Planificacion Anual 2do Grado Educacion Primaria 2024 Ccesa007.pdf
Karl popper
1. Karl Popper
Karl Raimund Popper (Viena, 28 de julio de 1902 -
Londres, 17 de septiembre de 1994) fue un filósofo y teó-
rico de la ciencia, de origen judío, nacido en Austria, aun-
que más tarde se convirtió en ciudadano británico.
1 Vida
Karl Popper, nacido en Viena, fue hijo del abogado pro-
testante Simón Siegmund Carl Popper y de su esposa pro-
testante Jenny Schiff, siendo descendientes de familiares
de religión judía. Popper mismo se caracterizaba como
agnóstico. De la familia Schiff provenían varias persona-
lidades significativas de los siglos XIX y XX tales como
el director de orquesta Bruno Walter. La familia de Pop-
per se había convertido al protestantismo dos generacio-
nes antes de que él naciera en 1902. Su abuelo paterno
tenía una formidable biblioteca en la que él, desde niño,
contraería la pasión de la lectura. Nunca se consoló de
haber tenido que venderla cuando se desplomaron las fi-
nanzas de su familia que, durante su infancia, había sido
muy próspera.
En la Viena multicultural de principios del siglo XX, que
vio nacer a Karl Raimund Popper, la situación de los
judíos era compleja. Por un lado, pertenecían a las capas
medias y altas de la sociedad, ocupando con frecuencia
posiciones destacadas en la economía y la política, pe-
ro, por otra parte, eran habituales las manifestaciones de
antisemitismo.[cita requerida]
Popper se destacó pronto por
un precoz rechazo a toda forma de nacionalismo —la re-
gresión a la tribu— lo que lo llevó a oponerse al sionismo
y siempre pensó que la creación de Israel fue “un trágico
error”. En el borrador de su Autobiografía escribió una
frase durísima: “Inicialmente me opuse al sionismo por-
que yo estaba contra toda forma de nacionalismo. Pero
nunca creí que los sionistas se volvieran racistas. Esto me
hace sentir vergüenza de mi origen, pues me siento res-
ponsable de las acciones de los nacionalistas israelíes”.
Pensaba entonces que los judíos debían integrarse a las
sociedades en las que vivían, como había hecho su fami-
lia, porque la idea del “pueblo elegido” le parecía peli-
grosa. Presagiaba, según él, las visiones modernas de la
“clase elegida” del marxismo o de la “raza elegida” del
nazismo.
Cuando Karl Popper comenzó sus estudios universitarios,
en la década del 1920, la escena política estaba domi-
nada efímeramente por la izquierda: florecía entonces la
llamada Viena Roja. También Popper, interesado prin-
cipalmente en la pedagogía política, se implicó en este
movimiento, ingresando en las juventudes socialistas.
Tras presentar en 1928 una tesis doctoral fuertemen-
te matemática dirigida por el psicólogo y lingüista Karl
Bühler, Popper adquirió en 1929 la capacitación para dar
lecciones universitarias de matemáticas y física. En estos
años tomó contacto con el llamado Círculo de Viena. No
obstante su cercanía con este, Popper cuestionó siempre
algunos de los postulados más significativos de este gru-
po de pensadores, lo que dificultó su integración en él.
En cualquier caso, el Círculo se vio influido por la fun-
damentada crítica de Popper y, de hecho, La lógica de la
investigación científica (en alemán Logik der Forschung),
principal contribución de Popper a la teoría de la ciencia,
apareció por primera vez en una serie de publicaciones
del propio círculo vienés, a pesar de que contenía una mo-
derada crítica al positivismo de esta comunidad de filó-
sofos. La obra fue recibida como fruto de las discusiones
del círculo, lo que llevó a muchos a calificar equivocada-
mente a Popper como positivista.
El ascenso del nacionalsocialismo en Austria llevó final-
mente a la disolución del Círculo de Viena. En 1936 su
fundador Moritz Schlick fue asesinado por un estudian-
te. En 1937, tras la toma del poder por los partidarios de
Hitler, Popper, ante la amenazante situación política se
exilió en Nueva Zelanda, tras intentar en vano emigrar a
Estados Unidos y Reino Unido.
En el Canterbury College en Christchurch, Popper vivió
aislado y hasta cierto punto desconectado de un mundo
que se precipitaba entonces en el torbellino de la Segunda
Guerra Mundial. En este entorno Popper redactó La so-
ciedad abierta y sus enemigos (en alemán Die offene Ge-
sellschaft und ihre Feinde). También de aquella época da-
ta su amistad y colaboración con el neurobiólogo John C.
Eccles, junto al que escribiría El Yo y el cerebro en 1977.
Tras la guerra, en 1946, Popper ingresó como profesor
de filosofía en la London School of Economics and Politi-
cal Science. El sociólogo y economista liberal Friedricht
August von Hayek fue uno de los principales valedores
de Popper para la concesión de esa plaza. Sin embargo,
la relación entre ambos pensadores es aún controvertida.
A pesar de que ambos mantenían posiciones metodoló-
gicas parecidas y de que Popper hizo suyos algunos con-
ceptos fundamentales de las obras de Hayek, tales como
el principio del orden espontáneo, lo cierto es que Pop-
per desconfiaba de los mecanismos puros del libre mer-
cado que abanderaba Hayek, predicando más bien cierto
intervencionismo pero que no desembocara, en cualquier
caso, en el control o en la propiedad estatal.
