La vigilancia y supervisión formal e informal desempeñan un importante papel en la prevención de la delincuencia. En este sentido, tal y como ha puesto de manifiesto la Teoría de las Actividades Cotidianas, el elemento “guardián capaz” no está conformado exclusivamente por la Policía, ni siquiera principalmente. No obstante, en el caso de los delitos de conducción bajo la influencia de bebidas alcohólicas o drogas, la investigación ha mostrado que la vigilancia formal juega un papel esencial en la detección y reducción de estas conductas. Por ello, el diseño de métodos eficientes de asignación de efectivos de vigilancia y supervisión se ha convertido en una prioridad para las administraciones encargadas de gestionarlos. En este sentido, el paradigma de la Policía guiada por la inteligencia (ILP) ha experimentado en los últimos años un notable crecimiento, fundamentalmente en países del ámbito anglosajón, aunque también en España, dónde el campo del análisis delictivo se encuentra en plena expansión, gracias a la introducción de herramientas como los Sistemas de Información Geográfica. En este estudio, se muestra un análisis espacio-temporal de procesos puntuales, donde cada punto en el espacio, corresponde a un accidente de tráfico en carretera en el que alguno de los conductores implicados presentó una tasa positiva de alcohol o drogas. Concretamente, se analizaron 3.557 accidentes registrados en las provincias de Cádiz y Alicante en los años 2011 a 2015. En una primera fase, se calculó el índice del promedio del vecino más cercano para estimar la distancia media entre accidentes, lo que permitió detectar la presencia de cluster en el espacio y obtener el ancho de banda para el análisis de densidad Kernel. La posterior introducción de una matriz de pesos en el estimador, mostró las áreas más peligrosas. Con esta investigación, se optimizará el proceso de apoyo a la toma de decisiones (DSS).