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Cómo ser un buen participante en un debate
1. Cómo ser un buen participante en un debate
Parte 1 de 3: Comunicar efectivamente
1- Sigue la forma formal si debates formalmente. Asegúrate de conocer cómo se realiza un debate si participarás en
uno en un entorno formal, como en una clase o para un club. Los debates formales tienen una fórmula, y tendrás que
conocerla como la palma de tu mano de modo que estés preparado. Es muy importante porque si no respetas la fórmula,
puedes perder puntos.
Normalmente hay una manifestación, además de dos o más equipos o participantes individuales en el debate, a los
que se les indica que deben apoyar o discrepar con una idea. Estos se tomarán turnos para presentar sus puntos de
vista de acuerdo a un periodo de tiempo.
Hay algunos estilos de debate (que determinan las reglas y la forma en que se realiza el debate), así que tienes que
saber cuál se realizará para conocer las reglas. Es recomendable que lo verifiques con anticipación y hagas una
investigación al respecto en línea. Busca palabras como "debate competitivo", "debate parlamentario" o "debate
de Oxford". Estos últimos son algunos estilos de debate con los que podrías toparte.
2- Mantén la calma. Hazlo cuando debatas. No comiences gritando ni te molestes. Eso solo demostrará tu debilidad ante
tu oponente. En lugar de ello, mantén tu voz calmada y tu expresión facial neutra. En algunas partes del mundo, se le
conoce como poner "cara de Póker" y dificulta a que tu oponente encuentre características en ti que puedan servirle para
que te responda.
Trata de enfocarte en tu respiración por algunos minutos si tienes problemas para mantener la calma.
3- Habla claramente. Hazlo de modo que las personas puedan entenderte. Hablar claramente te hace sonar más
inteligente y más seguro. Habla claramente al utilizar un volumen lo suficientemente alto que permita que las personas te
escuchen, y luego enuncia las palabras. No balbucees o articules mal las palabras, sino que dilas a plena conciencia y di
cada sílaba con cuidado.
Es fácil tener una enunciación mala cuando se dice trabalenguas. Trata de decir esta: "Tres tristes tigres, tragaban
trigo en un trigal, en tres tristes trastos,tragaban trigo tres tristes tigres".[1]
4- Explica tu lógica. Obligas al cerebro de una persona a pensar de la misma forma en que piensa el tuyo cuando le
explicas cómo llegaste a cierta conclusión, al decírsela a plena conciencia paso a paso. Con tal de que tu razonamiento sea
al menos bueno en el exterior, puede ser una de las maneras más efectivas de hacer que alguien esté de acuerdo con tu
argumento.
5- Sé respetuoso y justo. Sé respetuoso cuando discutas con alguien. No insultes, interrumpas o juzgues a las personas.
Hacerlo puede ser una señal de que tu argumento no es muy bueno, además de que hace que las personas se pongan a la
defensiva y estén menos dispuestas a escucharte o a estar de acuerdo contigo. De igual forma, debes ser justo cuando des
un argumento. No distorsiones los hechos. Utiliza evidencia que sea reciente y guarde una relación directa con el tema; no
debe ser antigua.
Un mal ejemplo de debate sería: "¿Por qué debemos escucharle? Irrumpió el sistema el año pasado cuando estuvo
a cargo del proyecto. Es probable que arruine este también".
Un buen ejemplo de debate sería: "Sé que está muy emocionado por este proyecto, pero la situación es muy
delicada. Sería mejor utilizar a alguien con más experiencia de modo que se realice con mayor eficiencia".
6- Actúa seguro. A pesar de que no tienes que ser seguro, actuar como tal puede hacerte a ti y a tu argumento parecer
más atractivo y verosímil. Cuando no actúas seguro, comunicas (aunque no sea verdad) el hecho de que no crees que tu
argumento sea muy bueno. Sin embargo, puedes hacer algunos pasos simples y fáciles para parecer más seguro. Haz
contacto visual con tu oponente, además de con las personas en la audiencia si la hay. No te muevas inquietamente;
utilizar tus manos para expresarte y mantenlas frente a ti. Habla claramente con un propósito, evita utilizar palabras
relleno como "este" y "ah". Algunos arreglos como estos te harán ver más seguro de ti mismo.
Parte 2 de 3: Escoger tu argumento
1- Utiliza argumentos basados en la lógica. Estos argumentos, que algunas veces se les conoce como "logos" en el
estudio de la argumentación, utilizan ejemplos e ideas que están arraigados en el razonamiento simple y directo. Este tipo
de argumentos son muy útiles cuando se debate con alguien que se considera una persona inteligente y lógica. Son buenos
para los temas que son serios, como la política y la economía.
Trata de utilizar hechos, estadísticas y ejemplos de la vida verdadera para crear argumentos lógicos.[2]
Un ejemplo de este tipo de argumento es: "La evidencia demuestra que los índices del embarazo en adolescentes
se ha disminuido debido a que la educación sexual se ha vuelto obligatoria en las escuelas. Pueden observarlo en
este gráfico...".
2- Utiliza argumentos basados en las emociones. Estos argumentos son algunas veces referidos como "pathos" en el
estudio de la argumentación y se utilizan para apelar al corazón y a las emociones de las personas. Estos argumentos son
muy útiles cuando se debate con alguien que está propenso a las emociones fuertes (demuestra alegría intensificada y
tristeza muy visible). Son buenos para los temas que son humanos, como los argumentos acerca de la justicia social, la
discriminación o los eventos actuales con grandes números de víctimas en la sociedad (como en el conflicto entre Israel y
Palestina).
2. Trata de utilizar las esperanzas y los miedos de las personas. Utiliza las historias personales y trata de crear una
conexión personal con tu oponente o tu audiencia al comparar la situación de un tema con una que les sea cercana.