1
2. 2 2 PENSAMIENTO
Tumba de Karl Popper
En 1969 se retiró de la vida académica activa, pasando a la
categoría de profesor emérito, a pesar de lo cual continuó
publicando hasta su muerte, el 17 de septiembre de 1994
en East Croydon (Londres).
Los logros filosóficos de Karl Popper le valieron numero-
sos reconocimientos, tales como ser nombrado caballero
por la reina Isabel II del Reino Unido en 1969. Reci-
bió la insignia de Compañero de Honor (Companion of
Honour) en 1982, el premio Lippincott de la Asociación
Norteamericana de Ciencias Políticas y el premio Son-
ning. Fue miembro de la Sociedad Mont Pelerin, una co-
munidad de estudios fundada por Hayek para promover
una agenda política liberal, así como de la Royal Society
de Londres, con el rango de miembro, y de la Academia
Internacional de la Ciencia. Entre otras, cultivó la amistad
del canciller alemán Helmut Schmidt. Algunos conocidos
discípulos de Popper fueron Hans Albert, Imre Lakatos,
y Paul Feyerabend.
2 Pensamiento
2.1 Epistemología
“Creo, sin embargo, que al menos existe
un problema filosófico por el que se interesan
todos los hombres que reflexionan: es el de
la cosmología, el problema de entender el
mundo... incluidos nosotros y nuestro cono-
cimiento como parte de él. Creo que toda
ciencia es cosmología, y, en mi caso, el único
interés de la filosofía, no menos que el de la
ciencia, reside en los aportes que ha hecho a
aquella; en todo caso, tanto la filosofía como
la ciencia perderían todo su atractivo para mí
si abandonasen tal empresa.”
Karl Popper. La lógica de la investigación
científica. México, Rei, 1991.
Popper expuso su visión sobre la filosofía de la ciencia en
su obra, ahora clásica, La lógica de la investigación cien-
tífica, cuya primera edición se publicó en alemán (Logik
der Forschung) en 1934. En ella el filósofo austríaco abor-
da el problema de los límites entre la ciencia y la meta-
física, y se propone la búsqueda de un llamado criterio
de demarcación entre las mismas que permita, de forma
tan objetiva como sea posible, distinguir las proposicio-
nes científicas de aquellas que no lo son. Es importante
señalar que el criterio de demarcación no decide sobre la
veracidad o falsedad de una afirmación, sino sólo sobre si
tal afirmación ha de ser estudiada y discutida dentro de la
ciencia o, por el contrario, se sitúa en el campo más es-
peculativo de la metafísica. Para Popper una proposición
es científica si puede ser refutable, es decir, susceptible
de que en algún momento se puedan plantear ensayos o
pruebas para refutarla independientemente de que salgan
airosas o no de dichos ensayos.
En este punto Popper discrepa intencionadamente del
programa positivista, que establecía una distinción entre
proposiciones contrastables (positivas), tales como Hoy
llueve y aquellas que, según los positivistas, no son más
que abusos del lenguaje y carecen de sentido, por ejemplo
Dios existe. Para Popper, este último tipo de proposicio-
nes sí tiene sentido y resulta legítimo discutir sobre ellas,
pero han de ser distinguidas y separadas de la ciencia.
Su criterio de demarcación le trajo sin querer un conflic-
to con Ludwig Wittgenstein, el cual también sostenía que
era preciso distinguir entre proposiciones con sentido y
las que no lo tienen. El criterio de distinción, para Witt-
genstein, era el del “significado": solamente las proposi-
ciones científicas tenían significado, mientras que las que
no lo tenían eran pura metafísica[cita requerida]
.
Era tarea de la filosofía desenmascarar los sinsentidos de
muchas proposiciones autodenominadas científicas a tra-
vés de la aclaración del significado de las proposiciones.
A Popper se le encuadró en dicha escuela cuando formuló
su idea de la demarcación, pero él mismo se encargó de
aclarar que no estaba de acuerdo con dicho planteamien-
to, y que su tesis no era ningún criterio de significación
(Popper siempre huyó de cualquier intento por aclarar
significados antes de plantear teorías). Es más, Popper
planteó que muchas proposiciones que para Wittgestein
tenían significado no podían calificarse como ciencia co-
mo, por ejemplo, el psicoanálisis o el marxismo, ya que
ante cualquier crítica se defendían con hipótesis ad hoc
que impedían cualquier refutación.
Lo cierto es que Popper era consciente del enorme pro-
3. 2.1 Epistemología 3
greso en el conocimiento científico que se experimentó
en los siglos que le precedieron, en tanto que problemas
como la existencia de Dios o el origen de la ley moral
parecían resistirse sin remedio, puesto que no mostraban
grandes avances desde la Grecia clásica. Por ello, la bús-
queda de un criterio de demarcación aparece ligada a la
pregunta de ¿qué propiedad distintiva del conocimiento
científico ha hecho posible el avance en nuestro entendi-
miento de la naturaleza? Algunos filósofos habían busca-
do respuesta en el inductivismo, según el cual cuando una
ley física resulta repetidamente confirmada por nuestra
experiencia podemos darla por cierta o, al menos, asig-
narle una gran probabilidad. Pero tal razonamiento, co-
mo ya fue notado por David Hume, no puede sostener-
se en criterios estrictamente lógicos, puesto que éstos no
permiten extraer (inducir) una ley general (universal) a
partir de un conjunto finito de observaciones particula-
res. Popper supera la crítica de Hume abandonando por
completo el inductivismo y sosteniendo que lo primero
son las teorías, y que sólo a la luz de ellas nos fijamos en
los hechos. Nunca las experiencias sensibles anteceden a
las teorías, por lo que no hay necesidad de responder có-
mo de las experiencias particulares pasamos a las teorías.
