1. El HEraldo
Bolivariano
¡¡¡ INCALIFICABLE ABUSO DE CONFIANZA !!!
Declaración de nuestro redactor jefe, Germán Laúdano Rosales
Respetados lectores, dilectos amigos, público en general: Con la concisión,
brevedad y espartano laconismo que nos caracteriza, procedemos a referirles
los detalles de lo que parece una proterva conspiración -que está siendo
enérgicamente investigada por el afamado comisario Ramos Tejedor,
sabueso tenaz donde los haya- destinada a denigrar a las más ínclitas
autoridades del Estado, y subsidiariamente, a socavar la acrisolada
trayectoria profesional del suprascrito .
Los hechos ocurrieron así: Con motivo de la celebración, ayer, del Día de
los Indios Motilones, el cronista que esto escribe obsequió a todos sus subor-
dinados, sin excluir al hasta hoy responsable de la sección de Poesía & Be-
llas Letras, licenciado F.J. Losdemonios (aka Peter Lorre), con un piscolabis
de fraterno hermanamiento. El mencionado individuo, de orígenes gachupi-
nescos, mostróse decidido partidario del pisco, aunque no tanto del labis. Sin
ánimo de lanzar la primera piedra -nadie más proclive que un servidor al
estímulo del consumo de los destilados patrios- indicamos esta circunstancia,
generalizada entre la redacción, d’ailleurs, por si pudiera servirle de atenuan-
te para su vergonzosa omisión in vigilando.
Ello no obstante, “que cada palo aguante su vela”, como dicen en Ultramar,
y la vela por la que ese caballerete tenía que velar era el decoro de su sec-
ción, el prestigio de su superior y last, but not least, el buen nombre de
nuestro líder carismático, objetivos fallidos todos ellos.
Aduce Losdemonios en su descargo que varios factores coadyuvaron al
ludibrio:
a) Las turgencias de la secretaria del Redactor Jefe. Pues bien, sepa el
mentado F.J. que en estos pagos las mujeres pueden tener dueño.
2. b) Que las libaciones eran precedidas de un brindis patriótico. Siendo ello
cierto, no lo es menos que los hombres de verdad -al menos por estos
rumbos- somos capaces de atender a la Patria y a Baco sin descuidar
nuestros deberes de serviolas.
c) Que la firma del espurio poema distrajo sus congénitas suspicacias
transportando su imaginación a las féminas de fácil virtud, gráciles
como lepidópteros, que en remotos archipiélagos denominan geishas
(pronunciése “gueixas”, añadió, petulante)
d) Que se considera víctima de una infernal conspiración tendente a
minar no sólo sus propias expectativas -hasta ayer doradas- sino los
fundamentos de la Civilización Occidental. A este respecto intervino
acertadamente el Pr. Dr. Comodoro M. Nosé (novísimo colaborador de
este hebdomadario, hombre de mundo, navegante, poeta soi-disant)
inquiriendo: ¿ Por qué meridiano te riges, Peter Lorre?. Has de saber
que algunos somos dependientes del de Bayamo.
Hubo que suspender de momento las deposiciones de Losdemonios,
porque apenas oído lo antedicho, mugió: “Anatema, Bayamo, Cuba,
¡Diablos Encarnados¡”, y desplomóse , con espuma en las comisuras
labiales.
-Se non chega a privarse, prosigue deica a Z-, comentó el Comodoro,
agudo observador y fino políglota. Interrogado sur le terrain sobre
sus capacidades lingüísticas, limitóse a responder que eran variadas,
pero que asunto tan reservado había de tratarlo primero con la tur-
gente secretaria, pues quizá ella las tuviera superiores a las suyas pro-
pias, y en segundo término estaba el jandoripén, que iba aparte.
Aceptadas las claúsulas, clausoróse el presunto antillano con la mo-
rocha ondulante en la bien surtida biblioteca de esta publicación pe-
riódica, lugar de donde no han egresado hasta el momento de redac-
tar estas líneas. Antes de cerrar las puertas del cónclave con doble
vuelta, comentó: “ Con la valiosa colaboración de esta polifacética
señorita, espero llegar al fondo del asunto más temprano que tarde”.
El autor de esta crónica confía en la caballerosidad del Comodoro y
en la virtud de la interfecta para que el aludido asunto sea el total
esclarecimiento de la autoría del nefando poema, y no la puesta en
práctica de actividades ajenas a la resolución del misterio que envuel-
ve la identidad de los responsables de este luciferino contubernio.