La campaña "PRENDETE" buscó promover el uso obligatorio del cinturón de seguridad en la Ciudad de Buenos Aires a través de avisos en medios de comunicación, folletos y operativos de control. Inicialmente hubo un aumento en el uso de cinturones, pero luego de unos meses los controles se redujeron y el uso cayó, por lo que se relanzó la campaña. La evaluación mostró que aunque hubo éxito inicial, se necesitaban controles permanentes para mantener los resultados.
Lecciones de sociología - Lección cuarta - moral cívica
T. de la Comunicacion - 2do par.ensayo - Dra.A.Suarez
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Andrada Daniel.
Del Grosso María Elena.
Lucas Rodríguez.
Titulo de la campaña: PRENDETE.
Uso del Cinturón de Seguridad en la Ciudad
El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires inició
una campaña de promoción y concientización
para hacer efectivo el control del uso del
cinturón de seguridad en conductores. Esta
iniciativa se suma a las distintas campañas
emprendidas por el Gobierno porteño con el
objetivo de alcanzar una mejor calidad de vida en el espacio público y mejorar
el tránsito en la Ciudad, como los controles de alcoholemia en conductores de
vehículos y el uso obligatorio de casco en conductores de motos, entre otras.
1. Esquema de Lasswell
Para el autor la vigilancia del entorno, la correlación de los componentes de la
sociedad y la transmisión del legado social eran las funciones primordiales que
los medios debían cumplir. Con su esquema, Lasswell, nos permite detenernos
en las diferentes instancias que identifica como participantes del proceso de
comunicación. Si bien el autor orienta sus investigaciones hacia la función de
los medios en procesos electorales y políticos que se desarrollaban en los
EEUU, es en definitiva un estudio del impacto de los medios en la sociedad.
Aplicado a nuestro interés inmediato podemos citar respecto de la campaña
“PRENDETE” y empleando el mencionado esquema de Lasswell, lo siguiente:
• ¿Quién?
Gobierno De La Cuidad Autónoma De Buenos Aires.
Como el órgano que observa y detecta el problema. Según
estadísticas, en la Ciudad de Buenos Aires los accidentes de tránsito
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provocaron la muerte de 175 persona en el 2001 y de 107 en el
2002, estimaciones relacionadas a estos hechos estiman en U$S
70.000.- dólares costo mensual promedio por accidente grave,
atendiendo solamente los rubros de gastos hospitalarios y de
rehabilitación.
• Dice Qué
Tradicionalmente la problemática de la seguridad vial se centraba en el sistema
que estructura el tránsito; su infraestructura y los métodos de control de las
normas para el mismo (usualmente desconocidas por los usuarios).
En la actualidad, y gracias a un giro hacia la atención del aspecto humano y
haciendo foco en una nueva gestión de riesgos, se intenta integrar nuevas
variables socioculturales. Esta apunta a establecer pautas que destaquen que
en una sociedad más moderna y más democrática, lo que “alguien” hace en
“alguien” repercute. El debilitamiento de los vínculos sociales y el perceptible
abandono del sentimiento de reciprocidad hacen imperativo que se
restablezcan las normas, su cumplimiento como único modo consensuado de
convivencia, y fundamentalmente del contexto para que esto suceda.
Una de estas normas, básica y muy sencilla de cumplir, es la del uso del
cinturón de seguridad.
El uso del cinturón es la medida más efectiva para reducir lesiones en caso de
accidentes. No llevarlo multiplica por cuatro la posibilidad de morir. Es
especialmente efectivo en casos de accidentes frontales, traseros y los que se
producen a baja velocidad; además, reduce la probabilidad de salir despedido
del auto. Chocar de frente a 50 kilómetros por hora, sin cinturón, equivale a
caer de un cuarto piso.
• En qué canal
La campaña fue desarrolla con afiches en vía pública, avisos en medios
gráficos, radiales y televisivos y también se distribuyeron folletos explicando
porque es necesario y obligatorio el uso del cinturón. Estos folletos se reparten
en los peajes de las autopistas de la Ciudad y durante los operativos de control
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de tránsito -como los controles de alcoholemia y de uso de casco en
conductores de moto- que realiza la Dirección de Seguridad Vial en distintos
puntos de la Ciudad.
