12. SONETO V
Escrito está en mi alma vuestro gesto,
y cuanto yo escribir de vos deseo;
vos sola lo escribisteis, yo lo leo
tan solo, que aun de vos me guardo en esto.
En esto estoy y estaré siempre puesto;
que aunque no cabe en mí cuanto en vos veo,
de tanto bien lo que no entiendo creo,
tomando ya la fe por presupuesto.
Yo no nací sino para quereros;
mi alma os ha cortado a su medida;
por hábito del alma mismo os quiero.
Cuando tengo confieso yo deberos;
por vos nací, por vos tengo la vida,
por vos he de morir, y por vos muero.
Garcilaso de la Vega
13. SONETO XXIII
En tanto que de rosa y de azucena
se muestra la color en vuestro gesto,
y que vuestro mirar ardiente, honesto,
con clara luz la tempestad serena;
y en tanto que el cabello, que en la vena
del oro se escogió, con vuelo presto
por el hermoso cuello blanco, enhiesto,
el viento mueve, esparce y desordena:
coged de vuestra alegre primavera
el dulce fruto antes que el tiempo airado
cubra de nieve la hermosa cumbre.
Marchitará la rosa el viento helado,
todo lo mudará la edad ligera
por no hacer mudanza en su costumbre.
Garcilaso de la Vega
p.122-123
15. Esta desnuda playa, esta llanura
de astas y rotas armas mal sembrada,
do el vencedor cayó con muerte airada,
es de España sangrienta sepultura.
Mostró el valor su esfuerzo, mas ventura
negó el suceso y dio a la muerte entrada,
que rehuyó dudosa, y admirada
del temido furor, la suerte dura.
Venció otomano al español ya muerto,
antes del muerto el vivo fue vencido,
y España y Grecia lloran la vitoria,
pero será testigo este desierto
que el español muriendo, no rendido,
llevó de Grecia y Asia el nombre y gloria.
Fernando de Herrera
16. -Traduce y adapta
obras clásicas, él solo
tiene 20 poesías
originales.
-Carácter reflexivo y
religioso.
-Usa preferentemente
la lira.
-Su lenguaje es sobrio
y elegante.
p.144-145
FRAY LUIS DE LEÓN
17. ¡Qué descansada vida
la del que huye del mundanal ruïdo,
y sigue la escondida
senda, por donde han ido
los pocos sabios que en el mundo han sido;
Que no le enturbia el pecho
de los soberbios grandes el estado,
ni del dorado techo
se admira, fabricado
del sabio Moro, en jaspe sustentado!
No cura si la fama
canta con voz su nombre pregonera,
ni cura si encarama
la lengua lisonjera
lo que condena la verdad sincera.
ODA A LA VIDA RETIRADA
18. ¿Qué presta a mi contento
si soy del vano dedo señalado;
si, en busca deste viento,
ando desalentado
con ansias vivas, con mortal cuidado?
¡Oh monte, oh fuente, oh río,!
¡Oh secreto seguro, deleitoso!
Roto casi el navío,
a vuestro almo reposo
huyo de aqueste mar tempestuoso.
Un no rompido sueño,
un día puro, alegre, libre quiero;
no quiero ver el ceño
vanamente severo
de a quien la sangre ensalza o el dinero.
Despiértenme las aves
con su cantar sabroso no aprendido;
no los cuidados graves
de que es siempre seguido
el que al ajeno arbitrio está atenido.
19. Vivir quiero conmigo,
gozar quiero del bien que debo al cielo,
a solas, sin testigo,
libre de amor, de celo,
de odio, de esperanzas, de recelo.
Del monte en la ladera,
por mi mano plantado tengo un huerto,
que con la primavera
de bella flor cubierto
ya muestra en esperanza el fruto cierto.
Y como codiciosa
por ver y acrecentar su hermosura,
desde la cumbre airosa
una fontana pura
hasta llegar corriendo se apresura.
Y luego, sosegada,
el paso entre los árboles torciendo,
el suelo de pasada
de verdura vistiendo
y con diversas flores va esparciendo.
20. El aire del huerto orea
y ofrece mil olores al sentido;
los árboles menea
con un manso ruïdo
que del oro y del cetro pone olvido.
Téngase su tesoro
los que de un falso leño se confían;
no es mío ver el lloro
de los que desconfían
cuando el cierzo y el ábrego porfían.
La combatida antena
cruje, y en ciega noche el claro día
se torna, al cielo suena
confusa vocería,
y la mar enriquecen a porfía.
A mí una pobrecilla
mesa de amable paz bien abastada
me basta, y la vajilla,
de fino oro labrada
sea de quien la mar no teme airada.
21. Y mientras miserable-
mente se están los otros abrazando
con sed insacïable
del peligroso mando,
tendido yo a la sombra esté cantando.
A la sombra tendido,
de hiedra y lauro eterno coronado,
puesto el atento oído
al son dulce, acordado,
del plectro sabiamente meneado.