Con ello, Popper supera la polémica entre empirismo y
racionalismo, sosteniendo que las teorías anteceden a los
hechos, pero que las teorías necesitan de la experiencia
(en su caso, de las refutaciones) para distinguir qué teo-
rías son aptas de las que no.
La salida a este dilema, propuesta en La lógica de la in-
vestigación científica, es que el conocimiento científico no
avanza confirmando nuevas leyes, sino descartando le-
yes que contradicen la experiencia. A este descarte Pop-
per lo llama falsación. De acuerdo con esta nueva inter-
pretación, la labor del científico consiste principalmente
en criticar (acto al que Popper siempre concedió la ma-
yor importancia) leyes y principios de la naturaleza para
reducir así el número de las teorías compatibles con las
observaciones experimentales de las que se dispone. El
criterio de demarcación puede definirse entonces como la
capacidad de una proposición de ser refutada o falsada.
Sólo se admitirán como proposiciones científicas aquellas
para las que sea conceptualmente posible un experimen-
to o una observación que las contradiga. Así, dentro de
la ciencia quedan por ejemplo la teoría de la relatividad
y la mecánica cuántica, y fuera de ella, el marxismo o
el psicoanálisis. En este sentido, resulta extremadamente
revelador el pensamiento que Popper escribió en las pri-
meras páginas de su autobiografía Búsqueda sin término:
...Porque fue mi maestro quien me ense-
ñó no solamente cuan poco sabía, sino también
que cualquiera que fuese el tipo de sabiduría
a la que yo pudiese aspirar jamás, no podría
consistir en otra cosa que en percatarme más
plenamente de la infinitud de mi ignorancia.
En el sistema de Popper se combina la racionalidad con la
extrema importancia que la crítica tiene en el desarrollo
de nuestro conocimiento. Por eso, tal sistema fue bauti-
zado como racionalismo crítico.
Las ideas de Popper sobre el conocimiento científico pue-
den considerarse como la base que sustenta el resto de sus
contribuciones a la filosofía. Además han gozado de enor-
me popularidad desde que fueron publicadas por primera
vez y, al menos entre la comunidad científica, el concepto
de falsabilidad ha enraizado fuertemente y es comúnmen-
te aceptado como criterio válido para juzgar la respeta-
bilidad de una teoría. Consciente de ello, y de las críticas
que suscitaron sus teorías, Popper amplió y matizó su tra-
bajo originario en sucesivas ediciones y postscripta.
...Acepto la tesis de que sólo debemos lla-
mar «real» a un estado de cosas si (y solo si)
el enunciado que lo describe es verdadero. Pe-
ro sería un grave error concluir de esto que la
incerteza de una teoría, es decir, su carácter hi-
potético o conjetural, disminuye de algún mo-
do su aspiración implícita a describir algo real.
En segundo lugar, si es falso, entonces contra-
dice a un estado de cosas real. Además, si po-
nemos a prueba nuestra conjetura y logramos
refutarla, vemos muy claramente que había una
realidad, algo con lo cual podía entrar en con-
flicto. Nuestras refutaciones, por ende, nos in-
dican los puntos en los que hemos tocado la
realidad, por decir así. (Conjeturas y refutacio-
nes, Ediciones Paidós, Popper, 1983: Página
152)
Popper hace mención en este escrito que para cada conje-
tura existe, ha existido y siempre existirá una refutación,
lo que significa que: si algo tiene la posibilidad de ser fal-
so puede ser cierto. Sin embargo cuando algo no puede
ser falso es tan utópico que nunca podría ser verdadero.
Ya que para que exista la posibilidad de que sea real, ne-
cesita su contraparte de ser falso. Ya que para que exista
algo real debe existir su lado irreal. Y es mediante su di-
lema del falsacionismo como Popper logra explicar que
para que exista ciencia deben existir modelos científicos
que expliquen sucesos o verdades y que sean totalmente
aplicables a la realidad para que funcionen en la mayoría
de los casos. Y por esto deja fuera a todas las ciencias
sociales, ya que estas no están metódicamente explicadas
por modelos, simplemente se basan en la observación de
patrones y fundamentos.
En cuanto a su idea del conocimiento, para Popper cuanto
más específico y complejo sea el modelo científico, más
apegado a la realidad estará. Sin olvidar nunca que para
que existan modelos y teorías verdaderas, siempre ten-
drán que existir sus contrapartes y más teorías que las in-
validen. Que son igualmente verdaderas. Lo que significa
que solo se puede generar una verdad, (o lo que se defi-
ne como conocimiento) a partir de modelos científicos o
hipótesis perfectas, pero como la creación de estas es al-
go utópico, Popper se conforma con que el modelo sea lo
4. 4 2 PENSAMIENTO
suficiente aproximado para que funcione en la mayoría
de los escenarios. Siempre haciendo énfasis y reiteran-
do en que existe lo falso en lo verdadero, y que una idea
o concepto nunca será completamente verdadera porque
existirán otras ideas o conceptos que la invaliden.
