1. BANCA ELECTRÓNICA
Especialización de la banca a domicilio que permite al cliente de una entidad bancaria
realizar operaciones, mediante un conjunto de procedimientos informáticos que
conectan su ordenador al del banco, sin necesidad de desplazarse a la sucursal, y de
forma permanente.
A pesar de que en sus comienzos la banca electrónica se suministraba a través de redes
privadas bancarias a las que se conectaban los ordenadores de sus clientes mediante la
instalación de aplicaciones informáticas específicas de cada entidad financiera, hoy en
día el avance tecnológico en las comunicaciones hace posible que se ofrezca a través de
Internet, que es una red que tiene carácter público. De ahí que en la actualidad, a la
banca electrónica se la denomine comúnmente banca por Internet.
El cliente al darse de alta en el servicio, que suele ser gratuito, o a un coste anual
reducido, y a veces contratarse conjuntamente con el de banca telefónica, recibe un
conjunto de claves personales como las siguientes:
a) Número de usuario o identificador, que puede coincidir con el número de la
tarjeta de crédito o débito del cliente o con su documento nacional de identidad.
b) Clave de acceso al servicio, que puede ser numérica, alfabética o
alfanumérica, y lo habitual es que sea modificable por el propio cliente. Pueden
existir diferentes claves que permitan acceder únicamente a la consulta de
información o también a la realización de operaciones.
c) Clave de operación, que se solicitará como medida de seguridad al realizar
determinadas operaciones.
Como medida de seguridad adicional, a la hora de introducir las claves suele permitirse
un número de equivocaciones determinado, por lo general no superior a tres, tras las
cuales el acceso queda bloqueado y es preciso solicitar nuevas claves a la entidad.
Precisamente la seguridad es uno de los aspectos que más preocupa tanto a los usuarios
como a las entidades que ofrecen el servicio, siendo muy importante observar
recomendaciones como las siguientes con el fin de evitar la captación ilícita de nuestros
datos bancarios:
a) No atender correos electrónicos de entidades de las que no se es cliente.
b) No contestar correos electrónicos sospechosos sin confirmarlos
telefónicamente o personalmente con la entidad firmante de los mismos.
c) Comprobar que se accede a la página de Internet real de la entidad y que ésta
es segura antes de introducir ningún tipo de claves personales.
Al realizar las operaciones a través de banca electrónica, cuya oferta de productos y
servicios está en constante crecimiento, existe la posibilidad de imprimir un resguardo
justificativo o solicitar uno por correo. Además muchas de estas bancas permiten
personalizar el acceso a sus clientes, de tal manera que al conectarse aparezcan, por
ejemplo, las operaciones que más habitualmente se realizan.
2. Las entidades financieras suelen ofrecer mejores condiciones para los productos y
servicios que se contratan a través de banca electrónica, algo más acusado en aquellas
entidades que se han especializado en este canal para acceder a su clientela.
Banca por internet
Posibilidad de realizar todas las transacciones bancarias a través de Internet, sin
necesidad de desplazarse físicamente a la sucursal.
La industria de las finanzas siempre ha sido pionera en la utilización de todo tipo de
innovaciones, y las tecnológicas no iban a ser una excepción. El caso de Internet es
buen ejemplo de ello, y su uso como nuevo y complementario canal de distribución está
poco a poco consolidándose.
Los objetivos para las entidades financieras, como justificación de los canales
tecnológicos, son:
— Aumentar la fidelización de los clientes actuales (estrategia defensiva)
— Captar nuevos clientes y acceder a nuevos mercados (estrategia ofensiva)
— Modernizar la imagen de la entidad
— Abaratar el coste de las transacciones
— Desarrollar una plataforma tecnológica para la incorporación de nuevos
canales de distribución
— Generar ingresos adicionales por la vía del lanzamiento de nuevos servicios y
el cobro de nuevas comisiones
Internet tiene un alto de potencial de penetración en el sector financiero, por las propias
características de la red y de la actividad financiera en sí. Los productos y servicios
bancarios son digitalizables y no tienen problemas de almacenamiento y logística.
