1. Ensayo Sobre Los Movimientos
Estudiantiles Y La Séptima Papeleta
Por lo general en nuestro país, la población toma las marchas e iniciativas
estudiantiles como los caprichos de unos adolescentes que no han sabido llevar con
madurez la llegada a la academia, pero nuestra memoria, nos recuerda, por allá en
1989, el surgimiento del movimiento estudiantil más grande que se recuerde, un
movimiento que duró muy poco, pero que a su vez, dejó la huella de una
convocatoria a la Asamblea Nacional Constituyente. Es con base en estos
acontecimientos que desarrollaremos nuestro ensayo, porque nos suscitan una
pregunta: ¿Por qué razón nuestro país se queda sin memoria y olvida el daño que
nos han hecho los mandatarios? Tenemos la hipótesis de que, es gracias a los
medios de comunicación, es gracias a un conformismo desolador que acaba con
todo criterio, es gracias a una falta en la fuerza estudiantil que luche por los derechos
del pueblo, es porque nuestra sociedad necesitan a alguien que les abra los ojos y
les recuerde quienes nos han destruido y quienes han resistido, nuestro país
necesita de una oposición fuerte y bien fundamentada que genere el apoyo total.
Para apoyar estas tesis, nos enfocaremos en el movimiento estudiantil de 1989 y
sus repercusiones, la situación del país en dicho momento, comparada con la
actual, y por último, los buenos ejemplos que podemos tomar de estos
acontecimientos.
En 1989, nuestro país veía una luz de esperanza en el futuro, el anhelo de un
cambio, de una administración más justa, pes el candidato presidencial Luis Carlos
Galán suscitaba todo tipo de esperanzas a nuestra población, era ese nuevo
libertador, era lo mejor que le podía pasar al país en tiempos de crisis, todo era
felicidad y júbilo, todo eso, hasta que el 18 de Agosto del mismo año, durante una
intervención frente al pueblo, fue asesinado por los sicarios de Pablo Escobar. Sin
duda alguna éste hecho caló profundo en el corazón de todos los colombianos, pues
esto sumado a la masacre del Palacio de Justicia en el 85’ y al asesinato de dos
candidatos presidenciales más en solo tres años1, eran algo digno de un régimen
terrorista que quería dominar el país a su largo y a su ancho.
En estos momentos, en este contexto histórico, los estudiantes universitarios no
tenían mucho interés ni en la política, ni en el conflicto armado del país, pero este
asesinato sirvió como la gota que colmó el vaso y dejó estallar una olla a presión,
pues los estudiantes de diferentes universidades –inicialmente privadas, lo que es
1 Sociología e Historia del movimiento estudiantil por la Asamblea Constituyente de 1991. Óscar
Alejandro Quintero Ramírez
2. lamentable para la universidad estatal, porque denota la falta de compromiso social
de la época- comenzaron a reunirse con el fin de organizar una marcha estudiantil
a nivel nacional, y emulando un poco a Jorge Eliecer Gaitán con su “manifestación
del silencio” en 19482, se inició el 25 de Agosto de 1989 una marcha en la que
participaron más de 25.000 estudiantes3, que partiendo desde sus respectivas
universidades, se propusieron llegar hasta el cementerio central, donde una semana
antes había sido sepultado Luis Carlos Galán. Tras su arribo al cementerio, leyeron
un comunicado, del que se destacan los siguientes puntos:
i) El rechazo a todo tipo de violencia, ii) respeto de los Derechos
Humanos, iii) apoyo a instituciones democráticas en contra de
fuerzas desestabilizadoras (guerrilla, • narcotráfico, paramilitares
etc.), iv) rechazo de cualquier intervención armada extranjera, v)
reforma de algunas instituciones para conjurar la crisis, vi) exigir
depuración de Fuerzas Militares, Policía, Gobierno y partidos
políticos, vii) conformación de un frente unido para formular
propuestas de salidaa la crisis'. (Óscar Alejandro Quintero Ramírez,
p. 127)
Esta marcha del silencio por un grupo de estudiantes de diferentes universidades
dio origen a muchas reuniones para efectuar un nuevo pacto social. Fueron
numerosas las tertulias que se efectuaron por estos jóvenes líderes quienes
preocupados por la situación de su país buscaban alternativas de solución a la crisis
de violencia en Colombia por el accionar de los participantes en el conflicto armado
colombiano y narcoterroristas auspiciados principalmente por Pablo Escobar y el
Cartel de Medellín.
