3. La historia de la ciudad y de su arquitectura -
desde el período colonial hasta los últimos
años de la actual centuria- ofrece una
plástica urbana de lo más heterogénea:
edificios de cal y canto, casas de madera de
influencia
caribeña, mansardas, neoclasicismo, Art-
Decó, Art-Nouveau, Revivals, funcionalismo
arquitectónico, hasta ejemplares post-
modernos, de cuyo conjunto resulta un
paisaje urbano rico y agresivo, una especie de
"Ciudad Collage", desarticulada y pintoresca.
En el período colonial se produce una feliz
síntesis y floración del esfuerzo
urbanístico, artístico y arquitectónico que
produjo la presencia de España en Panamá
en términos de una arquitectura civil, militar
y religiosa.
Con la Separación se crea un nuevo orden
jurídico y una infraestructura acorde con la
época. En 1903 comienza un proceso de
modernización y reestructuración.
Porras enarboló el liberalismo de la época y
transformó las estructuras sociales al crear
nuevas leyes y una sólida infraestructura
Durante la construcción del Canal por los
Estados Unidos de América, surge una ciudad
paralela, donde vive la población
norteamericana -Balboa y Ancón- y donde se
afianzó una arquitectura tropical palafitista
que se inserta en una verdadera modalidad
urbanística de ciudad-jardín.
Durante esos años se ve también la floración
de manifestaciones arquitectónicas y
artísticas diversas como el Art-Decó, el Art-
Nouveau, la persistencia de "Revivals" y de
una arquitectura que era una copia de
modelos españoles y de las comunidades del
Sur de California.
Desde 1950, la ciudad se ha convertido en
una verdadera pesadilla de planificación
urbana, cuando factores
políticos, económicos y ecológicos han
incidido para hacer de la misma un espacio
urbano
ingobernable, superpoblado, insalubre e
inseguro.
El proceso de implantación de la arquitectura
moderna se desarrolló en las décadas de los
treintas y cuarentas.
6. Sus distintas manifestaciones han
alcanzado un notable
desarrollo, gracias al nivel de
producción creativa de los artistas que
emplean diversas técnicas y materiales
para concebir sus obras. Tiene
mucha aceptación la escultura de
máscaras en cuya elaboración se utiliza
papel maché, moldes de barro, madera
o tula (producto vegetal). Su relieve es
destacado con lindos y llamativos
colores, predominando el rojo, y demás
contrastes espectaculares. Las máscaras
son originarias de Parita, provincia de
Herrera, aunque también han ganado
espacio en Los Santos, así como en la
ciudad de Panamá. Las tallas en
madera tienen en el grupo indígena de
los Chocoes a sus mejores exponentes
al ser los más cotizados en un arte
donde las herramientas más utilizadas
son el cuchillo y unas buenas manos.
La tagua es una palmera de tallo corto
y corona muy frondosa que produce
una semilla cuyo endospermo muy
duro es el marfil vegetal que tiene
diversos usos. Pues bien, esculpir en
tagua es harto difícil y el mayor
exponente de este arte ha sido un indio
escultor emberá, del Darién, llamado
Selerino Checarama, quien se hizo
famoso desde 1990.
Con presencia significativa en los
carnavales o en el desfile de
Navidad, también tiene su espacio la
denominada escultura popular.
Del mismo modo han proliferado las
obras forjadas en barro, labor
sumamente sencilla y rudimentaria
con resultados increíbles donde la
señora Yolanda Mosquera ha sentado
cátedra entre los artistas más
connotados.
7. ARTESANÍAS
Resulta variada, atractiva y sumamente amplia al extremo de que cada provincia panameña
cuenta con su representación artesanal. Veamos…
Bocas del Toro: Artesanías guaymíes: Chácaras, naguas, chaquiras.
Coclé: Sombreros, cestas, juguetes, adornos, tallados de piedra, talabarterías, confección de
hamacas.
Colón: Talla de maderas, tejidos de redes o tarrayas.
Chiriquí: Artesanías guaymíes, tallas de maderas, talabartería.
Darién: Talla de maderas y tejido de fibras.
Herrera: Está en la vanguardia nacional en la producción de cerámica y alfarería, y también
confecciona sombreros de bellota.
Los Santos: Talabartería: muebles, taburetes, sillas de montar y otros. Bordados de
ropa, confección de polleras, hamacas, fuegos de artificio, tembleques e instrumentos
musicales.
Panamá: Muebles, cestas, adornos florales, alfarería, zapatos, talla de maderas, platería y
joyería.
Veraguas: Orfebrería, talabartería, bordados, cerámicas, tejidos de fibras y artesanías
guaymíes.
San Blas: Confección de molas, una especie de adornos de tela de diversos
colores, elaborados por los indios
10. Las primeras manifestaciones en este campo datan de más de un
siglo con el legado de españoles y colombianos. Surgieron
numerosos maestros de la plástica, como es Roberto Lewis cuya
obra puede apreciarse en techos y paredes del Palacio de las Garzas
y Teatro Nacional. Otros artistas pasean sus trabajos por las galerías
y museos. Entre ellos está Alfredo Sinclair, quien en 1950 presentó
su primera exposición individual. Otros seguidores son Guillermo
Trujillo, Carlos Arboleda, Mario Calvit, Adriano Herrera y Alberto
Dutary, incluyendo a Manuel Chong Neto y Julio
Zachrisson, quienes alcanzaron fama en las décadas de los 60.