Como punto inicial, a la hora de plantearse una estrategia de presencia en la Red, la
entidad financiera debe establecer el tipo de modelo que va a desarrollar en Internet.
— Estrategia Integrada: Orientada a convertir al mayor número de clientes
tradicionales a Internet, siguiendo el razonamiento de que es más barato
convertir a los clientes actuales que conseguir nuevos clientes. El atractivo para
el cliente está en la comodidad, no en el precio. Clave: productos, servicios y
precios similares a los ofrecidos off line.
— Estrategia Agresiva: Es complementaria de la anterior, pero considera que
una parte de los clientes potenciales no sólo está interesada en la comodidad,
sino también en el precio. Clave: se ofrecerán los mismos productos, pero a
mejores precios que off line.
— Estrategia muy Agresiva: Igual que la anterior, pero más dirigida a arrebatar
clientes a otras entidades que a convertir en internautas a los propios. Clave:
Nuevos productos y servicios, diseñados específicamente para el cliente Online.
Adicionalmente se pueden vender productos de terceros, incluso de la
competencia, siempre que sean los mejores.
3. Una clasificación muy similar, distinguendo entre bancos pioneros, agresivos y
cautelosos, es la que explica que los pioneros pagaron cara la tecnología, pero su marca
es reconocida enseguida por el mercado. Los agresivos tenían mucho que ganar y poco
que perder. Los cautelosos se han beneficiado de la experiencia de los pioneros y de una
tecnología más barata.
Banca telefónica
Especialización de la banca a domicilio que permite a los clientes de una entidad
bancaria realizar operaciones por vía telefónica, sin necesidad de desplazarse hasta su
oficina.
Con respecto al horario en el que está disponible este servicio, algunas entidades lo
suelen ofrecer de forma restringida, mientras que otras permiten la comunicación
veinticuatro horas al día durante todo el año, inclusive en días festivos, aunque este
horario permanente no se extienda al conjunto de operaciones que puedan realizarse por
vía telefónica. En este último caso, lo normal es que el servicio facilite un sistema de
respuesta automática que interprete la voz del cliente o las pulsaciones en el teclado del
teléfono para transmitir instrucciones y poder realizar las operaciones y consultas
previstas. En ocasiones, sólo se podrá operar a través de un agente bancario que estará a
disposición de los clientes un horario determinado. Las conversaciones con el agente
quedan grabadas para mayor seguridad de los clientes, con la posibilidad de
transcribirlas en caso de conflicto sobre las instrucciones trasmitidas y su posterior
ejecución.
El cliente, una vez que se da de alta en el servicio de banca telefónica, el cual
acostumbra a ser gratuito, recibe de la entidad bancaria una clave secreta para poder
identificarse cuando hace la llamada, modificable por el usuario, y normalmente otra
clave para realizar las operaciones, que puede ser una tarjeta de coordenadas con letras
y números o una clave de firma, que refuerza la seguridad en el servicio. A veces el
acceso a los servicios de banca telefónica y banca electrónica de la entidad están
unificados, compartiendo las claves que permiten acceder a ellos y el contrato, en su
caso, que se firma.
El coste de la llamada dependerá del número elegido por la entidad financiera para
canalizar el servicio (número gratuito, coste de llamada local o provincial, coste
compartido, etcétera) y del tipo de teléfono utilizado y el lugar desde donde se efectúe la
llamada. Algunas entidades ofrecen menores costes, por ejemplo en la emisión de
transferencias o en la compra-venta de valores bursátiles, para los clientes que realicen
las operaciones a través de banca telefónica.
La rápida evolución tecnológica de la telefonía móvil está permitiendo que la
banca telefónica incorpore constantemente novedades unidas a las mejoras técnicas
(llamada de video, mensajes de texto, etcétera), lo que posibilita un servicio cada vez
más completo y un mayor número de operaciones accesible a través de este canal.
4. Operaciones a realizar
Actualmente la gran mayoría de las entidades financieras ofrecen servicios online.
Proporcionan a sus clientes una contraseña y firma digital para poder realizar la mayor
parte de las operaciones mediante Internet sin necesidad de acercarse a la oficina.
