El documento proporciona orientaciones para que el evangelizador sea una persona que practica la misericordia, la fraternidad y la cercanía a los más necesitados. Debe presentar a la Iglesia como un lugar de encuentro y dignidad para las personas, promover la oración y la Eucaristía, y vivir con radicalidad el seguimiento a Cristo sin caer en discursos moralizantes. Su tarea es acompañar a los demás en la evangelización de acuerdo a cada contexto y cultura.
Luisa de Marillac Animadora de las Cofradías de la Caridad
Ejes del Carisma Capuchino del Tercer Milenio
1.
2. • Deberá valorar las estructuras y saber
hablar de la Iglesia a una colectividad
individualista: Presentar a la Iglesia como
encuentro de personas, donde encuentra
dignidad y respeto.
• El entusiasmo por Cristo será la
consecuencia de una fe alimentada en la
oración.
• La Eucaristía produce la comunidad y
asegura a la persona capacidad de
comunión y amor.
• La penitencia es el encuentro con el Señor:
Practicar la misericordia con el hombre.
• Buscar los valores sobrenaturales y de la
presencia de Dios, apreciando las
realidades humanas.
3. • Practica la misericordia con el hombre, midiendo
con la misma medida que ha sido medido:
Bondad por parte de la Iglesia en Cristo Jesús.
• Es el contemplativo que sabe introducir en su
vivencia cristiana el aspecto místico, practicando
e incitando a la reflexión silenciosa de la Biblia y
de los maestros clásicos de la espiritualidad y de
los avances técnicos.
• La radicalidad en el seguimiento y cumplimiento
del Evangelio.
• No consume energías en discursos moralizantes
y en campañas rigoristas.
• Fidelidad a la consagración religiosa, mediante la
cual da testimonio de su adhesión personal a
Cristo y de su aceptación de la misión de la
Iglesia.
4. • No será nostálgico del pasado y vivirá
el presente y buscará construir el
futuro.
• Optar por el profetismo del ejemplo o
testimonio de vida: Salir del confort y
lanzarse a la condena (profetismo).
• Será optimista del futuro: Nunca
crítico del pasado, realista ante el
presente, tiene su fe puesta en Dios
(providencia), sabe valorar los nuevos
pasos positivos.
• Lanzado a la evangelización de la
nueva sociedad para su inculturación
en el Evangelio: Pasar de temas como
el aborto, control de natalidad y
celibato a deuda, ecología y familia.
5. • Empeño por santificar el
mundo de acuerdo con los
signos del cielo: Orientar las
realidades de aquí abajo
para que se orienten al
servicio de Dios y los
hombre.
• Acepta sus limitaciones y
defectos y con humor como
expresión de minoridad.
• Se abre a todas las
posibilidades de
evangelización en especial a
las que van con su propia
identidad con sencillez,
fraternidad, y servicio a
todos los hombres.
6. • Acompañar a los hombres en medio del
avance técnico a cuestionarse qué es el
hombre y por qué Dios se hace hombre
para acompañar a éste.
• La evangelización se basa en la verdad
que exige estar en conformidad al
Evangelio para que el poder esté al
servicio de la sociedad.
• Denunciar situaciones que pueden y
deben ser superadas en razón y fuerza
de una ética ciudadana, en fidelidad a la
doctrina social cristiana y el Evangelio.
• Será un entusiasta de la libertad: No
dejarse atar por opciones
económicas, sociales, políticas o
religiosas.
7. • Libre para aceptar y dar respuesta a las invitaciones evangélicas que apuestan a
la obediencia, pobreza, castidad, perdón y demás consejos evangélicos.
8. • La justicia humana no llena al hombre
contemporáneo porque no logra
establecerse en los dominios de la
sociabilidad, por eso, busca la actitud
de misericordia.
• Evangelizador fuerte en misericordia es
el hombre de las bienaventuranzas:
perdón, alegría, hermandad, el del
abrazo y el cántico de las criaturas.
• Dedicado a la tarea del confesionario:
Testimonio de acogida y perdón al
nombre y en nombre de Cristo.
• Optará y estará con los pobres, en el
sentido de pueblo.
• Su evangelización se basará se basará
en la lucha contra la injusticia y el
mostrar la misericordia de Dios (más
en la misericordia).
9. • La misericordia lleva a la
lucha contra las injusticias:
rechazo, opresión, soledad,
sufrimiento, etc.
• El Capuchino evangelizador
sueña con una Doctrina Social
de la Iglesia, que lleva a Dios
por encima de la justicia, en
un compromiso de respeto,
convivencia, solidaridad,
acogida, el respeto de los
derechos humanos, la
libertad, la paz, todo en clave
de misericordia.
10. • Debe ser un hombre sin fronteras
incluso entre lo urbano y lo rural.
• Los valores que viven nuestras ciudades
y pueblos no son valores ni rurales ni
urbanos, sino de cultura occidental:
Libertad, democracia, igualdad del
hombre y la mujer, aprecio de la
afectividad, etc.
• Estar atento para poder acercarse a la
cultura de cada noción, cuyo
patrimonio de valores es
ordinariamente contestado por los
jóvenes, para iluminar y evangelizar las
situaciones diversas.
• Profundización de los estudios
teológicos y humanos.
11. • Él mismo vive en sencillez y en cercanía
a los pobres.
• Nuestra cristología hace hincapié en la
encarnación, la opción y defensa de
Dios por los pobres, la actitud solidaria
y profética de Jesús con los pobres y
marginados.
• Acoge la eclesiología que subraya la
dimensión del pueblo de Dios, la
necesidad de una Iglesia pobre y
habitable por los pobres.
• Dotado de conocimientos sociales que
le permitan fundar organizaciones a
favor de los pobres.
• No hablará de cuestiones obreras o
sociales simplemente se situará del lado
de los marginados.
12. • Fraternidad no se opone a estructura y organización
porque o si no va en contra de la misma
fraternidad.
• Que ha desarrollado en virtud del propio
patrimonio espiritual, esa nueva sensibilidad
antropológica de la vida en grupo (democracia,
libertad, participación, amistad, ecología, visión
planetaria, etc.
• Hombre que vive el contexto de cambio que exige
la aceptación de expresiones de vida comunitaria,
signos de fraternidad.
• Ser humano consciente de haber superado la
sociedad del trabajo y ha pasado a la de la
comunidad.
• Reacciona contra el peligro que supone que
cuantos mayores son los canales de comunicación,
paradójicamente se tiene menos cosas que decir en
familia o en fraternidad.
13. • La fraternidad es un apostar por la vida que
merece vivirse.
• Las personas esperan del evangelizador un
signo de respeto y aliento para quienes ya
vivieron su vida (los ancianos).
• La fraternidad se compromete a pensar y
soñar en convertirse en focos pacíficos y
gratificantes de convivencia más que en
denunciadores amargado de situaciones
difíciles de superar.
• Son promotores del consenso y no tanto del
legalismo e incluso de la misma justicia.
• Son personas ecuménicas: confraternizar
con los musulmanes, los judíos, los
protestantes, etc., para construir un mundo
más humano y feliz.
14. • Comprometerse con el principio de
la integración plena de la mujer en
la programación y actuación de la
misión evangelizadora.
• Una fraternidad, escuela respetuosa
de los distintos y diversos carismas,
sacerdotales o laicales.