3. Los "niños difíciles" son aquellos que, sin
salirse de la normalidad, tienen
ritmos biológicos y rutinas diarias
irregulares. Les cuesta adaptarse a
situaciones nuevas y se
caracterizan por la
incontrolabilidad de los niños
ante situaciones específicas.
4. Características de los
“niños difíciles”:
* Actúan de manera impulsiva.
* Presentan conductas agresivas
verbales o físicas.
* Son muy activos o inquietos.
* Gritan o lloran con frecuencia.
* Tienen rabietas o se amurran
cuando algo no les gusta.
5. * Les desagrada seguir instrucciones y cumplir
reglas.
* Quieren ser siempre los primeros en todo.
* Les gusta expresar sus emociones o lo hacen
de manera inadecuada.
* Son desafiantes ante la autoridad.
* Muestran dificultades para focalizar y
mantener la atención.
6. ¿COMO AYUDARLOS?
Pautas para orientar la labor de los educadores
en el manejo y formación de los niños que
presentan un perfil similar al descrito.
1.- Establecer reglas claras, determinar
desde el comienzo los premios o sanciones
por su cumplimiento o incumplimiento. Ser
consistente y riguroso en respetar lo
establecido, evitando hacer excepciones que
puedan confundirlos.
7. 2.- Enseñar y mantener rutinas diarias para todas
las actividades que los niños realizan en la escuela y
sugerir que los padres en la casa refuercen las
acciones.
3.- Instituir el diálogo como componente esencial
de la comunicación con los niños. Es importante
que se sientan escuchados, comprendidos y
respetados por los adultos, pues así refuerzan su
autoestima y seguridad en si mismos.
4.- Modelar las conductas deseadas, ya que el
comportamiento emocional es aprendido y se
adquiere por imitación de los adultos.
8. 5.- Observarlos con detención y conversar
frecuentemente con ellos para lograr conocerlos al
máximo y poder así determinar sus aspectos
fortalezas y debilidades.
6.- Generar instancias en que los niños puedan
realizar actividad física como forma de liberar la
gran cantidad de energía que suelen tener; como
deportes y labores cotidianas.
7.- Jamás retarlos o criticarlos en público
En un momento a solas para conversar con ellos sobre
lo ocurrido y preguntarles que les pareció lo que
hicieron. Ayudarlos con preguntas orientadoras si lo
requieren.
9. 8.- Al corregirlos, enfatizar claramente que sus
comportamientos son inadecuados y cuestionables,
pero no ellos como personas. Es muy diferente decir
“tu actitud con tu amigo fue egoísta” a decir “eres un
egoísta con tus amigos”. De esta manera se cuida su
autoestima y se transmite la idea de que solo deben
cambiar ciertas formas de actuar, pero no su esencia lo
cual suena mucho más alentador.
9.- Darles refuerzos positivos toda vez que muestren
un avance en su desarrollo personal, es decir,
premiarlos cuando se porten bien, se controlen y piensen
antes de actuar, respeten turnos, expresen
adecuadamente sus emociones, permanezcan atentos
durante una actividad, sigan instrucciones, etc. Utilizar
reconocimientos verbales más que materiales.