Camino hacia la perfection arsenie boca

CAMINO HACIA LA PERFECTION.
Autor: Arsenie Boca.
Los mejores tiempos para la salvación
Aquí está la evidencia histórica
Testimonios
Anticristo
La Santa Eucaristía sostiene al mundo.
El profeta de fuego
Santa cruz en el cielo
Capítulo 1. Aquí está la evidencia histórica
En el año 313 de Cristo, el emperador Constantino proclama el edicto de Milán, a través
del cual reconoce el cristianismo entre las religiones estatales. ¡Gran alegría para el
cristianismo! Pero tan pronto como los cristianos se han encontrado libres de ser
perseguidos, pasando de la ilegalidad a la libertad, la vida moral de los cristianos
comenzó a decaer. En cuanto los cristianos recuperaron por derecho sus bienes, pocos
de los descendientes de mártires y santos padres quedaron firmes de no inclinarse más
bien hacia lo material con pasión por el mundo antes que por lo espiritual. Entonces,
tan pronto como salieron de las chozas y las galerías subterráneas (catacumbas) en
general, tan pronto como se libraron de la persecución cesárea, que suponía el sacrificio
de su propia vida, ahora confesar ser cristiano ya no presentaba ningún peligro, sucedió
que el amor de Dios y el cuidado del alma se habían enfriado hasta tal punto que
comenzaron a desviarse aceptando la herejía de Arrió, que se había vuelto dominante en
la cristiandad a pesar de que el hereje estaba negando la divinidad del Salvador, dogma
considerada como la primera piedra de la fundación cristiana, a través de la cual alguien
se fortalece o por lo contrario cae del cristianismo. Tan pronto como el cristianismo,
mejor dicho, a los cristianos se le reconoció la libertad para reunirse y practicar su culto
sin miedo a sufrir persecuciones, también la inclinación a caer del cristianismo se
multiplica. No sé cómo, pero no hay nada en el mundo sin ordenanza, porque apareció
un tal Arrió que vino para modificarlo. Todo indica que a partir de aquí comienza el
juicio, que separa las ovejas de las cabras. Hubiera sido una sorpresa de que no haya tal
tentación de incredulidad ya que, con el emperador Constantino, pasaron de ser
cristianos por el nombre dos tercios del imperio. Estaba de moda tener la misma fe del
rey, aunque todos estos cristianos solo por el nombre, que poco antes, se habrían
espantado de los peligros que conlleva dar testimonio de creer en Jesús Cristo. Así que
no es de extrañar que todos los nuevos cristianos se sumen a los seguidores de
Constantino, e incluso muchos obispos, para confesar una fe al lado del cristianismo, de
la misma fe. No es difícil de entender cómo las cosas se vuelven así. Cuando la vida es
alentada por el deleite de las riquezas, por otro lado, la negligencia de los
acontecimientos, el hombre se corrompe. Una vida de pasiones corrompe la mente que
una vez alterada ya no distingue la verdad de la mentira ni lo bueno de lo malo, sino que
lo toma a la inversa... el bien como algo mal y la mentira tomada por la verdad. Al
detener la persecución de los cristianos, el místico comportamiento se había debilitado
y así comenzó la negación de la divinidad del Salvador que, dice un historiador de
en ese momento, que si Dios no hubiera enviado a los santos Basilio, Gregorio y Juan
habrían tenido que volver por la segunda vez, porque las transgresiones aceleran el
venidero juicio final.

