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Viernes 7 de noviembre del 2014 MUNDO 
 A 25 años de la histórica 
caída del Muro de Berlín 
El 9 de noviembre 
de 1989 el mundo 
cambió. ¿Cómo 
estamos después de la 
Guerra Fría? 
Por este aniversario, los artistas Christopher y Marc Bauder han diseñado una “frontera de luces” con ocho mil globos blancos ubicados en la línea original del Muro de Berlín. / DANIEL BÙCHE 
Análisis 
“Símbolo 
del  n de la 
Guerra Fría” 
El Muro de Berlín cayó 
porque el gobierno de 
Alemania del Este cometió 
un grueso error. Se tenía la 
intención de cambiar las 
normas sobre viajes al oeste 
a principios de noviembre 
de 1989, y se celebró una 
conferencia de prensa 
para anunciar este cambio. 
Cuando un periodista le 
preguntó al portavoz del 
Gobierno cuándo entraría 
en vigor el cambio, sorpren-dentemente 
este respondió: 
de inmediato. 
Los rumores afirmaban 
que eso significaba que la 
gente podría cruzar inme-diatamente 
de Berlín Este a 
Berlín Oeste, y la presión se 
acumuló. 
Como segunda razón 
estaba el éxodo de alema-nes 
del Este a embajadas 
de Alemania Occidental 
en la región, el creciente 
número de manifestaciones 
en Alemania del Este, en 
particular las protestas en 
Leipzig, y así sucesivamente 
otros hechos. El gobierno 
de Alemania del Este habría 
tenido que usar la fuerza 
masiva para acabar con 
estos movimientos. 
El mundo vio la caída 
del Muro como un símbolo 
del fin de la Guerra Fría 
entre los Estados Unidos 
y la Unión Soviética. Fue 
un evento muy espectacu-lar, 
cubierto por todos los 
medios de comunicación 
del mundo. Pero, curiosa-mente, 
muchas personas en 
Alemania no lo ven como 
un acontecimiento muy 
trascendental, como sí lo 
hicieron los extranjeros. 
En la actualidad, Estados 
Unidos puede seguir tenien-do 
el ejército más fuerte y 
la economía más grande, en 
disputa con China y Rusia. 
Pero el poder militar de 
Estados Unidos no ha sido 
capaz de dictar los resulta-dos 
en Afganistán, Irak y en 
otros lugares del mundo. 
Mientras tanto, otros 
países están adquiriendo 
cada vez mayor influencia 
en el mundo (Brasil, India, 
Sudáfrica). Por lo tanto, 
estamos en un periodo de 
transición en el que Estados 
Unidos sigue siendo un po-der 
unipolar en un mundo 
cada vez más multipolar. 
La caída del Muro de Berlín 
la noche del 9 de noviembre 
de 1989 representó un gran 
acontecimiento para la hu-manidad 
en cuestiones de po-lítica 
internacional, militar y 
derechos humanos. Además, 
puso el simbólico punto final 
a la llamada Guerra Fría. Sin 
embargo, mientras el mundo 
se prepara para conmemo-rar 
el próximo domingo los 
25 años de este hito histó-rico, 
muchas voces advier-ten 
sobre la posibilidad de 
una nueva guerra fría ante 
la crisis entre Estados Unidos 
y Rusia por Ucrania. 
Convertida en la cuarta 
potencia económica mundial 
y considerada como la “loco-motora 
económica europea”, 
Alemania se prepara para 
celebrar con espectaculares 
y masivos eventos el acon-tecimiento 
que le permitió 
reunificarse tras la división 
que sufrió a consecuencia de 
la Segunda Guerra Mundial. 
El mundo cambió por 
completo hace 25 años, 
cuando cientos de personas 
se reunieron con palas y ma-zos 
para destruir la barrera 
que separó a una nación por 
más de 28 años y mantuvo al 
mundo bajo una constante 
amenaza de guerra. “El año 
1989 se convirtió en una 
importante línea divisoria 
histórica entre la época de la 
Guerra Fría y la era posterior 
a la Guerra Fría. Asimismo, la 
caída del Muro permitió una 
expansión de la Unión Eu-ropea”, 
explica John Feffer, 
director de la organización 
de análisis internacional Fo-reign 
Policy In Focus (FPIF). 
