Pablo nació en Tarso, una ciudad griega, y fue educado en la cultura griega y la religión judía. Se convirtió en el principal responsable de expandir el cristianismo más allá del judaísmo, fundando comunidades cristianas que acogían tanto a judíos como a no judíos. Realizó varios viajes misioneros para establecer estas comunidades y escribió numerosas cartas que ahora forman parte del Nuevo Testamento y han tenido gran influencia a lo largo de los siglos.