Un filósofo cristiano de nuestro tiempo, al examinar la historia del cristianismo,
también descubre que los cristianos han pasado con éxito la primera tentación contra el
cristianismo, la tentación de las persecuciones, pero ha superado con el mismo éxito la
segunda tentación, la del triunfo (sobre paganismo). También es fácil de explicar: la
primera tentación se encontró con verdaderos cristianos al frente que habían decidido de
alguna manera sacrificar esta vida por Dios, mientras que la otra tentación se ha
encontrado con un gran rebaño, muchos de los cuales solo eran cristianos por su nombre
(Suplantes). Pero así es como la Providencia desenvolvió las cosas: Para los verdaderos
cristianos Dios envió para los fieles
a los santos y por las figurantes y especialmente para los arrianos, envió a Julián el
Apóstata, quien después de ser cristiano mas tarde se declaró pagano y enemigo de
Cristo. Incluso para burlarse de una profecía del Salvador, Julián emprendió una guerra
en Jerusalén para reconstruir el templo de Salomón. En una lucha, sin embargo, se
despertó con una flecha envenenada en el pecho que lo aterrorizó y le hizo gritar: "Me
has derrotado, ¡oh Galileo!". Entonces todos los que negaron la divinidad
Del Salvador, para complacer al emperador Julián el apóstata y para estar "de moda”,
rechazaron el cristianismo. Pero fue un hecho curioso porque todos los que rechazaron a
Cristo no estaban contentos solo con su apostasía, pero también exhortaban a otros
incitando el rechazo de los demás. Pero si alguien estuviera en contra, el odio estaba
servido y comenzaba la persecución. Aquí está el fuego en el cual los creyentes llegan a
la perfección. Aquí esta el hilo de conexión con sus antepasados, los mártires.
Hay momentos y circunstancias en todo momento, cuando se dice la verdad, cuando
predicando la justicia puedes poner tu vida en peligro de muerte. Del mismo modo es lo
que paso en los días de San Juan el Bautista y Herodes y así fue en los días de San
Juan Crisóstomo con la Emperatriz Eudoxia, porque Juan exigió el derecho de la viuda
de cual injustamente se apodero la Emperatriz. San Juan Crisóstomo por lo tanto dijo
una vez, defendiendo a la viuda, estas palabras:" Herodias está preocupada y
nuevamente le pide a Herodes la cabeza de Juan Bautista". Por su coraje para defender a
los pobres contra los ricos San Juan tuvo que tomar el camino del exilio, perseguido por
La Emperatriz, hasta que, al final de sus poderes, murió en el camino de su exilio.
Eudoxia era arriana.
Un cristianismo sin el reconocimiento de Jesús Cristo como Dios y gobernante del
mundo, no te obliga vivir tu vida en virtud de la perfección. En cuanto más la vida se
vuelve impura, más te cubre la oscuridad de Dios, hasta tal punto que lo haya negado
por completo y te hayas convertido en su enemigo declarado.
La vida sin preocupaciones, es decir vivir solo terrenal, a esto es a lo que te conduce.
Contra a tal brote de maldad Dios envió a los Tres Santos Jerarcas. Ellos son
la sal que impide que la naturaleza del hombre corromper por completo. No hace falta
decir que la naturaleza humana, inclinada hacia el pecado, no puede sufrir mucho a
estos tres jerarcas. Pero a ellos no les importa el rechazo del mundo. En ellos arden
brillantes ante todo la misión que les dio Dios, para ser la sal de la creación de Dios y
testigos entre los hombres. Para acortar la palabra, elijo de la vida de San Basilio el
Grande algunos momentos de impresionante altura moral a través de los cuales
resulta ser un gran maestro del mundo y de la jerarquía. Fue a través del año 372 cuando
él mismo emperador El Valent fue a Cesárea de Capadocia, donde San Basilio bien
pastoreaba el pueblo con la intención convencerle abandonar la fe correcta y pasar al
arrianismo. San Basilio le respondió con voz firme que él tiene la fe que los Santos

Padres confesaron en Nicea (el año 325) y que nadie tiene el poder de dar otra confesión
de fe sobre el edicto que se proclamo allí. Recibiendo tal contestación
el emperador Valens, desde entonces estaba buscando una causa para exilio de San
Basilio, sabiendo que solo Basilo el Grande defiende la verdadera fe en toda Asia
Menor y el que si no fuera El presente, a los otros, podría fácilmente ganar ya sea a
través de sobornos o por las amenazas.
El emperador trajo a Modestus, el prefecto de los pretorianos (la seguridad
del emperador) y el obispo Evippius de Galatia que era también arrió. Se trajo al
primero para causar el escándalo luego que el prefecto pueda intervenir con el ejército.
