Moral Cristiana, Un libro sobre la ética y la moral en nuestro plantea y como desde diversos movimientos el mundo es hoy lo que hoy con sus problemas y situaciones éticas que hay que mejorar o a tomar en cuenta
La enfermería se ha vuelto más sensible a las necesidades humanas y ha logrado mayor creatividad y objetividad. Una definición clave es que la función de la enfermería es asistir a individuos sanos o enfermos para promover su salud, recuperación o una muerte pacífica. La enfermería hoy requiere cualidades como crear la profesión, soportar el dolor de otros y adaptar los servicios de salud. En años recientes, la enfermería se ha convertido en una disciplina científica que crea y p
El documento presenta un resumen biográfico de Myra Estrin Levine y describe los elementos clave de su Modelo de Conservación. Levine desarrolló este modelo para proporcionar una estructura a la enseñanza de enfermería médico-quirúrgica. El modelo se centra en los conceptos de globalidad, adaptación y conservación y cómo la respuesta del paciente a estímulos del entorno influye en su salud. El cuidado enfermero según este modelo se basa en principios científicos y habilidades para conservar la integridad del
El documento describe el genograma como una herramienta para representar la composición y relaciones de una familia. Un genograma incluye información como edad, sexo, cultura, ocupación, ubicación, datos de salud y causas de muerte de los miembros de la familia. El genograma revela patrones familiares intergeneracionales de salud y puede usarse para identificar fortalezas, riesgos y problemas familiares. También sirve como referencia rápida de la historia de salud familiar.
Este documento trata sobre los aspectos bioéticos de la asistencia de enfermería. Explica que la bioética estudia los problemas éticos que surgen de la aplicación de la ciencia y la técnica en el ámbito de la salud. Luego define los principios fundamentales de la bioética como la autonomía, beneficencia, no maleficencia y justicia. Finalmente, señala que el respeto a la dignidad humana es esencial para el cuidado de enfermería.
Este documento describe los componentes administrativos del entorno sanitario. Define el concepto de salud y los factores que influyen en ella, como factores sociales, económicos, biológicos, ambientales y los sistemas sanitarios. Explica los diferentes tipos de sistemas de salud, como los sistemas públicos, privados y mixtos. Finalmente, resume brevemente el sistema de salud español y sus bases legales en la Constitución Española.
El modelo de Henderson se basa en 14 necesidades humanas básicas para la vida y la salud que componen los cuidados de enfermería. Identifica a la persona como un ser bio-psico-social y define la salud como el máximo grado de independencia. La enfermería ayuda a satisfacer las 14 necesidades de forma individualizada y sustituye al paciente según su nivel de dependencia.
La enfermería comunitaria tiene como objetivo satisfacer las necesidades de salud de la población mediante la participación de individuos y la colaboración interdisciplinaria. Se centra en proporcionar cuidados integrales a nivel individual, familiar y comunitario para promover la salud y prevención. Para fortalecer la enfermería comunitaria, se necesita mejorar la formación, condiciones laborales y recursos, y promover la investigación, educación sanitaria y participación comunitaria.
Este documento presenta la teoría de la diversidad y universalidad de los cuidados culturales de Madeleine Leininger. Explica la biografía de Leininger, los objetivos y conceptos clave de su teoría, como diversidad cultural, universalidad y enfermería transcultural. También describe el metaparadigma y modelo del sol naciente de la teoría. Finalmente, presenta conclusiones sobre la importancia de difundir esta teoría para sensibilizar sobre diferentes formas de ver la salud y sus cuidados.
La enfermería se ha vuelto más sensible a las necesidades humanas y ha logrado mayor creatividad y objetividad. Una definición clave es que la función de la enfermería es asistir a individuos sanos o enfermos para promover su salud, recuperación o una muerte pacífica. La enfermería hoy requiere cualidades como crear la profesión, soportar el dolor de otros y adaptar los servicios de salud. En años recientes, la enfermería se ha convertido en una disciplina científica que crea y p
El documento presenta un resumen biográfico de Myra Estrin Levine y describe los elementos clave de su Modelo de Conservación. Levine desarrolló este modelo para proporcionar una estructura a la enseñanza de enfermería médico-quirúrgica. El modelo se centra en los conceptos de globalidad, adaptación y conservación y cómo la respuesta del paciente a estímulos del entorno influye en su salud. El cuidado enfermero según este modelo se basa en principios científicos y habilidades para conservar la integridad del
El documento describe el genograma como una herramienta para representar la composición y relaciones de una familia. Un genograma incluye información como edad, sexo, cultura, ocupación, ubicación, datos de salud y causas de muerte de los miembros de la familia. El genograma revela patrones familiares intergeneracionales de salud y puede usarse para identificar fortalezas, riesgos y problemas familiares. También sirve como referencia rápida de la historia de salud familiar.
Este documento trata sobre los aspectos bioéticos de la asistencia de enfermería. Explica que la bioética estudia los problemas éticos que surgen de la aplicación de la ciencia y la técnica en el ámbito de la salud. Luego define los principios fundamentales de la bioética como la autonomía, beneficencia, no maleficencia y justicia. Finalmente, señala que el respeto a la dignidad humana es esencial para el cuidado de enfermería.
Este documento describe los componentes administrativos del entorno sanitario. Define el concepto de salud y los factores que influyen en ella, como factores sociales, económicos, biológicos, ambientales y los sistemas sanitarios. Explica los diferentes tipos de sistemas de salud, como los sistemas públicos, privados y mixtos. Finalmente, resume brevemente el sistema de salud español y sus bases legales en la Constitución Española.
El modelo de Henderson se basa en 14 necesidades humanas básicas para la vida y la salud que componen los cuidados de enfermería. Identifica a la persona como un ser bio-psico-social y define la salud como el máximo grado de independencia. La enfermería ayuda a satisfacer las 14 necesidades de forma individualizada y sustituye al paciente según su nivel de dependencia.
La enfermería comunitaria tiene como objetivo satisfacer las necesidades de salud de la población mediante la participación de individuos y la colaboración interdisciplinaria. Se centra en proporcionar cuidados integrales a nivel individual, familiar y comunitario para promover la salud y prevención. Para fortalecer la enfermería comunitaria, se necesita mejorar la formación, condiciones laborales y recursos, y promover la investigación, educación sanitaria y participación comunitaria.
Este documento presenta la teoría de la diversidad y universalidad de los cuidados culturales de Madeleine Leininger. Explica la biografía de Leininger, los objetivos y conceptos clave de su teoría, como diversidad cultural, universalidad y enfermería transcultural. También describe el metaparadigma y modelo del sol naciente de la teoría. Finalmente, presenta conclusiones sobre la importancia de difundir esta teoría para sensibilizar sobre diferentes formas de ver la salud y sus cuidados.
Es la presentación de apoyo para desarrollar el seminario de modelos, conceptos y teorías fundamentales relacionados con al enfermería en el ámbito comunitario
Este documento describe los modelos y teorías de enfermería comunitaria. Explica que los modelos conceptuales son conjuntos de conceptos abstractos que explican fenómenos de interés para la enfermería de manera general, mientras que las teorías se enfocan en aspectos más específicos. Algunos modelos y teorías discutidos incluyen el modelo de déficit de autocuidado de Orem, el modelo de adaptación de Roy, y el modelo de promoción de la salud de Pender. Los modelos y teorías guían la práctica
Los modelos de enfermería psiquiátrica han evolucionado desde los años 50, cuando se basaban en el modelo médico, hasta hoy en día cuando se enfocan en un enfoque holístico. Los modelos de Travelbee, Peplau y otros se centran en la relación persona a persona y la utilización del yo del enfermero como instrumento terapéutico para satisfacer las necesidades individuales a través de la alianza terapéutica.
Este documento sirve para recordarnos a Enfermeras profesionales y estudiantes de Enfermería que nuestro deseo de ayudar al ser humano data desde los albores de la civilización y si nos ponemos a pensar y reflexionamos la Enfermería va a seguir siendo una "profesión tradicional" de mujeres que tienen tanto que hacer en la vida que piensan qe el tiempo es corto para estudiar,perfeccionarnos a la vez ser mujer, madre, esposa hasta abuela y si lo hacemos lo hacemos muchas veces por la presión de la curricula.
Sabemos y conocemos colegas que han estudiado especialidades, Maestrías, Doctorados PERO NO APLICAN ESOS CONOCIMIENTOS en el servicio o donde tengamos la oportunidad de demostrar lo que sabemos. Por ello es necesario cambiar nuestra VISION DE PROFESION y depende mucho de las "antiguas" para .enseñar nuestros aciertos y errores y de las "nuevas" para preguntar y aplicar lo aprendido .
Por lo tanto : AHORA NOS TOCA A NOSOTROS ENFERMERAS ACTUALES PENSAR QUE VAMOS A DEJAR EN LA HISTORIA DE LA ENFERMERIA DEL SIGLO XXI
Este documento describe los principios éticos y bioéticos que deben guiar el cuidado de adultos mayores. Explica que los dilemas éticos surgen cuando hay valores en conflicto y que la deliberación compartida puede ayudar a encontrar soluciones. Luego describe principios como la autonomía, beneficencia, no maleficencia y justicia, así como la responsabilidad profesional de tomar decisiones basadas en los estándares de la profesión y considerando las necesidades del paciente.
DIVERSIDAD Y LA UNIVERSALIDAD DE LOS CUIDADOS CULTURALES DE MADELEINE LEININGERModelos09
La teoría de enfermería transcultural de Madeleine Leininger se basa en sus estudios de antropología y enfermería. Define la enfermería transcultural como el estudio comparativo de los cuidados culturales y la salud entre culturas. Leininger desarrolló esta teoría para instar a los enfermeros a buscar tanto la universalidad como la especificidad cultural en los cuidados. Su método cualitativo incluye etnografía y fenomenología para comprender las perspectivas culturales sobre la salud y los cuidados.
El documento habla sobre la deontología y el código de ética de la enfermería. Explica que la deontología se refiere al conjunto de deberes y obligaciones morales de los profesionales. Luego describe los cuatro elementos principales del código de ética de la enfermería, incluyendo el deber de la enfermera con las personas, la práctica, la profesión y sus compañeros de trabajo. Finalmente, menciona algunos de los principios éticos fundamentales que rigen la profesión de enfermería.
La teoría de la enfermería transcultural de Madeleine Leininger se centra en el cuidado culturalmente congruente. Reconoce que el cuidado de la salud tiene semejanzas y diferencias según el contexto cultural y busca identificar estas diferencias para ofrecer un cuidado sensible a la cultura. Leininger fue pionera al destacar la importancia de comprender las creencias, valores y prácticas culturales de los pacientes para brindar un cuidado apropiado.
Este documento trata sobre conceptos de medicina preventiva. Explica que la prevención incluye medidas para prevenir la aparición de enfermedades reduciendo factores de riesgo, y también para detener su progresión y mitigar consecuencias una vez establecidas. Describe tres niveles de prevención (primaria, secundaria y terciaria) que actúan en diferentes etapas del desarrollo de la enfermedad. Finalmente, presenta un modelo multinivel de los determinantes de la salud que incluye factores del medio amb
Este documento presenta la teoría de Virginia Henderson sobre las necesidades básicas del ser humano. Henderson identificó 14 necesidades básicas que componen los cuidados de enfermería. Definió la enfermería como ayudar a individuos sanos o enfermos a realizar actividades que contribuyan a su salud o recuperación. Su objetivo es hacer al paciente independiente lo antes posible para cubrir sus necesidades básicas. El documento también describe los aportes de Henderson como líder de enfermería y explica conceptos como salud, persona, ent
Este documento resume la historia de la enfermería desde sus orígenes ligados a los cuidados maternos hasta su evolución como profesión universitaria. Destaca hitos como el desarrollo de órdenes religiosas dedicadas a la enfermería durante las cruzadas, la influencia del libro de Florence Nightingale en 1859, y el establecimiento de la primera escuela de enfermería en 1860. También examina el reconocimiento de la enfermería como carrera universitaria en España en 1977 y los dos doctorados existentes actualmente en Estados Unidos
Este documento presenta el modelo de promoción de la salud de Nola Pender. El modelo define la salud como un estado dinámico positivo en lugar de la ausencia de enfermedad. Se basa en la teoría del aprendizaje social de Bandura y el modelo de valoración de expectativas de Feather. El modelo considera factores cognitivo-perceptuales, personales y del entorno que influyen en las conductas de promoción de la salud de una persona. El modelo sirve para integrar métodos de enfermería y mejorar la calidad de vida
Es entendida como la disciplina que sintetiza los conocimientos
teóricos y las habilidades prácticas enfermeras y de la salud pública aplica como alternativa de trabajo en la comunidad.
La enfermera comunitaria ha sufrido transformaciones a medida que el sistema de salud ha cambiado, pasando de ser auxiliar del médico a desempeñar un papel más autónomo en la promoción de la salud y prevención de enfermedades en la comunidad. La enfermera comunitaria utiliza un enfoque holístico para mejorar la salud de individuos, familias y grupos a través de la educación, gestión de casos y coordinación de atención. También se le conoce como enfermera de salud pública u
(1) La teoría del autocuidado de Orem se centra en la capacidad de los individuos para cuidarse a sí mismos y en la función de enfermería de ayudar a otros con su autocuidado.
(2) Se compone de tres teorías: autocuidado, déficit de autocuidado y sistemas de enfermería para brindar apoyo total, parcial o educativo cuando se requiere asistencia.
(3) El proceso implica evaluar las necesidades de autocuidado de un paciente, diseñar un sistema de apoyo y evaluar los
Este documento presenta un proceso de atención de enfermería dirigido a una paciente llamada Daniela S. con diagnóstico de trastorno inestable de la personalidad y episodio depresivo grave. Se realizó una valoración de las necesidades de la paciente y se planearon intervenciones como terapias alternativas, respiración profunda, relajación y psicoeducación para mejorar su estado de ánimo, autoestima y autocuidado. El objetivo general es disminuir la ansiedad y pensamientos suicidas de la paciente para mejorar
1) El documento presenta la teoría de Virginia Henderson, pionera en enfermería que formuló una definición de la profesión en 1955.
2) Henderson definió la enfermería como ayudar a las personas a realizar actividades que contribuyan a su salud y bienestar.
3) Su teoría se centra en 14 necesidades básicas humanas y el papel de la enfermera es sustituir al paciente cuando no puede satisfacer estas necesidades por sí mismo o ayudarlo a recuperar la independencia.
Modelo de relaciónPersona a Persona de Joyce Travelbeenatorabet
Este documento presenta el modelo de relación persona a persona de Joyce Travelbee. El modelo se basa en la experiencia de Travelbee como enfermera psiquiátrica y sus lecturas. Describe los supuestos principales de que los seres humanos buscan dar sentido al sufrimiento y la enfermería ayuda a las personas a través de una relación interpersonal. Define conceptos clave como enfermedad, sufrimiento, esperanza y comunicación que son importantes para la relación entre enfermera y paciente.
Este documento describe la evolución de los paradigmas en enfermería a través de la historia, desde el paradigma de enfermería monástica en la antigüedad hasta el paradigma de transformación actual, centrado en la persona. También define qué es un paradigma y cómo afecta la forma en que las personas perciben la realidad, mencionando ejemplos. Por último, analiza los diferentes enfoques de los metaparadigmas en enfermería a lo largo del tiempo, incluyendo la persona, el entorno, la salud y el cuidado.
Este documento presenta la teoría del "Modelo de los Seres Humanos Unitarios" propuesta por la enfermera Martha Rogers. Explica la biografía de Rogers y las fuentes teóricas en las que se basó, incluyendo conceptos como campo de energía, sistemas abiertos, patrón y pandimensionalidad. También describe los principios de la homeodinámica de Rogers como helicidad, resonancia e integración. Finalmente, muestra un caso clínico sobre la aplicación de esta teoría en el cuidado de la gestante durante el trabajo de part
Este documento describe los pasos para conectar una aplicación Visual Basic .NET a una base de datos MySQL. Primero, crea una base de datos y tabla en MySQL usando phpMyAdmin. Luego, agrega una referencia a la biblioteca MySQL.Data.dll para permitir la conexión desde VB.NET. Finalmente, crea una clase de conexión que permita establecer la conexión entre la aplicación y la base de datos.
This document provides information on computer security and viruses. It discusses setting strong passwords with a mixture of characters, types of viruses like worms and trojans, how devices can become infected, security measures, and types of antivirus software. The document contains slides on topics like password techniques, virus indications, how storage devices can be infected, data backup, and popular antivirus programs like McAfee and Norton. It also includes external links and images related to the content.