Habitualmente otorgan ventajas como transferencias gratuitas, posibilidad de registrar
las cuentas favoritas (cuentas con las que el titular suele operar), recargas de móvil,
envío de mensajes de texto, entre otras ventajas. Sin embargo, para contratar este
servicio se debe acudir a la oficina de la entidad.
Por otro lado, existen entidades financieras que solo operan online, es decir, que no
tienen oficinas físicas, como ING Direct, Openbank del Grupo Santander, entre otros.
La banca online permite realizar frecuentemente las siguientes operaciones:
Consultas de saldo y movimientos
Transferencias y traspasos tanto nacionales como internacionales
Pago de impuestos
Solicitud de cheques, tarjetas y cartilla de ahorro
Contrataciones de planes de pensiones, tarjetas de crédito o débito y otras
operaciones variadas
Calculadora y simuladores de gastos que ayudan al cliente a estimar los costes
de una hipoteca o de un servicio determinado
Seguridad de la banca online
La banca utiliza un sistema de seguridad llamado SSL (Secure Sockets Layer), que es
un sistema de encriptación que cifra la información antes de enviarla y solo otorga
acceso al destinatario para descifrarla, haciendo que los datos sean inaccesibles para
terceros. En cada operación el cifrado varía, lo que proporciona una mayor seguridad.
No obstante, el titular debe asegurarse de acceder de forma correcta a la página y evitar
posibles robos de identidad. Se debe tener en cuenta algunas recomendaciones
importantes en materia de seguridad en Internet. Entre algunas enunciamos:
Teclear la dirección del banco en la barra de navegación, no introducirla en
buscadores.
Al momento de acceder en la página web, debe aparecer un símbolo de un
candado (encriptación), es la forma de identificar que una página está protegida.
No acceder al banco desde el correo electrónico. A menudo se recibe publicidad
o información falsa (pishing) sobre entidades financieras. Esto consiste en hacer
pasar por autentica a una empresa o entidad financiera fraudulenta y solicitar
datos a los clientes de la misma, para poder realizar fraudes financieros. Entre
otros medios que utilizan para las operaciones engañosas se encuentran los
mensajes de móvil o llamadas telefónicas que suplantan la identidad de la
entidad oficial.
5. Otro problema frecuente en la actualidad es el denominado pharming, que
consiste en desviar (redireccionar) al cliente cuando teclea la dirección de su
banco a una página web falsa, con la misma apariencia que la real.
El titular dispone de un número o nombre de acceso, de una contraseña y de una
firma digital para poder realizar las operaciones. En caso de robo de cualquiera
de estos datos, deberá contactarse con la entidad. A partir de ese momento, el
banco se hará cargo de todos los gastos que se deriven de esta situación, salvo
que se descubra que ha habido un comportamiento negligente por parte del
titular de la cuenta.
La firma electrónica puede ser una combinación alfanumérica o unas
coordenadas de una tarjeta, que el banco haya proporcionado al cliente.
Proporciona un nivel bastante elevado en materia de seguridad.
Comisiones de la banca online
Normalmente, las operaciones que se realizan on line comportan menos comisiones que
las que se realizan físicamente, ya que el uso de Internet agiliza el trabajo en las oficinas
y se compensa con la gratuidad en ciertas operaciones. Sin embargo, dependiendo de la
entidad existen aún cobros por estos procedimientos.
Bolsa en la banca online
La banca online ofrece la posibilidad al cliente de participar en la Bolsa utilizando al
banco como intermediario, como ocurre con las cuentas de valores. Algunas entidades
ofrecen la posibilidad de programar la compraventa de acciones para el momento en el
que los costes y precios de mercado favorezcan al cliente. No obstante, es necesario
consultar las comisiones derivadas con la entidad.
Depósitos de bienvenida de la banca online
Se trata de uno de los productos más atractivos de la banca online. Cuando abrimos una
cuenta, podemos contratar un depósito de bienvenida, que consiste en un determinado
ingreso de capital con un alto interés y limitado a uno o dos o meses de contratación.
Ventajas de la banca online
Las cuentas bancarias online están protegidas por eficaces sistemas de
seguridad, por lo que además de agilizar las operaciones, se garantiza la
privacidad y seguridad de los datos del cliente.