Durante estas tertulias, discutieron temas relacionados con la estructura del Estado
–el poder ejecutivo, poder legislativo, orden público y economía4-, puesto que en
éstas áreas veían encarnados graves problemas de legitimidad y los relacionaban
inmediatamente con la violencia. Posterior a la marcha, algunos estudiantes
hicieron propuestas para continuar con el impulso que traían, para esto trabajaron
en dos aspectos: El primero era la consolidación del Frente Unido Estudiantil de
Colombia (FUEC)5 como órgano que representara los intereses estudiantiles y fuera
el móvil para realizar las propuestas producidas en el segundo aspecto: la
2 Herbert, BIV. Mataron a Gaitán, Bogotá: Norma, 2a. edición, 1998, p. 237.
3 Bedoya Ramírez, Julia Beatriz. La constitución de 1991. Una mirada desde los actores.
4 Lemaitre Ripoll, Julieta. El Derecho como Conjuro. Siglo del Hombre. 2009. P.85.
5 Se conforma a principios de septiembre de 1989. Se constituían como un movimiento estudiantil
democrático, pluralista que condena la violencia en cualquiera de sus manifestaciones y no se
suscribe a ninguna corriente o partido político. (Lemaitre, 2009: 89)
3. realización de mesas de trabajo en las distintas universidades para buscar
alternativas a la crisis.
Este Frente Unido se constituyó en un intento para encontrar la convergencia de
distintos grupos estudiantiles comprometidos con la búsqueda de alternativas a la
situación nacional. Su composición era bastante heterogénea entre estudiantes de
universidades privadas y universidades públicas. Sin embargo, con el fin del
semestre académico en noviembre de 1989 comenzó a desintegrarse y fracasó
rotundamente.6
En cuanto a las mesas de trabajo, éstas también fracasaron en el grueso de las
universidades. Tan sólo en la Universidad del Rosario se tuvo continuidad, en
especial la mesa sobre reforma constitucional. Sus conclusiones fueron publicadas
en medios de comunicación7, con el fin de recolectar firmas ciudadanas como
sustento de la campaña estudiantil denominada el “plebiscito para el plebiscito”.
Para los estudiantes, en la medida en que pudieran recoger un significativo número
de firmas, estas podrían ser presentadas ante la presidencia como un plebiscito que
solicitaba, a su vez, otro plebiscito en el cual se decidiera la reforma constitucional
mediante de una Asamblea Nacional Constituyente.
En diciembre de 1989, el gobierno del presidente VirgilioBarco se propuso convocar
a un "Referendo extraordinario por la paz y la democracia", durante el trámite de la
reforma constitucional proyectada para el 21 de enero de 1990 para consolidar los
acuerdos de paz con la guerrilla del Movimiento 19 de abril (M-19). Debido a la
presión violenta del narcotráfico, especialmente por "Los Extraditables"8. Se quiso
aprovechar la consulta con el pueblo para que se pronunciara también sobre la
extradición, lo que causó que el gobierno desistiera de la totalidad del proyecto.
En 1990, los estudiantes de varias universidades de Colombia impulsaron la
inclusión de una "séptima papeleta" en los comicios del 11 de marzo de 1990 para
apoyar la convocatoria a una asamblea constituyente. La consulta arrojó cerca de 2
millones de votos9 y provocó una situación de facto que el gobierno implementó por
decreto 927 de 1990 y se facultó a la Organización Electoral para contabilizar los
votos que se depositaran en las elecciones presidenciales del 27 de mayo de 1990.
