2. La referencia en español más remota que describe lo que es la autohemoterapia, se
encuentra en la Terapéutica Biológica de Gaston Lyon en el año de 1938. En donde cita:
“la autohemoterapia consiste en obtener de una vena cierta cantidad de sangre y
reinyectarla inmediatamente en el tejido muscular o subcutáneo. Por la corta duración
de tiempo que transcurre entre estas dos operaciones, no hay porque preocuparse por
una coagulación posible de la sangre.
Terapias autólogas de sangre "se aplican hace más de 100 años ", agregando que" Ya en
1898 los primeros tratamientos de auto-sangre se realizaron con éxito con los pacientes
con TB ". Según él, "En medicina tratamientos sanguíneos autólogos naturistas tiene
enorme importancia y son una gran adición al espectro medicina naturopática y
convencional".
3. Las dosis de sangre que se inyectan cuando se recurre a la autohemoterapia, varían de 2 a
10 c.c., en el lactante de 1 a 2 c.c. No hay ventaja alguna en inyectar dosis mayores, el
efecto util se obtiene con las pequeñas dosis ya indicadas.
Los hallazgos “in vitro” del investigador danés y premio nobel en 1984 Niels K. Jerne,
establecieron, sin querer, bases científicas para el desarrollo de la autohemoterapia, al
encontrar que en ciertas condiciones el sistema inmune se vuelve contra el cuerpo al que
debería defender, formando auto-anticuerpos que atacan al propio organismo causando
las llamadas enfermedades autoinmunes. Su teoría de la Red explica cómo una
enfermedad autoinmune puede ser tratada exitosamente con anti-anticuerpos.
4. La Autohemoterapia se utiliza de manera corriente en las diversas enfermedades de tipo
anafiláctico: coriza espasmódica eczemas, urticaria, eritemas polimorfos, accidentes
séricos, etc. El empleo en ciertas dermatosis ha sido recomendado por Ravaut (1913),
tratándose de esta manera los prurigos crónicos.
Este corto resumen demuestra que el campo de la autohemoterapia es amplio; tal vez se
ha extendido desmesuradamente, lo que era inevitable, de cualquier modo es uno de los
medios más preciados de desensibilización, por una parte, y por otra, constituye el
tratameinto de las infecciones de marcha torpe, presentando las ventajas de una inocuidad
indiscutible sobre otros medios que persiguen el mismo objeto.
5. AUTOHEMOTERAPIA PARA EL TRATAMIENTO DE ENFERMEDADES AUTOINMUNES
El Dr. Jorge González Ramírez comenta: “el gran avance es el transformar al autoanticuerpo
en antígeno ¿cómo lograrlo? mediante el choque térmico; lo que significa cambiar la
temperatura normal a la que permanece el autoanticuerpo que está en el organismo, que es
de 37°C, a una temperatura de 4°C y mantenerlo así. De esta manera el Autoanticuerpo que
es un Anticuerpo anormal, el cual es muy lábil se transforma en antígeno. En cambio el resto
de las proteínas no se alteran, porque sí así fueran todos los alpinistas o todos los que se
congelan un brazo o una pierna estarían inmunizados contra su propio organismos, y esto no
sucede”.
6. Las dosis de sangre que se inyectan cuando se recurre a la autohemoterapia, varían de 2 a
10 c.c., en el lactante de 1 a 2 c.c. No hay ventaja alguna en inyectar dosis mayores, el efecto
util se obtiene con las pequeñas dosis ya indicadas.
A fínales de la década pasada perfeccionó un procedimiento con el que logro resolver la
interrogantes mencionada mediante una mezcla que se elabora con 5ml. de sangre
suspendida en una solución salina adecuada e inócua en proporción 1:10, la cual se trata
por medio del choque térmico (al permanecer en refrigeración a 4°C) para transformar a los
auto-anticuerpos anormales en antígenos desarrollando con esta preparación un
tratamiento al que denominó “Autohemoterapia para el Tratamiento de Enfermedades
Autoinmunes”.
7. La Autohemoterapia consiste en aplicar al paciente la preparación hecha con su propia
sangre, la cual se inyecta subcutáneamente a razón de un mililitro diario. En caso de ser
necesario el tratamiento se reinicia después de la última inyección, el número de
intervenciones depende de la evolución del paciente.
Como la preparación se hace a base de la propia sangre del paciente. En muy poca cantidad,
además de estar diluída en una solución salina adecuada e inócua, es obvio que se trata de
una autotransfusión mínima por vía subcutánea, también es claro que no existe riesgo de
transmisión de infecciones que desgraciadamente si ocurre en muchos casos de las
transfusiones sanguíneas tan comúnmente realizadas. Una de las ventajas de esta
Autohemoterapia es que no se requiere del uso de ninguna droga inhibidora del sistema
inmune, ya que su principio se basa en todo lo contrario, estimularlo para lograr la curación
de la enfermedad, teniendo la gran ventaja que no ocasiona efecto colateral alguno.
El Dr. González comenta que “La explicación de la mejoría en la sintomatología diabética,
particularmente la angiopatía, es debida a la vasodilatación generalizada del organismo.
Teóricamente, los autoanticuerpos, por su gran tamaño, se van depositando en los capilares
finos característicos de las zonas con circulación lenta.Su acumulacoón va causando
progresivamente el taponamiento de dichos capilares, situación de la cual puede derivar la
gangrena en los pies, el desprendimiento de la retina y la nefropatía. Los macrófagos
resultan insuficientes ante la constante acumulación de autoanticuerpos. La autovacuna,
actuando como antígeno frente a los autoanticuerpos, limita poco a poco el número y
también la acumulación de autoanticuerpos, facilitando su destrucción por los macrófagos.
Al existir autoanticuerpos, unos detectables en laboratorio y otros no identificados , se