ESPECIAL PREGRADO  
La alimentación, un factor clave 
en el desempeño del estudiante 
Una dieta balanceada y rica en hierro y proteínas mantendrá al 
alumno despierto y con más ganas de estudiar. Por el contrario, el 
exceso de grasas y carbohidratos fomentará el sueño entre clases. 
Muchas veces, los horarios 
que establecen las universi-dades 
difieren con la rutina 
diaria “normal” que se tenía 
en el colegio. Y, sin duda, la 
alimentación es uno de los 
factores que más cambian. 
Por ejemplo, en los llama-dos 
“huecos” –espacios entre 
clases–, los estudiantes sue-len 
consumir alimentos con 
más grasas, ya que asisten a 
los llamados “sanguchones” 
o restaurantes de comida 
rápida, que por lo general 
están cerca de los centros de 
estudio y son claves en la so-cialización 
del estudiante. 
“La mala alimentación que 
tenga un joven en la universi-dad 
responde en gran medida 
a los hábitos de su casa”, dice 
Claudia Cálamo, nutricionis-ta 
egresada de la Universidad 
Científica del Sur. 
Por ello, recomienda en 
esta etapa consumir muchas 
proteínas (carnes, verduras y 
frutas), ya que aportan ener-gías 
y ayudan al desarrollo 
de la masa muscular. “Por 
el contrario, las grasas y los 
carbohidratos hacen que nos 
dé sueño durante las clases”, 
explica. 
Tampoco debemos des-cuidar 
los alimentos ricos en 
hierro. Este mineral, que se 
encuentra en las menestras, 
cereales integrales y vegeta-les 
de color verde, ayuda a 
la oxigenación del cuerpo, 
haciendo que nuestra he-moglobina 
se mantenga alta. 
Esto evitará que el estudian-te 
ande cansado, y por ende, 
prestará más atención a las 
clases y los trabajos en grupo. 
Pero ojo, hay gustitos que 
un estudiante puede darse de 
vez en cuando. “Un univer-sitario 
que está en su peso 
normal, que suele consumir 
verduras y hace permanente 
actividad física, puede comer 
una hamburguesa con sus 
amigos una vez a la semana”, 
finaliza Cálamo. 
Las verduras de color verde favorecen la concentración. / SHUTTERSTOCK 
A cuidarse 
“Los univer-sitarios 
que 
no tienen 
una dieta 
sana no 
sentirán las consecuen-cias 
hoy, sino cuando 
sean mayores”. 
Claudia Cálamo, nutricionista. 
Búscala en Facebook como “Claudia 
Cálamo-Nutricionista”. 
Dieta modelo 
Esta dieta balanceada es para 
un universitario que se en-cuentre 
en su peso normal. 
• Desayuno. Un vaso de 
leche descremada con 
cereales no azucarados y 
un jugo de frutas. 
• Media Mañana. Fruta pica-da 
o un puñado de frutos 
secos (nueces, pecanas). 
• Almuerzo. Guiso de carne 
o de pollo con ensalada. 
• Media tarde. Gelatina o 
yogur con frutas. 
• Cena. Sánguche de atún o 
de pollo con verduras. 
• Agua. Dos litros al día. 
VALERIE 
DINEV 
vdinev@publimetro.pe

La alimentación un factor clave en el desempeño del estudiante

  • 1.
    ESPECIAL PREGRADO La alimentación, un factor clave en el desempeño del estudiante Una dieta balanceada y rica en hierro y proteínas mantendrá al alumno despierto y con más ganas de estudiar. Por el contrario, el exceso de grasas y carbohidratos fomentará el sueño entre clases. Muchas veces, los horarios que establecen las universi-dades difieren con la rutina diaria “normal” que se tenía en el colegio. Y, sin duda, la alimentación es uno de los factores que más cambian. Por ejemplo, en los llama-dos “huecos” –espacios entre clases–, los estudiantes sue-len consumir alimentos con más grasas, ya que asisten a los llamados “sanguchones” o restaurantes de comida rápida, que por lo general están cerca de los centros de estudio y son claves en la so-cialización del estudiante. “La mala alimentación que tenga un joven en la universi-dad responde en gran medida a los hábitos de su casa”, dice Claudia Cálamo, nutricionis-ta egresada de la Universidad Científica del Sur. Por ello, recomienda en esta etapa consumir muchas proteínas (carnes, verduras y frutas), ya que aportan ener-gías y ayudan al desarrollo de la masa muscular. “Por el contrario, las grasas y los carbohidratos hacen que nos dé sueño durante las clases”, explica. Tampoco debemos des-cuidar los alimentos ricos en hierro. Este mineral, que se encuentra en las menestras, cereales integrales y vegeta-les de color verde, ayuda a la oxigenación del cuerpo, haciendo que nuestra he-moglobina se mantenga alta. Esto evitará que el estudian-te ande cansado, y por ende, prestará más atención a las clases y los trabajos en grupo. Pero ojo, hay gustitos que un estudiante puede darse de vez en cuando. “Un univer-sitario que está en su peso normal, que suele consumir verduras y hace permanente actividad física, puede comer una hamburguesa con sus amigos una vez a la semana”, finaliza Cálamo. Las verduras de color verde favorecen la concentración. / SHUTTERSTOCK A cuidarse “Los univer-sitarios que no tienen una dieta sana no sentirán las consecuen-cias hoy, sino cuando sean mayores”. Claudia Cálamo, nutricionista. Búscala en Facebook como “Claudia Cálamo-Nutricionista”. Dieta modelo Esta dieta balanceada es para un universitario que se en-cuentre en su peso normal. • Desayuno. Un vaso de leche descremada con cereales no azucarados y un jugo de frutas. • Media Mañana. Fruta pica-da o un puñado de frutos secos (nueces, pecanas). • Almuerzo. Guiso de carne o de pollo con ensalada. • Media tarde. Gelatina o yogur con frutas. • Cena. Sánguche de atún o de pollo con verduras. • Agua. Dos litros al día. VALERIE DINEV vdinev@publimetro.pe