Este documento describe la arquitectura del siglo XIX, caracterizada por el uso de nuevos materiales como el acero y el hierro debido a la revolución industrial. La arquitectura de hierro permitió la construcción de grandes edificios con espacios diáfanos y estructuras ligeras como la Torre Eiffel y el Crystal Palace. El usuario influyó en los diseños arquitectónicos de la época, que debían satisfacer las necesidades de la creciente población de forma rápida y económica.