Emmanuel Mounier propuso un personalismo comunitario en su Manifiesto al servicio del Personalismo (1936), defendiendo que la persona encuentra su sentido a través de la encarnación, la comunión y la vocación con los demás y con lo trascendente. Criticó tanto el individualismo como concepciones como el marxismo o el existencialismo que no valoran a la persona, proponiendo una sociedad con rostro donde prima la responsabilidad individual en comunidad.