1. Tener un “guardadito”, pedir fiado, comprar a plazos, partici-
par en una tanda… ¿Qué haces cuando te sobra dinero? ¿De
dónde lo obtienes cuando te falta? Independientemente de
nuestra condición social o económica, todos requerimos
recursos financieros para cubrir nuestras necesidades diarias.
Tanto el ahorro como el crédito son actividades cotidianas.
No importa de cuánto dinero se trate, no importa si es a
través de instituciones, amigos o familiares, todos somos
actores financieros porque tomamos decisiones acerca de qué
hacer con nuestro dinero.
Para cubrir nuestras necesidades es importante tener fuentes
de financiamiento y lugares seguros para guardar nuestro
dinero, como los bancos. Sin embargo, por múltiples razones,
no todas las personas tienen la posibilidad de acceder y utilizar
los servicios financieros bancarios.
Como respuesta, desde hace ya varios años, en México se han
consolidado varias instituciones cuyo objetivo es adaptar la
forma de ofrecer los servicios financieros a las necesidades de
la población que antes no podía acceder a una cuenta de
ahorro o a un crédito. A este sector se le conoce como de
“finanzas populares”.
Se trata de organismos y empresas que ofrecen sus servicios a
personas que no tienen garantías para obtener un préstamo,
El sector de las finanzas populares
que están lejos de una sucursal bancaria tradicional, que
necesitan menos dinero del que a un banco le conviene prestar
o que lo necesitan más rápido. Esto, además de brindar opor-
tunidades a un mayor número de personas, aumenta la oferta
y la competencia entre las instituciones financieras.
Algunas de ellas comenzaron como ONG con vocación social;
por eso, además de servicios financieros, ofrecen a sus clien-
tes cursos de alfabetización, salud, educación financiera y
cuidado del medio ambiente. Además, muchas dirigen sus
créditos a actividades productivas -pequeños y medianos
negocios- para la adquisición de capital. Se trata de
programas pensados para fomentar el desarrollo de los
negocios y las comunidades y así activar la economía.
Estas entidades pertenecen al Sector de Ahorro y Crédito
Popular y entre ellas están la Banca de Desarrollo, las Coopera-
tivas, Cajas, Microfinancieras, Sofomes (Sociedades Finan-
cieras de Objeto Múltiple), Sofoles (Sociedades Financieras de
Objeto Limitado), Sofipos (Sociedades Financieras Populares),
Sofincos (Sociedades Financieras Comunitarias) y los bancos
especializados en el microcrédito.
La Comisión Nacional Bancaria y de Valores es el organismo
que se encarga de regular a las entidades de finanzas populares
a través de la Ley de Ahorro y Crédito Popular y la Ley para
Regular las Actividades de las Sociedades Cooperativas.
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