Es la presentación de apoyo para desarrollar el seminario de modelos, conceptos y teorías fundamentales relacionados con al enfermería en el ámbito comunitario
Este documento describe los modelos y teorías de enfermería comunitaria. Explica que los modelos conceptuales son conjuntos de conceptos abstractos que explican fenómenos de interés para la enfermería de manera general, mientras que las teorías se enfocan en aspectos más específicos. Algunos modelos y teorías discutidos incluyen el modelo de déficit de autocuidado de Orem, el modelo de adaptación de Roy, y el modelo de promoción de la salud de Pender. Los modelos y teorías guían la práctica
Los modelos de enfermería psiquiátrica han evolucionado desde los años 50, cuando se basaban en el modelo médico, hasta hoy en día cuando se enfocan en un enfoque holístico. Los modelos de Travelbee, Peplau y otros se centran en la relación persona a persona y la utilización del yo del enfermero como instrumento terapéutico para satisfacer las necesidades individuales a través de la alianza terapéutica.
Este documento sirve para recordarnos a Enfermeras profesionales y estudiantes de Enfermería que nuestro deseo de ayudar al ser humano data desde los albores de la civilización y si nos ponemos a pensar y reflexionamos la Enfermería va a seguir siendo una "profesión tradicional" de mujeres que tienen tanto que hacer en la vida que piensan qe el tiempo es corto para estudiar,perfeccionarnos a la vez ser mujer, madre, esposa hasta abuela y si lo hacemos lo hacemos muchas veces por la presión de la curricula.
Sabemos y conocemos colegas que han estudiado especialidades, Maestrías, Doctorados PERO NO APLICAN ESOS CONOCIMIENTOS en el servicio o donde tengamos la oportunidad de demostrar lo que sabemos. Por ello es necesario cambiar nuestra VISION DE PROFESION y depende mucho de las "antiguas" para .enseñar nuestros aciertos y errores y de las "nuevas" para preguntar y aplicar lo aprendido .
Por lo tanto : AHORA NOS TOCA A NOSOTROS ENFERMERAS ACTUALES PENSAR QUE VAMOS A DEJAR EN LA HISTORIA DE LA ENFERMERIA DEL SIGLO XXI
Este documento describe los principios éticos y bioéticos que deben guiar el cuidado de adultos mayores. Explica que los dilemas éticos surgen cuando hay valores en conflicto y que la deliberación compartida puede ayudar a encontrar soluciones. Luego describe principios como la autonomía, beneficencia, no maleficencia y justicia, así como la responsabilidad profesional de tomar decisiones basadas en los estándares de la profesión y considerando las necesidades del paciente.
DIVERSIDAD Y LA UNIVERSALIDAD DE LOS CUIDADOS CULTURALES DE MADELEINE LEININGERModelos09
La teoría de enfermería transcultural de Madeleine Leininger se basa en sus estudios de antropología y enfermería. Define la enfermería transcultural como el estudio comparativo de los cuidados culturales y la salud entre culturas. Leininger desarrolló esta teoría para instar a los enfermeros a buscar tanto la universalidad como la especificidad cultural en los cuidados. Su método cualitativo incluye etnografía y fenomenología para comprender las perspectivas culturales sobre la salud y los cuidados.
El documento habla sobre la deontología y el código de ética de la enfermería. Explica que la deontología se refiere al conjunto de deberes y obligaciones morales de los profesionales. Luego describe los cuatro elementos principales del código de ética de la enfermería, incluyendo el deber de la enfermera con las personas, la práctica, la profesión y sus compañeros de trabajo. Finalmente, menciona algunos de los principios éticos fundamentales que rigen la profesión de enfermería.
La teoría de la enfermería transcultural de Madeleine Leininger se centra en el cuidado culturalmente congruente. Reconoce que el cuidado de la salud tiene semejanzas y diferencias según el contexto cultural y busca identificar estas diferencias para ofrecer un cuidado sensible a la cultura. Leininger fue pionera al destacar la importancia de comprender las creencias, valores y prácticas culturales de los pacientes para brindar un cuidado apropiado.
Este documento trata sobre conceptos de medicina preventiva. Explica que la prevención incluye medidas para prevenir la aparición de enfermedades reduciendo factores de riesgo, y también para detener su progresión y mitigar consecuencias una vez establecidas. Describe tres niveles de prevención (primaria, secundaria y terciaria) que actúan en diferentes etapas del desarrollo de la enfermedad. Finalmente, presenta un modelo multinivel de los determinantes de la salud que incluye factores del medio amb
Este documento presenta la teoría de Virginia Henderson sobre las necesidades básicas del ser humano. Henderson identificó 14 necesidades básicas que componen los cuidados de enfermería. Definió la enfermería como ayudar a individuos sanos o enfermos a realizar actividades que contribuyan a su salud o recuperación. Su objetivo es hacer al paciente independiente lo antes posible para cubrir sus necesidades básicas. El documento también describe los aportes de Henderson como líder de enfermería y explica conceptos como salud, persona, ent
Este documento resume la historia de la enfermería desde sus orígenes ligados a los cuidados maternos hasta su evolución como profesión universitaria. Destaca hitos como el desarrollo de órdenes religiosas dedicadas a la enfermería durante las cruzadas, la influencia del libro de Florence Nightingale en 1859, y el establecimiento de la primera escuela de enfermería en 1860. También examina el reconocimiento de la enfermería como carrera universitaria en España en 1977 y los dos doctorados existentes actualmente en Estados Unidos
Este documento presenta el modelo de promoción de la salud de Nola Pender. El modelo define la salud como un estado dinámico positivo en lugar de la ausencia de enfermedad. Se basa en la teoría del aprendizaje social de Bandura y el modelo de valoración de expectativas de Feather. El modelo considera factores cognitivo-perceptuales, personales y del entorno que influyen en las conductas de promoción de la salud de una persona. El modelo sirve para integrar métodos de enfermería y mejorar la calidad de vida
Es entendida como la disciplina que sintetiza los conocimientos
teóricos y las habilidades prácticas enfermeras y de la salud pública aplica como alternativa de trabajo en la comunidad.
La enfermera comunitaria ha sufrido transformaciones a medida que el sistema de salud ha cambiado, pasando de ser auxiliar del médico a desempeñar un papel más autónomo en la promoción de la salud y prevención de enfermedades en la comunidad. La enfermera comunitaria utiliza un enfoque holístico para mejorar la salud de individuos, familias y grupos a través de la educación, gestión de casos y coordinación de atención. También se le conoce como enfermera de salud pública u
(1) La teoría del autocuidado de Orem se centra en la capacidad de los individuos para cuidarse a sí mismos y en la función de enfermería de ayudar a otros con su autocuidado.
(2) Se compone de tres teorías: autocuidado, déficit de autocuidado y sistemas de enfermería para brindar apoyo total, parcial o educativo cuando se requiere asistencia.
(3) El proceso implica evaluar las necesidades de autocuidado de un paciente, diseñar un sistema de apoyo y evaluar los
Este documento presenta un proceso de atención de enfermería dirigido a una paciente llamada Daniela S. con diagnóstico de trastorno inestable de la personalidad y episodio depresivo grave. Se realizó una valoración de las necesidades de la paciente y se planearon intervenciones como terapias alternativas, respiración profunda, relajación y psicoeducación para mejorar su estado de ánimo, autoestima y autocuidado. El objetivo general es disminuir la ansiedad y pensamientos suicidas de la paciente para mejorar
1) El documento presenta la teoría de Virginia Henderson, pionera en enfermería que formuló una definición de la profesión en 1955.
2) Henderson definió la enfermería como ayudar a las personas a realizar actividades que contribuyan a su salud y bienestar.
3) Su teoría se centra en 14 necesidades básicas humanas y el papel de la enfermera es sustituir al paciente cuando no puede satisfacer estas necesidades por sí mismo o ayudarlo a recuperar la independencia.
Modelo de relaciónPersona a Persona de Joyce Travelbeenatorabet
Este documento presenta el modelo de relación persona a persona de Joyce Travelbee. El modelo se basa en la experiencia de Travelbee como enfermera psiquiátrica y sus lecturas. Describe los supuestos principales de que los seres humanos buscan dar sentido al sufrimiento y la enfermería ayuda a las personas a través de una relación interpersonal. Define conceptos clave como enfermedad, sufrimiento, esperanza y comunicación que son importantes para la relación entre enfermera y paciente.
Este documento describe la evolución de los paradigmas en enfermería a través de la historia, desde el paradigma de enfermería monástica en la antigüedad hasta el paradigma de transformación actual, centrado en la persona. También define qué es un paradigma y cómo afecta la forma en que las personas perciben la realidad, mencionando ejemplos. Por último, analiza los diferentes enfoques de los metaparadigmas en enfermería a lo largo del tiempo, incluyendo la persona, el entorno, la salud y el cuidado.
Este documento presenta la teoría del "Modelo de los Seres Humanos Unitarios" propuesta por la enfermera Martha Rogers. Explica la biografía de Rogers y las fuentes teóricas en las que se basó, incluyendo conceptos como campo de energía, sistemas abiertos, patrón y pandimensionalidad. También describe los principios de la homeodinámica de Rogers como helicidad, resonancia e integración. Finalmente, muestra un caso clínico sobre la aplicación de esta teoría en el cuidado de la gestante durante el trabajo de part
Este documento describe los pasos para conectar una aplicación Visual Basic .NET a una base de datos MySQL. Primero, crea una base de datos y tabla en MySQL usando phpMyAdmin. Luego, agrega una referencia a la biblioteca MySQL.Data.dll para permitir la conexión desde VB.NET. Finalmente, crea una clase de conexión que permita establecer la conexión entre la aplicación y la base de datos.
This document provides information on computer security and viruses. It discusses setting strong passwords with a mixture of characters, types of viruses like worms and trojans, how devices can become infected, security measures, and types of antivirus software. The document contains slides on topics like password techniques, virus indications, how storage devices can be infected, data backup, and popular antivirus programs like McAfee and Norton. It also includes external links and images related to the content.
This very short document does not contain enough substantive information to summarize meaningfully in 3 sentences or less. It consists of repeated words without any clear context or meaning.
The document discusses an Approved Profit Share Scheme (APSS). An APSS allows companies to share profits with employees in a tax efficient manner by awarding shares in the company to employees. Employees can benefit from any increase in the value of the shares without paying income tax or national insurance on the share awards or on any profit made from selling the shares.
El documento describe la situación de la Institución Educativa Monseñor Fidel Olivas Escudero de Pomabamba. Se identifican como problemas la falta de actualización de documentos de gestión y el escaso seguimiento de proyectos de infraestructura. Sin embargo, se implementa con éxito el modelo de Jornada Escolar Completa que brinda más horas de enseñanza. También se propone mejorar los procesos pedagógicos a través de una mayor formación docente, proyecto educativo compartido y participación de padres y estudiantes.
Este documento resume el contenido de un curso de tecnología y trabajo tomado por la estudiante Elizabeth Granados entre el 7 de junio y el 24 de agosto de 2016. Incluye varios proyectos realizados en las áreas de docente, salud, ingeniero y emprendedor que involucran certificados, horarios, encuestas, diagramas, planos, propuestas y hojas membretadas creados en programas como Word, Excel y Paint. El documento concluye agradeciendo a la fundación y profesora por su apoyo.
El documento describe las diferentes formas de infección puerperal, incluyendo las localizadas como endometritis, cervicitis y vulvitis, y las propagadas como salpingoovaritis, pelviperitonitis, parametritis y peritonitis generalizada. Explica los factores de riesgo, etiología, síntomas, clasificación y tratamiento de cada una. La infección puerperal puede ser causada por una variedad de bacterias y puede propagarse a través de las vías mucosa, linfática o sanguínea si no se trata adec
El documento describe los cambios anatomofisiológicos que ocurren durante el puerperio, el cual se divide en inmediato, mediato y tardío. Se explica la involución del útero, regeneración del endometrio, loquios, involución del sitio placentario, cambios en los vasos uterinos, cuello uterino, vagina e intestino. También se detallan los cambios en las funciones cardiovascular, endocrina, gastrointestinal y tegumentaria durante el puerperio.
Dokumen ini berisi kata pengantar untuk makalah tentang proposal usaha jualan kue. Penulis mengucapkan syukur kepada Tuhan atas berkat dan karunia-Nya sehingga makalah ini dapat diselesaikan tepat waktu meskipun belum sempurna. Penulis juga berterima kasih kepada guru, teman, dan media informasi atas dukungan dan saran mereka dalam penyusunan makalah ini. Penulis meminta maaf atas kekur
The document discusses the anatomy of the fetal heart. It provides several diagrams labeling the different structures of the fetal heart, including the ventricles, atria, great arteries, veins, and connections between chambers. The summaries focus on the unique architecture and circulation patterns that allow the fetal heart to function efficiently in utero.
La endometriosis es la presencia de tejido endometrial fuera del útero. Se produce principalmente en mujeres entre 25-35 años y sus síntomas más comunes son la dismenorrea, el dolor pélvico y la dispareunia. Los sitios más frecuentes de invasión son los ovarios, los ligamentos anchos y el útero. Su diagnóstico se realiza mediante examen físico, ultrasonido y confirmación histológica. No existe una causa definitiva conocida y su tratamiento depende de los síntomas presentados por cada paciente
El documento describe el puerperio normal y patológico. Explica que el puerperio normal se extiende de 45 a 60 días después del parto y comprende etapas como el puerperio inmediato, mediato y alejado. Describe los cambios anatómicos y fisiológicos que ocurren durante estas etapas como la involución uterina y la producción de loquios. También explica los controles necesarios para una adecuada atención del puerperio.
Orientación sobre las estipulaciones relevantes en la carta circular de planificación vigente en el Departamento de Educación de Puerto Rico integrando UbD y la Meta Nacional.
El documento describe las diferentes etapas del puerperio fisiológico, incluyendo cambios en el útero, niveles hormonales, sangre, peso y temperatura. Explica que el puerperio inmediato dura 24 horas, el mediato del segundo al séptimo día, y el tardío del octavo al día 42. Describe la conducta recomendada para el cuidado de la madre durante el puerperio.
El documento describe los cambios fisiológicos que ocurren durante el puerperio normal y algunas complicaciones del puerperio patológico como la hemorragia posparto y la infección puerperal. El puerperio normal dura de 6 a 8 semanas y comprende la involución del útero y otros órganos reproductivos. Las complicaciones incluyen hemorragia posparto que puede ser temprana u ocurrir hasta 6 semanas después del parto, e infección puerperal que causa fiebre en los primeros 10 días
LA SOSTENIBILIDAD. Qué es y qué no es (Presencia Social) (Spanish Edition) (L...J2MARQUITECTURASRL
1. La sostenibilidad es una cuestión de vida o muerte según la Carta de la Tierra. Para lograr una alianza global para el cuidado de la Tierra y la humanidad, se requiere implementar la sostenibilidad de manera real, efectiva y global, junto con el principio de cuidado y prevención.
2. Los desafíos actuales para construir la sostenibilidad incluyen la necesidad de un cambio de mentalidad y corazón, así como desarrollar un sentido de interdependencia global y responsabilidad universal. Se debe imaginar y
Este documento presenta la visión de Bhagwan Shree Rajneesh sobre los mayores desafíos que enfrenta la humanidad y la necesidad de un cambio radical. Argumenta que los problemas actuales como la guerra, el hambre y la destrucción ambiental tienen sus raíces en el pasado, especialmente en las estructuras políticas, religiosas y sociales que dividen a la gente. Propone la creación de una Academia Mundial para las Ciencias Creativas que promueva un futuro sustentable basado en la cooperación global, la meritocracia y el desarrol
REVISTA EDUCATIVA Rizoma sostenibilidad, salud y economía para la vida.Morena Magaña
Este documento describe la necesidad de despertar la conciencia sobre la sostenibilidad y el cuidado del medio ambiente. Explica que el modelo actual de desarrollo basado en el crecimiento económico ilimitado está en crisis y está destruyendo el planeta. También señala que para lograr mejores condiciones de vida se requiere un cambio a un desarrollo sostenible que beneficie a las generaciones futuras y no sólo a unos pocos. Finalmente, enfatiza que la educación es clave para crear conciencia sobre la neces
El documento presenta la conferencia de Leonardo Boff en el Forum Social Mundial de 2009 en Belém, Brasil. Boff argumenta que el sistema capitalista actual ha fallado en asegurar el bienestar humano y ambiental, y promueve un nuevo paradigma basado en la solidaridad, la justicia social y ecológica. Un mundo mejor es posible si adoptamos valores como la interdependencia y el cuidado de la Tierra como casa común.
El documento presenta una serie de preguntas críticas sobre los conceptos de desarrollo, crecimiento y progreso. Cuestiona si es posible lograr el bienestar de todos de manera sustentable o si esto conduce inevitablemente a la desigualdad y exclusión. También plantea si es necesario replantear nociones como necesidad, crecimiento ilimitado y progreso técnico para lograr un modelo más equitativo y respetuoso con el medio ambiente.
Todavia existe Esperanza - Enrique Chaijjorgequiat
El documento presenta una introducción sobre la esperanza en un mundo con muchos problemas y desafíos. Explica que a pesar de las catástrofes naturales y la maldad humana, todavía existe una verdadera fuente de esperanza. El libro explorará esta esperanza y cómo puede llenar de felicidad el corazón humano.
