2. El período en que se trabaja se desencadena
tanto por los avances de la segunda
Revolución Industrial como por la difusión de
las ideas políticas y sociales de la Revolución
Francesa, así como del pensamiento del siglo
XVIII, el siglo de oro, del Iluminismo. Estas
matrices configuran el modo de producción
capitalista, el cual alcanza dimensiones
globales con la expansión colonialista de las
potencias europeas, es decir, la expansión de
sus mercados a áreas del mundo política y
económicamente subyugadas.
Por su parte, la Revolución Industrial en su
primera etapa (1780-1830 aproximadamente)
dio su forma definitiva al modo de
producción capitalista en su etapa industrial
y ello supuso transformaciones en todos los
niveles de análisis, que se profundizaron en
la segunda etapa de la industrialización
(1840-1870 aproximadamente)
3. La revolución francesa, estados unidos y
sudamerica.
El historiador Eric Hobsbawm ha instalado en el mundo
académico la idea de un siglo XIX largo y un siglo XX
corto: ubica el inicio del siglo XIX a fines del XVIII con la
Revolución Francesa (1789), un hito en la historia
europea y mundial por su repercusión en el mundo de
las ideas políticas y sociales. Algunos años antes se
concretó la independencia de los Estados Unidos de
América (1776), país que de allí en más se desarrollaría
y llegaría a ocupar un lugar central en el plano
internacional.
Eugène Delacroix. Cuadro que refleja una revuelta en 1830. El pueblo, al igual que en
1789. Marianne (la libertad) incentiva a los hombres a seguir luchando por Ella. Museo del
Louvre,
4. LA INDEPENDENCIA CONJUGÓ UN PROCESO DESCOLONIZADOR Y UN PROCESO REVOLUCIONARIO DE CORTE
POLÍTICO LIBERAL.
DICHOS PROCESOS IMPLICARON EL CONDICIONAMIENTO PREVIO DE LAS COLONIAS -MARCADO POR EL
PENSAMIENTO POLÍTICO MODERNO Y POR LAS “USURPACIONES” DEL IMPERIO BRITÁNICO-, LA GUERRA DE
LA INDEPENDENCIA Y EL FINAL ESTABLECIMIENTO DE UN SISTEMA POLÍTICO REPUBLICANO.
Washington cruzando el Delaware pintura del artista alemán
Emanuel Gottlieb Leutze. Museo MET, Nueva York.
El surgimiento de los EEUU es uno de los eventos capitales de la
historia política moderna. La reacción frente a la condición
colonial y los ideales políticos liberales cristalizaron en la primera
gran Revolución burguesa del llamado “ciclo atlántico”. Luego
se expandió al otro lado del Atlantico, para rebotar en toda
Hispanoamérica.
Los motivos que comúnmente se entienden como detonantes de
la Revolución de las Trece Colonias apuntan hacia la libertad
política frente a la corona británica y la independencia económica
de las políticas económico-fiscales abusivas. No obstante, no hay
que olvidar la importancia del contexto geopolítico europeo del
siglo XVIII en el que los imperios coloniales se disputaban la
hegemonía del poder. El proceso independentista estadounidense
supuso un escenario relevante para los intereses geoestratégicos,
ideológicos o económicos de las potencias europeas, lo cual
influyó de modo determinante en este proceso histórico.
5. SE CONOCE COMO “LA INDEPENDENCIA
DE AMÉRICA LATINA” AL PERÍODO HISTÓRICO
TRANSCURRIDO ENTRE FINALES DEL SIGLO XVIII (EN TORNO A
1780) Y MEDIADOS DEL SIGLO XIX (EN TORNO A 1850) EN AMÉRICA
LATINA Y EL CARIBE.
En este intenso período se vivieron muchos hechos relevantes,
por lo que proponemos dividir el período en dos partes
diferentes:
La independencia de América Latina (I): 1780-1810: de la crisis
del sistema colonial español, a la creación de Juntas de Gobierno
en América Latina.
La independencia de América Latina (II): 1810-1850: de las
guerras de independencia a la creación de los nuevos Estados
nacionales.
Puede observarse que la independencia de América Latina fue un proceso
largo y complejo. Como se observa en las fechas, dependiendo de cada
país, duró hasta varias décadas; algunos países se enfrentaron en largas
guerras contra el Imperio español o por conflictos internos. Por todo ello,
las fechas que se muestran para cada país suelen ser amplias.
Oleo. Retrata la revolución de los negros en Haiti en 1804.
6. SUCRE EN LA BATALLA DE PICHINCHA (24/5/1822) MURAL.PALACIO DE CARONDELET. QUITO.
AUTOR: LUIS PEÑAHERRERA BERMEO.
7. EL FIN DE LAS GUERRAS DE INDEPENDENCIA Y UN NUEVO
HORIZONTE INMIGRATORIO.• Las distintas medidas que el Estado argentino impulsó en materia migratoria se vieron concretadas con la Ley de Inmigración y
Colonización Nº817 de 1876, más conocida como Ley Avellaneda. Durante el siglo XIX "la ley del 19 de octubre de 1876
constituyó el más serio intento de sistematización de una política inmigratoria" y tiene el mérito de ser el primer cuerpo legal
en precisar la categoría de inmigrante, definiéndolo como "todo extranjero jornalero, artesano, industrial, agricultor o profesor
que siendo menor de sesenta años, y acreditando su moralidad y sus aptitudes, llegase a la república para establecerse en ella”
• El cambio de siglo trajo consigo un vuelco determinante en la política migratoria del país. Los nuevos inmigrantes europeos
que arribaron entre fines del siglo XIX e inicios del XX, en su gran mayoría de procedencia mediterránea, trajeron consigo una
serie de reivindicaciones políticas, de corte anarquista y socialista principalmente, que impactaron de modo significativo en la
intensificación de los movimientos huelguísticos de la clase trabajadora argentina.