El arte mesopotámico se desarrolló en las cuencas de los ríos Tigris y Éufrates entre los años 2800 a.C. y 500 a.C. Destacan la arquitectura monumental como zigurats y palacios de adobe, y la escultura en bulto redondo que representa de forma estilizada a gobernantes y dioses. La cultura mesopotámica también desarrolló relieves que narraban escenas de guerra, caza y construcciones, e inventó la escritura cuneiforme.