La puesta en marcha de una democracia participativa fue uno de los ejes centrales
del proceso constituyente. Los jóvenes del movimiento estudiantil empezaron a salir
6 Óscar Alejandro Quintero Ramírez. P.128
7 Periódico El Tiempo, el 22 de octubre de 1989
8 Lemaitre, Julieta. 2009. P.100
9 Para ser sinceros, en mi opinión, dos millones de votos no eran ni en su más mínima expresión,
una garantía de democracia, pues ni siquiera constituían el 50% de las personas que podían votar.
4. y competir por integrar la Asamblea Nacional Constituyente promovida por ellos
mismos.
No podemos olvidar, que previo a la votación por la séptima papeleta, fueron
muchos los momentos de tensión vividos, por ejemplo, el instante en que hubo un
enfrentamiento entre estudiantes de la Universidad Externado, Los Andes y la
Universidad Nacional, que se oponían al proyecto por considerarlo gobiernista,
aunque finalmente la tensión se diluyó y terminaron por apoyar la séptima papeleta,
y es que era claro que todo el país se encontraba emocionado por la posibilidad de
una nueva Carta Magna –que para sus efectos y en mi opinión, no fue contemplada
por los congresistas y mucho menos atendida como debería ser-.
Lamentablemente, tras el factor de la movilización cada vez mayor por parte de los
estudiantes, se dividen estos, creando dos bandos, por un lado encontramos a los
derechistas y más conservadores, bajo el nombre de “Todavía podemos Luchar por
Colombia”10; y por el otro lado, el grupo conformado por los opositores a la reunión
del 1 de Marzo, con estudiantes de universidades públicas y privadas más liberales,
que se denominaría “Movimiento Estudiantil por la Constituyente”11.
Los que primero se lanzaron a la arena política fueron los estudiantes Wilson
Abraham García y Carlos Felipe Vargas Huelgos, quienes contaron con el respaldo
inicial de 12 centros de educación de Colombia, pero en el congreso de estudiantes
de Medellín (Colombia) no se llegó a un acuerdo definitivo y se convocó a otro
Congreso de estudiantes en Manizales (Colombia), en el cual se definió el nombre
de Fernando Carrillo Flórez, como candidato a la Asamblea Nacional Constituyente,
quien para la época era asesor del Presidente de la república para este tema.12
Fue un grupo de estudiantes universitarios, que con sus propios esfuerzos y
armados únicamente con sus ilusiones, generaron el proceso de cambio tan
anhelado, y a través de un movimiento de opinión conocido como la “séptima
papeleta”, llevaron a la gente, a depositar en las urnas de las elecciones,
parlamentarias del 11 de marzo de 1990, una papeleta adicional a las seis , y por
medio de ella, permitir que el pueblo se pronunciara, sobre la viabilidad de la
convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente, a fin de reformar la
Constitución de 1990, muy a pesar de que este mecanismo no estaba autorizado
en la Constitución vigente, y por el contrario, estaba en contravía a ella, según el
artículo 13 del Plebiscito de 199713.
10 Conformado en su núcleo por estudiantes de la Universidad del Rosario y la Javeriana.
11 Conformado en su núcleo por estudiantes de la Universidad Nacional, Pedagógica, Distrital, Los
Andes y Externado.
12 Bedoya Ramírez, Julia Beatriz. 2004. P.21
13 Julieta Lemaitre. P.106
5. El conteo informal de estas papeletas, que no eran depositados, por mandato legal,
sino a iniciativa del propio pueblo, arrojó más de dos millones de voto a favor de la
propuesta de convocar una Asamblea Nacional Constituyente, lo que llevo al
gobierno de Virgilio Barco, a reconocer la situación de facto creada por el propio
pueblo y fue así como, mediante Decreto 997 de 199014, se faculto a la Organización
Electoral, para contabilizar oficialmente los votos que a favor o en contra de la
Asamblea , se habrían de depositar , conjuntamente con los votos en la elección
presidencial del 27 de mayo de 199015.
El 86 por ciento de los votantes, se pronunciaron a favor de la convocatoria de una
Asamblea Nacional Constituyente, a fin de que redactara una Nueva Carta
Fundamental. Ya posesionado como Presidente, Cesar Gaviria, haciendo uso de
las facultades que le daba el Estado de Sitio, dicto el Decreto 1926 de 199016, por
medio del cual convocaba al pueblo, el 9 de diciembre , a elegir 70 Constituyentes,
para que en su nombre y representación modificara la Constitución vigente, sobre
un temario fijado en el mismo decreto17.
