La arquitectura del Renacimiento se desarrolló entre los siglos XV y XVI en Europa, buscando inspiración en el arte clásico pero rompiendo con el estilo gótico. Se caracterizó por incorporar la perspectiva y concebir el diseño arquitectónico. Un ejemplo destacado fue la iglesia de Santa Maria della Consolazione en Todi. Los arquitectos renacentistas creaban modelos ideales y los plasmaban en tratados, innovando técnicas y materiales así como el lenguaje arquitectónico.