• ¿A quién?
Al público usuario de vehículos automotor en general, tanto conductor como
transportado.
• ¿Y con qué efecto?
La campaña tiene como objetivo concientizar al público usuario del vehículo
automotor en la utilización del uso del cinturón de seguridad. Los
automovilistas que sean observados conduciendo sin tener el cinturón de
seguridad colocado serán advertidos, luego de 30 días la advertencia mutará
en multa efectiva.
Los accidentes de tránsito que ocurren en la Ciudad de Bs As constituyen en
un punto básico de la agenda pública de seguridad.
2. Los destinatarios primarios son todos aquellos usuarios de vehículos
automotores cuya función es el cumplimiento obligatorio de la Ley nº 24.449,
dicha ley menciona el uso obligatorio del cinturón de seguridad.
Se puede identificar como publico secundario a:
Pasajeros de taxis, todo control que actué sobre la circulación de vehículos
automotores, cabinas de peajes, servicios de asistencia médica, toda O.N.G
relacionada a la seguridad vial, la función de los anteriormente mencionados
debería ser la de acompañar a la concientización que promueve la campaña.
Se puede identificar como destinatario facilitador, a la Dirección General de
Seguridad Vial de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Los líderes de opinión que surgen de esta instancia, pueden ser ubicados en
lugares como:
La familia: hijos, conjugues, etc.
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La escuela donde los educadores les trasmiten a las generaciones jóvenes, los
valores modelados por nuevas normas constituyentes de la ideología de
seguridad vial que se persigue.
3. El objetivo real de la campaña es polivalente ya que se encuentra enfocado
primeramente en el usuario actual de cinturón de seguridad, persona sobre la
cual se reafirmará una conducta ya asumida; sabemos por los estudios de
Lazerfeld y Merton que una campaña de comunicación masiva no puede
cambiar conductas arraigadas sino solo apuntar a reafirmar las beneficiosas
existentes. En segundo término y basados en los autores mencionados un
objetivo es establecer un vínculo con aquellos que interpretan los objetivos de
la campaña y que son a su vez considerados por sus congéneres como gente
confiable por cercanía o parentesco, y conferirles el status de líderes de
opinión.
Lazerfeld y Merton con su “modelo de influencia personal” desvirtuaban el
supuesto poder de los medios de comunicación para influir sobre la opinión
pública trasfiriendo la preponderancia a los “líderes de opinión”.
4. La campaña “PRENDETE” se desarrollo a través de gráfica con afiches en la
vía pública:
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Avisos en medios radiales y televisivos y material de mano a entregar, como
ser, en cabinas de peaje:
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Los medios masivos “inmersos en un circuito comercial, están sujetos a la ley
de oferta y demanda” (U. Eco).
El gobierno que impulsa la campaña adquiere espacio en los medios para su
difusión. Los mensajes emitidos son dirigidos a un público heterogéneo y son
en consecuencia de simple lectura, con un lenguaje coloquial carente de
solemnidad (PRENDETE y no PRÉNDELO o ÚSALO).
Quien ya posee como conducta el uso del cinturón o sintoniza con la idea de
que procura seguridad, encuentra en estos avisos los motivos para la
reafirmación de las mismas. Quien no, seguramente no modificará su rutina por
el aviso, pero con su configuración amistosa y llamativa puede atraer a
personas mayores que sí optarían por el uso del cinturón, por el mensaje, que
a través de los medios le sugieren que usarlo es viajar más seguro y también a
niños que se convertirían en impulsores hogareños de la idea del empleo de
dicho elemento.
La obligación del uso del cinturón rige desde hace 10 años, pero no se cumple;
en consecuencia y con la campaña “PRENDETE” y su difusión masiva se
intenta comunicar que por 30 días existirá la gracia del aviso para luego pasar
a la multa.
La campaña se inicio en octubre del año 2004 con una difusión importante en
todos los medios. Lamentablemente la tragedia de Cromañón interrumpió su
ciclo a partir del reemplazo del los funcionarios del Gobierno de la Ciudad de
Buenos Aires que fueron desplazados de sus cargos y que tenían participación
en esta (fuente Clarín artículo:”Más del 50% sigue manejando sin usar cinturón
de seguridad. 6/06/2007).
