La inteligencia musical permite entender y comunicar emociones e ideas a través de la música y ser sensible a los sonidos musicales. Estimula habilidades como apreciar estructuras musicales, reconocer o crear patrones musicales, y crear melodías y ritmos. Dentro del aula se puede estimular esta inteligencia en los estudiantes mediante actividades como el uso de patrones rítmicos, ejecución instrumental, canto, juegos rítmicos y formación de coros.