1. Convivencia democrática, inclusión y
cultura de paz
La identidad personal, como señala Erickson es una dimensión o una propiedad
psicosocial que responde a la pregunta ¿Quién soy yo? Esta provee a las personas
de una base para decidir, elegir y comprometerse con otros, manteniendo a la vez
la seguridad y los limites personales.
Lo que la educación aspira es favorecer un desarrollo de la identidad donde esta
forma de vida sea parte de la mismidad del sujeto. Un factor muy importante es la
convivencia en la escuela ya que puede generar grandes oportunidades de
desarrollo en los estudiantes, la convivencia escolar aporta la construcción del
sentido y a las lógicas implícitas en el vivir con otros.
Resulta fundamental comprender la necesidad de la cooperación y la solidaridad
como base del funcionamiento social.
Las demandas que genera la construcción de una convivencia social positiva
promueve en los estudiantes el ejercicio sistemático de su reflexión y discernimiento
frente a la organización de las uniformidades necesarias para el funcionamiento
escolar y la superación de los conflictos emergentes.
La integración social hace referencia a un cambio de valores que lleva a apreciar el
carácter inherente de la diversidad humana, y a considerar que una sociedad
democrática no sólo ha de ofrecer las mismas oportunidades a todos sus miembros,
sino que puede beneficiarse de todos ellos (Parrilla 1992).
La educación inclusiva es una nueva visión de la educación basada en la diversidad.
Aceptar que la diversidad es la norma y no una excepción, es el punto de partida
para desarrollar sistemas educativos inclusivos, es decir, sistemas que asumen la
tarea de transformar las escuelas, “una estrategia dinámica para responder en
forma proactiva a la diversidad de los estudiantes y concebir las diferencias
individuales no como problema sino como oportunidades para enriquecer el
aprendizaje”.
Así mismo la escuela es un espacio social en que todos caben, la diversidad que se
introduce en la escuela remite al tema de la equidad, que es una de las dimensiones
constitutivas de la calidad. La inclusión implica, en su sentido más profundo, asumir
la diversidad, adecuando el quehacer de la escuela a los distintos alumnos para que
todos logren egresar de ella en mejores condiciones de igualdad ante las
oportunidades que la sociedad les ofrezca.