La luz ultravioleta (LUV) puede dañar el ADN y causar cáncer. Se divide en LUV-A, LUV-B y LUV-C, siendo la LUV-B la más dañina para la piel. Tanto la luz solar como la artificial exponen al cuerpo a la LUV, lo que requiere el uso de protectores. Algunos tratamientos con lámparas también han mostrado daños al ADN, por lo que se deben estudiar para determinar cuáles son más seguras.
1. La luz
La luz es una radiación constituida por
diferentes niveles de energía, y hablar
de esta equivale a hablar de longitudes
de onda, pues de acuerdo a ellas
difieren los tipos de luz.
Sabemos que la radiación solar es vital
para el desarrollo de la vida en la tierra;
además, nos ofrece muchos beneficios,
tanto a la salud como la vitamina D, y
ayuda en el proceso de fotosíntesis e
incluso sirve como antidepresivo. Pero
sus efectos sobre los seres vivos no
solo son positivos, también nos puede
causar perdida de la piel entre otros
efectos negativos, principalmente
producidos por LUV.
Según Martínez y Zúñiga (2012), nos
dicen que: desde los años sesenta del
siglo XX, se viene estudiante los
efectos que tienen los rayos ultravioleta
en el ADN de las células cutáneas. Se
descubrió que los rayos ultravioleta B
(UVB) creaban enlaces entre Algunos
átomos de la molécula de ADN,
mientras que los ultravioleta A (UVA)
actuaban de forma indirecta, al alterar
diversos componentes celulares. El
resultado se asocia con el
envejecimiento de la piel. Los UVB, son
los que menos se encuentran en las
radiaciones y se considera que son los
dañinos para la piel.
Los efectos de la radiación
solar en el ADN
Hoy en día es muy común el uso de
lámparas para crear luz artificial. Esta
luz a pesar de no ser transmitida por el
sol causa un gran daño. De Igual
manera, se sabe que la luz que emite
el sol produce daño al ADN, originado
principalmente por la luz ultravioleta.
Siempre estamos expuestos a la luz
ultravioleta, de modo natural o artificial,
en lapsos de tiempos, lo que es
perjudicial, pero no se le da la
importancia necesaria.
La luz ultravioleta se divide en tres
tipos: LUV-A, LUV-B, LUV-C. Estas
radiaciones son adsorbidas por el ADN.
Los tres tipos de LUV producen daño
directo, que consiste en atacar el
material genético al formar unas
estructuras que evitan la síntesis
normal del ADN, esto conduce a la
muerte de la célula, producen
mutaciones y fragmentan el material
genético. Esto ocasiona el desarrollo
de cáncer y pérdida del material
genético.
Las ondas de la luz ultravioleta destruye
el ADN
2. La LUV-A puede afectar de manera
directa o indirecta, lo que quiere decir
que posee un doble efecto. El daño
indirecto consiste en crear radicales
libres, moléculas muy reactivas que
producen una serie de cambios que al
final también dañan al ADN. El poder
de penetración de esta luz es tan
profundo que no produce quemaduras,
mientras que la LUV-B y la LUV-C
penetran las capas más superficiales
de la piel, haciendo evidente su daño
por la formación de un proceso
inflamatorio conocido como eritema o
enrojecimiento, y también bronceado.
Mundialmente se buscan diversas
maneras de crear la protección contra
la LUV-A con base en la capacidad de
inducir pigmentación (también se
produce con la LUV-B), que consiste en
obtener la dosis de mínima de
pigmentación en la piel protegida, y la
dosis de mínima pigmentación en la
piel no protegida.
Lámparas de luz en la
medicina y la vida cotidiana
Recientemente, mediante la prueba
cometa y la de micronúcleos, se
encontraron daños en el ADN de recién
nacidos expuestos a fototerapia,
relacionándose esos daños con un
incremento de radicales libres
generados por el tratamiento, de
manera que es necesario estudiar el
tipo de lámpara que menos efectos
negativos produce, o bien poner en
práctica medidas de protección.
Esta es una de las razones que obliga
a examinar los efectos de la luz al ADN
que pudieran ocasionar las diversas
fototerapias de acuerdo a la longitud de
onda, intensidad y tiempo de
exposición. Conociendo que este
tratamiento puede ser perjudicial se
debe tomar medidas de precaución a la
hora de utilizar este tipo de lámparas.
Se tiene que estudiar cuales son las
que producen este efecto negativo y
eliminarlas. Las exposiciones a la luz
puede ser de manera natural o artificial
y ambas producen efectos negativos y
positivos para la salud. Es de
preocuparse al ver cómo va
aumentando día con día el número de
personas enfermas que se expusieron
a fuentes de luz, y es hora de tomar
conciencia de todos los daños que le
hacemos a al cuerpo y de manera
responsable tomar medidas para seguir
evitando la cantidad de LUV que recibe
nuestra piel día a día.
Quemaduras causadas por la luz
ultravioleta.
Protectores contra la luz ultravioleta
Lámparas que no emiten LUV