Popper expresa así que todo el tiempo estamos elaboran-
do teorías e hipótesis de acuerdo a nuestras expectativas
y la mayor parte del tiempo las estamos experimentando,
a las cuales las llama conjeturas. Al momento de que una
teoría puede ser contrastable, aunque no se pueda verifi-
car, es falsable. Cuando se generaliza algo y puede haber
una excepción, una refutación, se convierte en teoría cien-
tífica. Así él confirma que no se trata de verificar infinita-
mente una teoría, sino de encontrar algo que la convierta
en falsa; haciéndolo lógico y no metodológico. Con esta
idea el crecimiento del conocimiento científico se encar-
ga de eliminar teorías y crear una división entre la ciencia
y la metafísica, por medio de conjeturas, que se ponen a
prueba y refutan principalmente por científicos.
2.2 Sociología y política
Además de sus notables contribuciones a la
epistemología, Popper es recordado por muchos
como un filósofo, teórico del liberalismo y defensor
de la sociedad abierta frente a los sistemas que, según
su concepción, resultaban totalitarios, tales como el
comunismo y el nacionalsocialismo. Sin embargo, para
comprender sus posiciones políticas, es preciso partir
de sus aportaciones a la teoría del conocimiento (véase
epistemología).
La obra más conocida de Karl Popper es La sociedad
abierta y sus enemigos, escrita durante la Segunda Gue-
rra Mundial desde su exilio en Nueva Zelanda. En ella
el autor se propone aplicar a la política sus teorías so-
bre la ciencia y el avance del conocimiento. Al tiempo,
Popper indaga en la historia de la filosofía para trazar los
orígenes del totalitarismo que había desembocado en la
guerra y en la radical crisis del pensamiento occidental.
Es notable que, desde sus primeras páginas, Popper abor-
da el problema armado de un firme optimismo respecto
a la naturaleza humana, pues afirma que el pensamiento
totalitario y la destrucción asociada a él nacen del empe-
ño sincero de los hombres en mejorar su condición y la
de sus semejantes, si bien su buena voluntad descarrila al
ser guiada por filosofías utópicas y metodológicamente
equivocadas.
Este reconocimiento moral que Popper otorga a sus ad-
versarios ideológicos es particularmente visible en la con-
sideración con la que trata a Karl Marx puesto que, si bien
puede considerarse a La sociedad abierta y sus enemigos
una acerada crítica al marxismo, el pensador vienés reco-
noce en Marx un sincero interés en mejorar las condicio-
nes de las clases humildes, así como valiosas aportaciones
a la sociología, en el sentido de convertirla en una cien-
cia autónoma que dispone de sus propias categorías (tales
como las instituciones) y que queda felizmente despojada
del psicologismo de Stuart Mill.
Popper plantea una interpretación de la historia del pen-
samiento político basada en la confrontación entre dos
escuelas o visiones del mundo: a) una reaccionaria, que
añora una comunidad cerrada y perfecta, heredera de la
tribu. Platón (tomando los antecedentes de Heráclito) es
su máxima expresión, seguido de Aristóteles y reedita-
do en el pensamiento moderno por Hegel (al cual, aparte
del tono claramente sarcástico y cómico de su análisis,
no le reconoce absolutamente nada) y b) otra racional y
crítica, que nació en la Antigüedad clásica con la “Gran
Generación” de la época de Pericles, a la cual pertenecen
Sócrates y Demócrito. Dicha visión reconoce el limita-
do conocimiento humano a la cual atribuye el auténtico
espíritu de la ciencia.
