El futuro bebé inicia su existencia como cigoto o huevo en la trompa del útero, a la mitad del camino entre el ovario, de donde salió el óvulo, y la parte interna del útero (cavidad endometrial), en donde se implantará una semana después. El material genético que aportan por partes iguales, la madre, mediante el óvulo, y el padre, mediante el espermatozoide, se fusiona, se mezcla y da origen a una nueva combinación genética única y diferente a la de los padres.