El documento habla sobre la necesidad de un nuevo paradigma que reemplace al sistema capitalista actual, el cual ha fallado al no poder garantizar el bienestar de la humanidad ni preservar el planeta. Leonardo Boff argumenta que debido a la crisis financiera, ambiental y de valores, se requiere un cambio hacia una civilización basada en la solidaridad, la sustentabilidad y el respeto por la naturaleza.
El documento resume la conferencia de Leonardo Boff en el Forum Social Mundial de 2009 en Belém, Brasil. Boff argumenta que el sistema capitalista actual ha fallado en asegurar el bienestar de la humanidad y preservar el planeta debido a su énfasis en el crecimiento económico sin límites, el individualismo y el consumismo. Se necesita un nuevo paradigma que promueva la solidaridad, la justicia ambiental y social, y una relación más armoniosa entre la humanidad y la naturaleza.
El documento resume la conferencia de Leonardo Boff en el Forum Social Mundial de 2009 en Belém, Brasil. Boff argumenta que el sistema capitalista actual ha fallado en asegurar el bienestar de la humanidad y preservar el planeta debido a su énfasis en el crecimiento económico sin límites, el individualismo y el consumismo. Se necesita un nuevo paradigma que promueva la solidaridad, la justicia ambiental y social, y una relación más armoniosa entre la humanidad y la naturaleza.
El documento resume la conferencia de Leonardo Boff en el Forum Social Mundial de 2009 en Belém, Brasil. Boff argumenta que el sistema capitalista actual ha fallado en asegurar el bienestar de la humanidad y preservar el planeta debido a su énfasis en el crecimiento económico sin límites, el individualismo y el consumismo. Se necesita un nuevo paradigma que promueva la solidaridad, la justicia ambiental y social, y una relación más armoniosa entre la humanidad y la naturaleza.
El documento habla sobre la necesidad de un nuevo sistema que reemplace al capitalismo, el cual ha fallado en asegurar el bienestar de la humanidad y está dañando el planeta. Propone que debemos cultivar la solidaridad, buscar alternativas sustentables y centrarnos en valores como la justicia, la paz y la preservación del medio ambiente.
Palabras e imágenes donde se encarnan sentires amistosos, deseos de diálogo entre quienes, transitando por caminos sociales, por puentes interpersonales, por búsquedas interiores, por los rigores de la ciencia, por desfiladeros filosóficos, por los horizontes espirituales, por senderos metafísicos, por jardines poéticos, por el compromiso con el juego de los niños… van anhelando y construyendo una cultura de paz, de justicia, de armonía con la naturaleza, de relevancias del sentido.
El documento presenta un resumen de la conferencia de Leonardo Boff en el Foro Social Mundial de 2009 en Belém, Brasil. Boff discute la crisis actual del sistema capitalista, que ha fallado en garantizar el bienestar humano y respetar los límites ambientales de la Tierra. Argumenta que se necesita un nuevo paradigma que promueva la solidaridad, la justicia ambiental y social, y relaciones más armoniosas entre los seres humanos y la naturaleza. Concluye que otro mundo más equitativo y sostenible es posible si se cultivan valores
El documento presenta un resumen de la conferencia de Leonardo Boff en el Foro Social Mundial de 2009 en Belém, Brasil. Boff discute la crisis actual del sistema capitalista, que ha fallado en garantizar el bienestar humano y respetar los límites ambientales de la Tierra. Argumenta que se necesita un nuevo paradigma que promueva la solidaridad, la justicia ambiental y social, y relaciones más armoniosas entre la humanidad y la naturaleza. También promueve la interculturalidad y el diálogo entre culturas para enriquecer nuestra
Este documento discute si la humanidad todavía puede salvarse de la crisis ecológica mundial. Argumenta que necesitamos armonizar el crecimiento económico y el desarrollo sostenible a través de más ciencia, sobriedad, desmaterialización de la economía, y acciones concretas para preservar la biodiversidad. También propone un "contrato natural" entre humanos y la naturaleza para reconocer los derechos de la naturaleza y lograr un futuro democrático y prospectivo que equilibre el crecimiento y
El documento habla sobre la crisis del sistema capitalista actual y la necesidad de un nuevo paradigma que sea más sostenible y justo. Argumenta que el modelo actual basado en el consumo ilimitado, la acumulación y la explotación de los recursos naturales ha llevado a crisis financiera, ambiental y de desigualdad. Se necesita un cambio a un sistema que promueva la solidaridad, la justicia social y el cuidado de la Tierra.
El documento habla sobre la crisis del modelo económico capitalista actual y la necesidad de un nuevo paradigma más sostenible. Señala que el sistema actual basado en el consumo ilimitado, la acumulación y el lucro ha llevado a crisis financiera, ambiental y de desigualdad. Propone que se necesita un cambio a un modelo que promueva la solidaridad, la justicia social y el cuidado de la Tierra.
El documento resume las palabras de Leonardo Boff en el Foro Social Mundial de 2009, donde critica el actual sistema capitalista por su fracaso contra la humanidad y el planeta. Boff argumenta que el capitalismo se basa en la acumulación sin límites y el consumismo, lo que ha creado crisis financiera, ambiental y de desigualdad. El documento propone un nuevo paradigma basado en la solidaridad, la sostenibilidad ambiental y el respeto entre culturas.
El documento habla sobre la crisis del modelo económico y ambiental actual basado en el capitalismo y el consumismo desmedido. Propone la necesidad de un nuevo paradigma que promueva la solidaridad, la justicia social y ecológica, y un modo de vida más sustentable y armónico con la naturaleza.
El documento habla sobre la crisis del modelo económico capitalista actual y la necesidad de un nuevo paradigma más sustentable e inclusivo. Señala que el sistema actual ha fracasado en garantizar el bienestar humano y respetar los límites planetarios, por lo que es necesario buscar alternativas basadas en la solidaridad, la justicia ambiental y social. El documento también promueve la interculturalidad y el diálogo entre saberes para enriquecer la visión del mundo.
La inerpretación del Evangelio de san Lucas.pdfadyesp
El piadoso Lucas era antioqueño por nacimiento y por oficio médico y en la sabiduría helénica fue un grande erudito, así como en la ordenanza judía iba sobrado. Luego cuando había resucitado Cristo de entre los muertos, él junto con Cleofás iba de camino a Emaús y se encontraron con Jesús. Mas tarde Lucas se convirtió en compañero de viaje y seguidor del maravilloso apóstol Pablo, y solo quince años después de la ascensión de Cristo, san Lucas escribió Su evangelio con todo detalle.
Folleto de las principales oraciones de la iglesia católica.docxSantosGuidoRodrguez
En este pequeño documento recopilamos las principales oraciones de la iglesia católica para estudiarlas y tenerlas en un solo archivo listo para imprimir.
2. INTRODUCCIÓN
CUANTO MAYOR ES EL RIESGO, TANTO MAYOR ES LA
SALVACIÓN
Nadie está hoy en condiciones de decirnos hacia dónde camina la
humanidad: si hacia un abismo que nos tragará a todos o hacia una
culminación que nos englobará a todos. Lo cierto es que estamos
entrando en un nuevo rellano de conciencia, la conciencia planetaria;
que sentimos la urgencia de una alianza entre los pueblos que
descubren que están juntos dentro de la única Casa Común, una
alianza necesaria para poder convivir de una forma mínimamente
pacífica, y que se hace necesario un cuidado especial de la Tierra y
de sus ecosistemas, si no queremos perder las bases de nuestra
subsistencia.
Hay señales para todos los escenarios. Pero ninguna de ellas es
inequívoca. Estamos condenados a hacer camino caminando, no
pocas veces en medio de una noche oscura, sin ver claramente la
dirección y sin poder identificar los obstáculos. Y tenemos que creer
y esperar que el camino nos lleve a algún lugar que sea bueno para
morar y detenerse en él.
Pero hay una constatación indiscutible: la aterradora crisis ética y
moral que se extiende por todas partes ha alcanzado ya el corazón de
la humanidad. ¿Quién tiene suficiente autoridad para decirnos lo que
todavía es bueno y malo, lo que todavía vale? Nos sentimos
perplejos, confundidos y perdidos.
Percibimos, por otro lado, la urgencia de puntos comunes que
orienten algunas prácticas salvadoras. Si no los encontramos,
podemos encaminarnos hacia lo peor y —,quién sabe?— quizás nos
aguarde el mismo destino que a los dinosaurios. Nuestra generación
ha caído en la cuenta de que tiene condiciones y medios para poner
fin a la especie humana y herir de muerte a la biosfera. ¿Qué ética y
qué moral pondrán freno a ese poder avasallador?
Prescindiendo de esta amenaza extraordinaria, ¿qué revolución ética
y moral hay que hacer para curar la mayor haga que avergüenza a la
humanidad, y concretamente a nuestro país: los millones y miles de
millones de seres humanos que gritan desesperadamente al cielo
pidiendo un poco de compasión y misericordia en forma de pan, de
agua potable, de salud, de vivienda, de reconocimiento y de
inclusión en la familia humana?
Cuando nos encontramos en crisis que afectan a las razones de la
convivencia humana y al sentido último de la vida, ha llegado el
momento de detenernos un momento y reflexionar sobre los
fundamentos. Es la oportunidad de revisar la experiencia seminal y
originaria que hizo nacer en otros tiempos y hace brotar todavía hoy
lo que llamamos «ética» y «moral». Como veremos, la experiencia
protoprimaria reside en la morada humana, en morar en este mundo
junto con otros, cuidándonos mutuamente y cuidando lo que es
común. Morar es una experiencia irreducible, cargada de
significaciones que el pensamiento tiene que desentrañar.
Tal vez bebiendo de esta fuente recibamos el regalo de alguna
inspiración prometedora que nos muestre cómo debemos ser y
comportarnos actualmente. Meditando a partir de los desafios
propios de la nueva fase de la historia de la humanidad y de la
misma Tierra, la fase planetaria, obtendremos alguna luz. Y toda luz
es creadora y liberadora. Muestra caminos y señala la dirección. Y,
sobre todo, mantiene viva la esperanza.
El sentido de las reflexiones que hemos hecho en los últimos
tiempos, unas habladas y otras publicadas en órganos de la prensa
3. escrita, reside en el propósito de hacer pensar, de invitar a los
lectores y a las lectoras a inquietarse y, con la inquietud, a
movilizarse en busca de un paradigma ético y moral que esté a la
altura de los desafíos que experimentamos.
Si el riesgo es grande, decía un poeta-pensador alemán, grande y
mayor aún es la posibilidad de salvación. Esta es la irrefrenable
esperanza que inunda estas páginas.
Petrópolis, en la fiesta de San Juan de 2003
1
ÉTICA:
LA ENFERMEDAD Y SUS REMEDIOS
1. NUESTRO PECADO DE ORIGEN
Analistas procedentes de la biología, de las ciencias de la Tierra y de
la nueva cosmología nos advierten que el tiempo actual se asemeja
mucho a las épocas de ruptura en el proceso de evolución, épocas de
extinciones en masa. No porque pese sobre nosotros alguna amenaza
cósmica, sino por causa de la actividad humana, que es altamente
depredadora de todos los ecosistemas. Hemos llegado a un punto en
que la biosfera está a merced de nuestra decisión. Si queremos seguir
viviendo, tenemos que quererlo de verdad y garantizar las
condiciones adecuadas.
1.1. La elección es nuestra: cuidar o desaparecer
Cálculos optimistas establecen el año 2030 como fecha-límite para
esta decisión. A partir de ese momento la sostenibilidad del sistema
Tierra no estará ya garantizada, y entraremos en una crisis cuyo
resultado es imponderable. La Carta de la Tierra, documento
producido por la nueva conciencia ecológica y de ética mundial, y
asumido por la UNESCO, advierte en su introducción: «Los
fundamentos de la seguridad global están siendo amenazados. Estas
tendencias son peligrosas, pero no inevitables. La elección es
nuestra: formar una sociedad global para cuidar la Tierra y cuidar
unos de otros, o arriesgamos a la destrucción de nosotros mismos y
de la diversidad de la vida».
4. 1.2. ¿Por qué no se han cumplido los sueños?
¿Por qué hemos llegado a este punto crucial? La respuesta más
inmediata se fija en las revoluciones iniciadas en el neolítico, hace
diez mil años: la revolución agrícola, seguida de la industrial y
completada por la del conocimiento y la comunicación de los
tiempos actuales. Estas revoluciones modificaron la faz de la Tierra
para bien y para mal. Por un lado, aportaron inmensas comodidades
y prolongaron considerablemente la expectativa de vida. Por otro,
depredaron el sistema Tierra por el monocultivo tecnológico y
material y por la deshumanización de las relaciones entre las
personas y los pueblos.
La segunda respuesta, más elaborada, trata de saber qué sueño
perseguía el ser humano con esas revoluciones, especialmente con el
inmenso progreso técnico-científico y cultural. Era el sueño de la
prosperidad material que había que conseguir por el poder-
dominación sobre la naturaleza y sus recursos, sobre la mujer, sobre
los pueblos y sus riquezas, y sobre la explotación de la fuerza de
trabajo de las personas.
Esta prosperidad, hay que reconocerlo, ha traído incontables
beneficios en todos los campos del bienestar material. Pero como ha
sido predominantemente material y no ha estado acompañada por un
desarrollo ético y espiritual, ha acarreado un espantoso vacío
existencial, ha provocado una devastadora destrucción del sentido
cordial de las cosas y ha ocasionado una inmensa devastación de la
naturaleza.
Ese sueño de prosperidad ilimitada ocupa el imaginario colectivo de
la humanidad y da forma a la agenda central de cualquier gobierno.
¡Ay de la política económica y técnico-científica que no presente
anualmente índices positivos de crecimiento! Pero ese sueño se está
transformando en una pesadilla, pues está llevando a los países, a la
humanidad y a la Tierra a un impasse fatal: los recursos son
limitados, las ganancias no pueden ser generalizadas para todos,
porque entonces tendríamos que disponer de otras tres Tierras con
los recursos de la nuestra, y la capacidad de aguante y regeneración
del Planeta se encuentra en estado crítico. Tenemos que cambiar de
rumbo o nos enfrentaremos a lo imponderable.
Pero esas respuestas, aun siendo objetivas, no van suficientemente a
la raíz de la cuestión. Hay una causa última: la quiebra de la re-
ligación del ser humano consigo mismo, con los demás, con la
naturaleza y con el sentido trascendente de la vida. ¿Acaso no es el
ser humano, esencialmente, un nudo de relaciones en todas las
direcciones? ¿Por qué se rompió la red de relaciones?
Para dar una respuesta que tenga sentido tenemos que entender
previamente dos fuerzas fundamentales que actúan siempre juntas y
que construyen concretamente al ser humano y a cualquier otro ser
del universo: la fuerza de autoafirmación y la fuerza de integración.
Por la fuerza de auto-afirmación, cada uno consigue hacer valer y
garantizar su supervivencia y su posibilidad de seguir co-
evolucionando. Por la fuerza de integración se refuerzan las
relaciones inclusivas, se garantiza la cooperación de todos con todos
y, de este modo, se asegura mejor el futuro.
Ninguna de esas dos fuerzas es suficiente sin la otra. Las dos tienen
que actuar sinergéticamente, reforzándose y completándose
mutuamente. Cualquier ruptura del equilibrio es fatal. Si el ser
humano se auto-afirma sin integrarse, se aísla y se enemista con los
demás, y entonces vive amenazado o tiene que usar cada vez más
fuerza para defender- se. Si se integra en el todo sin auto-afirmarse,
pierde la identidad y acaba desapareciendo, asimilado en el todo. La
5. sabia lógica de la naturaleza hace que las dos fuerzas de auto-
afirmación y de integración funcionen siempre en un sutil equilibrio
y en una medida justa para que los seres no destruyan la armonía del
todo y, al mismo tiempo, conserven su singularidad.
Pero el ser humano rompió esta justa medida: exacerbó la auto-
afirmación en detrimento de la integración; descubrió la fuerza de su
inteligencia y su creatividad; y usó esta fuerza para ponerse por
encima de los demás. En lugar de estar junto a los demás seres, se
puso sobre ellos y contra ellos.
En ese momento comenzó el auto-exilio del ser humano, y después
se fue alejando lentamente de la Casa Común, de la Tierra, y de los
demás compañeros y compañeras en la aventura terrenal. Rompió
los lazos de coexistencia con ellos. Perdió la memoria sagrada de la
unicidad de la vida en su inmensa diversidad. Despreció el tejido de
las interdependencias, de la comunión con los vivos y con la Fuente
originaria de todo ser. Se colocó en un pedestal solitario desde el
cual pretende dominar la tierra y los cielos.
Este es nuestro pecado de origen que subyace en la crisis ética de
nuestra civilización: nuestra auto-concentración, nuestra ruptura
fatal.
