1. Hemorragia
La hemorragia es el escape copioso de sangre de un vaso sanguíneo, la cual se puede
presentar durante la cirugía o en las primeras horas posteriores a ésta, y primeros días
después de la misma.
En cuanto a las características de su origen:
a) Capilar: Su flujo es lento, se manifiesta como exudación capilar.
b) Venosa: Su flujo es a borbollones de color rojo oscuro.
c) Arterial: Su flujo es a chorro y de color rojo brillante.
En relación a su localización:
a) Evidente o externa hemorragia visible en forma superficial.
b) Interna (oculta) hemorragia no observable.
Manifestaciones clínicas
1. Aprensión, inquietud, sed, piel fría, húmeda, pálida y palidez peribucal.
2. Aumento de la frecuencia cardiaca y respiratoria, hipotensión e hipotermia.
3. Conforme aumenta la progresión de la hemorragia,se disminuirá el gasto cardiaco y
la presión del pulso, disminución de hemoglobina, hematócrito y de no corregirse a
tiempo, puede llegar a causar la muerte.
Tratamiento
1. El tratamiento es el mismo protocolo utilizado en el choque (ya mencionado con
anterioridad).
2. Inspeccionar la herida como posible sitio de hemorragia y aplicar vendaje
compresivo sobre el sitio de la hemorragia externa, como medida inicial. Si se
sospecha de una hemorragia interna, se realizarán exámenes radiológicos
pertinentes y tratamiento quirúrgico.
3. Aumentar el flujo de los líquidos intravenosos y administración de sangre tan
pronto como sea posible.
Las transfusiones sanguíneas numerosas y rápidas pueden conducir a una
coagulopatía y prolongar el tiempo de sangrado. Por lo que el paciente debe estar
bajo vigilancia estrecha ante la presencia de signos de tendencia hemorrágicos
aumentados, posteriores a la transfusión.
Tromboflebitis profunda
La tromboflebitis se presenta en las venas pélvicas o profundas de las extremidades
inferiores en los pacientes post-operatorios, con mayor frecuencia en cirugías de cadera,
seguida por prostatectomíaretropúbica y cirugía torácica y abdominal, la cual depende de la
complejidad de la cirugía y la gravedad fundamental de la enfermedad. Se considera que
los trombos venosos localizados por arriba de la rodilla, son la principal fuente de
tromboembolia pulmonar.
Causas
2. a) Lesión de la capa interior de la pared venosa.
b) Estasis venosa.
c) Hipercoagulopatía, policitemia.
d) Entre los factores de riesgo se encuentran la obesidad, inmovilidad prolongada, cáncer,
tabaquismo, edad avanzada, venas varicosas, deshidratación, esplenectomía y
procedimientos ortopédicos
Manifestaciones clínicas
1. La gran mayoría de las trombosis venosas profundas son asintomáticas.
2. Dolor o calambre en la pantorrilla o en el muslo, que evoluciona hasta presentar una
tumefacción dolorosa en toda la pierna.
3. Fiebre ligera, escalofrío y transpiración.
4. Hipersensibilidad notable sobre la cara anteromedial del muslo.
5. La flebotrombosis puede presentar coagulación intravascular, sin datos de
inflamación notable.
6. En la trombosis venosa profunda la circulación distal puede estar alterada si existe
inflamación importante.
Acciones de enfermería
1. Mantener la hidratación adecuada del paciente en la etapa
post-operatoria, evitando así la hemoconcentración.
2. Colocar medias antiembólicas, en el periodo pre-
operatorio (preferentemente) o vendaje de miembros
inferiores.
3. Propiciar la deambulación temprana, de no ser posible,
realizar ejercicios pasivos de las piernas.
4. Evitar cualquier dispositivo, como correas oropa ajustadas
que pudiesen limitar la circulación.
5. Evitar la fricción o masaje de pantorrillas o muslos.
Asimismo, la colocación de cojines o rollos para la
pantorrilla en los pacientes con riesgo por el peligro de
hacer presión en los vasos que se localizan bajo la rodilla.
6. Evitar la colocación de catéteres intravenosos en las
extremidades inferiores.