Antes Evippius quería servir en una iglesia en Cesárea, pero San Basilio no lo permitió
a no ser que escriba la anatema con los afectos dados por el concilio ecuménico de la
Nicea del año 325 en contra de los arrianos. El se quejó antes el emperador que unos
dias más tarde envió a San Basilio el prefecto de los pretorianos para atraerlo a
Arrianismo, pero por si no fuera capaz de convencerle de buena gana entonces que
proceda de cumplirlo con amenazas.
"¿Como te atreves de resistir en contra de la religión del emperador" - dijo el prefecto?
"!No veo ninguna audacia y no veo cuál es la religión del emperador! para que yo este
en contra de la suya. Sé que el rey es creado por Dios al igual que yo, por lo tanto,
también debe tener la misma religión como yo y nuestros creyentes”. Comenzó el
prefecto con seducciones que decían: "Mira, ¿no te gustaría ser magnificado como mi
emperador? Lo puedes tener tu también si confiesas la fe de mi emperador”. San Basilio
respondió:"Ambos somos creados a imagen y semejanza de Dios si somos como el
emperador De los Cielos. En cuanto a la gloria, solo se verá en la vida venidera que nos
espera en el mas allá. Luego ¡dígamelo! si será el que hace la voluntad de Dios o ¿el que
obra en contra de Él?"
-“Pero tu no tienes miedo del mal que pueda venir sobre ti "- le pregunto el prefecto? --
-"No temo al mal porque sé que Dios no permitirá más de lo que estoy obligado por la
expiación de mis pecados. "
-" Pero sabes que el emperador puede hacerte tanto mal como que no puedas soportar ""
-¿Qué puede hacerme el rey? " pregunta San Basilio en una tranquila voz?
-"Despojarte de tus posesiones, exiliarte, incluso matarte".
Para ellos, San Basilio se rió y dijo:
-"El rey no puede hacerme nada de lo que estas diciendo. Por lo tanto, no puede
despojarme de la riqueza porque me he despojado yo mismo hace mucho tiempo, así
que hoy no tengo nada que pueda quitarme, No puede exiliarme donde Dios no este
presente. Por lo último, con mi muerte no puede hacer otra cosa que enviarme a la vida
que tanto deseo. Entonces dile a tu maestro y rey, que si no tiene otros males para
asustarme de verdad, por las amenazas que me has dicho no tengo miedo y no voy a
hacer su placer en contra de la voluntad de mi Dios". El prefecto de los pretorianos le
contaba todo al Emperador y concluyó con estas palabras:
"Por el líder de la Iglesia cristiana somos vencidos: El es superior a todas las amenazas,
sus palabras son más fuertes, y las tentaciones no le puede vencer"
(Minis superior est, sermonibus firucior, verbogum blandi, tiis fortior).
Luego le dije que: "Nunca he visto a un hombre como tú "¿Sabes lo que me contesto?"
¡Quizás nunca has visto a un obispo! El emperador estaba enojado y gritó furioso:
"¡Que lo exilien de una vez!" luego el mismo escribió la orden de exilio, pero tres veces
su pluma se rompió y no pudo escribir. El emperador pensó que esto era una señal desde
arriba y dejó la ira para más tarde. Al regresar a Constantinopla, nuevamente trató de
escribir el mandato de exilio para San Basilio, pero sin ninguna noticia, su hijo mayor se

enfermó y ahora luchaba contra las garras de la muerte y no mejoro hasta que se dispuso
a dejar al arzobispo de Cesárea en paz.
He aquí el padre de la Iglesia, el gran maestro del mundo y de la jerarquía. Aquí está el
discípulo caminando sobre el mar enfurecido. Aquí está el pilar de la cristiandad, aquí
está uno de nosotros caminando a través de los siglos y fortaleciéndonos de la manera
más pacífica por encima de la naturaleza, porque aún está Dios al timón del mundo.
La investigación ha demostrado que los santos y la santidad son superiores a la vida y la
muerte. Amén.