FRAY LUIS DE LEÓN
22. -Su poesía
pertenece a la
mística.
-Simbolismo.
-Estilo intenso,
expresivo.
-Usa
especialmente la
lira.
SAN JUAN DE LA CRUZ
23. 1. ¡Oh, llama de amor viva,
que tiernamente hieres
de mi alma en el más profundo centro!
Pues ya no eres esquiva,
acaba ya, si quieres;
¡rompe la tela de este dulce encuentro!
2. ¡Oh, cauterio suave!
¡Oh, regalada llaga!
¡Oh, mano blanda! ¡Oh, toque delicado,
que a vida eterna sabe,
y toda deuda paga!
Matando, muerte en vida la has trocado.
3. ¡Oh, lámparas de fuego,
en cuyos resplandores
las profundas cavernas del sentido,
que estaba oscuro y ciego,
con extraños primores
calor y luz dan junto a su querido!
4. ¡Cuán manso y amoroso
recuerdas en mi seno,
donde secretamente solo moras:
y en tu aspirar sabroso,
de bien y gloria lleno,
¿cuán delicadamente me enamoras!
Llama de amor viva, San Juan de la Cruz
24. 1. En una noche escura,
con ansias en amores inflamada,
¡oh dichosa ventura!,
salí sin ser notada,
estando ya mi casa sosegada.
2. A escuras y segura
por la secreta escala, disfrazada,
¡oh dichosa ventura!,
a escuras y en celada,
estando ya mi casa sosegada.
3. En la noche dichosa,
en secreto, que nadie me veía
ni yo miraba cosa,
sin otra luz y guía
sino la que en el corazón ardía.
4. Aquesta me guiaba
más cierto que la luz del mediodía,
adonde me esperaba
quien yo bien me sabía,
en parte donde nadie parecía.
Noche oscura, San Juan de la Cruz
5. ¡Oh, noche que guiaste;
oh, noche amable más que el alborada;
oh, noche que juntaste
Amado con amada,
amada, con el Amado transformada!
6. En mi pecho florido,
que entero para él solo se guardaba,
allí quedó dormido,
y yo le regalaba
y el ventalle de cedros aire daba.
7. El aire del almena,
cuando yo sus cabellos esparcía,
con su mano serena
en mi cuello hería
y todos mis sentidos suspendía.
8. Quedéme y olvidéme,
el rostro recliné sobre el Amado;
cesó todo y dejéme,
dejando mi cuidado
entre las azucenas olvidado.
25. LAZARILLO DE TORMES
p.166
Las diapositivas del Lazarillo han sido adaptadas de la presentación de la profesora
Carmen Andreu Gisbert.
26. Lázaro, un personaje de baja clase social, nacido en una aldea próxima a Salamanca, hijo de
padres sin honra, cuenta su vida en primera persona a un señor, a quien se dirige en el prólogo
con el tratamiento de “vuestra merced”, para explicarle los detalles del “caso”.
ARGUMENTO
27. El “caso” es la explicación de los rumores sobre las posibles relaciones de la mujer de Lázaro
con el Arcipreste de Toledo.
28. Para ello, Lázaro habla de su vida desde su nacimiento
Su madre se dedicó a la
prostitución, hasta establecerse
con un hombre negro, con el que
tuvo un hijo.
“Pues sepa vuestra merced, ante todas cosas, que
a mí llaman Lázaro de Tormes, hijo de Tomé
González y de Antonia Pérez, naturales de
Tejares, aldea de Salamanca. Mi nacimiento fue
dentro del río Tormes, por la cual tomé el
sobrenombre.”
“Siendo yo niño de ocho años, achacaron a mi
padre ciertas sangrías mal hechas en los costales
de los que allí a moler venían, por lo cual fue preso
y confesó y no negó, y padeció persecución por
justicia (...) En este tiempo, se hizo cierta armada
contra moros, entre los cuales fue mi padre, que a
la sazón estaba desterrado por el desastre ya
dicho, con cargo de acemilero de un caballero que
allá fue. Y con su señor, como leal criado, feneció
su vida.”
29. Como su madre no puede mantenerlo, Lázaro es
entregado a un ciego para que se gane la vida
guiándolo. Por eso a los perros que guían a los
ciegos se les llama “perros lazarillo”.
El ciego lo trata rudamente y, desde el principio, decide “espabilarlo” para que pueda salir
adelante en la dura vida que le espera.
Lázaro llega el oído a
ese toro y oirás gran
ruido dentro de él.
30. El ciego es un amo mezquino y miserable, que maltrata cruelmente a Lázaro, pero con
quien aprende a ganarse la vida.
El episodio de la
longaniza
El episodio del jarro
de vino
El episodio de las
uvas.
31. Todas estas crueldades hacen que Lázaro odie cada vez más a su amo, hasta que
llega un momento en que el discípulo supera al maestro y consigue vengarse de él
antes de abandonarlo.
¡Sus! Saltá todo lo que podáis porque
deis deste cabo del agua..