Popper hace una exégesis de la obra de Platón, y le atribu-
ye la acuñación del esencialismo en la teoría del conoci-
miento y del historicismo en la teoría política. Partiendo
de la teoría de las formas y las ideas, la tesis de Platón
es que existe un mundo de las ideas que es perfecto, y
que la realidad material en la que vivimos no es más que
una copia imperfecta que tiende a la degeneración. Esta
visión no sólo se aplica a la realidad natural, sino tam-
bién a la política y social. La ciudad (la polis), modelo
de sociedad fundamental en el mundo griego, tiende a la
degeneración y decadencia al alejarse en el tiempo de la
polis originaria y perfecta. La democracia, para Platón,
es tan sólo un estadio más en la degeneración, de la cual
la tiranía no será más que la última expresión. Platón de
este modo plantea la situación en Atenas, su ciudad natal,
como de decadencia al haberse instaurado la democracia
y ver como en sus avatares se desliza a la tiranía. Para
Platón el modelo ideal de ciudad es Esparta, una aristo-
cracia de nobles que gobierna sobre el resto que no tiene
más función de obedecer. Para mantener la unidad y la
estabilidad la aristocracia debe mantenerse unida sin dar
lugar a lujos ni disensiones. Mantiene que las disensio-
nes políticas es el origen de la decadencia y que deben
existir una radical división entre los hombres: entre los
que dirigen y el resto que debe obedecer En el manteni-
miento de este orden “perfecto” gira toda su concepción
sociológica de Justicia. A Aristóteles Popper no le con-
cede más que el desarrollo de la Teoría de las Ideas en
la doctrina de “potencia y acto” y en la instauración del
esencialismo metodológico. Aristóteles no hace más que
adoptar el mundo de las Ideas de Platón pero en vez de
modo pesimista de un modo optimista. El desarrollo del
mundo material no tiene por qué ser decadencia y ale-
jamiento de la Idea Originaria sino de desarrollo de las
potencialidades de las Ideas de modo que las cosas mate-
riales no hacen más que desarrollar la esencia de la cual
surgen en su devenir histórico. Esta idea sería repetida
por Hegel al cual no le atribuye más mérito que reedi-
tarlas viejas ideas de Heráclito, Platón y Aristóteles pa-
ra construir una espantosa teoría política con la única fi-
nalidad de legitimar el poder absoluto de Guillermo de
5. 5
Prusia. A Hegel le atribuye también la consolidación mo-
derna del “historicismo” que sería la versión oficial de las
ciencias sociales en el continente europeo durante todo el
siglo XIX. Marx, aunque políticamente opuesto al mode-
lo de Estado de Hegel, no haría más que aplicar el método
historicista al análisis de la sociedad industrial de la épo-
ca, llegando a la conclusión de que la lucha de clases es el
auténtico motor de la historia, y que aplicando un “mé-
todo científico” se llega a la profecía de que la sociedad
se dirige inexorablemente a la crisis final del capitalismo
para la instauración de una sociedad sin clases en la que el
Estado se disuelva y el hombre alcance la auténtica liber-
tad. En dicha obra existen críticas recurrentes de Popper
tanto al esencialismo metodológico como al historicismo
pero además critica al “sociologismo del conocimiento”
o “historismo” que no hay que confundir con el “histori-
cismo”. Según dicha doctrina nuestro conocimiento no es
más que consecuencia de nuestra circunstancia histórica,
de nuestra época con sus tensiones y conflictos de intere-
ses y por ello nuestro estado actual de conocimiento no
es ni mejor ni peor que otro cualquiera negando así la
existencia de cualquier verdad, no ya moral, sino incluso
científica. Popper, radicalmente opuesto a dicha doctrina,
sostiene que el conocimiento humano puede plantearse la
búsqueda de la verdad, no entendida como verdad abso-
luta sino como acercamiento cada vez mejor a la verdad a
través de teorías que explican la realidad mejor que otras
y que puedan refutarse.
Otra conocida obra de Karl Popper es el opúsculo La Mi-
seria del historicismo, cuyo título parafrasea el de la obra
de Karl Marx La Miseria de la Filosofía, a su vez una bur-
lesca crítica a La Filosofía de la Miseria, de Proudhon. El
libro lo dedica “en memoria de los incontables hombres
y mujeres de todos los credos, naciones o razas que ca-
yeron víctimas de la creencia fascista y comunista en las
'leyes inexorables del destino histórico'". En dicha obra
Popper critica a un grupo de doctrinas que él denomina
“historicistas” y que tienen en común la capacidad de la
sociología de predecir el curso de la historia. Divide di-
chas doctrinas en dos grupos: a) las anti-científicas y b)
las pro-científicas. a) Las primeras sostienen que la reali-
dad social es de naturaleza radicalmente diferente a la
realidad física debido a su naturaleza cambiante y com-
pleja por lo que los métodos científicos que tanto éxito
han tenido en las ciencias naturales no son aplicables. La
alternativa es la aplicación del método “holístico” es de-
cir, la intuición “esencialista y total” de las realidades so-
ciales y el análisis de dichas realidades en su evolución
histórica que es lo único que nos puede hacer captar to-
das sus cualidades y descubrir su esencia (que no es más
que la repetición de la idea Aristotélica de potencia y ac-
to). Dichas categorías esencialistas (Los Grandes Estados
e Imperios, las Civilizaciones, La Lucha de Clases, Los
Ejércitos), son las únicas de interés para la sociología y
el estudio de su interacción y evolución histórica puede
intuitivamente hacernos prever su devenir futuro. Pop-
per critica de frente el “método holístico” como incapaz
de analizar ninguna realidad. “Las totalidades en tal sen-
tido no pueden ser objeto de estudio científico alguno”.