Esta postura de arrogancia produjo la mayor tragedia de la historia
de la vida. Sus consecuencias llegan hasta nuestros días, y de una
forma peligrosa, pues engendró el principio de autodestrucción de la
especie y de su hábitat natural. Los griegos pensaban que esa actitud
arrogante (que ellos llamaban hybris) provocaba la fulminación de
los dioses, pues veían en ella la mayor perversión de la naturaleza.
1.3. Un nuevo reencantamiento
Urge rehacer el camino de vuelta, rumbo a la casa materna común y
hermanándonos con todos los seres. Tenemos que dejar el exilio,
cultivar nostalgias, como en la parábola del hijo pródigo, reavivar
sueños antiguos de comunión, de paz sin amenaza, de benevolencia
generalizada, sueños escondidos en el corazón de todos los humanos
y testimoniados en sus mitos, ritos e historias.
Principalmente necesitamos la paz, que es la plenitud resultante de
las relaciones adecuadas con todas las cosas, con todas las formas de
vida, con todas las culturas, con nosotros mismos y con Dios.
Para ello el ser humano tiene que reencantarse con la naturaleza y
con el universo. Ese reencantamiento no irrumpe por sí mismo, sino
que emerge a partir de una nueva experiencia espiritual y un nuevo
sentido de ser.
Esa nueva experiencia y ese nuevo sentido tampoco brotan
espontáneamente, sino que surgen a partir de la activación
consciente e intencionada del principio de lo femenino, de la
dimensión del anima (que se completa con el animus) presente en
los hombres y en las mujeres.
Lo femenino en nosotros es aquella energía estructuradota que nos
hace sensibles a todo lo que tiene que ver con la vida y la
cooperación, que capta el valor de los hechos, que lee el mensaje
secreto emitido por todos los seres, que identifica el hilo conductor
que liga y re-liga las partes en el todo, y el todo a la Fuente
originaria de la que todo procede. Lo femenino nos enseña a cuidar
de todo con celo entrañable. El cuidado constituye la esencia del
anima y la precondición necesaria para que continúe la vida.
De lo femenino y del cuidado surge un nuevo paradigma ético que
coloca la vida en el centro: vida compartida con otros, vida abierta
6. hacia arriba y hacia delante, abierta a las virtualidades que se
esconden dentro de ella y que quieren ver la luz y hacer historia.
Aquí reside la curación de nuestro pecado de origen.
2. PARADIGMA-CONQUISTA
En el conjunto de los seres de la naturaleza, el ser humano ocupa un
lugar singular. Por un lado, es parte de la naturaleza por su
enraizamiento cósmico y biológico. Es fruto de la evolución que
produjo la vida, de la que él es expresión consciente e inteligente.
Por otro lado, se eleva sobre la naturaleza e interviene en ella,
creando cultura y cosas que la evolución nunca crearía sin él, como
una ciudad, un avión o un cuadro de Portinari.
Por su naturaleza, es un ser biológicamente carente, pues, a
diferencia de los animales, no posee ningún órgano especializado
que le garantice la subsistencia. Por ello se ve obligado a conquistar
su sustento, modificando el medio, creando así su hábitat.
Esto explica que en el proceso de hominización surgiera muy pronto
el paradigma de la conquista. Salió de Africa, donde irrumpió como
Homo erectus hace siete millones de años, y se puso a conquistar el
espacio, empezando por Eurasia, pasando por Asia y América y
terminando por Oceanía. Con el crecimiento de su cráneo,
evolucionó y se convirtió en Horno habilis, inventando, hace 2,4
millones de años, el instrumento que le permitió aumentar aún más
su capacidad de conquista.
Por comparecer como un ser entero, pero inacabado (no es defecto,
sino marca), y porque tiene que conquistar su vida, el paradigma de
la conquista pertenece a la autocomprensión del ser humano y de su
historia. Prácticamente todo está bajo el signo de la conquista.
Conquistar la Tierra entera, los océanos, las montañas más
inaccesibles y los rincones más inhóspitos. Conquistar pueblos y
«dilatar la fe y el imperio»: éste era el sueño de los colonizadores.
Conquistar los espacios extraterrestres y llegar a las estrellas: ésta es
la utopía de los modernos. Conquistar el secreto de la vida y
manipular los genes. Conquistar mercados y altas tasas de
crecimiento, conquistar cada vez más clientes y consumidores.
Conquistar el poder del Estado y otros poderes como el religioso, el
profético y el político. Conquistar y controlar a los ángeles y los
demonios que habitan en nosotros. Conquistar el corazón de la
persona amada, conquistar las bendiciones de Dios y conquistar la
salvación eterna. Todo es objeto de conquista. ¿Qué nos queda aún
por conquistar?
La voluntad de conquista del ser humano es insaciable. Por eso el
paradigma-conquista tiene corno arquetipos referenciales a
Alejandro Magno, Hernán Cortés y Napoleón Bonaparte, los
conquistadores que no conocían ni aceptaban límites.
Después de varios milenios de existencia, el paradigma de la
conquista ha entrado en una grave crisis en nuestros días. ¡Basta de
conquistas! De lo contrario, lo destruiremos todo. Ya hemos
conquistado el 83% de la Tierra, y en este afán la hemos devastado
de tal forma que ha sobrepasado en un 20% su capacidad de
sostenimiento y regeneración. Se han abierto heridas que tal vez no
se cerrarán nunca. Necesitamos conquistar aquello que nunca antes
habíamos conquistado porque pensábamos que era contradictorio:
conquistar la autolimitación, la austeridad compartida, el consumo
solidario, la compasión y la solicitud para con todas las cosas, a fin
de que sigan existiendo. La supervivencia depende de estas
anticonquistas.
7. Al arquetipo de la conquista —Alejandro Magno, Hernán Cortés y
Napoleón Bonaparte— hay que contraponer el arquetipo del cuidado
esencial —Francisco de Asís, Gandhi, Madre Teresa de Calcuta y
Hermana Dulce—. No hay tiempo que perder. Tenemos que
empezar por nosotros mismos, con las revoluciones moleculares. Sin
ellas no garantizaremos las nuevas virtudes que salvarán la vida y la
Tierra.
3. PARADIGMA-CUIDADO
Después de haber conquistado toda la Tierra, a costa del grave estrés
de la biosfera, es urgente y urgentísimo que cuidemos lo que ha
quedado y regeneremos lo vulnerado. Esta vez, o cuidamos o
morimos. Por eso es tan urgente que pasemos del paradigma-
conquista al paradigma-cuidado.
Si nos fijamos bien, descubrimos que el cuidado es tan ancestral
como el universo. Si después del big-bang no hubiese habido
cuidado por parte de las fuerzas directivas, mediante las cuales el
universo se autocrea y autorregula —a saber, la fuerza de la
gravedad, la electromagnética, la nuclear débil y la nuclear fuerte—,
todo se habría expandido demasiado, impidiendo que la materia se
adensase y formase el universo tal corno lo conocemos, o bien todo
se habría retraído hasta tal punto que el universo habría colapsado
sobre sí mismo en interminables explosiones. Pero no. Todo se
realizó con un cuidado tan sutil, en fracciones de milmillonésimas de
segundo, que ello hizo posible que estemos aquí para hablar de estas
cosas.
Ese cuidado se potenció cuando surgió la vida hace 3.800 millones
de años. La bacteria originaria, con cuidado singularísimo, dialogó
químicamente con el medio para garantizar su supervivencia y
evolución. El cuidado se hizo más complejo aún cuando surgieron
los mamíferos —de los que también venimos nosotros— hace 125
millones de años, y con ellos el cerebro límbico, el órgano del
afecto, del cuidado y de la ternura.
El cuidado se hizo aún más central con la emergencia del ser
humano hace siete millones de años. Según una tradición filosófica
que procede del esclavo Higinio, el bibliotecario de César Augusto
que nos legó la famosa fábula del cuidado —a la que el filósofo
Martin Heidegger dedicó páginas tan geniales—, la esencia humana
reside exactamente en el cuidado.
El cuidado es la condición previa que permite la eclosión de la
inteligencia y el afecto; es el orientador anticipado de todo
comportamiento para que sea libre y responsable y, en definitiva,
típicamente humano. El cuidado es el gesto amoroso con la realidad,
el gesto que protege y da serenidad y paz. Sin cuidado, nada de lo
que está vivo sobrevive. El cuidado es la fuerza principal que se
opone a la ley de la entropía, el desgaste natural de todas las cosas,
pues todo lo que cuidamos dura mucho más.
Hoy tenemos que rescatar esa actitud, como ética mínima y
universal, si queremos preservar la herencia que recibimos del
universo y de la cultura y garantizar nuestro futuro. El cuidado surge
en la conciencia colectiva siempre en momentos críticos. Florence
Nightingale (1820-1910) es el arquetipo de la enfermería moderna.
En 1854 parte de Londres, junto con 38 colegas, con destino a un
hospital militar en Turquía, donde se libraba la guerra de Crimea.
Imbuida de la idea de cuidado, en dos meses consigue reducir la
mortalidad del 42% al 2%. La primera guerra mundial destruyó las
certezas y produjo un profundo desamparo metafisico. Y en aquella
situación escribió Martin Heidegger su genial Ser y tiempo (1926),
8. cuyos párrafos centrales ( 3 9-44) están dedicados al cuidado como
ontología del ser humano. En 1972 el Club de Roma hizo sonar la
alarma ecológica sobre la gravedad del estado de salud de la Tierra.
En 2001 se concluye la redacción de La Carta de la Tierra, texto de
la nueva conciencia ecológica y ética de la humanidad. Los
documentos redactados se estructuran en torno al cuidado como la
actitud más adecuada y necesaria para con la naturaleza. Seres que
practicaron el cuidado fueron Francisco de Asís, Gandhi, Madre
Teresa de Calcuta y la Hermana Dulce. Son arquetipos que inspiran
el camino de la curación y la salvación de la vida y de la Tierra.
Aquí se funda el ethos que ama y cuida.
4. LA RE-LIGACIÓN, BASE DE LA CIVILIZACIÓN
PLANETARIA
Mueren las ideologías. Pasan las filosofías. Pero los sueños
permanecen. Son ellos los que mantienen el horizonte de esperanza
siempre abierto, formando el humus que permite proyectar
continuamente nuevas formas de convivencia social y de relación
con la naturaleza.
Bien entendió la importancia de los sueños el jefe piel roja Seattle
cuando, en 1856, escribió al gobernador del Estado de Washington,
Stevens, que le forzaba a vender sus tierras a los coloniza dores
europeos. Perplejo, se preguntaba sin entender: ¿se puede comprar y
vender la brisa, el verdor de las plantas, la limpidez del agua y el
esplendor del paisaje? Y concluía: los pieles rojas entenderían el
porqué «si conociesen los sueños del hombre blanco, si supiesen
cuáles son las esperanzas que transmite a sus hijos e hijas y cuáles
las visiones de futuro que ofrece para el día de mañana».
¿Cuál es nuestro sueño? ¿Cuál es el sueño de la sociedad civil
mundial que se hizo visible en los pueblos reunidos en Porto Alegre,
en Seattle, en Génova? Es el sueño de la inclusión de todos en la
familia humana, morando juntos en la misma y única Casa Común,
la Tierra; el sueño de la integración de todas las culturas, etnias,
tradiciones y caminos religiosos y espirituales en el patrimonio
común de la humanidad; el sueño de una nueva alianza de los seres
humanos con los demás seres vivos de la naturaleza,
considerándonos verdaderamente hermanos y hermanas en la
inmensa cadena de la vida, en la que somos un eslabón entre otros;
el sueño de una economía política de lo suficiente y de lo decente
para todos, también para los demás organismos vivos; el sueño de un
cuidado de unos para con otros, a fin de exorcizar definitivamente el
miedo; el sueño de hospitalidad, tolerancia, convivencia y
comensalidad con todos los miembros de la familia humana; el
sueño de la coexistencia pacífica y alegre de las diferencias; el sueño
de la capacidad de perdón que permite volver a empezar una historia
sin amarguras y resentimientos; el sueño de un diálogo de todos con
su Profundidad, de donde nos vienen inspiraciones de benevolencia,
de cooperación y de afecto;
el sueño de una re-ligación de todos con la Fuente originaria, de
donde brotan los seres, que nos da el sentimiento de acogida en un
Utero último en el que todas nuestras contradicciones serán resueltas
y todas nuestras lágrimas enjugadas, para caer en los brazos del
Dios-Padre-y-Madre de infinita bondad y descansar de tanto
peregrinar y penar y, finalmente, irradiar vida y más vida para
siempre.
Como se puede deducir, se trata del sueño de una civilización de la
re-ligación universal que incluya a todos, desde la hormiga del
camino hasta la galaxia más distante. Ese anhelo ancestral de la
humanidad fue desterrado por el tipo de cultura que predominó en
los últimos siglos. Somos hijos de un ensayo civilizatorio, hoy
mundializado, que ha realizado cosas extraordinarias, pero que es
9. materialista y mecánico, lineal y determinista, dualista y
reduccionista, atomizado y compartimentado. Y que ha separado la
materia del espíritu, la ciencia de la vida, la economía de la política,
y a Dios del mundo.
Ha realizado una especie de lobotomía en nuestra mente, pues nos ha
dejado desencantados, ciegos para percibir las maravillas de la
naturaleza e insensibles a la reverencia que el universo suscita en
nosotros. La civilización de la re-ligación de todo con todo dará
centralidad a la religión, más como dimensión antropológica que
como institución, y como fuerza que se propone re-ligar todas las
cosas entre sí, con el ser humano y con el Ser supremo.
Entonces surgirá la civilización de la etapa planetaria, de la sociedad
terrenal, la primera civilización de la humanidad como humanidad
en comunión, al fin, con todas las cosas.
Es importante que no dejemos que el sueño se quede en mero sueño.
Urge poner las bases para su implementación procesual en nuestra
vida diaria, y también dentro de las complejas estructuras de la
civilización contemporánea.
De esta perspectiva podrá nacer una nueva ética, expresión de un
nuevo estado de conciencia de la humanidad y de la realidad, que
lentamente se fue transformando hasta inaugurar la fase globalizada
del destino humano y de la Tierra.
1. CÓMO NACE LA ÉTICA
Hoy vivimos una grave crisis mundial de valores. A la inmensa
mayoría de la humanidad le resulta dificil saber lo que es correcto y
lo que no lo es. Ese oscurecimiento del horizonte ético redunda en
una enorme inseguridad en la vida y en una permanente tensión en
las relaciones sociales, que tienden a organizarse más alrededor de
intereses particulares que en torno al derecho y la justicia. Este
hecho se agrava aún más por causa de la propia lógica dominante de
la economía y del mercado, que se rige por la competencia —la cual
crea oposiciones y exclusiones— y no por la cooperación —que
armoniza e incluye—. Con ello se dificulta el encuentro de estrellas-
guía y de puntos de referencia comunes, importantes para las
conductas personales y sociales.
Conviene también no olvidar lo que constató el historiador Eric
Hobsbawm en su obra The Age of Extremes [La era de los
extremos]: ha habido más cambios en la humanidad en los últimos
cincuenta años que desde la edad de piedra. Esa aceleración ha
hecho que los mapas conocidos ya no puedan orientarnos, que la
brújula haya llegado a perder el Norte. En esta situación dramática,
¿cómo fundar un discurso ético mínimarnente consistente?
1.1. Religión y razón: fuentes de la ética
10. El estudio de la historia revela que hay dos fuentes que orientaron y
siguen orientando ética y moralmente a las sociedades hasta nuestros
días: las religiones y la razón.
Las religiones continúan siendo los nichos de valor privilegiados
para la mayoría de la humanidad. Samuel P. Huntington, en su
famosa obra El choque de civilizaciones y la reconfiguración del
orden mundial, reconoce explícitamente: «En el mundo moderno, la
religión es una fuerza fundamental, quizá la fuerza fundamental, que
motiva y moviliza a la gente... Lo que en último análisis cuenta para
las personas no es la ideología política ni el interés económico;
aquello con lo que las personas se identifican son las convicciones
religiosas, la familia y los credos. Por estas cosas combaten e incluso
están dispuestas a dar su vida» (1997, p. 77). Hans Küng, uno de los
pensadores mundiales que más se han ocupado de estas cuestiones,
propone las religiones como la base más realista y eficaz para
construir «Una ética mundial para la economía y la política» (título
de uno de sus libros). Dejando a un lado las diferencias, que no son
pocas, los puntos comunes entre ellas permiten elaborar un consenso
ético mínimo, capaz de mantener unida a la humanidad y de
preservar el capital ecológico indispensable para la vida. Las
religiones representan en la historia el ethos que ama y cuida.
