El documento discute tres aspectos clave de la práctica educativa: 1) el cumplimiento de tareas como la planificación de clases y el diseño de actividades de aprendizaje, 2) la necesidad de asesorar a los estudiantes en el uso de TIC y promover el aprendizaje autónomo, y 3) la disposición al cambio para enfrentar los desafíos de la enseñanza en el siglo XXI. También propone cuatro maneras de mejorar la práctica docente trabajando de forma colaborativa.