Además de representar un 
importante cambio en políti-ca 
y económica, el fin de la 
era del Muro de Berlín tam-bién 
es visto como un triun-fo 
de los derechos humanos, 
que logró inspirar a miles de 
activistas por la democracia. 
Aunque la caída del Muro 
trajo consigo importantes 
cambios, también generó al-tas 
expectativas que no han 
podido ser cumplidas un 
cuarto de siglo después. “Ha-bía 
unas expectativas muy 
altas después de 1989: que 
todas las dictaduras caerían, 
conflictos inmanejables se 
resolverían, y el estableci-miento 
de una economía 
mundial más equitativa. Se 
pensaba que todo el dinero 
que se gastaba en armas mi-litares 
podría ser en adelante 
derivado a las necesidades 
humanas. Muchas de esas 
altas expectativas no se han 
cumplido”, nos dice Feffer. 
“Las guerras no han desapa-recido, 
muchos dictadores 
siguen en el poder. Y el gasto 
militar se ha mantenido en 
niveles muy altos”. 
Es más, nuevas amenazas 
han surgido alrededor del 
25 aniversario de la caída 
del Muro de Berlín. Los fan-tasmas 
de una nueva guerra 
fría comenzaron a rondar el 
mundo con la crisis en Ucra-nia, 
que enfrenta de nuevo a 
EE.UU. y a la Unión Europea 
con Rusia. “Es importante 
llamar a las cosas por su 
nombre, y el colapso en las 
relaciones entre Rusia y Oc-cidente 
en efecto, merece ser 
llamado una nueva Guerra 
Fría”, dice Robert H. Legvold, 
profesor emérito de Ciencias 
Políticas en la Universidad 
de Columbia (EE.UU.). 
“Pero nunca es dema-siado 
tarde para reiniciar 
las relaciones ruso-esta-dounidenses 
y evitar la in-tensificación 
de esta nue-va 
Guerra Fría que se está 
desarrollando. Eso requerirá 
un nuevo gran pacto entre 
Washington, Moscú y la 
Unión Europea”, concluye 
Feffer. 
JOHN 
FEFFER 
Director de la 
organización de 
análisis internacional 
Foreign Policy In Focus 
(FPIF) 
Ciudad reunifi cada 
3,5 
millones de habitantes tiene actual-mente 
Berlín, capital de Alemania. 
DANIEL 
CASILLAS 
Metro World News

A 25 años de la caída del muro de berlín

  • 1.
    www.publimetro.pe Viernes 7de noviembre del 2014 MUNDO A 25 años de la histórica caída del Muro de Berlín El 9 de noviembre de 1989 el mundo cambió. ¿Cómo estamos después de la Guerra Fría? Por este aniversario, los artistas Christopher y Marc Bauder han diseñado una “frontera de luces” con ocho mil globos blancos ubicados en la línea original del Muro de Berlín. / DANIEL BÙCHE Análisis “Símbolo del n de la Guerra Fría” El Muro de Berlín cayó porque el gobierno de Alemania del Este cometió un grueso error. Se tenía la intención de cambiar las normas sobre viajes al oeste a principios de noviembre de 1989, y se celebró una conferencia de prensa para anunciar este cambio. Cuando un periodista le preguntó al portavoz del Gobierno cuándo entraría en vigor el cambio, sorpren-dentemente este respondió: de inmediato. Los rumores afirmaban que eso significaba que la gente podría cruzar inme-diatamente de Berlín Este a Berlín Oeste, y la presión se acumuló. Como segunda razón estaba el éxodo de alema-nes del Este a embajadas de Alemania Occidental en la región, el creciente número de manifestaciones en Alemania del Este, en particular las protestas en Leipzig, y así sucesivamente otros hechos. El gobierno de Alemania del Este habría tenido que usar la fuerza masiva para acabar con estos movimientos. El mundo vio la caída del Muro como un símbolo del fin de la Guerra Fría entre los Estados Unidos y la Unión Soviética. Fue un evento muy espectacu-lar, cubierto por todos los medios de comunicación del mundo. Pero, curiosa-mente, muchas personas en Alemania no lo ven como un acontecimiento muy trascendental, como sí lo hicieron los extranjeros. En la actualidad, Estados Unidos puede