El documento señala que las universidades deben centrarse en los estudiantes como agentes de cambio en la sociedad y que los estudiantes tienen la responsabilidad de interactuar armoniosamente con las instituciones educativas. Además, propone que las aulas deben promover la investigación y formación de valores para desarrollar profesionales íntegros. Finalmente, indica que el código de ética presentado está dirigido a los estudiantes de educación superior con el fin de orientar sus comportamientos individuales y colectivos en pro de los derechos y
ACERTIJO SOPA DE LETRAS OLÍMPICA. Por JAVIER SOLIS NOYOLA
BLANQUEO DE PIEL
1. Así como en el desarrollo de políticas dirigidas a la
formación académica, las Universidades tienen el
compromiso de centrar su atención en los estudiantes
como los ejes transformadores de la sociedad, de igual
manera por ser éstos los protagonistas principales tienen
la responsabilidad y el reto de aportar herramientas que
les permitan interactuar armónicamente con las
instituciones educativas.
Es por ello que desde las aulas de clase se debe gestar la
investigación dirigida hacia la construcción de valores
fundamentales que tengan como resultado la formación
de profesionales íntegros. Por tal razón este Código de
Ética va dirigido a los estudiantes de educación superior,
su finalidad es contribuir a la orientación de los
comportamientos individuales y colectivos, enfatizar en
los derechos, el cumplimiento de los deberes
procurando entregar un contenido crítico que permita
adoptar posiciones que impulsen la toma de decisiones
que beneficien al grueso de la población estudiantil.
David Francisco Camargo Hernández. Nacionalidad Colombiano.
Escritor, humanista y economista con especialización, maestría y
doctorado. Artista plástico. Inventor. Guionista. Becario de
universidades europeas. Director Fundación Sueños de Escritor y
ediciones Dafra. Premios literarios y académicos en los años 2001-
2005-2008-2010-2016-2017 en eventos internacionales. Profesor de
posgrado. Investigador CVLAC Colciencias. Conferencista
internacional basando los temas en sus propios libros. Propende
por una economía «más humana, más igualitaria, capaz de
contribuir a mejorar la calidad de vida de la comunidad». En 2010
algunas de sus publicaciones fueron traducidas a varios idiomas.
Una de las más destacadas se titula: “cómo regionalizar el país”. Y
por «su sobresaliente trayectoria literaria y pensamiento
comprometido con los problemas de la cotidianidad».
Una foca tenía la peligrosa adicción de decolorarse la piel y se aplicaba cuanto menjurje
encontraba, quería ser blanca como una de su especie que había visto en la televisión.
En las playas se desarrollaba un mercado negro para los productos de blanqueo de la
piel, fenómeno que implicaba riesgos para la salud y problemas éticos.
Como la foca se la pasaba en el salón de belleza, allí fue donde se enteró que otros
animales se blanqueaban la piel, por lo que creyó que ella también podría hacer lo
mismo.
Llegó a tal extremo de aplicarse crema de esteroides mezclada con manteca, por lo que
no tardaron en aparecer forúnculos que la hacía retorcer de dolor.
Los médicos le advirtieron sobre los riesgos para su salud al utilizar ese tipo de
productos no medicados y legalizados.
Sus amigas estaban indignadas por no valorar el tono de su piel y la veían como una
foca acomplejada, sin embargo, ella argumentaba que lo hacía como una forma de
ganar estatus y lograr establecer más fácilmente una relación amorosa con alguien
importante.
El uso de productos para blanquearse la piel estaba en auge, en particular entre
adolescentes.
Con una población en pleno crecimiento, el mercado aumentaba cada día,
aprovechando que había pocas regulaciones y cualquier compañía, artesanal podía
fabricarlas.
Cada vez más usuarias deseaban informarse sobre el aclaramiento de la piel.
Si bien las consumidoras de mayor nivel económico compraban productos autorizados,
las más pobres como la foca, adquirían cremas con niveles peligrosos de componentes
que frenaban la síntesis de melanina.
Ante tal situación las autoridades comenzaron a crear normas en materia de blanqueo
y, no autorizaron el uso y comercialización de ningún producto de dudosa procedencia
aduciendo que eran potencialmente peligrosos y podrían contener ingredientes
desconocidos nocivos para la piel, sin embargo, la mayoría hacia caso omiso a esas
prohibiciones y recomendaciones.
Así comienza este cuento que no es cuento y por eso lo cuento.
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