La Corte Suprema de Justicia, al revisar la constitucionalidad del Decreto en
mención, mediante sentencia del 9 de octubre de 199018, declaro constitucional el
proceso que de facto se inició, y que el Gobierno legalizo, pues considero que era
la manifestación legitima del pueblo como constituyente primario, y como tal declaro
exequible, la convocatoria de la Asamblea y a las elecciones de los Constituyentes
y por el contrario declaro inexequible, el temario fijado por el Gobierno, pues
considero que la Asamblea , como delegataria del pueblo, esto es, el constituyente
primario, no podía ser limitada en sus atribuciones, pues esto sería como limitar el
poder del detentador originario del poder, esto es el pueblo soberano.
Así, la Asamblea Nacional Constituyente, quedo facultada, no por la Corte, sino por
el Pueblo, para modificar íntegramente la Constitución Política de Colombia, tal
como lo hizo, cuando al año siguiente se reunió, redactó, y promulgó la Constitución
que hoy nos rige y que tuvo su génesis, en la Séptima Papeleta19, un movimiento
de opinión, que surgió a partir de la iniciativa de un grupo de estudiantes, armadas
únicamente con la ilusión de un país mejor.
Por último, se puede concluir que la séptima papeleta ha sido uno de los mayores
logros que ha llegado a tener un movimiento, y más que eso un movimiento de
universitarios. También se puede inferir que fue uno de los movimientos de la
14 Beatriz Bedoya. P. 18
15 Beatriz Bedoya. P.20
16 Óscar Alejandro Quintero. P. 137
17 Beatriz Bedoya. P.21
18 Óscar Alejandro Quintero. P. 137
19 Óscar Alejandro Quintero. P. 138
6. historia Colombiana con mayor trascendencia, ya que consiguió cambiar toda una
constitución, y más que eso obtuvo un hecho que en la historia de nuestro país
pocas veces sucede, y es que luchó y triunfó en la búsqueda de que la constitución
fuera formalmente valida, y pues, logró que el ochenta por ciento de los colombianos
que votaron lo hicieran en favor de la reforma.
Tristemente, tras estos acontecimientos, los movimientos estudiantiles fueron
reduciéndose poco a poco, hasta el punto en que desaparecieron, pero que tras tres
breves años de historia y lucha, dejaron una huella imborrable en nuestra memoria,
la huella de unos jóvenes que impulsaron con base en la crítica y la búsqueda de
un país mejor, el cambio total de nuestra estructura política, fue un movimiento que
a pesar del tiempo, el olvido y la falta de intereses, siempre debe perdurar como el
mejor ejemplo de lo que se puede lograr por medio de la rebelión intelectual y
participativa frente a la opresión, porque a pesar de que los pseudo-movimientos
estudiantiles actuales se rigen por la coyuntura política que atraviese el país, son
movimientos que necesitan de la participación ciudadana, son movimiento que
debemos impulsar con miras hacia la construcción de un país mejor y que, sin duda,
pueden constituirse como la generación del cambio, los colombianos debemos
despertar y buscar una paz con reparación de víctimas, debemos exigir al Estado
que justifique el dinero que le damos, y debemos dejar de esperar pacientemente a
que todo nos lo solucionen, estamos en la obligación de salir a las calles a luchar
por nuestros derechos, podemos organizarnos para que nos escuchen y no ignoren
las peticiones del pueblo.
Referencias
Bedoya Ramírez, Julia Beatriz. La constitución de 1991. Una mirada desde
los actores.
Herbert, BIV. Mataron a Gaitán, Bogotá: Norma, 2a. edición, 1998, p. 237.
Lemaitre Ripoll, Julieta. El Derecho como Conjuro. Siglo del Hombre. 2009.
Quintero Ramírez, Óscar Alejandro. Sociología e Historia del movimiento
estudiantil por la Asamblea Constituyente de 1991.