Es dicho método el que ha llevado a las grandes utopías
modernas y a los grandes planes sociales totales que se-
gún el autor jamás han alcanzado sus objetivos ya que
impiden cualquier control científico al pretender “trans-
formar la sociedad” en su totalidad. Popper propone el
método nominalista con alternativa, es decir, denominar
a las realidades según las necesidades de nuestras teorías
sin pretender que las cosas esconden una “esencia” detrás
de ellas que hay que captar con las definiciones. Además
propone la “ingeniería social gradual” o “piecemeal so-
cial technology” como alternativa a las grandes utopías
transformadoras de la sociedad y de la historia b) las doc-
trinas pro-científicas sostienen que al igual que la ciencia
ha sido capaz de predecir el curso de los planetas en el
sistema solar, del mismo modo la sociología es capaz de,
copiando los métodos científicos y a través de la historia,
calcular el futuro devenir de la historia. Popper critica di-
chas doctrinas partiendo de la equivocada idea de ciencia
que tienen estas doctrinas. La ciencia para Popper no es
más que un conjunto de teorías o hipótesis provisionales
que aunque estén inicialmente sostenidas por evidencias
se deben tratar de refutar para sostener su validez. Dichas
teorías están presentes siempre en la explicación causal de
los acontecimientos y solemne cuando la realidad se opo-
ne a ellas surge un problema que puede servir de base para
refutar una antigua teoría y plantear nuevas hipótesis que
solventen dicho problema. Popper sostiene que todas las
ciencias (incluidas la sociología) hacen lo mismo pero no
del modo que sostienen las doctrinas pro-científicas. Los
acontecimientos históricos no pueden explicarse a través
de una sola teoría o incluso varias por que son únicos y en
ello si intervienen infinidad de teorías de diferente natu-
raleza. Las doctrinas pro-científicas confunden lo que es
una tendencia (o condiciones iniciales) con leyes univer-
sales inexorables. Popper concluye sosteniendo la unidad
de todas las ciencias (incluidas las sociales) en su método
de planteamiento de teorías, ensayo y error que eliminan
las no aptas, en el hecho de que es imposible predecir la
historia futura simplemente porque es imposible predecir
los descubrimientos científicos futuros y por último que
la historia como la realidad tiene infinidad de vertientes
y solamente las teorías y nuestros puntos de vista sobre
ella, nos permiten escribir infinidad de “historias”.
3 Críticas
Thomas Kuhn, en su influyente obra La estructura de las
revoluciones científicas argumentó que pocas veces los
científicos han actuado siguiendo estrictamente los pos-
tulados popperianos del falsacionismo. Por el contrario,
Kuhn defiende la tesis de que la ciencia ha avanzado a
través de paradigmas que dominan la mentalidad de cada
época: los nuevos desarrollos científicos son únicamente
examinados a la luz del paradigma en uso y sólo rara-
mente ocurre una revolución que cuestiona el paradigma
mismo. Imre Lakatos, discípulo de Popper, trató de re-
6. 6 4 OBRAS
conciliar esta postura con la de su maestro mediante la
introducción de programas de investigación que serían el
objeto de crítica y falsación, en lugar de las más concretas
proposiciones universalmente válidas de las que hablaba
Popper. En este contexto, la tesis de Quine-Duhem afirma
que es imposible contrastar una hipótesis aislada, puesto
que ésta siempre forma parte de una red interdependien-
te de teorías. Otro discípulo de Popper, Paul Feyerabend
tomó una posición mucho más radical: no existe ningún
método general para ampliar o examinar nuestro conoci-
miento y la única descripción del progreso científico es
anything goes (todo sirve).
En las ciencias sociales, Popper mantuvo una viva con-
troversia conocida como la disputa positivista (Positivis-
musstreit) de la sociología alemana. El enfrentamiento
fue abierto por un ensayo titulado Lógica de las ciencias
sociales que fue presentado por Popper en 1961 en el con-
greso de la Sociedad Alemana de Sociología en Tubin-
ga Tübingen. El filósofo vienés y su discípulo Hans Al-
bert afirmaron que toda teoría con pretensiones científi-
cas, aun dentro de las ciencias sociales, debía ser falsable.
A esta visión de la Sociología se opusieron los dialécticos
de la Escuela de Fráncfort, Theodor Adorno y su discípu-
lo Jürgen Habermas. En este contexto ha de entenderse
una carta de Popper, publicada sin su consentimiento en
1970 en el semanario alemán Die Zeit y titulada Contra
las grandes palabras. En ella, Popper ataca duramente la
obra de Adorno y Habermas acusándolos de emplear un
lenguaje inflado y pretencioso pero vacío de contenido.
En la historia del pensamiento se ha criticado la utiliza-
ción de categorías ahistóricas por parte de Karl Popper en
su evaluación de la obra de autores clásicos, en especial
Platón. Klosko, (Philosophy of the Social Sciences.1996;
26: 509-527) destaca que en La sociedad abierta y sus
enemigos Popper presenta a Platón como un antecesor del
totalitarismo moderno, una categoría que sólo cobra sen-
tido en el mundo posterior a la Gran Guerra y que en
la Antigüedad podría aplicarse con cautela al caso par-
ticular de la sociedad espartana. Según esta crítica, Pop-
per subordina el conocimiento histórico a su uso político
inmediato, y se desentiende de las preocupaciones me-
todológicas de la buena historia del pensamiento, como
la necesidad de recurrir a la filología y la reconstrucción
contextualizada del sentido para acercarse a una realidad
antropológicamente lejana como la Grecia clásica.
4 Obras
• Logik der Forschung, 1934 (La Lógica de la Investi-
gación Científica): En el momento de su aparición en
Alemania pasó casi inadvertida, y solo empezó a ser
tenida en cuenta a partir de su traducción al inglés
en 1959. Retocada en 1968 para una nueva edición,
la obra marca distancias respecto del neopositivismo
dominante a partir del Círculo de Viena.
• The Open Society and Its Enemies, 1945 (La Socie-
dad Abierta y sus Enemigos): Redactada durante sus
años de exilio, su primera edición lo fue en inglés.
Analiza Popper muy críticamente las visiones políti-
cas sustentadas por Platón, Hegel y Marx. Apareció
una edición revisada en 1966.