2. Las medidas.
"Quien no se niega a sí mismo no puede venir detrás de mí". Quien no quiere preguntar
y quién no puede acudir al consejo de un padre espiritual, o ni siquiera le busca, no
puede encontrar a Jesús. Sin embargo, si quiere seguir a Dios, pero esta con su corazón
y la mente, apegados al placer y al orgullo, se engañan y caen en tentaciones. Por eso
están destinados los padres espirituales, para identificar los tipos de espíritus que
atraviesan sus mentes, para conocer las medidas de cada uno y en que partes inclina la
imaginacion. El Profeta del Jordán ha confesado durante mucho tiempo: "Un hombre no
puede tomar nada, si no le fue dado desde el cielo ". Pero también piensan los
engañados. ¿Cómo descubrir este último engaño? Muy fácil de revelar. Los que
realmente tienen el don de Dios acuden al padre espiritual para preguntarle si se trata de
un engaño del diablo, mientras que los engañados no quieren venir sino trata de
mantenerse por encima de cualquier otro. Ellos no saben o ignora que sin humildad no
esta en comunión con Dios sino es siervo del engañador diablo; sin preguntar no entres
por la puerta, sino saltas por al lado junto con los ladrones con los que cuentas. El
anhelo sin pregunta mas la opinión sobre asimismo se sale de lo normal.
En cada hombre Dios encerró el llamado a todo propósito y trabajo, que
Él decidirá a su tiempo para cada uno de la siguiente manera: "Él a ordenado que
algunos sean apóstoles, otros profetas, otros benefactores, otros pastores y maestros.
Los Apóstoles por la perfección de la santidad, otros en el trabajo y servicio de los
demás, a la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos hayamos llegado a la unión
de la fe y del conocimiento de la verdad que es El Hijo de Dios, alcanzando el estado
del hombre perfecto y el cumplimiento de la edad de plenitud como Cristo. Para evitar
cualquier viento y enseñanza, engañosa de la gente, a través de sus herejías mentirosas,
pero siendo fieles a la verdad, a través del amor, prosperemos en todo, por Aquel que es
la cabeza – Jesús Cristo "(Efesios 4: 11-15).
Él une a los que viven en enemistad, nos llama a trabajar en la viña, nos ayuda a cada
uno en parte, si no olvidamos de llamarlo; y para la perfección de la comunidad El
ilumina a los sirvientes. Entre los enviados por Dios, hay personas que tienen el don de
ver más allá y de escuchar palabras por encima de la naturaleza. Pero es aconsejable,
por si a buen tiempo esto ocurriera, que es de mucha importancia para ellos, cuando
abren los ojos y los oídos y escuchan cosas procedentes del mundo de demás allá, no
tardar en la búsqueda de un guía espiritual, y de esta manera proteger su mente y poner
a salvo su corazón de alegría extranjera cualquiera que fuera que no les proporcionara
sobre todo la humildad. Porque si no lo hace, de todos modos, a pesar del buen regalo
recibido de arriba, puede caer en el engaño. Así es como los dones de Dios están
escondidos de nuestra vista y no conocemos que los tenemos mientras Satanás si los ve
y como un ladrón astuto, espera el tiempo oportuno para pisotear toda la virtud de
nuestras vidas, aprovechando si tal dones no están cubiertos por la humildad y por el

buen juicio justo, siendo listo para verter como en una alcantarilla, sus miserables
desolaciones ruinando nuestras bendiciones recibidas de Dios.
Entonces, si recibiste algún don especial como bendición de Dios, asegúrate cuanto
antes de consultar tu padre espiritual y protégelo con humildad, cuanto más necesario
aún de obedecer y no salir del consejo de estos prominentes sirvientes de Dios.
Pero si no tienes una exhortación en este sentido y no acudes a tu padre espiritual,
entonces Satanás hablará por Cristo en lugar de Jesús Cristo, y te engañará plenamente
según esta escrito:
"Se levantarán profetas mentirosos y darán grandes señales y harán maravillas, para
engañar, si es posible hasta a los elegidos "(Mateo 24:24).
Falsos Cristos y falsos profetas de quienes el Salvador en la antigüedad nos advierte que
son astutos y obraran a través de una magia engañosa con logros alucinantes para ser
recibidos por el mundo como lideres y ser escuchados. ¡Puede estar cerca este momento
de que se cumpla la profecía del Señor! Aquí están las razones brevemente
mencionados y el cuidado de la Iglesia del Oriente por sus hijos, por lo cual evita todo
tipo de oráculos y visiones que no necesariamente son de ayuda para la salvación, y la
perfección, a lo que estamos llamados, por lo cual deja atrás todo tipo de visión. La
revelación es completa y los cosas que faltan lo estamos esperando en la segunda venida
del Señor. Amén.
