Las quemaduras se clasifican en tres grados dependiendo de la profundidad del daño en la piel. Las quemaduras de primer grado solo afectan la capa superior de la piel, mientras que las de segundo y tercer grado penetran más profundamente causando ampollas o destruyendo toda la piel respectivamente. Las quemaduras graves requieren atención médica inmediata y se definen como aquellas que afectan entre el 10-30% del cuerpo o más del 2% si son de tercer grado.