Los antidiarreicos tratan los síntomas de la diarrea al disminuir la motilidad intestinal y la secreción de líquidos en el intestino. Algunos antidiarreicos comunes son los opiáceos como la loperamida, las arcillas como el caolín, y los compuestos de bismuto como el subsalicilato de bismuto. Estos fármacos no tratan las causas subyacentes de la diarrea y pueden enmascarar una infección si se usan durante brotes diarreicos agudos.