En el siglo XV en Europa, el Imperio Otomano se había establecido en territorios del antiguo Imperio Bizantino en el este. Los reinos de Europa Occidental, como Inglaterra, Francia y España, continuaron centralizándose bajo monarquías autoritarias dinásticas. En Italia, familias poderosas monopolizaron el poder político en ciudades-estado independientes debido a la debilidad real. Este contexto dio forma al moderno Estado-nación. El capitalismo también surgió como sistema económico dominante impulsado