La bomba calorimétrica consta de una cámara de reacción aislada térmicamente que contiene un crisol para la muestra y un agitador eléctrico, un recipiente exterior para el agua que la rodea, y una sonda de temperatura; su montaje implica colocar la muestra en el crisol dentro de la cámara, cerrar ésta, rodearla de agua e introducir oxígeno antes de iniciar la combustión con el botón de ignición.