7. Instruir al paciente para que evite estar de pie o sentado o
cruzar las piernas durante periodos prolongados.
8. Valorar los pulsos periféricos, el llenado capilar y la
sensación en las extremidades inferiores.
9. Verificar la presencia de signo de Homan: Dolor en la
pantorrilla al realizar la dorsiflexión del pie. El 30% de los
pacientes con trombosis venosa profunda presentan este
signo.
3. 10. Iniciar tratamiento con anticoagulantes por prescripción
médica.
Complicaciones pulmonares
Atelectasia
La atelectasia ocurre las primeras 48 horas posteriores a la cirugía, en la que existe una
expansión incompleta del pulmón o una parte del mismo, se atribuye a la falta de
respiraciones profundas periódicas. Éste puede ocurrir cuando un tapón de moco cierra un
bronquiolo, lo que provoca que se colapsen los alveolos que se encuentran distales a dicho
tapón, dando como resultado la disfunción respiratoria. Los signos que se pueden
manifestar son: Taquipnea leve a intensa, taquicardia, tos, fiebre, hipotensión, disminución
de los ruidos respiratorios y de la expansión torácica del lado afectado.
Broncoaspiración
Es causada por aspiración de alimentos, contenido gástrico, agua o sangre en el sistema
traqueobronquial. Se debe considerar que los anestésicos y los narcóticos deprimen el
sistema nervioso central, originando la inhibición del reflejo nauseoso y tusígeo. Una
broncoaspiración abundante tiene una mortalidad del 50%. Los síntomas dependen de la
gravedad de la broncoaspiración, por lo general aparecen datos de atelectasia inmediata a la
broncoaspiración, taquipnea, disnea, tos, broncospasmo, silbilancias, ronquidos, estertores,
hipoxia y esputo espumoso.
Neumonía
La neumonía es una respuesta inflamatoria en la cual el gas alveolar queda reemplazado por
material celular. En los pacientes post-operatorios por lo general el agente etiológico son
por gramnegativos debido a la alteración de los mecanismos de defensa bucofaríngeos. Los
factores predisponentes incluyen: Atelectasia, infección de vías respiratorias superiores,
secreciones abundantes, broncoaspiración, intubación o traqueostomía prolongada,
tabaquismo, deterioro de las defensas normales del huésped (reflejo tusígeo, sistema
mucociliar, actividad de macrófagos alveolares).
Los síntomas que se advierten son: Disnea, taquicardia, dolor torácico pleurítico, fiebre,
escalofríos, hemoptisis, tos, secreciones espesas verdosas o purulentas y disminución de los
ruidos respiratorios en el área afectada.
Acciones de enfermería
Vigilar cuidadosamente la aparición de signos y síntomas en el
paciente como:
Presencia de febrícula o fiebre, elevación de la frecuencia cardiaca
y respiratoria, dolor torácico, signos de disnea y tos. También es
importante valorar el nivel del estado de conciencia,
manifestación de aprensión e inquietud.
1. Facilitar la función respiratoria por medio de:
4. a) Fisioterapia torácica y cambios posturales frecuentes.
b) Ejercicios respiratorios por medio de un espirómetro, o
cualquier dispositivo que propicie la expansión y
ventilación pulmonar con más eficacia. También se puede
pedir al paciente que realice 10 respiraciones profundas y
luego la sostenga, contar hasta cinco y exhalar.
c) Estimular al paciente a que tosa para eliminar las
secreciones. No olvidar que el paciente debe tener
protegida la herida quirúrgica ante este esfuerzo.
d) Deambulación temprana, que sea prescrita por el
médico.
2. Iniciar el tratamiento específico:
a) Administrar nebulizaciones por prescripción médica
para fluidificar las secreciones.
b) Colocar al paciente en posición fowler, semifowler o
rossier para facilitar la función respiratoria.
c) Administración de oxígeno por prescripción médica.
d) Estimular la ingestión de líquidos orales, ayuda a
fluidificar las secreciones y facilita su expectoración.
e) Administrar antibioticoterapia por prescripción médica.