La razón crítica, que irrumpió casi simultáneamente en todas las
culturas mundiales en el siglo vi a.C., en el llamado «tiempo axial»
(Karl Jaspers), trató de establecer desde el primer momento códigos
éticos universalmente válidos. La fundamentación racional de la
ética y de la moral (ética autónoma) representó un esfuerzo
admirable del pensamiento humano desde los maestros griegos
Sócrates, Platón y Aristóteles, pasando por san Agustín, Tomás de
Aquino e Immanuel Kant, hasta los modernos Henri Bergson, Martin
Heidegger, Hans Jonas, Jürgen Habermas, Enrique Dussel y, entre
nosotros, Enrique de Lima Vaz y Manfredo Oliveira —si nos
quedamos dentro del marco de la cultura occidental.
Esta tarea sigue aún abierta, alejada de otros esfuerzos éticos
fundados en otras bases que no son la razón (éticas heterónomas). Es
el ethos que busca.
Con todo, el nivel de convencimiento ha sido moderado y se ha
limitado a los ambientes académicos; por ello ha tenido una
incidencia limitada en la vida cotidiana de las poblaciones.
Esos dos paradigmas no quedan invalidados por la crisis actual, pero
tienen que ser enriquecidos, si queremos estar a la altura de las
demandas éticas que nos vienen de la realidad hoy globalizada.
1.2. El afecto: fuente originaria de la ética
La crisis crea la oportunidad de ir a las raíces de la ética y nos invita
a descender a aquella instancia en la que continuamente se forman
valores. La ética, para ganar un mínimo de consenso, tiene que
brotar de la base última de la existencia humana, que no reside en la
razón, como siempre ha pretendido Occidente.
La razón, como ha reconocido la misma filosofia, no es el primer
momento ni el último de la existencia. Por eso no explica ni abarca
todo. La razón se abre hacia abajo, de donde emerge algo más
elemental y ancestral: la afectividad; y se abre también hacia arriba,
hacia el espíritu, que es el momento en que la conciencia se siente
parte de un todo y que culmina en la contemplación y en la
espiritualidad. Por lo tanto, la experiencia fundamental no es
«pienso, luego existo», sino «siento, luego existo». En la raíz de todo
no está la razón (logos), sino la pasión (pathos).
11. David Goleman diría: «En el fundamento de todo está la inteligencia
emocional». El afecto, la emoción..., en suma, la pasión, es un sentir
profundo. Es entrar en comunión, sin distancia, con todo lo que nos
rodea. Por la pasión captamos el valor de las cosas. Y el valor es el
carácter precioso de los seres, aquello que los hace dignos de ser y
apetecibles. Sólo cuando nos apasionamos, vivimos valores. Y por
los valores nos movemos y somos.
Siguiendo a los griegos, llamamos a esa pasión eros, amor. El mito
arcaico lo dice todo: «Eros, el dios del amor, se levantó para crear la
tierra. Antes todo era silencio, desnudo e inmóvil. Ahora todo es
vida, alegría, movimiento». Ahora todo es precioso, todo tiene valor,
por causa del amor y de la pasión.
1.3. Tensión entre afecto y razón
Pero la pasión está habitada por un demonio. Dejada a sí misma,
puede degenerar en formas de disfrutedestructivo. Todos los valores
valen, pero no todos valen para todas las circunstancias. La pasión es
un caudal fantástico de energía que, como las aguas de un río,
necesita márgenes, límites y la justa medida. De lo contrario,
irrumpe avasalladora. Es aquí donde entra la función insustituible de
la razón. Lo propio de la razón es ver claro y ordenar, disciplinar y
definir la dirección de la pasión.
Aquí surge una dialéctica dramática entre la pasión y la razón. Si la
razón reprime la pasión, triunfan la rigidez, la tiranía del orden y la
ética utilitaria. Si la pasión prescinde de la razón, dominan el delirio
de las pulsiones y la ética hedonista, del puro disfrute de las cosas.
Mas, si se impone la justa medida, y la pasión se sirve de la razón
para un autodesarrollo ordenado, entonces emergen las dos fuerzas
que sustentan una ética prometedora: la ternura y el vigor.
1.4. Irradiación de la ética: la ternura y el vigor
La ternura es el cuidado para con el otro, el gesto amoroso que
protege y da paz. El vigor abre caminos, supera obstáculos y
transforma los sueños en realidad. Es la rivalidad sin la dominación,
la dirección sin la intolerancia. Ternura y vigor, o también anirnus y
anima, construyen una personalidad integrada, capaz de mantener
unidas las contradicciones y de enriquecerse con ellas. Son dos
principios capaces de sustentar un humanismo sostenible, fundado
en la materialidad de la historia y en la espiritualización de las
prácticas humanas.
De estas premisas puede nacer una ética capaz de incluir a todos en
la familia humana. Tal ética se estructura en tomo a los valores
fundamentales ligados a la vida, a su cuidado, al trabajo, a las
relaciones cooperativas y a la cultura de la no violencia y de la paz.
Es un ethos que ama, cuida, se responsabiliza, se solidariza, se
compadece.
2. EL FUNDAMENTO:
DAIMON Y ETHOS, EL ÁNGEL Y LA MORADA
La cultura dominante es culturalmente pluralista, políticamente
democrática, económicamente capitalista y, al mismo tiempo, es
materialista, individualista, consumista y competitiva, perjudica al
capital social de los pueblos y toma precarias las razones de nuestra
convivencia. Con mucho poder y poca sabiduría ha creado el
principio de la autodestrucción. Por primera vez podemos eliminar
las bases de la supervivencia de la especie, lo cual hace que la
cuestión ética (cómo tenemos que comportamos) sea apremiante e
inaplazable.
12. Para orientamos en esta espinosa cuestión nos serviremos de dos
palabras griegas, extrañas para muchos, ethos y daimon. Con ellas
afrontaron los griegos la mayor crisis de su historia, estructuralmente
semejante a la nuestra, cuando en el siglo vi a.C. surgió la razón
crítica. Esta amenazaba con privar de sentido a las tradiciones y los
valores que habían garantizado hasta entonces, por la razón mítica y
religiosa, la sociabilidad de la ciudad griega (polis).
Vamos a examinar por nuestra cuenta estas dos palabras seminales,
pues su significado concreto (que es lo que nos interesa) contiene
todavía hoy el secreto de un comportamiento ético destinado a
salvamos a todos y a fundar un nuevo acuerdo mínimo entre los
humanos en la fase planetaria de nuestra historia.
Hay que explicar los términos daimon y ethos, porque su significado
no es inmediatamente comprensible. En primer lugar, cabe decir que
daimon, en griego clásico, no es demonio. Por el contrario, es el
ángel bueno, el genio protector. Y el ethos no es primariamente la
ética, sino la morada humana.
Heráclito, genial filósofo pre-socrático (500 a.C.), unió las dos
palabras en el aforismo 119: «El ethos es el daimon del ser
humano», es decir, «la casa es el ángel bueno del ser humano». En
esta formulación se esconde la clave de toda una construcción ética.
Veámoslo con detenimiento, como hacen los filósofos.
El ethos/morada no está constituido simplemente por las cuatro
paredes y el techo. Esta es una visión exterior y fisica de la casa. La
casa tiene que ser vista desde dentro, en una aproximación
existencial, como una experiencia originaria y, por ello, como un
dato irreducible. Entonces aparece como el conjunto de las
relaciones que el ser humano establece con el medio natural,
separando un pedazo del mismo, para que sea su morada; con los
que habitan en la morada, para que cooperen y sean pacíficos; con
un rincón sagrado, donde guardarnos recuerdos queridos, la vela que
arde, los santos de nuestra devoción o las Sagradas Escrituras; y con
los vecinos, para que haya bondad y ayuda mutua. Morada es todo
esto y, por lo tanto, no algo material, sino existencial y globalizante,
un modo de ser de las cosas y de las personas.
La morada, para serlo, tiene que ser habitable, es decir, tiene que
tener un buen espíritu astral, un buen «axé» [fuerza, magia] —como
dice la tradición nagó— o un vigoroso «shi» —como sostiene la
tradición del Tao y del Feng-Shui—. Eso lo proporciona el daimon,
el ángel bueno, el genio bienhechor y protector. El bien que él
inspira hace de las cuatro paredes y del conjunto de las relaciones la
morada humana, en la que nos sentimos bien, amamos y, si todo sale
bien, morimos tranquilamente,
¿Qué es, entonces el daimon/ángel bueno? Platón, en su
conmovedora Apología de Sócrates, conservó las palabras finales del
genial maestro. Daiinon, dice, es la «voz profética dentro de mí,
proveniente de un poder superior», o también «la señal de Dios».
Nosotros diríamos que es la voz de la interioridad, aquel consejero
de la conciencia que disuade o estimula, aquel sentimiento de lo
conveniente y de lo justo en las palabras y en los actos que se
anuncia en todas las circunstancias de la vida, pequeñas o grandes.
Todos poseen el daimon, ese ángel protector que nos acompaña
siempre, un dato tan objetivo como la libido, la inteligencia, el amor
y el poder.
Como se puede ver, Heráclito, como buen filósofo, deja atrás el
sentido convencional de las palabras y capta su significación secreta:
morada (ethos) acaba siendo la ética que debemos tener, y el ángel
bueno (daimon) el tacto para lo que es justo y bueno, elfreling para
lo que hay que hacer en cada situación.
13. Ese ángel bueno hace que moremos bien en la casa, que puede ser la
vivienda en que residimos, la ciudad, el país o el planeta Tierra, Casa
Común.
Todo lo que hagamos para que podamos morar bien juntos (seamos
felices) es ético y bueno; lo contrario es antiético y malo.
Hay una especie de tragedia en nuestra historia: el daimon fue
olvidado. En su lugar, los filósofos como Platón y Aristóteles, Kant
y Schopenhauer, pusieron los sistemas éticos, con normas y leyes
tenidas por universales. Pero los sistemas, debido a la ordenación
arquitectónica, se distancian de lo vivenciado. Se hacen abstractos
cuando, en cambio, la ética siempre tiene que ver con la práctica
concreta. Poseen innegables virtudes, pero también vicios como la
rigidez, la inflexibilidad, la a-historicidad. Por eso todos los sistemas
tienen algo de artificial y construido. No pocas veces, las normas
funcionan como imperativos, como superegos castradores, más que
como inspiradoras de comportamientos creativos.
Cuanto más arquitectónico es el sistema, tanto más se distancia del
dairnon, hasta considerarlo inexistente o reducirlo a un subproducto
de los mecanismos de control psicológico o del encuadramiento
social. Mas como el daimon es intrínseco al ser humano (es su
dimensión ontológica indestructible), la voz de ese ángel bueno no
deja de hablar. Puede ser confundida con las otras mil voces de los
ideólogos, de las religiones, de las iglesias, de los Estados o de otros
maestros. Pero él es soberano, y su voz es persistente.
Figuras ejemplares que supieron escuchar al daimon y se dejaron
guiar por él fueron los profetas, como Isaías y Amós, y personajes
como Jesucristo, Buda, Sócrates, Francisco de Asís, Gandhi y otras
muchas personas anónimas, hombres y mujeres que dan testimonio
de la existencia y la persistencia de esta voz interior.
Si queremos una revolución ética que responda a los desafios de
nuestro tiempo, tenemos que desencadenar y liberar al daimon
interior y empezar a escucharlo de nuevo. Para ello tenemos que
rescatar el buen sentido ético, aquello que simplemente debe ser,
pues ésa es la misión que el daimon desempeña dentro de nosotros.
El es la fuente de la creatividad ética y moral. Él nos sugerirá cómo
ordenar la casa que es la ciudad, el Estado y la Casa Común
planetaria.
No tenemos más salida que despertar al daimon en todos nosotros.
¿Es utopía? Sí, pero es la dirección correcta para encontrar el camino
verdadero. El daimon protegerá nuestra vida y la Tierra, hoy
amenazadas. No permitirá que elijamos el suicidio, sino la expansión
y la irradiación de la vida.
3. ÉTICA Y MORAL: DISTINCIONES Y DEFJNICIONES
¿Qué es ética, qué es moral? ¿Son lo mismo o hay que establecer
distinciones entre ellas? Hay mucha confusión al respecto.
Tratemos de esclarecer esta cuestión. Tanto en el lenguaje común
como en un lenguaje más culto, «ética» y «moral» son sinónimos.
Así decimos:
«Aquí hay un problema ético» o «un problema moral», o bien,
uniendo ambas expresiones: «Aquí hay un problema ético y moral».
Con ello emitimos un juicio de valor sobre alguna práctica personal
o social y la calificamos como buena, mala o dudosa.
Ahora bien, si profundizamos en esta cuestión, percibimos que
«ática» y «moral» no son sinónimos.
3.1. Definición de «ética» y de «moral»
14. La ética es parte de la filosofía. Considera concepciones de fondo
acerca de la vida, del universo, del ser humano y de su destino;
determina principios y valores que orientan a las personas y las
sociedades. Una persona es ética cuando se orienta por principios y
convicciones. Decimos entonces que tiene buen carácter.
La moral es parte de la vida concreta. Trata de la práctica real de las
personas, que se expresan por medio de costumbres, hábitos y
valores culturalmente establecidos. Una persona es moral cuando
actúa de acuerdo con las costumbres y valores consagrados. Estos
pueden, eventualmente, ser cuestionados por la ática. Una persona
puede ser moral (sigue las costumbres aunque sea por conveniencia)
y no ser necesariamente ética (obedece a convicciones y principios).
Pese a ser útiles, estas definiciones son abstractas, porque no
muestran el proceso por el que surgen efectivamente la ática y la
moral. Y en esto los griegos pueden ayudamos.
Partamos de los sentidos de la palabra ethos, de la que se deriva
«ética». Antes de nada, constatamos que los griegos escribían esa
palabra de dos formas diferentes: ethos con eta (o «e» larga), que
significa la morada humana y también el carácter la manera, el modo
de ser, el perfil de una persona; y ethos con épsilon (o «e» breve),
que se refiere a las costumbres, usos, hábitos y tradiciones.
3.2. Experiencia fundamental: la morada humana
¿Cómo articular todas estas dimensiones y no dejarlas yuxtapuestas?
¿Cómo mostrar que son explícitaciones de una experiencia
fundamental singular?
Tenemos que desentrañar esta experiencia originaria, pues
ciertamente no es sólo griega, sino simplemente humana. También
nosotros podemos y debemos tenerla, y de ese modo nos
capacitamos para entender mejor lo que significa ética y moral en
nuestra vida.
La experiencia ftmdamental, radical, siempre válida, está constituida
por la experiencia de la morada humana (ethos con «e» larga). Ahora
bien, la morada no era ni debe ser entendida fisicamente (las cuatro
paredes y el techo), sino existencialmente.
En sentido existencial, la morada significaba —y significa también
para nosotros— la red de las relacioJ nes entre el medio fisico y las
personas, como ya hemos aclarado antes.
Los griegos llamaban ethos a la morada. Mas para que la morada sea
tal es necesario organizar el espacio físico (habitaciones, salas,
cocina, jardín) y el espacio humano (relaciones de los moradores
entre sí y con sus vecinos), según criterios, valores y principios
inspiradores, para que todo fluya y esté como es debido. Entonces la
casa posee estilo, carácter y su aura propia. De la misma forma, las
personas que la habitan y que sintonizan con el modo de ser propio
de la casa asumen un carácter singular. Los griegos llamaban tanto a
los principios inspiradores como a las personas, cuyo carácter era
moldeado por ellos, ethos, escrito como casa (ethos con «e» larga).
En suma, ethos es sinónimo de ética en el sentido que expusimos
antes: el conjunto ordenado de los ? principios, los valores y las
motivaciones últimas de las prácticas humanas, personales y
sociales. Ethos significa también el carácter; el modo de ser de una
persona o de una comunidad.
15. Además, en la morada, los moradores tienen costumbres,
tradiciones, hábitos, y modos de organizar las comidas, los
encuentros, las fiestas, las formas de relacionarse, que pueden ser
tensos y competitivos, o bien armoniosos y cooperativos. A esto los
griegos lo llamaban también ethos (con «e» breve). Por tanto, ethos
son las costumbres, aquellos hábitos y comportamientos concretos
de las personas que después los romanos llamarán mores, de donde
se deriva moral.
3.3. Hábitos familiares,
formadores de la ética y de la moral
Como se puede ver; las palabras esconden procesos bien precisos. Es
lo que sucede, procesualmente, con la genealogía de la ética. Todo
empieza en la morada (ethos), que puede ser la casa con- creta de las
personas, o la comunidad, la ciudad, el Estado y el planeta Tierra.
Las personas que moran en ella tienen valores, principios,
motivaciones inspiradoras para el comportamiento (ethos). A esos
dos momentos los llamamos ethos (con «e» larga) o ética. Además,
en la casa las personas no viven de cualquier manera: reproducen
tradiciones, estilos de vida, maneras de organizar las comidas
familiares, los encuentros, las recepciones. Ese conjunto de cosas se
llama también ética, ethos (con «e» breve). Nosotros hablaríamos
hoy de «moral», de acuerdo con la definición que hemos establecido
anteriormente.
