El documento describe el arte mesopotámico, que floreció entre los ríos Tigris y Éufrates desde el período Sumerio hasta el Imperio Persa. La arquitectura mesopotámica se caracterizaba por formas geométricas simples y el uso extensivo de ladrillos de adobe, y tenía funciones religiosas y políticas. La escultura mesopotámica tenía un estilo frontal y estilizado, y representaba figuras individuales como reyes y dioses. Los relieves se usaban para narrar historias y eventos