Una panorámica al sexismo en los medios de comunicación de Bolivia, gracias al estudio desarrollado con la Coordinadora de la Mujer "Narrativas mediáticas sexistas" 2016, La Paz.
2. Un siglo intercomunicados y medio siglo
cuestionando uso de la mujer como objeto
sexual, perpetuando estereotipos de
subordinación.
MAS DE MEDIO SIGLO DE LUCHA
3. .
MAS DE MEDIO SIGLO DE LUCHA
Como hace más de media centuria se
nos siguen imponiendo
características como debería ser
femenina una mujer o cómo debe ser
masculino un hombre….
4. 4
Hasta que hemos alcanzado una
sofisticación deslumbrante con la
biotecnología médica para la
modelación de los cuerpos
5. 5
y replicar el arquetipo de la
ultrafamosa Barbie incluso para
adaptarlos a nuestras realidades
multiculturales, fisonómicas o
fenotípicas que han consolidado la
millonaria industria de la belleza
6. Avanzamos en conquistas por la
equidad, pero seguimos con los
anclajes del sexismo
Aleja a la mujer del entorno laboral diverso
y prestigioso, relegándola a las tareas del
hogar
El hombre permanece en la esfera de la
autoridad, en lo público.
Desde lo mediático, en general, la
imagen de las mujeres se
representa ajena a los cambios
sociales y a las nuevas realidades
de muchas.
7. Hace presión sobre el
cuerpo de la mujer
ante la tiranía de
patrones de belleza
anglosajones,
reforzando las
narrativa visuales y
textuales de la
cosificación y
sexismo, en la TV,
publicidad, cine,
entretenimiento
infantil, redes sociales,
tic tock
Avanzamos en conquistas por la
equidad, pero seguimos con los
anclajes del sexismo
8. Hoy el énfasis está en la
hipersexualización particularmente de
las adolescentes y jóvenes, e incluso
de la niñez, lo afro y también lo
indígena
Avanzamos en conquistas por
equidad, pero seguimos con
anclajes SEXISTS
12. .
Amplifica las desigualdades sociales,
discriminación, menosprecio …
"inferiorización" en la producción televisiva,
publicitaria y la MUSICA
Subalternización la constante
13. Violencia Simbólica
Discriminación mediática -
violencia simbólica :
violencia amortiguada,
insensible, e invisible para
sus propias víctimas, que
se ejerce esencialmente a
través de los caminos
puramente simbólicos de la
comunicación y del
conocimiento o, más
exactamente, del
desconocimiento, del
reconocimiento o, en
último término, del
sentimiento.