Procesualmente, empezando desde abajo, diríamos que las
costumbres y los hábitos (moral) forman el carácter y configuran el
perfil (ética) de las personas. Donald Winnicott, gran pediatra y
psicoanalista británico (1896-1967), estudió, siguiendo a Freud, la
importancia de las relaciones familiares para establecer el carácter de
las personas. A su juicio, ese carácter remite a algo más
fundamental:
a los valores de fondo, a los principios, a la visión de la realidad que
está en la cabeza y en el corazón de las personas. Serán áticas
(tendrán principios y valores), pues, las personas o las sociedades
que hayan tenido una buena moral (relaciones armoniosas e
inclusivas) en casa, en la relación primera con la madre, en la
sociedad y, hoy, en las relaciones globalizadas.
Los medievales no tenían la sutileza de los griegos. Usaban la
palabra moral (que viene de mos/moris, costumbre y hábito) tanto
para las costumbres como para el carácter y los principios y valores
que lo moldean. Todo ello se designaba con el término «moral».
Pero dentro de la moral distinguían entre la moral teórica (filosofia
moral), que estudia los principios y las actitudes que iluminan las
prácticas, y la moral práctica, que analiza los actos a la luz de las
actitudes y estudia la aplicación de los principios a la vida.
A partir de esta comprensión podríamos juzgar las diferentes éticas y
morales existentes en las culturas mundiales. Nos limitamos a la más
vigente y hoy hegemónica: la ética y la moral capitalista. La ética
capitalista dice: bueno es lo que permite acumular más con menos
inversión y en el menor tiempo posible. El fin de la moral capitalista
concreta es emplear el menor número de personas posible, pagar
menores salarios e impuestos y explotar mejor la naturaleza para
acumular más- medios de vida y riqueza.
¿Nos imaginamos cómo serían una casa y una sociedad (ethos) que
tuviesen tales costumbres (moral/ethos) y produjesen caracteres
humanos (ethos/moral) tan voraces? ¿Serían todavía humanas y
beneficiosas para la vida?
16. Esta es una de las razones —nada irrelevante, por cierto— de la
grave crisis actual: crisis de valores, crisis de una visión más
humanitaria y generosa de la vida, crisis de perspectiva que genera
una crisis ética.
4. EL ETHOS QUE BUSCA
Fue la razón crítica, articulada por los geniales filósofos Platón y
Aristóteles, la que dio el salto del daimon (la percepción ética
fundamental, o sentido moral) al ethos (sistema racional de
principios). De este modo empezó una gran aventura intelectual bajo
cuya vigencia aún nos encontramos, aunque está en su ocaso. A una
distancia de más de dos milenios, podernos tratar de hacer una
lectura de ciego que capte la relevancia e identifique el perfil básico
del ethos de nuestra civilización.
La ática siguió el destino de la razón. La naturaleza de la razón es
buscar, y el ethos será un ethos que busca. La razón no se detiene
ante nada. Por eso es esencialmente desacralizadora. Su expresión
acabada se encuentra en la razón instrumental-analítica, cuyo
producto más importante es la tecnociencia, con la civilización que
ha creado, hoy mundializada. Tiene un inmenso alcance, pues nos ha
proporcionado un saber y un poder nunca antes imaginados: ha
modificado la vida, ha redefinido el espacio y el tiempo y nos ha
llevado fuera de la Tierra. Pero también tiene límites, los cuales que,
si no son controlados, pueden poner en peligro nuestro futuro.
Enumeremos algunos de ellos.
En primer lugar, olvidó el ser (el todo) y se centró en el ente (la
parte), considerándolo la «realidad» fuera de la cual nada existe. La
consecuencia para la ética fue que no se volvió a escuchar la «voz
interior» (degradada a la condición de superego psicológico o a la de
interés de clase), para oír sólo la voz de la norma y el orden, venidos
de fuera, pero intemalizados.
En segundo lugar, dado que los entes son ilimitados, también los
saberes lo son. Pero se olvida que son partes de un todo. Realidad
fragmentada, produjo un saber fragmentado y una ética fragmentada
en infinitas morales, para cada profesión (deontología), para cada
clase y para cada cultura.
En tercer lugar, separó lo que en la realidad siempre va unido: Dios
y mundo, razón y emoción, masculino y femenino, justo y legal,
privado y público. La ética fue dividida en pública y privada, ética
de los intereses y ética de los principios, ética de los medios y ética
de los fines.
En cuarto lugar, el saber fue puesto al servicio del poder, y éste fue
usado como dominación. La ética se hace instrumento de
normalización del individuo, forzado a introyectar las leyes para
introducirse en la dinámica del proceso social, leyes por las cuales es
fiscalizado e incluso castigado. La sociedad se funda menos en la
ética y en la ley que en la legalización de las diversas prácticas
personales y sociales aceptadas oficialmente, sin preguntarse a qué
sirven: si a los intereses de dominación por parte de los poderes
establecidos o a la sociedad que quiere orientarse por el bien común
y por la equidad.
En quinto lugar, fundado solamente en la razón crítica, el ethos que
busca no consiguió consensos mínimos, susceptibles de ser
aceptados y asumidos por las grandes mayorías. Los imperativos
categóricos como los de Kant permanecieron, infelizmente,
abstractos: «trata al ser humano siempre como fin, nunca como
medio» y «obra de tal manera que la máxima de tu acción pueda
17. valer como norma para todos». Son principios de la razón ilustrada,
no de la razón común de las grandes mayorías de la humanidad.
En sexto lugar, encerrada exclusivamente en el ámbito de la razón, la
ética perdió el horizonte de trascendencia que viene del espíritu y de
su obra, que es la espiritualidad: aquella dimensión de la conciencia
que permite al ser humano sentirse parte del todo e identificar un
sentido mayor de su existencia y de su breve paso por este mundo.
La espiritualidad es para la ética lo que el aura para las estrellas. Sin
aura, las estrellas no brillan; sin espiritualidad, la ética se transforma
fácilmente en moralismo y en legalismo.
En séptimo lugar, la ética perdió el corazón y el pathos, la capacidad
de sentir en profundidad al otro. Es solipsista, está centrada en sí
misma. La ética surge y se renueva siempre que el otro emerge
frente a nosotros. El otro nos obliga a adoptar posicionamientos
concretos, no pocas veces nuevos e innovadores. Hoy, en el proceso
de globalización, irrumpen muchos «otros» que deben ser acogidos,
con los que hay que convivir y establecer una alianza para construir
juntos una nueva historia planetaria.
El ethos que busca no presenta instrumentos internos que nos
permitan dar respuesta a los graves desafios actuales que tienen que
ver con el futuro de la vida y de la humanidad. Necesitamos un ethos
que no sólo busque, sino que también ame y cuide.
5. EL ETHOS QUE AMA
Cuando la razón busca hasta el fin, encuentra en su misma raíz el
afecto que se expresa por el amor y, sobre ella, el espíritu que se
manifiesta por la espiritualidad. Y al término de su búsqueda se
encuentra con el misterio. El misterio no es el límite de la razón, sino
lo ilimitado de la ésta. Por eso el misterio sigue siendo misterio en
todo conocimiento que se siente desafiado a conocer cada vez más.
La razón científica nos ratifica ese recorrido: empezó con la materia,
llegó a los átomos, descendió aún más, a los elementos subatómicos,
a la energía y a los campos energéticos, al campo de Higgs, origen
de todos los campos, al big-bang, hace 15.000 millones de años, para
terminar en el vacío cuántico, que es el estado de energía de fondo
del universo, aquella fuente nutricia, misteriosa e innombrable, de
todo cuanto existe, que el conocido cosmólogo Brian Swimme
identifica como la presencia de Dios.
El misterio se revela más inmediatamente en el otro. Por más que se
quiera conocerlo y encuadrarlo, el otro siempre se retira más allá. El
es, efectivamente, misterio vivo y desafiante que nos obliga a salir
de nosotros mismos y a tomar postura ante él.
Cuando el otro irrumpe ante mí, nace la ética. Porque el otro me
obliga a adoptar una actitud práctica de acogida, de indiferencia, de
rechazo, de destrucción. El otro significa una pro-puesta que pide
una res-puesta con res-ponsa-bilidad.
El límite más oneroso del ethos que busca reside en el hecho de que
ha reservado poco lugar al otro. El paradigma occidental tuvo
siempre dificultades con el otro. Por eso lo incorporó, lo sometió o
lo destruyó. Al negar al otro, perdió la posibilidad de la alianza, del
diálogo y del aprendizaje mutuo. Se impuso el paradigma de la
identidad sin la diferencia, siguiendo los pasos del presocrático
Parménides.
El otro hace que surja el ethos que ama. Paradigma de este ethos es
el cristianismo de los orígenes, el paleocristianismo, cuya diferencia
del cristianismo histórico y de sus iglesias radica en el hecho de que
éste, en el terreno de la ética, estuvo más influido por los maestros
griegos que por el mensaje y la práctica de Jesús. El
18. paleocristianismo, por el contrario, otorga una centralidad absoluta
al amor al otro, que para Jesús es idéntico al amor a Dios. El amor es
tan central que quien tiene amor lo tiene todo. El atestigua la sagrada
convicción según la cual Dios es amor (1 Jn 4,8), el amor viene de
Dios (1 Jn 4,7) y el amor no morirá nunca (1 Co 13,8). Y ese amor
es incondicional y universal, pues incluye también al enemigo (Lc
6,35). El ethos que ama se expresa en la regla de oro, atestiguada por
todas las tradiciones de la humanidad: «Ama al prójimo como a ti
mismo»: «No hagas al otro lo que no deseas que te hagan a ti».
Así pues, el amor es central porque, para el cristianismo, el otro es
central. Dios mismo se hace otro encarnándose. Sin pasar por el otro,
sin el otro más otro —que es el hambriento, el pobre, el peregrino y
el desnudo—, no se puede encontrar a Dios ni alcanzar la plenitud de
la vida (Mt 25,31-46). Este salir de sí en dirección al otro para
amarlo en sí mismo, para amarlo sin esperar ser correspondido, de
forma incondicional, fundamenta un ethos lo más inclusivo posible,
lo más humanizador que pueda imaginarse. Este amor es un solo
movimiento que se dirige al otro, a la naturaleza y a Dios.
Nadie en Occidente ja igualado siquiera a san Francisco de Asís
como arcjuetipo de esa ética amorosa y cordial. Comenta Eloy
Leclerc, el mejor pensador franciscano de nuestro tiempo,
superviviente de los campos de exterminio nazi de Buchenwald: «En
lugar de endurecerse y encerrar- se en un aislamiento soberbio, se
había dejado desposeer de todo, incluso de su obra. Se había hecho
pequeño ante aquel “cuyo nombre nadie es digno de pronunciar”:
Dios es, y eso basta. Y se había insertado con enorme humildad en
medio de las criaturas. Cercano y hermano de las más humildes,
había fraternizado con la tierra, con su humus original, con sus raíces
oscuras. Y he aquí que “nuestra hermana la Madre Tierra” había
abierto, ante sus asombrados ojos, un camino de fraternidad sin
límites, sin fronteras. Una fraternidad a la medida de toda la
creación. El humilde Francisco se había convertido en el hermano
del Sol y de las estrellas, del viento, de las nubes, del agua, del fuego
y de todo cuanto vive. Entonces se había puesto a cantar su
admiración. Todo cantaba en él. La gracia lo había visitado, y con
ella el júbilo» (El sol sale sobre Asís, Sal Terrae 2000, p. 131).
El ethos que ama funda un nuevo sentido de vivir. Amar al otro es
darle razón de existir. No hay razón para existir. La existencia es
pura gratuidad. Amar al otro es querer que exista, porque el amor
hace que el otro sea importante. «Amar a una persona es decirle: tú
no morirás jamás» (G. Marcel), tú tienes que existir, tú no puedes
morir. Cuando una persona o una cosa se hacen importantes para el
otro, nace un valor que moviliza todas las energías vitales. Por eso,
cuando alguien ama, rejuvenece y tiene la sensación de que empieza
a vivir de nuevo. El amor es la fuente de los valores.
Solamente ese ethos que ama puede responder a los desafios actuales
que son de vida o muerte. Hace que los distantes sean próximos, y
que los próximos sean hermanos y hermanas.
También cuidamos todo lo que amamos. El ethos que ama se abre al
ethos que cuida, se responsabiliza y se compadece.
6. EL ETHOS QUE CUIDA
Cuando amarnos, cuidamos; y cuando cuidarnos, amarnos. Por eso
el ethos que ama se completa con el ethos que cuida. El «cuidado»
constituye la categoría central del nuevo paradigma de civilización
que pugna por emerger en todas las partes del mundo.
La falta de cuidado en el modo de tratar la naturaleza y los recursos
escasos, la ausencia de cuidado en relación con el poder de la
tecnociencia que construye armas de destrucción masiva y de
19. devastación de la biosfera y de la propia supervivencia de la especie
humana, nos está llevando a un impasse sin precedentes. O cuidamos
o perecemos.
El cuidado asume una doble función: de prevención de daños futuros
y de regeneración de daños pasados. El cuidado posee ese poder
misterioso: refuerza la vida, vela por las condiciones fisico-
químicas, ecológicas, sociales y espirituales que permiten la
reproducción de la vida y de su ulterior evolución.
El elemento correspondiente al cuidado, en términos ecológico-
políticos, es la «sostenibilidad», cuya finalidad consiste en encontrar
el justo equilibrio entre la utilización racional de las virtualidades de
la Tierra y su preservación para nosotros y para las generaciones
futuras. Tal vez recordando la fábula del cuidado, conservada por
Higinio (t 17 d.C.), bibliotecario de César Augusto y filósofo,
entendamos mejor el significado del ethos que cuida:
«Cierto día, Cuidado, que paseaba por la orilla del río, tomó un poco de
barro y le dio la forma del ser humano. Entonces apareció Júpiter, que, a
petición de Cuidado, le insufló espíritu. Cuidado quiso darle un nombre,
pero Júpiter se lo prohibió, pues quería imponerle el nombre él mismo.
Ambos empezaron a discutir.
Después apareció la Tierra, que alegó que el barro era parte de su cuerpo y
que, por lo tanto, ella tenía derecho a escoger un nombre. Y se entabló una
discusión entre los tres que no parecía tener solución.
Al fin, todos aceptaron llamar a Saturno, el viejo dios ancestral, señor del
tiempo, para que fuera el árbitro. Saturno dio la siguiente sentencia,
considerada justa:
“A ti, Júpiter, que le diste el espíritu, se te devolverá el espíritu cuando esta
criatura muera. A ti, Tierra, que le proporcionaste el cuerpo, se te devolverá
el cuerpo cuando esta criatura muera. Y tú, Cuidado, que fuiste el primero
en modelar a esta criatura, acompáñala siempre mientras viva. Y como no
habéis llegado a ningún consenso acerca del nombre, yo decido que se
llame hornem, que viene de humus, que significa tierra fértil”».
Esta fábula está llena de lecciones. El cuidado es anterior al espíritu
infundido por Júpiter y anterior también al cuerpo prestado por la
Tierra. La concepción cuerpo-espíritu no es, por tanto, originaria.
Originario es el cuidado, «que fue el primero en modelar al ser
humano». Cuidado lo hizo con «cuidado», celo y devoción y, por
tanto, con una actitud amorosa. El es anterior, es el a priori
ontológico, aquello que debe existir antes para que pueda surgir el
ser humano. El cuidado, por tanto, entra en la constitución del ser
humano. Sin él no es humano. Con razón Martin Heidegger, en Sery
tiempo, considera que el cuidado es la real y verdadera esencia del
ser humano. De ahí que, como se dice en la fábula, el «cuidado
acompañará siempre al ser humano mientras viva». Todo lo que
haga con cuidado revelará quién es el ser humano y, además, estará
bien hecho.
El ethos que cuida y ama es terapéutico y liberador. Cura las heridas,
despeja el futuro, da seguridad, disipa los miedos e infunde
esperanza. Con razón dice el psicoanalista Rollo May: «En la actual
confusión de episodios racionalistas y técnicos, perdemos de vista al
ser humano. Tenemos que volver humildemente al simple cuidado.
El mito del cuidado, y sólo él, nos permite resistir al cinismo y a la
apatía, males psicológicos de nuestro tiempo» (Eros e repressiio,
Vozes, Petrópolis 1982, p. 340).
7. EL ETHOS QUE SE RESPONSABILIZA
La capacidad de la Tierra para soportar la voracidad del crecimiento
mundial y el consurnismo unido a ella se está agotando rápidamente.