• The Poverty of Historicism, 1961 (La Miseria del
Historicismo): Publicada en inglés originalmente, es
una crítica del marxismo en la línea de su obra an-
terior. En 1961 se publicó una segunda versión co-
rregida.
• Conjectures and Refutations: The Growth of Scienti-
fic Knowledge, 1963 (Conjeturas y Refutaciones: el
Crecimiento del Conocimiento Científico): Revisada
por el autor en 1972, se trata de una obra producto
de varios años de trabajo; algunos de sus escritos se
publicaron de forma independiente antes de apare-
cer reunidos aquí.
• Objective Knowledge: An Evolutionary Approach,
1972 (Conocimiento Objetivo: una Perspectiva Evo-
lucionaria): Su primera edición fue en inglés.
• Unended Quest; An Intellectual Autobiography, 1976
(Búsqueda sin Término: una Autobiografía Intelec-
tual): Repaso a diversos problemas filosóficos recu-
rrentes en su obra.
• The Self and Its Brain: An Argument for Interactio-
nism, 1977 (El Yo y su Cerebro: una Discusión a fa-
vor del Interaccionismo, junto a Sir John C. Eccles):
Su primera edición fue en inglés; aborda diversos
problemas relacionados con la filosofía de la mente,
alguno de ellos ya tratados en Conjeturas y refuta-
ciones.
• Die beiden Grundprobleme der Erkenntnistheorie -
Aufgrund von Manuskripten aus den Jahren 1930-
1933, 1979 (Los Dos Problemas Fundamentales de
la Epistemología - A partir de Manuscritos de los
años 1930-1933, Editado por Troels Eggers Han-
sen).
• The Open Universe: An Argument for Indeterminism,
1982 (El Universo Abierto: una Discusión a favor del
Indeterminismo)
• Realism and the Aim of Science, 1982 (Realismo y el
Objetivo de la Ciencia)
• Die Zukunft ist offen 1985 (EL Futuro está Abierto,
junto a Konrad Lorenz)
• The Lesson of this Century, 1992 (La lección de este
Siglo, entrevistas por Giancarlo Bosetti)
• The World of Parmenides, (El Mundo de Parméni-
des)
7. 7
• The Myth of the Framework: In Defence of Science
and Rationality, 1994 (El Mito del Marco Común: en
Defensa de la Ciencia y la Racionalidad)
• Knowledge and the Mind-Body Problem: In Defence
of Interactionism, 1994 (El Conocimiento y el Pro-
blema de la Mente y el Cuerpo: en Defensa del Inter-
accionismo)
• Quantum Theory and the Schism in Physics, (Teoría
Cuántica y el Cisma en la Física)
• In Search of a Better World, (En Busca de un Mundo
Mejor): Última obra publicada por Popper, en él se
abordan desde cuestiones relacionadas con la teoría
del reconocimiento hasta otras vinculadas a la polí-
tica y el arte.
4.1 Traducciones al español
• La sociedad abierta y sus enemigos. Ediciones Paidós
Ibérica. 2006. ISBN 978-84-493-1847-4.
• Conocimiento objetivo: un enfoque evolucionista.
Editorial Tecnos. 2005. ISBN 978-84-309-0488-4.
• El mito del marco común: en defensa de la ciencia
y la racionalidad. Ediciones Paidós Ibérica. 2005.
ISBN 978-84-493-1796-5.
• Sociedad abierta, universo abierto: conversación con
Franz Kreuzer. Editorial Tecnos. 2002. ISBN 978-84-
309-1105-9.
• Búsqueda sin término: una autobiografía intelectual.
Alianza Editorial. 2002. ISBN 978-84-206-7240-3.
• La miseria del historicismo. Alianza Editorial. 2002.
ISBN 978-84-206-4088-4.
• La miseria del historicismo. Alianza Editorial. 1999.
ISBN 978-84-206-1477-9.
• El mundo de Parménides: ensayos sobre la ilustración
presocrática. Ediciones Paidós Ibérica. 1999. ISBN
978-84-493-0746-1.
• A la búsqueda del sentido. Trabajo en colaboración
con Herbert Marcuse y Max Horkheimer. Ediciones
Sígueme. 1998. ISBN 978-84-301-0687-5.
• Los dos problemas fundamentales de la epistemolo-
gía. Editorial Tecnos. 1998. ISBN 978-84-309-3252-
8.
• La responsabilidad de vivir. Ediciones Altaya. 1998.
ISBN 978-84-487-1259-4.
• El mito del marco común: en defensa de la ciencia
y la racionalidad. Ediciones Paidós Ibérica. 1997.
ISBN 978-84-493-0342-5.
• El cuerpo y la mente. Ediciones Paidós Ibérica. 1997.
ISBN 978-84-493-0381-4.
• En busca de un mundo mejor. Ediciones Paidós Ibé-
rica. 1996. ISBN 978-84-7509-987-3.
• La lógica de la investigación científica. Círculo de
Lectores. 1995. ISBN 978-84-226-5628-9.
• La responsabilidad de vivir: escritos sobre política,
historia y conocimiento. Ediciones Paidós Ibérica.
1995. ISBN 978-84-493-0167-4.
• Conjeturas y refutaciones: el desarrollo del conoci-
miento científico. Ediciones Paidós Ibérica. 1994.