Ahorro de tiempo y dinero. Se evita el pago por operaciones que serían
probablemente cobradas en la sucursal física, y ahorro de tiempo y dinero por la
eliminación de traslados físicos del cliente.
6. Desventajas de la banca online
La mayor parte de entidades financieras con sede física y que ofrecen la
posibilidad de operar online siguen forzando al cliente a acudir a la sucursal para
realizar algunas operaciones. La banca por internet no cubre todas las
operaciones y los problemas deben solucionarse en las propias oficinas.
Las entidades, aunque permiten casi todo tipo de operaciones, penalizan el uso
de oficinas reales, cobrando por las operaciones que se realizan en las
sucursales.
Muchas veces la obtención de datos para comenzar a operar por parte de una
entidad con sede física es lenta, lo que supone que muchos usuarios prescindan
de este servicio.
Muchas personas desconfían de Internet y siguen acudiendo a las oficinas.
Necesita de un conocimiento básico de Internet, el cual no todas las personas
poseen.
7. Instituto de Crédito Oficial (ICO)
El Instituto de Crédito Oficial (ICO) es una empresa pública española, adscrita al
Ministerio de Economía y Hacienda a través de la Secretaria de Estado de Economía,
que posee naturaleza jurídica de entidad de crédito con capacidad para prestar fondos a
terceros. Tiene personalidad jurídica, patrimonio y tesorería propios, así como
autonomía de gestión para el cumplimiento de sus fines. En concreto, persigue sostener
y promover actividades económicas que contribuyan al crecimiento y mejora de la
distribución de la riqueza nacional, y en especial aquellas actividades que por su
trascendencia social, cultural, innovadora o ecológica, merezcan una atención
prioritaria. En el logro de sus objetivos, desempeña una doble función de banco público
de inversión y de Agencia Financiera del Estado, por la que ejecuta las operaciones
financieras encargadas por el Gobierno ante situaciones excepcionales como, por
ejemplo, catástrofes naturales. Dentro de la faceta de banco público de inversión, el ICO
actúa de dos maneras distintas:
— En primer lugar a través de líneas de mediación, las cuales persiguen apoyar
a las empresas españolas mediante la financiación de sus inversiones,
fundamentalmente de tipo productivo. Los préstamos les conceden, con las
condiciones estipuladas por el propio ICO, las entidades de crédito privadas
(bancos, cajas de ahorro y cooperativas de crédito), las cuales se encargan de
estudiar, aprobar y formalizar las solicitudes presentadas por las empresas. En
este sentido, el ICO mantiene acuerdos de colaboración con la práctica totalidad
de las entidades de crédito que se encuentran implantadas en el territorio
nacional. Generalmente los fondos de estas líneas de mediación se destinan a
pequeñas y medianas empresas que se ven favorecidas por largos plazos de
amortización, tipos de interés preferenciales y cierta simplicidad en la
tramitación de los préstamos.
— En segundo lugar, se sirve de la concesión directa de fondos, al igual que
cualquier otra entidad de crédito, con fines tales como la financiación de grandes
proyectos de inversión realizados en España por empresas, administraciones
públicas y sus entes dependientes o en el exterior en los que participen empresas
españolas. A la hora de conceder fondos directamente, el ICO prima a una serie
de sectores que considera estratégicos: energía, gas y electricidad;
infraestructuras del transporte; medio ambiente; telecomunicaciones; etcétera.
Los fondos de financiación directa, a diferencia de lo que ocurre con las líneas
de mediación, se dirigirán generalmente a empresas de gran dimensión,
exigiéndose una cuantía mínima en los préstamos que suele cifrarse en torno a
los seis millones de euros. En este caso, las empresas interesadas en obtener el
préstamo habrán de dirigirse directamente al ICO, el cual se encargará del
estudio del proyecto y de la tramitación de la operación, así como de su riesgo
en el caso de que se conceda ésta.
El ICO es la última muestra de entidad de crédito público que pervive en España. El
advenimiento de la crisis financiera en 2008 ha dado un nuevo papel protagonista al
ICO al actuar como canalizador de las ayudas de diverso tipo que se han instrumentado
al objeto de reactivar la actividad empresarial.