Este documento ofrece orientación sobre cómo gestionar conflictos de manera efectiva. Explica que los conflictos son parte natural de las relaciones y proporcionan oportunidades para el crecimiento. Aconseja identificar el tipo de conflicto, escuchar activamente las necesidades de todas las partes involucradas, generar soluciones alternativas, evaluarlas en conjunto, implementar la mejor solución acordada y realizar un seguimiento. El objetivo es resolver los conflictos de forma que nadie se sienta perdedor a través de un proceso colaborativo.
1. APRENDER A GESTIONAR CONFLICTOS:
GUIO DE LA CHARLA.
1. Analicemos que tal estas dos semanas
a. Problemas con las técnicas.
b. Somos más conscientes de nuestro descontrol y también si ese nivel de conciencia hace
que nos controlemos.
c. Hemos intentado hacer los registros.
ESTA CHARLA DE QUE VA.
Primero analizar cuáles son las expectativas.
Cuando hablamos de conflictos, de problemas a que nos referimos?
Qué tipo de conflictos hay y poner ejemplos.
Una vez que sabemos que dentro de nuestro día a día familiar, los desajustes emocionales que generan
nuestra falta de control son perjudiciales y que maneras hay de que no lleguemos a ellos, vamos a
adentrarnos en cómo gestionar
ENCUADRAMOS LA SESIÓN
PRIMERO
Vamos a analizar qué tipos de conflictos más frecuentes se nos plantean en nuestro día a día, y como los
resolvemos.
El conflicto, tiene muy mala prensa. A nadie nos gustan y preferiríamos vivir sin ellos, sin tener peleas,
enfados con los demás.
Hemos de pensar que los conflictos forman parte esencial de la vida, significan que hay diferentes
opiniones y opciones y que gracias a esa variedad el ser humano puede seguir avanzando como especie.
Cuando tenemos conflictos con nuestros hijos, eso es positivo
Cuando tenemos un conflicto con nuestra pareja es positivo
Lo que no suele ser tan positivo es nuestra manera de afrontarlos y resolverlos.
Mas que evitar (que ha personas que evitan los conflictos). Lo que podemos hacer es tratar de aprender
a resolverlos de manera que no nos desestabilicen emocionalmente, de manera exitosa para todos.
2. Es verdad que los conflictos suponen uno de las principales fuentes de desestabilidad emocional.
ANALIZANDO:
Cuando hay un conflicto como solemos reaccionar:
Intentamos intervenir usando la palabra (bien)
Pero lo hacemos normalmente en un estado de crispación y enfado, y en un volumen más alto
de lo normal (imaginémonos en uno de los ejemplos):
Por regla general nos solemos fijar en LO QUE SE HA HECHO MAL:
Recalcando que se ha hecho mal
Y muchas veces preguntado por qué se ha hecho mal.
Cual suele ser la reacción del otro (niño o adulto…)
Se quedan callados. (Lo cual no quiere decir que vayan a cambiar de actitud…)
Se enfadan (sobre todo los más mayores). Si son niños mayores o muy reactivos,
reaccionan de manera muy parecida a los adultos, utilizando un tono de enfado, subiendo la voz
y participando activamente en la discusión.
QUE NO HACER:
Hablar, repetir, insistir, o hacer hincapié en lo que se ha hecho mal es un recurso que NO
AYUDA.
Para que insistir en explicarles cosas que ya saben
No centrarnos en lo que hacen mal LO QUE NOS INTERESA ES QUE presten atención a lo que hay
que hacer bien.
QUE HACER:
Diferenciemos:
Con niños pequeños la inmediatez es necesaria para el aprendizaje. Por ello, lo mejor tras un
problema, es actuar y hablar menos.
Con adolescentes será necesario buscar un situación apropiada, cuando todos estemos
tranquilos y asegurando que nos escuchan.
Cuando estamos enfadados nuestra capacidad de escuchar y reflexionar disminuye, por ello más que
una estrategia es una pérdida de tiempo.
3. CONFLICTO FRECUENCIA CON QUE QUIENES ESTÁN COMO ME SIENTO ANTE COMO LO RESUELVO ALTERNATIVAS
Describir SE PRODUCE IMPLICADOS ESTE CONFLICTO
4. COMO RESOLVER/GESTIONAR UN CONFLICTO:
Como hemos visto
Cuando aparece un conflicto y queremos resolverlo
¿Que esperamos que ocurra? (que se solucione)
¿Eso qué significa? (que la conducta que nos irrita no vuelva a aparecer)
¿Nunca?....
Cuando nos enfrentamos a una situación problemática (desorden, peleas, deberes, desobediencia),
tratamos de resolverlo en el momento y la mayoría de las veces de la misma manera…
1º intentar buscar soluciones diferentes a los problemas que se nos plantean.
Para ello debemos observar (hay muchos comportamientos, conflictos que se repiten en el tiempo y que
podemos analizar):
Que pasa, cuando se produce, por qué pasa.
Una vez tenemos esa información, muchas veces podemos tratar de resolver, de proponer soluciones.
Cuando los niños son más mayores puede ser positivo (muy positivo) incluirles en este proceso de
buscar soluciones a estos conflictos.
APRENDIENDO A SOLUCIONAR UN CONFLICTO:
El método que os propongo, es un método en el que:
No hay ganadores ni perdedores.
Es útil para conflictos que nos generan tensión y angustia (hay otros conflictos menores que
podemos abordar de otras maneras).
Se puede utilizar con cualquier edad, adaptándonos en cada momento.
Estamos utilizando una herramienta y a la vez la estamos enseñando a usar.
5. RESOLVIENDO CONFLICTOS:
Primero: decir a nuestro hijo de manera firme que existe un problema y que hay que resolverlo.
Dejar claro que queremos que la solución sea eficaz y válida para los dos (que nadie “pierda”)
Elegir el momento.
IDENTIFICAR Y DEFINIR EL CONFLICTO:
Identificar necesidades y soluciones.
Por un lado expresar las nuestras y escuchar (activamente) las de nuestros hijos. Diferenciando
necesidades de soluciones.
GENERAR POSIBLES SOLUCIONES ALTERNATIVAS
¿Qué podemos hacer?
Escuchar las que proponen ellos (no evaluar, no juzgar; no valorar algunas como buenas ya que
esto sig. que otras no lo son). Continuar hasta que no salgan más.
VALORAR LAS SOLUCIONES ALTERNATIVAS
¿Cuál te parece la mejor? ¿Qué pensáis de las diferentes soluciones?
DECIDIR CUAL ES LA MEJOR SOLUCIÓN
IMPLEMENTAR LA SOLUCIÓN:
Como se va a llevar a cabo.
Quien debe hace que y cuando.
Que tenemos que hacer para llegar a lo decidido.
Que tiene que hacer cada uno.
HACER UN SEGUIMIENTO PAR EVALUAR LOS RESULTADOS
Hay veces que es difícil llevar a cabo la solución elegida (tanto por parte de los padres como de
los hijos). Podemos fijar fechas de evaluación.
Lo mejor es empezar por problemas que llevan ya un periodo largo que con otros más
“explosivos”