Teresa lcaza y Amalia Tapia, comenzaron a sobresalir en los años
70. Otra época se abre con la llegada de Ignacio Esplá, artista
español cuya pintura pasa de una abstracción austera y
monocromática a expresionistas rendiciones del mar y el follaje
tropical.
Raúl Vásquez, oriundo de Azuero, volvió al terruño después de
realizar estudios en México, profundamente influido por Rufino
Tamayo, tanto a nivel temático como técnico y de su trabajo
didáctico surgió el estilo conocido como "Escuela de
Azuero", representado por una docena de artistas jóvenes.
A favor de la pintura puede argumentarse que versa en la
actualidad alrededor de las últimas corrientes plásticas
manteniendo una línea en desarrollo sin perder los más ancestrales
valores autóctonos.
13. La música de Panamá se
refiere a las principales
expresiones musicales de este
país centroamericano.
Cuando Panamá se constituyó
un país independiente
en 1903, existían dos
movimientos musicales
populares bien diferenciados:
la música tropical y la música
campesina.
La música tropical panameña
se desarrolló en la zona de
tránsito donde se ubica
el Canal de Panamá, ocupada
por las ciudades de Panamá y
Colón. Se caracteriza por
tener expresiones musicales
derivadas de las múltiples
influencias afro caribeñas que
generaron diversas tendencias
musicales, pero
eminentemente urbanas y no
asociadas a la vida campesina.
La música
campesina, llamada
localmente como "música
típica", se ubica
principalmente en las
provincias centrales de
Panamá (Coclé, Herrera, Los
Santos, Veraguas). Se divide
principalmente en cuatro
expresiones folclóricas:
la cumbia, la
décima, la mejorana y el
tamborito.
La música folclórica de
Panamá es el resultado del
mestizaje que se dio entre las
tradiciones española, indígena
y africana. Emplea como
instrumentos el tambor
repicador, el tambor
pujador, la caja, la churuca, el
triángulo, el acordeón, voz
femenina, voz masculina y
saloma.
La cuna del folclor panameño
es el Festival Nacional de la
Mejorana que se lleva a cabo
cada año en el poblado de
Guararé en la provincia de
Los Santos, donde cada año se
llevan a cabo concursos para
escoger al mejor tamborero, el
mejor cantante de décimas y
el mejor intérprete de
acordeón este último
concurso lleva por nombre
"Concurso Nacional del
Acordeón Gelo Córdoba".
Existen en Panamá diversas
escuelas y maestros que
enseñan el arte de la
interpretación instrumental y
las danzas folclóricas siendo
su punto de encuentro y
referencia para la
preservación de las
tradiciones folclóricas
panameñas el "Festival de la
Mejorana" y el "Festival del
Manito" en Ocú. También
existen otras manifestaciones
folclóricas igual de
importantes pero más
focalizas en regiones
específicas como: los congos
(en la provincia de Colón) y
los bullerengues (en la
provincia de Darién).
El campesinado confecciona
los instrumentos musicales
que emplean en sus cantos y
bailes y sobresalen la
mejorana, la bocona, el rabel
o violín criollo, la guáchara o
sonajero, las maracas y los
tambores repicador y pujador.
Del mismo modo los grupos
indígenas también
confeccionan sus
instrumentos que varían en
cada grupo.
15. Los bailes típicos más populares son: el punto, el atravesar y el
bullerengue. Hay otras danzas como: la de los diablícos, los
grandiablos, los congos, los cucuás, el torito, la pajarilla, danza de los
Cuenecué o negros bozales y las danzas indígenas. además de ser una
de las más famosas de Panamá.
Adueñando del quehacer en el Istmo a partir de la llegada de los
españoles. La danza, sabiamente calificada como la más humana de
las artes, tuvo en su despegue raíces religiosas. Ahora bien, la llamada
danza clásica ha tenido sus altibajos, pero lo más hermoso es que se
ha mantenido con el paso de los años.
La Escuela Nacional de Danzas abrió sus puertas en 1948 y una
persona, sin ser nativa, hizo mucho por el desarrollo y la difusión de
la danza. Se trata de la inglesa Margot Fonteyn, la bailarina más
famosa del país, fallecida en Panamá el 21 de febrero de 1991, quien
dejó un vacío que resultará muy difícil de llenar.
18. La literatura de
Panamá comprende el
conjunto de obras
literarias producidas
en Panamá. Rodrigo
Miró (1912-
1996), historiador y
ensayista
panameño, cita
a Gonzalo Fernández
de Oviedo y
Valdés como el autor
del primer cuento
escrito en Panamá; la
historia de un
personaje conocido
como Andrea de la
Roca, publicado como
parte de la "Historia
General y Natural de
Las Indias" (1535).
Sin embargo, las
primeras
manifestaciones
literarias
panameñas, propiame
nte dichas, de las que
se tiene constancia, se
dan en la primera
mitad del siglo XVII
con la aparición de la
antología titulada
"Llanto de Panamá a
la muerte de Enrique
Enríquez".
Aunque esta obra fue
compuesta durante la
época de la
Colonia, la mayoría de
los poemas agrupados
en ella fueron escritos
por autores nacidos
en Panamá. A pesar
de esto, no fue sino
hasta la mitad del
siglo XIX donde hubo
una mayor
participación de
autores panameños, y
donde se sentó las
bases de la
producción literaria
hasta la actualidad.