ISBN 978-84-7509-146-4.
• La sociedad abierta y sus enemigos. Ediciones Paidós
Ibérica. 1994. ISBN 978-84-7509-099-3.
• Un mundo de propensiones. Editorial Tecnos. 1992.
ISBN 978-84-309-2141-6.
• El porvenir está abierto. Trabajo en colaboración con
Konrad Lorenz. Tusquets Editores. 1992. ISBN 978-
84-7223-579-3.
• La lógica de la investigación científica. Editorial
Laia. 1986. ISBN 978-84-7222-917-4.
• El Universo abierto. Editorial Tecnos. 1986. ISBN
978-84-309-1059-5.
• Búsqueda sin término. Una autobiografía intelectual.
Editorial Tecnos. 1985. ISBN 978-84-309-0723-6.
• La lógica de la investigación científica. Editorial
Tecnos. 1985. ISBN 978-84-309-0711-3.
• Realismo y el objetivo de la ciencia. Editorial Tecnos.
1985. ISBN 978-84-309-1228-5.
• Teoría cuántica y el cisma en Física. Editorial Tec-
nos. 1985. ISBN 978-84-309-1200-1.
• El yo y su cerebro. Trabajo en colaboración con John
Carew Eccles. Editorial Labor. 1985. ISBN 978-84-
335-1712-8.
• La lógica de la investigación científica. Editorial
Tecnos. 1973. ISBN 978-84-309-0465-5.
5 Véase también
8. 8 6 ORIGEN DEL TEXTO Y LAS IMÁGENES, COLABORADORES Y LICENCIAS
6 Origen del texto y las imágenes, colaboradores y licencias
6.1 Texto
• Karl Popper Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Karl_Popper?oldid=85745040 Colaboradores: AstroNomo, Maveric149, Suisui,
Pit~eswiki, Joseaperez, Moriel, Sanbec, Vivero, Zwobot, Riviera, Comae, Javier Carro, Tony Rotondas, Jamawano, Drjackzon, Rosarino,
Aromera, Dodo, Sms, Zorak, Porao, Pgimeno, Loco085, Periku, Ecemaml, Kippel, Taragui, Petronas, Hispa, Airunp, Yrithinnd, Emijrp,
Rembiapo pohyiete (bot), LP, Halcón, Orgullobot~eswiki, Further (bot), RobotQuistnix, Nyx, Yrbot, Amadís, Davidsevilla, Varano, Vi-
tamine, .Sergio, Beto29, Gaijin, KnightRider, Gaudio, Aluque, Txo, Ceancata, Deletereo, JanoMasoneria, Randroide~eswiki, Maldoror,
Cheveri, Camima, Mdelt, Aloneibar, Jules80, Valenciano, BOTpolicia, CEM-bot, Meltryth, Lauro, Salazartatiana, Davius, Rosarinagazo,
Thijs!bot, Jcentel, RoyFocker, Ángel Luis Alfaro, Beatle~eswiki, Cratón, Isha, Vardulia, Mpeinadopa, CommonsDelinker, TXiKiBoT, Lu-
davim, Sincro, Joniale, Idioma-bot, Pólux, Gerwoman, Zeroth, Lnegro, AlnoktaBOT, VolkovBot, Technopat, Erpheus, Josell2, Matdrodes,
Filopontos, BlackBeast, Luis1970, Muro Bot, J.M.Domingo, Racso, Gerakibot, SieBot, Danielba894, PaintBot, Loveless, Sanchezalar-
cos, Sageo, Drinibot, STBot~eswiki, Correogsk, Marconim, Mutari, Jarisleif, Javierito92, SolveCoagula, Botellín, LuisArmandoRasteletti,
Alecs.bot, Lisandro1889, Mlqu, AVBOT, LucienBOT, MastiBot, Diegusjaimes, Svamp, Neverletyou+-+-+-++++, Andreasmperu, Luckas-
bot, WikiDreamer Bot, Petabyte, Nallimbot, Vic Fede, Yodigo, Jose.antonio.paredes, Luis Felipe Schenone, Ealm03, Xqbot, Jkbw, Mace-
bac, Muñoz69, Skepseironeia, Botarel, AstaBOTh15, EmBOTellado, Halfdrag, RedBot, PatruBOT, Ganímedes, Angelito7, Tarawa1943,
Foundling, Wikiléptico, Edslov, EmausBot, Savh, Antonio cansinos, Emiduronte, ChuispastonBot, Chumbito8, Laurafabel, MerlIwBot,
Thoughtfortheday, Pumita33, Vagobot, MetroBot, Invadibot, SebrevBOT, Bibliofilotranstornado, DLeandroc, Helmy oved, Delotroola-
doo, Pamperin, Esteban Mery, Incolam, Jbramondelli, Max Brahe, Addbot, Balles2601, Jarould, Strakhov y Anónimos: 167
6.2 Imágenes
• Archivo:Civil_ensign_of_Austria-Hungary_(1869-1918).svg Fuente: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/1/11/Civil_
ensign_of_Austria-Hungary_%281869-1918%29.svg Licencia: CC BY-SA 3.0 Colaboradores: Trabajo propio Artista original: B1mbo
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6.3 Licencia del contenido
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