seguir tenien-do el ejército más fuerte y la economía más grande, en disputa con China y Rusia. Pero el poder militar de Estados Unidos no ha sido capaz de dictar los resulta-dos en Afganistán, Irak y en otros lugares del mundo. Mientras tanto, otros países están adquiriendo cada vez mayor influencia en el mundo (Brasil, India, Sudáfrica). Por lo tanto, estamos en un periodo de transición en el que Estados Unidos sigue siendo un po-der unipolar en un mundo cada vez más multipolar. La caída del Muro de Berlín la noche del 9 de noviembre de 1989 representó un gran acontecimiento para la hu-manidad en cuestiones de po-lítica internacional, militar y derechos humanos. Además, puso el simbólico punto final a la llamada Guerra Fría. Sin embargo, mientras el mundo se prepara para conmemo-rar el próximo domingo los 25 años de este hito histó-rico, muchas voces advier-ten sobre la posibilidad de una nueva guerra fría ante la crisis entre Estados Unidos y Rusia por Ucrania. Convertida en la cuarta potencia económica mundial y considerada como la “loco-motora económica europea”, Alemania se prepara para celebrar con espectaculares y masivos eventos el acon-tecimiento que le permitió reunificarse tras la división que sufrió a consecuencia de la Segunda Guerra Mundial. El mundo cambió por completo hace 25 años, cuando cientos de personas se reunieron con palas y ma-zos para destruir la barrera que separó a una nación por más de 28 años y mantuvo al mundo bajo una constante amenaza de guerra. “El año 1989 se convirtió en una importante línea divisoria histórica entre la época de la Guerra Fría y la era posterior a la Guerra Fría. Asimismo, la caída del Muro permitió una expansión de la Unión Eu-ropea”, explica John Feffer, director de la organización de análisis internacional Fo-reign Policy In Focus (FPIF). Además de representar un importante cambio en políti-ca y económica, el fin de la era del Muro de Berlín tam-bién es visto como un triun-fo de los derechos humanos, que logró inspirar a miles de activistas por la democracia. Aunque la caída del Muro trajo consigo importantes cambios, también generó al-tas expectativas que no han podido ser cumplidas un cuarto de siglo después. “Ha-bía unas expectativas muy altas después de 1989: que todas las dictaduras caerían, conflictos inmanejables se resolverían, y el estableci-miento de una economía mundial más equitativa. Se pensaba que todo el dinero que se gastaba en armas mi-litares podría ser en adelante derivado a las necesidades humanas. Muchas de esas altas expectativas no se han cumplido”, nos dice Feffer. “Las guerras no han desapa-recido, muchos dictadores siguen en el poder. Y el gasto militar se ha mantenido en niveles muy altos”. Es más, nuevas amenazas han surgido alrededor del 25 aniversario de la caída del Muro de Berlín. Los fan-tasmas de una nueva guerra fría comenzaron a rondar el mundo con la crisis en Ucra-nia, que enfrenta de nuevo a EE.UU. y a la Unión Europea con Rusia. “Es importante llamar a las cosas por su nombre, y el colapso en las relaciones entre Rusia y Oc-cidente en efecto, merece ser llamado una nueva Guerra Fría”, dice Robert H. Legvold, profesor emérito de Ciencias Políticas en la Universidad de Columbia (EE.UU.). “Pero nunca es dema-siado tarde para reiniciar las relaciones ruso-esta-dounidenses y evitar la in-tensificación de esta nue-va Guerra Fría que se está desarrollando. Eso requerirá un nuevo gran pacto entre Washington, Moscú y la Unión Europea”, concluye Feffer. JOHN FEFFER Director de la organización de análisis internacional Foreign Policy In Focus (FPIF) Ciudad reunifi cada 3,5 millones de habitantes tiene actual-mente Berlín, capital de Alemania. DANIEL CASILLAS Metro World News