El periodismo respondió a la campaña como en el caso del diario La Nación
con una nota publicada el viernes 10 de septiembre de 2004:
“Comenzó la campaña para fomentar el uso del cinturón de seguridad
Durante el lanzamiento de la iniciativa hubo una buena recepción de los
automovilistas porteños
En una recorrida realizada por LA NACION se observó que pocos
conductores lo llevaban puesto
La concientización se hará por un mes; después habrá multas de hasta $ 500”
5. Parámetros de evaluación de los resultados de la campaña.
Para comenzar observaremos a continuación el porcentaje de infracciones
cometidas hasta julio del 2004, anteriores al comienzo de la campaña en
octubre del mismo año.
2002 2003 2004 (hasta julio)
Total controles 4821 6622 3175
Infractores 511 587 204
porcentaje 10,60% 8,8% 6,42%
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La Dirección General de Seguridad Vial del Gobierno de la Ciudad de Buenos
Aires realizó, entre agosto de 2000 y julio de 2004, casi 35.000 controles de
uso de cinturón de seguridad.
Entre 2000 y 2003, del total del universo relevado sólo el 11% utilizaba el
cinturón de seguridad. Resulta interesante resaltar que el cinturón es más
utilizado entre las mujeres, el 19,40% de las mismas lo usaban, mientras que
entre los hombres sólo lo hacía el 9,60%.
Si bien no muy significativamente, el porcentaje de conductores que usan
cinturón creció durante el 2004: 11,76%. Esta tendencia se mantiene entre las
mujeres, de las cuales el 21,30 % lo usa, así como entre los hombres con el
11% de uso efectivo.
Podemos corroborar que durante la difusión de la campaña el uso del cinturón
de seguridad fue efectivo pero se comprueba a través de una estadística
realizada por Luchemos Por La Vida una alarmante baja del uso del cinturón de
seguridad en la ciudad de buenos aires en agosto del 2005:
Los resultados del estudio revelan que, si bien los porcentajes de uso del
cinturón aún son altos, se registra un descenso general del uso (31%), con
respecto a la primera semana de controles (octubre 2004).
Los resultados obtenidos demuestran la necesidad de reimplantar
urgentemente los controles. El éxito (que todos usemos el cinturón de
seguridad para salvar muchísimas vidas) dependerá de que una vez
reimplantados, se mantengan los controles, se focalicen más según los
resultados obtenidos y por sobre todo de su carácter de controles permanentes
y generalizados, es decir, en distintos y cambiantes puntos de la ciudad, no
sólo en el centro sino también en los barrios y entradas a la ciudad y deberán
realizarse alternativamente a toda hora del día pero también de la noche, tanto
los días hábiles como los feriados. Los controles deberán ser permanentes. Es
decir, no se deben limitar a semanas o algún mes, sino que deberán existir
todos los meses del año, y por muchos años.
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- Total de vehículos observados:15.242
- Días y horas: lunes a viernes de 8 a 18hs.
- Por la noche y días feriados, aunque no se completaron las mediciones, se
observa menor uso.
El fundamento del fracaso de dicha campaña puede verse reflejado en dos
ejemplos de notas en el diario clarín, que exponemos a continuación a forma
de soporte de nuestro análisis.
Clarín, miércoles 25 de mayo 2005
“Relanzaron los controles por el uso del cinturón de seguridad. Los habían
implementado en octubre de 2004, pero desde principios de año fueron
mermando. Hace 10 días volvieron en algunas avenidas y ya se hicieron 3.000
actas. La multa cuesta de $ 50 a $ 500”.
Los controles se hacen principalmente en el Macrocentro y en algunas de las
principales avenidas de los barrios. "Los rotamos y por supuesto no decimos
dónde vamos a estar para que sean sorpresivos", dijeron en la Dirección de
Seguridad y Educación Vial de la Ciudad. Según calculó Enrique Contartese,
funcionario de esta oficina y quien estuvo en el operativo de ayer, actualmente
"más del 80% de los conductores usa el cinturón". De acuerdo con datos de la
Asociación Civil Luchemos por la Vida, especialista en temas viales, en los
primeros meses de este año, cuando mermaron los controles, el uso había
bajado del 85% al 72%.
