TIPOLOGÍA TEXTUAL- EXPOSICIÓN Y ARGUMENTACIÓN.pptx
Revista semana vocacional 2017 p 42, 43
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ecordar el momento preciso en
que me sentí llamada a dar una
respuesta a Dios entregando mi
vida al servicio de los pobres en
la Compañía de las Hijas de la
Caridad me sería un poco com-
plicado.
Complicado porque mi vida y mi itinerario vocacio-
nal está vinculado a muchos pequeños momentos
que hicieron posible esa respuesta: mi educación
en una escuela de las Hijas de la Caridad, mi for-
catequesis, convivencias, campamentos, encuen-
tros, etc, la oportunidad de vivir la experiencia de
la misión ad gentes en Honduras, los ancianos y las
hermanas de la Residencia San Vicente de Paúl en
Palma que me enseñaron a ponerme al servicio de
los pobres, las hermanas que me han acompañado
en los diferentes momentos y etapas, y como no, el
haber nacido en una familia que me quiere y que
confía en mí. Ciertamente, “cuando Dios escoge a
alguien para una vocación particular, Él mismo
se compromete a señalarle el camino”. Estoy
para que yo fuera capaz de dar una respuesta.
Hoy, 12 años después de haber dado aquel “impor-
tante sí” al entrar en la Compañía, vivo mi vocación
al servicio de las personas sin hogar en la Obra So-
cial Santa Lluïsa de Marillac en Barcelona. También
aquí he experimentado la presencia de Dios que
me acompaña y me ayuda en las hermanas que han
sido para mi testimonio y modelo de un servicio
R
TESTIMONIO VOCACIONAL
ILUSIÓN-LLAMADA-LLEVAR-SILENCIO
OYE SU VOZ, ¡ENRÉDATE!
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SOR LAURA GARCÍA
cercano, humilde y sencillo, y sobre todo, la presencia de Dios en los pobres. De ellos
aprendo a valorar la vida, a luchar y recomenzar cuando todo parece que está perdido.
Hoy, mi respuesta a Dios consiste en caminar junto a aquellos que viven una vida marca-
da por el desarraigo, la soledad, la falta de sentido, la enfermedad, las drogodependen-
-
al lado de aquel que ya no puede caminar. Con unos y con otros quiero vivir mi servicio
como Jesús me enseña: “arrodillán-
dome, con la toalla ceñida, para
lavar los pies” de aquellos que de
una manera muy especial necesi-
tan ser mirados, acogidos y tratados
como Jesús lo haría.
Dios sale al encuentro de nuestras
vidas y necesita de nosotros un cora-
zón abierto y sencillo para poder
reconocerle. Dios sale a tu encuentro.
¡Déjate guiar por Él y atrévete a dar
una respuesta!
REVISTA VOCACIONAL HIJAS DE LA CARIDAD Y MISIONEROS PAÚLES