Para que se produzca un cambio radical no bastan los llamamientos
de los organismos internacionales que estudian el estado de la Tierra,
20. ni tampoco las directrices de los diferentes gobiernos. Es urgente una
verdadera revolución molecular a partir de las conciencias de los
hijos e hijas angustiados de nuestro Planeta. El ethos que busca,
imperante en el mundo, no está en condiciones de proporcionarnos
por sí solo los instrumentos para un salto cualitativo. Se ha
desmoralizado, porque no ha conseguido evitar el genocidio de los
indígenas latinoamericanos, el holocausto nazi-fascista, los gulags
soviéticos, las armas de destrucción masiva, las recientes guerras de
prevención y la devastación del modo de producción capitalista, que
genera cada vez más miseria y exclusión. Consigue imponerse, no
conargumentos, sino por la fuerza. En las conciencias más despiertas
está surgiendo la siguiente convicción: o la civilización planetaria
deja de ser predominantemente occidental o dejará de existir.
Estamos obligados a desarrollar un ethos de responsabilidad
ilimitada hacia todo lo que existe y vive, como condición de
supervivencia de la humanidad y de su hábitat natural.
Responsabilidad es la capacidad de dar respuestas eficaces
(responsuni en latín, de donde viene «responsabilidad») a los
problemas que nos plantea la compleja realidad actual. Y sólo lo
conseguiremos con un ethos que ame, cuide y se responsabilice. La
responsabilidad surge cuando nos damos cuenta de las
consecuencias de nuestros actos sobre los demás y sobre la
naturaleza. Hans Jonas, el filósofo del «principio de
responsabilidad», formuló así el imperativo categórico:
«Actúa de tal manera que las consecuencias de tus acciones no
destruyan la naturaleza, ni la vida, ni la Tierra». Este imperativo vale
especialmente para la biotecnología y para aquellas operaciones que
intervienen directamente en el código genético de los seres humanos,
de otros seres vivos y de las semillas transgénicas. El universo
trabajó 15.000 millones de años, y la biogénesis 3.800 millones de
años, para ordenar las informaciones que garantizan la vida y su
equilibrio. Y nosotros queremos controlar esos procesos
complejísimos en una sola generación, sin medir las consecuencias
de nuestra acción. Por eso el ethos que se responsabiliza impone la
precaución y la cautela como comportamientos éticos básicos.
Este ethos propone algunas tareas prioritarias. En relación con la
sociedad, hay que pasar del eje de la competencia, que usa la razón
calculadora, al eje de la cooperación, que usa la razón cordial. En
relación con la economía, hay que pasar de la acumulación de
riqueza a la producción de lo suficiente y digno para todos. En
relación con la naturaleza, urge celebrar una alianza de sinergia entre
la utilización racional de lo que precisamos y la preservación del
capital natural. En relación con la atmósfera espiritual de nuestras
sociedades, hay que pasar de la magnificación de la violencia,
especialmente en los medios de comunicación social, a una cultura
de la paz y del cultivo del bien común.
La responsabilidad revela el carácter ético de la persona. Junto con
las fuerzas rectoras de la naturaleza, la persona se considera co-
responsable del futuro de la vida y de la humanidad. Al asumir
responsablemente nuestra parte, hasta los vientos contrarios ayudan
a llevar a puerto el Arca salvadora.
8. EL ETHOS QUE SE SOLIDARIZA
Vivimos tiempos de enorme barbarie, porque la solidaridad entre los
humanos es extremadamente escasa. 1.400 millones de personas
viven con menos de un dólar al día. Dos terceras partes de esos
1.400 millones están constituidas por la humanidad futura:
niños y jóvenes con menos de 15 años, condenados a consumir 200
veces menos energía y materias primas que sus hermanos y
hermanas estadounidenses. Pero ¿quién piensa en ellos? Los países
21. ricos no tienen el menor sentido de solidaridad, pues destinan menos
del 1% de su riqueza a luchar contra este azote. Para hacer frente a
esta vergüenza humana es urgente una revolución ética, más que una
revolución política; es decir, hay que despertar un sentimiento
profundo de hermandad y de familiaridad que haga intolerable esa
deshumanización e impida que los voraces dinosaurios del
consumismo prosigan con su vandalismo individualista.
Necesitamos, por tanto, un ethos que se solidarice con todos los que
han caído en el camino.
La solidaridad está inscrita objetivamente en el código de todos los
seres, pues todos somos interdependientes unos de otros.
Coexistimos en el mismo cosmos y en la misma naturaleza con un
origen y un destino comunes. Los cosmólogos y fisicos cuánticos
nos aseguran que la ley suprema del universo es la de la solidaridad
y la cooperación de todos con todos. La misma ley de la selección
natural de Darwin, basada en el estudio de los organismos vivos,
debe ser pensada dentro de esa ley mayor. Además, los seres luchan
no sólo para sobrevivir, sino para realizar virtualidades presentes en
su ser. En el nivel humano, en lugar de la selección natural, tenemos
que proponer el cuidado y el amor. Así, todos pueden ser incluidos,
también los más débiles, y se evitará que sean eliminados en nombre
de los intereses de grupo o de un tipo de cultura que reafirma su
identidad por encima de la dignidad y el derecho de los otros.
La solidaridad se encuentra en la raíz del proceso de hominización.
Cuando nuestros antepasados homínidos salían en busca de
alimento, no lo consumían individualmente, sino que lo llevaban al
grupo para repartirlo solidariamente. Fue la solidaridad la que
permitió el salto de la animalidad a la humanidad y a la creación de
la socialidad, que se expresa por el lenguaje. Todos debemos nuestra
existencia al gesto solidario de nuestras madres, que nos acogieron
en la vida y en la familia.
Estos datos objetivos deben ser asumidos subjetivamente como
proyecto de libertad que 0pta por la solidaridad como contenido de
las relaciones entre todos. La solidaridad política será el eje
articulador de la geosociedad mundial; de lo contrario, no habrá, a
largo plazo, futuro para nadie. Y esa sociedad hay que construirla
desde abajo, desde las víctimas de los procesos sociales y desde los
que sufren. El imperativo es, por tanto:
«Solidarízate con todos los seres, tus compañeros en la aventura
planetaria y cósmica, especialmente con los más perjudicados, para
que todos puedan ser incluidos en tu cuidado». Es importante
también alimentar la solidaridad con las generaciones futuras, pues
también ellas tienen derecho a una Tierra habitable.
Nuestra misión es cuidar de los seres, ser los guardianes del
patrimonio natural y cultural común, haciendo que la biosfera siga
siendo un bien para todas las formas de vida y no sólo para nosotros.
Por causa del ethos que se responsabiliza, veneramos a cada ser y
cada forma de vida.
9. EL ETHOS QUE SE COMPADECE
Para ser plenamente humano, el ethos tiene que incorporar la
compasión. Hay mucho sufrimiento en la historia, demasiada sangre
en nuestros caminos y una interminable soledad de millones y
millones de personas que llevan solas, en su corazón, la cruz de la
injusticia, la incomprensión y la amargura. El ethos que se
compadece quiere incluir a todas esas personas —que, en el fondo,
somos cada uno de nosotros— en el ethos humano, es decir, en la
casa humana, donde hay acogida y donde las lágrimas pueden ser
lloradas sin vergüenza o enjugadas cariñosamente.
22. Pero antes tenemos que hacer una terapia del lenguaje, pues
«compasión» tiene, en la comprensión común, connotaciones
negativas que le roban su contenido altamente positivo. Según esa
comprensión común, tener compasión significa tener pena del otro,
un sentimiento que lo rebaja a la condición de desamparado, sin
energía interior para erguirse. Entonces nos compadecemos de él y
nos con-dolemos de su situación. Así, por ejemplo, en el hambriento
(y en la humanidad hay miles de millones de personas hambrientas)
ve sólo el hambre de pan. No ve que a la vez existe en él un hambre
de belleza que grita porque quiere realizarse y que con nuestra
solidaridad podría ser saciada.
Podríamos entender también la com-pasión en el sentido del
paleocristianismo (el cristianismo originario, antes de constituirse en
iglesias), un sentido altamente positivo. Tener misericordia equivale
a tener un corazón (cor) capaz de sentir a los míseros y salir de sí
para socorrerlos. Es una actitud que la misma palabra com-pasión
sugiere: compartir la pasión del otro y con el otro, sufrir con él,
alegrarse con él, caminar con él. Pero esa acepción no consiguió
imponerse en
la histona. Predomino la acepcion moralista y menor de quien mira
desde arriba y desliza una limosna en la mano de la persona que
sufre. Mostrar misericordia equivaldría a hacer «candad» al otro,
caridad criticada por el poeta y cantautor argentino Atahualpa
Yupanqui: «Desprecio la caridad por la vergüenza que encierra. Soy
como el león de la sierra: vivo y muero en soledad».
La concepción budista de la com-pasión es diferente. Tal vez la
com-pasión sea una de las mayores contribuciones éticas que Oriente
ofrece a la humanidad. La com-pasión tiene que ver con la pregunta
básica que dio origen al budismo como camino ético y espiritual. La
pregunta es:
¿cuál es el mejor medio para liberarnos del sufrimiento? La
respuesta de Buda es: «Por la compasión, por la infinita com-
pasión».
El Dalai Lama actualiza esa ancestral respuesta de este modo:
«Ayuda a los otros siempre que puedas; y si no puedes, nunca los
perjudiques» (O Dalai Lama fala de Jesus, Fisus 1999, p. 214). Esta
comprensión coincide con el amor y el perdón incondicionales
propuestos por Jesús.
La «gran corn-pasión» (karuna en sánscrito) implica dos actitudes:
desapego de todas las cosas y cuidado para con todas las cosas. Por
el desapego nos distanciamos de las cosas, renunciando a poseerlas,
y aprendemos a respetarlas en su alteridad y diferencia. Por el
cuidado nos aproximamos a las cosas para entrar en comunión con
ellas, responsabilizándonos de su bienestar y socorriéndolas en el
sufrimiento.
He aquí un comportamiento solidario que nada tiene que ver con la
pena y la mera «caridad» asistencialista. Para el budista el nivel de
desapego revela el grado de libertad y madurez alcanzado por una
persona. Y el nivel de cuidado muestra cuánta benevolencia y
responsabilidad desarrolló una persona para con todas las cosas. La
com-pasión engloba las dos dimensiones. Exige, pues, libertad,
altruismo y amor.
El ethos que se compadece no conoce límites. El ideal budista es el
bodhisattva, la persona que lleva tan lejos el ideal de la com-pasión
que se dispone a renunciar al nirvana e incluso acepta pasar por un
número infinito de vidas sólo para poder ayudar a los otros en su
sufrimiento. Ese altruismo se expresó en la oración del bodhisattva:
«Mientras dure el tiempo, persista el espacio y haya personas que
sufren, también yo quiero vivir para liberarlas del sufrimiento». La
23. cultura tibetana expresa ese ideal a través de la figura del Buda de
los mil brazos y los mil ojos. Con ellos puede, compasivo, atender a
un número ilimitado de personas.
El ethos que se compadece, en la percepción budista, nos enseña
también cómo debe ser nuestra relación con la naturaleza: primero
tenemos que respetarla en su alteridad, y después cuidar de ella. Sólo
entonces podemos usarla, en la justa medida, para nuestro provecho.
A la «guerra infinita» de la demencia actual tenemos que oponer la
«com-pasión infinita» de la sabiduría budista. ¿Utopía? Sí, pero es la
mejor manera de mostrar nuestra verdadera humanidad, hecha de
com-pasión y de cuidado y que se traduce en un ethos que sabe
compadecerse de todos los que viven y sufren, para que nunca estén
solos en su sufrimiento.
10. EL ETHOS QUE TNTEGRA
La ética es del orden de la práctica y no del de la teoría. Por eso son
importantes las figuras ejemplares que testimoniaron en su vida la
realización de una ética coherente. Sólo los ejemplos luminosos son
realmente convincentes.
Para los occidentales la figura más transparente es Francisco, de
Asís, considerado «el primero después del Unico», o «el último
cristiano». No orientó su vida por el modelo imperial de Iglesia
vigente en su tiempo, ni por la dogmática eclesiástica, sino por la
experiencia evangélica, por la inserción en los medios pobres y por
una nueva relación amorosa con la comunidad de la vida. Ello le
permitió rescatar el vigor del paleo- cristianismo, es decir, del
cristianismo de los orígenes jesuánicos y apostólicos.
En san Francisco emergió poderosamente, sin que él tuviese
conciencia elaborada de ello, una fecunda experiencia del ethos
seminal, o sea, una forma nueva de organizar y llenar de valores la
morada humana (ethos). La novedad residía en la inclusión sin
límites de todos, empezando por quienes estaban más excluidos,
como los leprosos, o marginados como los siervos de la gleba y los
pobres en general, abriéndose también para acoger como hermanos y
hermanas a todas las criaturas: los árboles, los animales, el sol y la
luna; en suma, el universo entero. En la experiencia ética de
Francisco se realizan de forma eminente las diversas expresiones del
ethos que hemos analizado anteriormente.
En él descubrimos el ethos que busca. De familia rica, buscó con
extrema intensidad primero ser un caballero heroico, después monje
benedictino y, por último, penitente. Insatisfecho, escogió el
«camino de la simplicidad», que consistía en tomar el evangelio a la
letra y vivirlo sin glosa ni comentario, como fuente inspiradora de un
nuevo ethos. Francisco se da cuenta de lo inusitado de este
propósito. Por eso dice claramente: «El Señor me reveló su voluntad
de que fuese un nuevo loco en el mundo» (novellus pazzus). Es loco
frente a los sistemas que abandona: el burgués emergente, el feudal
decadente, el religioso- monacal vigente. Pero no es loco frente al
nuevo ethos que inaugura. Según el primer biógrafo de la época,
Tomás de Celano, Francisco apareció como «un hombre de un nuevo
siglo»; nosotros diríamos: «de un nuevo paradigma». Lo que
acabamos de decir parece extremadamente contemporáneo, ya que
estamos buscando un nuevo camino civilizatorio y un nuevo
horizonte de esperanza para la humanidad.
Es un representante singular del ethos que ama. A semejanza del
gran místico sufi Rumi —contemporáneo de Francisco que vivía en
la antigua Persia, en el actual Afganistán—, testimonia la mística del
amor y del enamoramiento de Dios como nadie lo había hecho antes
24. en la historía de Occidente y de Oriente Medio. Llevado por el
impulso del amor, Francisco salía por los bosques a llorar hasta que
se le hinchaban los ojos, y gritaba: «El Amor no es amado, el Amor
no es amado!». Rescató el amor telúrico: amor a la Tierra, a cada ser
de la creación, a la mujer amada, Clara. Su lema es «Deus meus et
omnia» («Mi Dios y todas las cosas»). Dios no quiere que le
amemos solo a El, sino que amemos a todas las críaturas. El amor es
un movimiento único que abraza a todos.
Vivió ejemplarmente el ethos que cuida. Cuidaba de las abejas en
invierno para que no muriesen de hambre; cuidaba para que los
árboles no fuesen cortados de modo que no pudieran regenerarse;
cuidaba de liberar a los paj arillos de las jaulas... Hasta pedía a sus
compañeros que cuidaran de las malas hierbas en un rincón del
jardín, porque también ellas, a su manera, alababan a Dios.
Es un arquetipo del ethos que se compadece. Fue a vivir entre los
leprosos, los besaba y les daba de comer en la boca, repartía todo
con los pobres, hasta la ropa que llevaba puesta, y se compadecía de
sus propios dolores, a los que llamaba «hermanos», como también
llamaba «hermana» a la muerte.
Dio testimonio del ethos que se solidariza. Vivía en extrema
pobreza, pero, por cálida solidaridad, quería que se diera todo al
hermano sufriente, y rompía el ayuno riguroso para ser solidario con
el compañero que gritaba en la noche: «Me muero de hambre!». En
la cruzada, en el norte de Egipto, se solidariza con los «hermanos
mahometanos», cruza las fronteras entre las tropas cristianas y
musulmanas y va a encontrarse con el sultán. Se muestra solidario
con él, admirado por su piedad y su sabiduría para gobernar.
Por último, mostró de manera concreta el ethos que se
responsabiliza. Ante las guerras entre los burgos, instaura la «legatio
pacis», el movimiento por la paz, para reconciliar a las partes
enfrentadas. Promueve un encuentro entre el obispo de Asís y el
alcalde, considerados enemigos acérrimos. Prohíbe a los compañeros
usar armas, dinero y títulos, fuentes de conflictos. Renuncia a todas
las funciones y permanece como lego (al final de su vida se dejó
ordenar diácono para seguir predicando, ya que estaba estrictamente
prohibido que los legos predicaran), para estar junto al pueblo y los
pobres. Quiere una fraternidad sociocósmica a partir de los últimos.
El poverello de Asís integra en su vida el ethos en el sentido
originario: hace de este mundo la morada benéfica del ser humano.
La expresión suprema del mundo hecho ethos se encuentra en el
admirable Cántico al Hermano Sol, en el que no tenemos tan sólo un
discurso poético-religioso sobre las cosas, sino que éstas sirven de
vestimenta para un discurso más profundo: el del inconsciente que
llegó a su Centro y, con él, el Misterio de ternura que integra todas
las cosas. Los elementos cantados como, el Sol, la Tierra, el fuego y
el agua, las plantas y el viento, e incluso la muerte, la hermana
muerte, se transfiguran y se convierten en símbolos de una total
integración, articulando la ecología exterior (los elementos
naturales) con la ecología interior (el carácter simbólico que tienen
en la psique). El Cántico es la expresión acabada de la completa
integración de nuestra dimensión celeste con nuestra dimensión
terrena.
