1. ARISTÓTELES:SOCIEDAD
Más que el diseño de lo que debería ser una sociedad perfecta o justa, lo que le
interesa a Aristóteles es determinar las características del espacio social en el que se
ha de desarrollar la vida del hombre. Respecto al origen y constitución de la sociedad
mantendrá, al igual que Platón, la teoría de la "sociabilidad natural" del hombre: se
trata de un ser social por naturaleza (zóon politikon), que no puede desarrollarse
aislado. Solo en comunidad puede satisfacer sus necesidades y actualizar plenamente
su forma. Es el ser más social de todos por estar dotado de lenguaje (logos), que le
permite intercambiar opiniones y llegar a acuerdos que se plasman en leyes.
La sociedad, pues, no es producto de la convención sino que entra dentro del esquema
teleológico siendo el fin último de todo el proceso de unión social la polis. Mantiene
una interpretación organicista de la sociedad. El núcleo originario de la comunidad
social o política es la casa, que se funda en las relaciones familiares y productivas amo-
siervo. Incluye un patrimonio y el trabajo que garantiza la supervivencia. Una
agrupación de casas da lugar a una aldea que facilita los intercambios y la formación
de nuevas casas. La asociación de aldeas da lugar a la polis, la ciudad autosuficiente,
que es la comunidad superior, ya que busca el bien superior. Si no fuera así sería
necesaria la existencia de otra comunidad que lo hiciera. El gobierno de la polis no
puede ser como el de las otras comunidades ya que su fin es distinto: mientras que en
la casa el padre de familia gobierna despóticamente, el gobierno de los asuntos
públicos se da entre ciudadanos libres e iguales que hacen uso del logos.
Es en la polis donde únicamente es posible la vida plena y excelente. La virtud moral
es el fin de la vida política. La vida plenamente humana sólo se puede conseguir, así,
dentro de una sociedad cuyas leyes posibiliten el desarrollo de las virtudes prácticas
de los ciudadanos mediante la reiteración de acciones buenas. Por esto el legislador o
el político debe ser alguien que no sólo tenga conocimientos teóricos, sino que debe
haberse habituado a la aplicación práctica de su intelecto, ser prudente. La Justicia
social se da cuando el gobierno no busca intereses particulares y posibilita la
realización de la virtud en todos los ciudadanos. La prudencia atiende a las
circunstancias singulares y concretas de cada polis. Determinar la forma de gobierno
más adecuada en cada caso supone valorar las circunstancias históricas y contingentes
que el idealismo de Platón ignoraba por irrelevantes. Por eso, Aristóteles considera
inútil proponer un modelo ideal.
Distingue tres formas justas de gobierno, frente a sus respectivas corrupciones: la
Monarquía, el gobierno de uno solo, su corrupción es la Tiranía; la Aristocracia, el
gobierno de los mejores, frente a Oligarquía; y la Democracia, es el gobierno del
pueblo, su corrupción es la Demagogia. Ninguna de éstas es óptima o pésima,
depende de la prudencia del que gobierne.