Ser maestro significa transmitir conocimientos, actitudes y habilidades a las nuevas generaciones para hacer de ellas personas responsables capaces de entenderse a sí mismas y a los demás. Educar es alumbrar personas autónomas, libres y solidarias ofreciendo nuevas perspectivas para que los estudiantes puedan mirar la realidad sin miedo. Ser maestro conlleva guiar a los estudiantes en su maduración brindando apoyo especialmente cuando enfrentan problemas.