educación? Yo pienso que no debemos considerar el postmodernismo como
lo contrario a modernismo, sino como un "progreso". Los avances científicos y
tecnológicos también han colaborado en la aparición de esa postmodernidad. Se ha
avanzado en muchos aspectos, pero también se ha perdido autoridad sobre los alumnos y el
maestro se ve sólo como alguien sin iniciativa, siempre ocupado en tareas burocráticas. En
este mismo orden de ideas, las escuelas son una señal del aparente disgusto de la
modernidad ya que, bajo el aspecto protector de su identidad, con la que cubren sus
insuficiencias, esconden la irreverencia de los propios conocimientos transmitidos y de los
trabajos enseñados de la educación. Estas instituciones, deberían someterse a una
reconstrucción ya que sus cimientos (verdad, razón, esfuerzo, preparación para la vida e
inserción socio profesional, etc.) son inestables. Las escuelas son un signo axiomático
mediante el cual se reflejan/proyectan las ambivalencias, dudas, argumentaciones, que
dominan en el pensamiento-acción de la sociedad contemporánea. Finalmente sobre las
bases de las ideas expuestas se requiere una noción de educación más crítica, es decir,
decodificar las prácticas educativas de dominación, decodificar la voz de los grandes textos,
ya que el currículo no está constituido sólo de destrezas y contenidos, sino que también se
privilegian ciertas experiencias e historias y señala una cultura dominante en donde se trata
de construir nuestras propias prácticas educativas y de crear nuevas estrategias para
confrontar al estudiante con lo que podría ser una sociedad justa.