La ética se transfigura entonces en mística, en experiencia abisal del
Ser. Así como una estrella no brilla sin aura, tampoco una ética
adquiere vigencia sin una visión mística y encantada del mundo,
donde la Tierra y el Cielo, y todos los elementos que surgen del
matrimonio entre ambos, se transforman en valor y en señal de un
mundo de bondad, posible para los hijos y las hijas de la Madre
Tierra, a la que san Francisco nos enseñó a amar como hermana y
como madre.
25. 1. BIEN COMÚN PARA TODA LA COMUNIDAD DE LA VIDA
Uno de los efectos más avasalladores del capitalismo globalizado y
de su ideología política, el neoliberalismo, es la demolición de la
noción de bien común o de bienestar social.
Es notorio que las sociedades civilizadas se construyeron y siguen
continúan construyéndose sobre dos pilares fundamentales: la
participación de los ciudadanos (ciudadanía activa) y la cooperación
de todos. Juntas crean el bien común. Pero éste fue enviado al limbo
de las preocupaciones políticas, y su lugar fue ocupado por las
nociones de rentabilidad, flexibilización, adaptación y
competitividad. La libertad del ciudadano es sustituida por la
libertad de las fuerzas del mercado; el bien común, por el bien
particular; y la cooperación, por la competitividad.
La participación y la cooperación aseguraban la existencia de cada
persona y la vigencia de los derechos. Una vez negados esos valores,
la existencia de cada uno no está ya socialmente garantizada, ni sus
derechos asegurados. Por eso cada uno se siente forzado a garantizar
lo suyo. De este modo surge un individualismo avasallador, que se
pone de manifiesto en el lenguaje cotidiano: mi empleo, mi salario,
mi casa, mi coche, mi familia... Nadie se siente motivado, por tanto,
a construir algo en común. Lo único en común que queda es la
guerra de todos contra todos con vistas a la supervivencia individual.
Y hoy, en la política mundial, la lucha implacable contra el
terrorismo.
En este contexto, ¿quién va a pensar en el destino común de la
especie humana y de la única casa colectiva, la Tierra? ¿Quién se
cuidará del interés general de los 6.300 millones de seres humanos?
El neoliberalismo es sordo, ciego y mudo frente a esta cuestión
fundamental. Y sería contradictorio suscitarla, pues defiende
concepciones políticas y sociales directamente opuestas al bien
común.
Su propósito básico es éste: el mercado tiene que ganar, y la
sociedad tiene que perder. Es el mercado el que habrá de regularlo y
resolverlo todo. Y si es así, ¿por qué vamos a construir cosas en
común? Se deslegitimó el bienestar social.
Sucede, por otro lado, que el creciente empobrecimiento mundial es
el resultado de las lógicas excluyentes y depredadoras de la actual
globalización competitiva, liberalizadora, desregularizadora y
privatizadora. Cuanto más se privatiza, tanto más se legitima el
interés particular en detrimento del interés general, además de
debilitar al Estado, el administrador del interés general. Es el triunfo
del killer (asesino) capitalismo. ¿Cuánta perversidad social y
barbarie soporta el espíritu?
¿Qué es el bien común? En el plano infra-estructural, es el acceso
justo de todos a los bienes básicos (alimentación, salud, vivienda,
energía, seguridad y comunicación). En el plano humanístico, es el
reconocimiento, el respeto y la convivencia pacífica. Por el hecho de
haber sido desmantelado najo la virulencia de la globalización
26. competitiva, el bien común tiene que ser ahora reconstruido. Para
ello hay que dar hegemonía a la cooperación y no a la competencia.
Si no se produce ese cambio, dificilmente se mantendrá la
comunidad humana unida y con un futuro que valga la pena.
Al contextualizar estas reflexiones para los tiempos actuales,
constatamos con entusiasmo que esa reconstrucción del bien común
constituye el núcleo del proyecto político del Partido de los
Trabajadores y del presidente Lula, elegido en el año 2002. Ha
empezado por donde debía: «Hambre Cero». Ha puesto un cimiento
seguro: el nuevo pacto social a partir de los valores de la
cooperación y la buena voluntad de todos. Afirma una convicción
humanística fundamental: no hay futuro a largo plazo para una
sociedad fundada sobre la falta de justicia, de igualdad, de
fraternidad, de cuidado y de cooperación. Esa sociedad niega el
anhelo más originario del ser humano desde que éste apareció en la
evolución, hace millones de años. Lula articula ese anhelo ancestral,
y de ahí brota su fuerza de convocatoria. Si el Partido de los
Trabajadores y Lula no satisfacen ese anhelo, lo harán otros actores
en otros momentos. Pero ese sueño de la humanidad pasa por él y
por las esperanzas históricas que ha suscitado.
El bien común no puede ser concebido antropocéntricamente. En la
comprensión que estamos desarrollando hoy en día acerca de las
inter-retro-conexiones del ser humano con su medio natural y
cultural, tenemos que incluir también la naturaleza con sus
ecosistemas y la propia Tierra-Gaia, superorganismo vivo en la
construcción del bien común. Todos los seres, especialmente los
vivos, poseen cierta subjetividad, pues son sujetos de interrelaciones,
se sitúan activamente en el proceso cosmogénico y biogénico y, por
ello, tienen una historia. Nosotros, como seres humanos, somos un
eslabón, si bien singular, de la corriente de la vida. Tenemos los
mismos elementos fisico-químicos con los que se forma el código
genético de todos los seres vivos. De ahí se deriva un parentesco
objetivo con la comunidad de la vida. Este es el fundamento para
otorgar personalidad jurídica a las montañas, a los ríos, a los
bosques, a los animales y a todos los demás organismos vivos. Ellos
tienen derecho a ser respetados y tienen que ser respetados en su
alteridad y singularidad.
En razón de esta comprensión, el bien común no puede ser sólo
humano, sino de toda la comunidad terrenal y biótica con la que
compartimos la vida y el destino. La economía política no puede
cuidar sólo del bienestar material de los seres humanos, sino de
todos los demás seres que necesitan tener agua no contaminada,
suelos no envenenados, aire sin polución y nutrientes de calidad. Sin
esa ampliación de la democracia, que será entonces sociocósmica,
nuestro bien común no será suficiente ni adecuado.
La cooperación se refuerza con más cooperación, pues aquí reside la
savia secreta que alimenta y revigoriza permanentemente el bien
común.
2. AUT0LIMITACIÓN: VIRTUD ECOLÓGICA
El terror suscitado por el lanzamiento de sendas bombas atómicas
sobre Hiroshima y Nagasaki en 1945 fue tan profundo que cambió el
estado de con-ciencia de la humanidad. Se introdujo la perspectiva
de la destrucción masiva, acrecentada posteriormente con la
fabricación de armas químicas y biológicas, capaces de amenazar la
biosfera y el futuro de la especie humana.
Antes, los seres humanos se permitían hacer guerras convencionales,
explorar los recursos naturales, deforestar, arrojar basura a los ríos y
gases a la atmósfera, y ello no producía grandes modificaciones
ambientales. Una conciencia tranquila nos aseguraba que la Tierra
27. era inagotable e invulnerable y que la vida continuaría siendo la
misma y para siempre en el futuro.
Ese presupuesto ya no existe. Cada vez somos más conscientes de
aquello que declara La Carta de la Tierra: «Estamos en un momento
crítico de la historia de la Tierra, en el que la humanidad debe elegir
su futuro... o formar una sociedad global para cuidar la Tierra y
cuidar unos de otros o arriesgarnos a la destrucción de nosotros
mismos y de la diversidad de la vida».
Este documento, asumido por la UNESCO en el año 2000,
representa la nueva perspectiva planetaria, ética y ecológica de la
humanidad. Los hechos que sustentan la alarma son irrefutables:
sólo tenemos esta Casa Común en la que habitar; sus recursos son
limitados, y muchos de ellos no renovables; el agua dulce es el bien
más escaso de la naturaleza (sólo el 0,7% es accesible de manera
inmediata para el uso humano); la energía fósil, el petróleo, motor
del desarrollo moderno, tiene los días contados; y el crecimiento
demográfico es amenazador.
Hemos sobrepasado ya en un 20% la capacidad de aguante y de
renovación de la biosfera. Querer generalizar para toda la humanidad
el tipo de desarrollo hoy imperante exigiría otros tres planetas
iguales al nuestro. La inmensa mayoría no piensa en estas cosas,
pues les parece insoportable enfrentarse a los límites o, en último
término, al desastre colectivo, que es posible incluso en nuestra
generación.
Estos problemas son graves. Pero hay uno todavía mayor: la lógica
del sistema mundial de producción y la cultura consumista que ha
creado. El sistema dice:
debemos producir cada vez más, sin poner límites al crecimiento,
para que podamos consumir cada vez más, sin poner límites a la
cesta de la oferta. La consecuencia inmediata de esta opción es una
doble injusticia: la ecológica, por la depredación de la naturaleza, y
la social, por la creación de desigualdades. La humanidad se puede
dividir entre quienes comen hasta hartarse y quienes comen
insuficientemente y están condenados a todos los males relacionados
con de la pobreza, a la marginalidad y a la exclusión.
Si queremos garantizar un futuro común de la Tierra y de la
humanidad, se imponen las virtudes cardinales imprescindibles: la
búsqueda del bien común, la autolimitación y la justa medida. Las
tres son expresiones de la cultura del cuidado y de la
responsabilidad. Pero ¿cómo postular esas virtudes si todo el sistema
social mundial funciona precisamente porque las niega?
Esta vez, sin embargo, no tenemos elección: o cambiamos y nos
guiamos por el cuidado y la responsabilidad colectiva,
autolimitándonos en nuestra voracidad y viviendo la justa medida en
todas las cosas en la perspectiva del bien común humano y
ambiental, o tendremos que afrontar una tragedia sin precedentes.
La autolimitación significa un sacrificio necesario que salvaguarda
el Planeta, tutela intereses colectivos y funda una cultura de la
simplicidad voluntaria. No se trata de no consumir, sino de consumir
de manera responsable y solidaria para con los seres humanos y los
demás seres vivos de hoy y los que vendrán después de nosotros.
Ellos también tienen derecho a la Tierra y a una vida con calidad.
3. LA JUSTA MEDIDA: FÓRMULA SECRETA DEL UNIVERSO
Y DE LA FELICIDAD
28. La cultura imperante es excesiva en todo. No tiene ni el sentido de la
autolimitación ni el de la justa medida. Por eso está en una crisis que
pone en peligro su propio futuro. El desafio es éste: ¿cuál es la justa
medida que preserva el patrimonio natural y la supervivencia de la
biosfera?
La justa medida es el óptimo relativo, el equilibrio entre el más y el
menos. Por un lado, la medida es sentida negativamente como un
límite a nuestras pretensiones. De ahí nace la voluntad y hasta el
placer de violar el límite. Por otro lado, es sentida positivamente
como la capacidad de usar de manera moderada las potencialidades
para que duren más. Ello sólo es posible cuando se encuentra la justa
medida.
Si nos fijamos bien, descubrimos que la justa medida es la fórmula
secreta por la que el universo se organizó y ha garantizado su
equilibrio hasta nuestros días. Si, después del big-bang, las fuerzas
de expansión no hubiesen sido contenidas por la energía
gravitacional, todos los elementos se habrían difundido hasta diluirse
en el espacio infinito. Entonces no se habría producido la
condensación de los gases ni se habrían formado las estrellas, los
planetas y la Tierra, y nosotros no estaríamos aquí para reflexionar
sobre todas estas cosas. Si la fuerza de la gravedad hubiese
predominado y si todos los materiales hubiesen regresado sobre sí
mismos, habrían explotado en cadenas sucesivas, y el universo y
nosotros no habríamos surgido. Por el contrario, todo se procesó
según la justa medida. Se instauró un equilibrio dinámico y sutil
entre expansión y condensación, de modo que pudieran surgir
cuerpos densos, seres vivos y complejos como los animales y como
nosotros mismos.
Esta justa medida está anclada en lo más profundo de nuestro ser, en
los arquetipos ancestrales que orientan nuestra vida. Ellos toman
cuerpo en todas las producciones humanas, haciendo que sean bellas
y armónicas, por causa del justo equilibro que en ellas se establece.
No es de extrañar que, por ejemplo, las culturas de la cuenca
mediterránea, como la egipcia, la griega, la latina y la judía, que
tanto influyeron en la nuestra, hayan postulado siempre la búsqueda
de la justa medida como fuente constructora de equilibrio social. Esa
era y sigue siendo la preocupación central del budismo y de la
filosofía ecológica del Feng-Shui chino. Para todas, el símbolo
principal era la balanza, y las respectivas divinidades femeninas eran
tutoras de la justa medida.
La diosa Maat de los egipcios cuidaba de que todo fluyese
equilibradamente. Pero los sabios egipcios pronto comprendieron
que la justa medida exterior sólo se alcanza a partir de la justa
medida interior. Sin la convergencia de la Maat interior con la
exterior perdemos la justa medida, es decir, el equilibrio, y nos
volvemos destructivos.
Una de las características fundamentales de la cultura griega fue la
búsqueda insaciable de la medida en todo (métron). Clásica es la
formulación «méden ágan» («nada en exceso»). Esa medida justa se
ve realizada en todas las grandes obras artísticas de los griegos, en la
escultura, en la arquitectura, en el teatro y en la filosofía. De esta
herencia seguimos alimentándonos todavía hoy.
La diosa Némesis, venerada por griegos y romanos, representaba la
justa medida en el orden divino y humano. Todos cuantos osaran
sobrepasar la propia medida (incurriendo en la hybris = auto-
afirmación arrogante) eran inmediatamente fulminados por Némesis.
Así les sucedía a los campeones olímpicos, que, como en nuestros
días, se dejaban endiosar por los admiradores; y también les sucedía
29. a aquellos filósofos y artistas que permitían una exaltación excesiva
de sus vidas y obras.
La Biblia judeocristiana funda la medida justa en el reconocimiento
del límite insalvable entre el Creador y la criatura. La criatura jamás
será como Dios, que fue la pretensión de nuestros primeros padres
en el paraíso terrenal: imaginaron que lo conseguirían comiendo del
fruto prohibido; comieron de él, sobrepasaron el límite que Dios les
había impuesto, no se convirtieron en dioses y fueron expulsados del
paraíso.
Pecado es rechazar el límite, no reconocer la condición de criatura.
A pesar de la expulsión, permaneció el imperativo de la justa medida
en la forma de «cultivar y guardar» el jardín del Edén, es decir, vivir
la ética del cuidado. Detrás de «cultivar» resuena siempre «culto» y
«cultura», que señalan el trato respetuoso a la Tierra (culto). Y detrás
de «guardar» resuena el aprovechamiento sostenible de sus recursos
para atender necesidades humanas, no con fines de acumulación.
En el lenguaje bíblico, ser «imagen y semejanza de Dios» significa
ser el representante y el lugarteniente de Dios en medio de la
creación. Como tal, el ser humano tiene que prolongar el acto
creador divino, creando también con la misma benevolencia con que
Dios creó todas las cosas («y vio que todo era bueno»). El efecto
final de las intervenciones, bajo la justa medida, es la cultura, como
hominización y humanización de la naturaleza.
La justa medida se exige en dos importantes campos de la actividad
humana actual: la ecología y la biotecnología. En la ecología se
plantea continuamente la cuestión: ¿cuál es la justa medida de
intervención en la naturaleza para satisfacer nuestras necesidades y,
al mismo tiempo, conservar el capital natural, de modo que pueda
regenerarse y perdurar indefinidamente?
Aquí necesitamos sabiduría y prudencia para no someter a la
biosfera a un estrés excesivo. En el campo de la biotecnología
tenemos que preguntarnos: ¿cuál es la justa medida en la
manipulación del código genético humano? Esa medida aparece
cuando el ser humano entra en una profunda comunión con la propia
vida. Es entonces cuando percibe la vida como la irrupción más
compleja y misteriosa del proceso de la evolución. La vida exige
respeto y reverencia, necesita ser cuidada continuamente para
mantenerse y co-evolucionar.
Los genetistas tienen que entrar en el laboratorio de experimentación
como quien entra en un templo, y han de realizar procesos como
quien celebra una liturgia. De lo contrario, podrían poner en peligro
el futuro de la vida, la cual no es ninguna mercancía. Por eso la
investigación no se ordena al lucro, sino a la mejora de la propia
vida.
Aprendamos de los antiguos cómo sanar la crisis civilizatoria:
viviendo sin exceso, en la justa medida y en el cuidado esencial para
con todo cuanto nos rodea.