Si bien en la Comuna aseguran que los controles "nunca dejaron de hacerse",
admiten que luego de Cromañón "hubo otras prioridades" en materia de
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seguridad, como ordenar los boliches.
Basta detenerse unos minutos en el cruce de cualquier avenida céntrica
porteña para comprobar que son muchos más los automovilistas que usan el
cinturón, que los que no. Hace un año, antes de los controles, la relación era
inversa. Un estudio oficial de agosto de 2000, indicaba que sólo el 11% de los
conductores llevaba el cinturón.
En octubre del año pasado, tras un mes de intensa campaña de difusión (se
distribuyeron 25 mil folletos y se invirtieron más de 100.000 pesos en
publicidad), el Gobierno inició los operativos de control en distintos puntos fijos
de la Ciudad. El primer día se labraron 2.184 actas. Tres semanas después, la
cifra trepaba a 9.879, contra unas 7.000 en todo 2003
Ante la queja de algunos vecinos que dicen que el uso del cinturón está
relacionado con su seguridad y por eso no deben ser castigados, en el
Gobierno responden que ante un accidente interviene el sistema de salud
público y eso afecta a todos los contribuyentes. Con este argumento, entre
otros, anuncian que seguirán con las multas.
Clarín miércoles 6 de junio 2007.
La Ciudad
EN LA CIUDAD HUBO MAS DE 10.500 ACCIDENTES DE TRANSITO
DURANTE 2006
Más del 50% sigue manejando sin usar cinturón de seguridad
Es una tendencia que se mantiene desde 2005, pese a que la cantidad de
accidentes no disminuye. Los datos de la infracción son de una ONG.
Mientras los accidentes de tránsito no bajan y pese a algunas campañas de
control, más de la mitad de los conductores en la Ciudad sigue sin usar el
cinturón de seguridad. Así lo demuestran datos de que aporta la ONG dedicada
al tránsito Luchemos por la Vida. Y así lo corroboran también las estadísticas
del plan de seguridad vial lanzado recientemente en las autopistas porteñas,
donde se realiza una multa por falta de uso de cinturón cada nueve minutos, la
segunda falta más sancionada detrás del exceso de velocidad.
Un dato llamativo es que los índices de uso de cinturón cayeron desde 2005 y
se mantienen en los últimos años. En 2004, cuando Luchemos por la Vida
comenzó a hacer la medición, lo usaban el 86% de los conductores de
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automóviles particulares y el 58% de los choferes de camiones grandes. Hoy,
esos índices han bajado al 65% y al 31%, respectivamente, siempre según la
ONG.
"Es indudable que pesa la falta de controles. Es imprescindible que los
operativos de control se hagan en forma inesperada: en cualquier momento y
en cualquier lugar. El Gobierno de la Ciudad había lanzado una campaña muy
importante (en octubre de 2004), que dio buenos resultados. Sin embargo, la
tragedia de Cromañón provocó el reemplazo de todos los funcionarios del área
de seguridad y la campaña se interrumpió", dijo a Clarín el presidente de
Luchemos por la Vida, Alberto Silveira.
Esta infracción se verifica particularmente en los conductores profesionales. El
cinturón sólo es usado por el 56% de los taxistas (en cuyos coches suele no
haber o estar inutilizado el cinturón del asiento trasero), el 35% de los
conductores de ambulancias, el 45% de los choferes de camionetas y
camiones medianos y apenas el 2% de los conductores de patrulleros, de
acuerdo a las últimas mediciones.
Por lo tanto concluimos que si el propósito de la campaña era cambiar las
costumbres sobre el uso del cinturón de seguridad, podemos afirmar que no ha
logrado su propósito; mientras la misma se realizaba y en comunión con los
controles, los automovilistas corregían su hábito, ya sea al principio por la
sugerencia no penada y luego a través de la aplicación de la respectiva multa.
Ante la interrupción del proceso, lamentablemente apresurada por los hechos
de Cromañón, comienza a decaer su empleo según lo muestra el “cuadro de
estadísticas de porcentajes de uso”. Una campaña masiva no cambia los
hábitos ni impulsa rumbos en las decisiones de la ciudadanía hasta tanto
establezca relaciones con personas que se conviertan en líderes de opinión; en
este caso sería con una campaña de amplia extensión en el tiempo y en
conjunto con los controles respectivos.