Un ejemplo de este tipo de argumento es: "Retroceder ahora sería imponer un gran peligro para nosotros que si
nos quedáramos y si tratáramos de arreglar el problema. Muchas vidas se podrían perder si nos vamos, pero si nos
quedamos, entonces podremos salvarlas".
3- Utiliza argumentos basados en la autoridad. A estos argumentos algunas veces se les conoce como "ethos" en el
estudio de la argumentación y apela a tu autoridad y credibilidad o a las de otra persona que apoya tus ideas. Este tipo de
argumentos son muy útiles cuando se debate con alguien que no tiene experiencia en cierto campo o que tiene un
argumento débil. Son buenos para los temas académicos, como los argumentos acerca de la medicina, la ciencia o la
historia.[3]
Trata de establecer tus credenciales y elabora tus argumentos en base a tu experiencia. Asegúrate con anticipación
de que tu oponente no tiene más experiencia que tú en cierto tema.
Un ejemplo de este tipo de argumento es: "He enseñado por treinta años y he visto estas prácticas de primera
mano. Sé lo que funciona en el campo y lo que no. Los ideales y la vida verdadera son diferentes".
Parte 3 de 3: Ganar un debate
1- Haz una investigación. En cuanto más preparado estés para un debate, mejor te irá. Haz una investigación si
realmente quieres garantizar tu oportunidad de ganar tanto como sea posible. Cuando conoces a la perfección un tema
desde cualquier ángulo, estarás más preparado para responder a los argumentos de tu oponente. Es muy importante que
sepas los argumentos más comunes de ambas partes de un tema. Cuando sepas lo que tu oponente podría enfatizar, podrás
explicar por qué se equivoca.
Evita de valerte de la información de las páginas web como Wikipedia. Es un buen punto de partida, pero debes
conseguir la información de fuentes que sean expertas en el tema que tratas de cubrir. Por ejemplo, si debatirás
acerca de la economía, no menciones un hecho económico que tomaste de Wikipedia. Al contrario, menciona a
Alberto Alesina, uno de los profesores de economía de Harvard y un coeditor de un gran diario académico de
economía.
2- Busca falacias lógicas. Estas suceden cuando el razonamiento de alguien es incorrecto. A pesar de que la conclusión
sea correcta, la forma de llegar a esta es incorrecta. Este hecho se puede utilizar para sembrar duda acerca de su
conclusión, lo que hace que tu discusión se vea mejor. Hay muchos tipos diferentes de falacias lógicas; deberás
estudiarlos individualmente para aprender a reconocerlos y responderlos.
Uno de los ejemplos más comunes de las falacias lógicas se llama "ad hóminem" y se basa en atacar a la persona
al enfocar el argumento en esta, en vez de tratar el tema en sí. Esto se ve con frecuencia en la política. Se
representa, por ejemplo, cuando una persona dice "Este hombre es irritante", en vez de decir "No hay evidencia
que compruebe que este plan funcionará".
Otra falacia común se conoce como "blanco o negro". Esta se da cuando se presenta un argumento con solo dos
opciones, de las cuales la mejor es el resultado que uno de los participantes presenta. Esta ignora los acuerdos y
otras rutas, los que podrían tener más sentido. Se representa,por ejemplo, cuando tu mamá te dice "Puedes casarte
y tener hijos o morir solo y viejo". Es probable que haya una opción diferente entre estas dos opciones, ¿verdad?
3- Busca debilidades en el argumento de tu oponente. Hay muchas maneras en las que un argumento puede ser débil.
Si encuentras las debilidades, puedes señalarlas y hacer que tu argumento se vea más conciso. Por ejemplo:
Busca puntos en los que una persona haya pensado su curso de acción a través de su conclusión lógica. Este es el
caso de la decisión reciente de la Corte Suprema que indica que las compañías pueden tener una religión y que sus
empleados deben estar sujetos a las reglas de esa religión. Esto es quizás más aceptable si la compañía es cristiana
tradicional, en vez de mormona polígama, ¿verdad?
Otra señal de un argumento débil es si alguien trata rápidamente un punto de gran importancia y utiliza poca
evidencia para respaldarlo. Normalmente, esto es una indicación de que no hay evidencia y que esa persona solo
presenta la conclusión que quiere mostrar. Este es el caso de alguien que discute acerca de que las armas
previenen los tiroteos masivos y solo utiliza un ejemplo en favor de su argumento, lo cual demuestra que no se
presenta los diversos ejemplos del punto de vista opuesto. Deberás fijarte en esa situación y hablar acerca de la
evidencia que se ha obviado.
4- Mantén el curso del tema. Esto es lo que debes tener en cuenta cuando tu oponente comienza a discutir acerca de un
tema diferente del que se supone que deberían debatir. Cuando un debate se sale de su curso, puede ser una señalde que tu
oponente se sale del razonamiento y comienza a caer presa de una crisis. Mantén el curso del argumento y tendrás más
probabilidades de ganar. Pregúntate siel argumento actual se relaciona directamente con el tema que se supone que deben
tratar. Te darás cuenta que el argumento está fuera de su curso si no apoya el lado de acuerdo o de oposición.
Este es el caso de cuando discutes acerca de si las armas previenen los tiroteos masivos y tu oponente discute
acerca de que las personas a las que no les gustan las armas son racistas.
Sé fuerte para revertir el argumento. Acusa a tu oponente por cambiar de tema. Esto le señalará a tu audiencia el
comportamiento de tu oponente y el tuyo y puede hacerte ver más seguro y correcto.
http://es.wikihow.com/ser-un-buen-participante-en-un-debate