El aprendizaje de Lázaro comienza
con un golpe que el ciego propina a
Lázaro (en el toro) y concluye cuando
Lázaro es capaz de engañar a su amo
y devolvérselo.
32. Tras abandonar al ciego, Lázaro pasa a servir a un clérigo en Maqueda:
El clérigo es un hombre mezquino que mata de
hambre al pobre Lázaro.
Lázaro tiene que inventarse tretas para poder comer. Consigue
una llave para abrir el arca donde el clérigo guarda el pan.
Lázaro guarda la llave dentro de la boca para que el
clérigo no la descubra, pero al final, el clérigo se entera
de todo y lo despide, no sin antes propinarle una paliza:
33. Su siguiente amo es un escudero que aparenta ser
rico y poderoso, pero en realidad es más pobre
todavía que Lázaro.
Con él aprende la importancia
de las apariencias, es decir, no
importa lo que en realidad
eres, sino lo que aparentas ser.
Pese a ser pobre, es el primer amo que no
maltrata a Lázaro. Lázaro aprende a ser
misericordioso con él.
34. Lázaro es abandonado por su amo y tiene que buscar otro. Habrá varios
más hasta llegar a la situación final desde la que escribe:
Un buldero
Un maestro de pintar panderos
Un alguacil…
Un fraile de la
Merced
35. La novela termina cuando Lázaro, a los veintitantos años y en Toledo, se
casa, de modo deshonroso, con la criada del Arcipreste de San Salvador.
La gente murmura que la boda ha sido un “apaño” y que la mujer de
Lázaro es la amante del Arcipreste. Aunque Lázaro lo niega todo, ciertas
afirmaciones suyas no dejan lugar a dudas, y él justifica su vida actual
porque en ese momento él se encontraba “en mi prosperidad y en la
cumbre de toda buena fortuna”..
Mirá, si sois mi amigo, no me digáis cosa con
que me pese, que no tengo por mi amigo al que
me hace pesar; mayormente, si me quieren
meter mal con mi mujer, que es la cosa del
mundo que yo más quiero y la amo más que a
mí; y me hace Dios con ella mil mercedes y más
bien que yo merezco: que yo juraré sobre la
hostia consagrada que es tan buena mujer
como vive dentro de la puertas de Toledo.
Quien otra cosa me dijere, yo me mataré con él.
Desta manera no me dicen nada, y yo tengo paz
en mi casa.
36. ESTRUCTURA DEL LAZARILLO
Prólogo
Tratado I
Tratado II
Tratado III
Tratado IV
Tratado V
Tratado VI
Tratado VII
Ciego
Clérigo
Escudero
Infancia
Lázaro en la adversidad
Crueldad de los amos
Hambre
Fraile
Buldero - Maestro de pintar
Adolescencia
Capellán
Alguacil - Arcipreste
Juventud
madurez
Mejora su nivel de
vida
Se revela que la obra es una carta de contestación en la que se
explica el “caso” a “vuestra merced”.
37. TEMAS DEL LAZARILLO
Lucha afanosa contra el
hambre y la pobreza
El relato ofrece el proceso vital de adiestramiento en la hipocresía y
el engaño como única fórmula de que dispone Lázaro para no
sucumbir en una realidad hostil con los de abajo.
Honra
Es un asunto frecuentemente mencionado y planteado a lo largo de
la novela.
Desde el inicio se insiste en el origen deshonroso de los padres de
Lázaro —un molinero condenado por ladrón y una sirvienta
amancebada con un negro— y el propio Lázaro observa cómo, por
mantener la que corresponde a su estrato, el paupérrimo hidalgo,
lleva una vida mísera basada solo en las apariencias.
El Lazarillo comienza y concluye con un caso de honra (el “caso”) y el
protagonista habla de su situación final como un éxito —“la cumbre
de toda buena fortuna”—, pero en realidad, sólo ha conseguido una
aceptable tranquilidad económica y una vida aparentemente honrada.
La crítica anticlerical
Cinco de los amos de Lázaro pertenecen al estamento eclesiástico, en
general, a sus estratos inferiores. Todos ellos se mueven por avaricia
o lujuria y todos explotan a Lázaro.
Las citas de los Evangelios o las alusiones a cosas sagradas en
contextos burlescos, añaden al anticlericalismo de la obra ciertos
detalles irreverentes.
38. LENGUAJE DEL LAZARILLO
El Lazarillo está escrito en un lenguaje llano, sin
artificios, directo.
Los personajes se expresan de acuerdo a su
condición social y se ajustan a lo que pide el
momento: júbilo, tristeza, cólera…
El uso de refranes, modismos, el vocabulario…
guardan relación con el estrato social del protagonista
narrador.
La frase corta, pero vivamente expresiva y ágil, o
extensa, según la función narrativa que realice.
Destaca la precisión en captar, con ironía o humor, lo
esencial y revelador.
Dominio del lenguaje y el arte de narrar
Lenguaje llano
Decoro
Estilo adecuado a
la función
Precisión