2. LAS QUEMADURAS son lesiones que afectan a la integridad de la
piel consistentes en pérdidas de substancia de la superficie
corporal producidas por distintos agentes (calor, frío, productos
químicos, electricidad o radiaciones como la solar, luz ultravioleta
o infrarroja, etc.), que ocasionan un desequilibrio bioquímico por
desnaturalización proteica, edema y pérdida del volumen del
líquido extravascular debido a un aumento de la permeabilidad
vascular. El grado de la lesión (profundidad de la quemadura) es el
resultado de la intensidad del efecto del agente y la duración de
la exposición y puede variar desde una lesión relativamente menor
y superficial hasta pérdida extensa y severa de piel.
3. Causas comunes
La primera medida para ayudar a evitar las quemaduras en los niños es conocer las
causas más comunes:
escaldaduras, la principal causa (provocadas por vapor, un baño caliente, tazas de
café que se vuelcan, líquidos de cocción, etcétera)
contacto con fuego u objetos calientes (estufas, hogares de leña, rizadores para
el cabello, etcétera)
quemaduras provocadas por sustancias químicas (causadas por la ingestión de
productos tales como limpiadores de cañerías o pilas de relojes; o por la salpicadura
de sustancias químicas, como blanqueador, sobre la piel)
quemaduras por exposición a la electricidad (causadas por morder cables o
colocar los dedos u otros objetos en los tomacorrientes, etcétera)
exposición excesiva al sol
4. TIPO DE QUEMADURAS
Existen tres niveles de quemaduras:
Quemaduras de primer grado:
Afectan sólo la capa exterior de la
piel y causan dolor, enrojecimiento e
inflamación.
Quemaduras de segundo grado
(espesor parcial): Afectan tanto la
capa externa como la capa
subyacente de la piel, produciendo
dolor, enrojecimiento, inflamación y
ampollas.
Quemaduras de tercer grado
(espesor completo): Se extienden
hasta tejidos más profundos,
produciendo una piel de coloración
blanquecina, oscura o carbonizada
que puede estar entumecida.
5. Complicaciones
Locales
La infección es la complicación más frecuente e importante, tanto por bacterias Gram
positivas, Stafilococos y Streptococos, como Gram negativas. Las endo y exotoxinas de
estas bacterias son fuente de shock. Por otro lado, la sobreinfección de las quemaduras
complica y prolonga el proceso de cicatriz, pudiendo provocar un queloide, el cual, y
dependiendo de la localización, puede dar lugar a retracciones de la piel con implicaciones
mecánicas si están próximas a una articulación.
Sistémicas
Shock.
Úlceras gástricas y duodenales, frecuentes en el paciente quemado y que se deben a la
hipoxia por reducción de la volemia, junto a la liberación masiva de catecolaminas y otros
mediadores de la inflamación.
Otras comunes a pacientes largamente encamados como las bronquitis y neumonías, el hileo
intestinal (que si es mantenido puede ser el primer signo de sepsis), o las alteraciones
inmunológicas consistentes en un descenso global de la inmunidad, depresión de la inmunidad
celular y de la humoral.
6. SINTOMAS
Ampollas
Dolor (el grado de éste no está relacionado con la gravedad de la quemadura,
ya que las quemaduras más graves pueden ser indoloras).
Peladuras en la piel.
Enrojecimiento de la piel.
Shock: Se debe observar si hay palidez y piel fría y húmeda, debilidad, labios y
uñas azuladas y disminución de la capacidad de estar alerta.
Inflamación.
Piel blanca o carbonizada.
7. Prevención
Para ayudar a prevenir las quemaduras se recomienda:
Instalar alarmas de humo en el hogar. Revisarlas y cambiarles las baterías regularmente.
Enseñar a los niños las medidas de seguridad adecuadas en caso de incendio y el peligro
que ofrecen la manipulación de fósforos y juegos pirotécnicos.
Impedir que los niños trepen a la estufa o tomen objetos calientes como planchas y
puertas de los hornos.
Voltear los mangos de las ollas hacia la parte posterior de la estufa, de tal manera que los
niños no puedan tomarlas y que no puedan ser volcadas accidentalmente.
Colocar extinguidores de incendios en lugares clave en la casa, el trabajo y la escuela.
Retirar los cordones eléctricos de los pisos y mantenerlos fuera de alcance.
Reconocer y ensayar rutas de escape en caso de incendio en casa, en el trabajo y en la
escuela.
Fijar la temperatura del calentador de agua a 120 grados F (48,9º C) o menos.