3. Anticristo
Él es quien vendrá en su nombre y no en nombre de Dios, judío por linaje que habrá de
tiranizar bajo su potestad toda la tierra. Porque él será elegido como rey sobre el
dominio de todos los reyes de la tierra. Los cristianos, solo con el nombre, debido a la
multiplicación de las transgresiones que extinguen el espíritu y debilitan sus mentes, por
miedo, muchos de ellos rechazarán a Cristo y recibirán toda la mala voluntad
y probarán toda la maldad del anticristo, "porque la fe no es de todos" (2 Tes. 2,3).
La vida de ellos, debilitada por la multitud de pecados, desafiará a Satanás, quien
trabajará con audacia en ese tipo de signos y milagros mentirosos llenos de engaños
para los hijos de la perdición, y eso porque no quisieron recibir el amor de la verdad
para ponerse a salvo. "Por que aman mucho más al pecado en lugar de Dios, el Señor
permite fuertes delirios para hacerles creer la mentira y caer en la condenación, todos
aquellos que no creyeron la verdad, pero se regocijaron en la iniquidad. Los judíos de la
antigüedad, empujados por "lo demonios", crucificaron al Señor clavándole en la Cruz,
pero no pudieron hacerle nada más; al contrario, el Señor. Al bajar de la cruz Jesús
Cristo libero a los encarcelados de las oscuras tinieblas, rompiendo las eternas
cerraduras y destruyendo por completo el hades. Desde entonces, el enemigo diablo ha
estado caminando turbado como un león, fortaleciéndose con nuevas estrategias, para
que al menos las enseñanzas del Salvador los oscureciera con incredulidad entre los
hombres. Al no poder hacer esto tampoco, enciende su "ira" que se derrama sobre todas
las personas en cada una de las edades anteriores, desde los días de los Santos
Apóstoles, hasta los días del Anticristo, aquellos últimos días de la Apocalipsis,
cuando predicará Elías. Anticristo intentara al menos que pueda extinguir a los
discípulos de Jesús sobre la faz de la tierra persiguiéndoles, colgándoles en la cruz y
matándoles de todos los modos. Además, como dice un santo Padre, este Anticristo, que
no está contento con su incredulidad, pero quiere la incredulidad de todos: no tendrá
descanso hasta el día en que si pudiera matar a Dios y sacarlo de la mente y del corazón
del último creyente que permanece en la tierra, y no anhela el necio a mayor orgullo que
terminar de una vez con Dios, y en su lugar, sellar en el alma del hombre como
una espada del infierno, su imagen de bestia.

"Anticristo" no se limita a engañar a las personas con el aplazamiento del
arrepentimiento para el día de mañana, o pasado mañana, o tal vez a la vejez, pero lucha
locamente pidiendo la muerte de Dios y de su enseñanza, la muerte de sus cristianos, y
de sus discípulos, la disolución de la Iglesia y la detención del Sagrado Sacrificio. es
decir, de la Sagrada Liturgia.
Los tormentos de la Apocalipsis superarán todas las persecuciones y sufrimientos de los
cristianos desde el principio hasta aquellos últimos días. Solo la abominable
persecución de los cristianos por toda la tierra decidirá dejar de lado cualquier
diferencia confesional y volver a ser una sola confesión como fue al principio. No
escaparán de la abrumadora justicia de la historia hasta que lleguen a entender de
cumplir, al menos al final, la última plegaria del Salvador cuando estaba en el mundo.
Quizás en esos tiempos difícilmente habrá pocos cristianos; pero lo pocos o muchos
cristianos, que quedara, esos deben pasar, más allá de las diferencias que hay en el
cristianismo del tiempo presente y volver a ser una sola iglesia como en el principio.
El peligro común ya se ha manifestado en el mundo, la unión del cristianismo se retrasa,
Señor, ¿hasta cuando? Entonces, cuando las transgresiones corromperán las mentes y
los corazones de los hombres, tan fuerte que dirán que ya no necesitan a Dios, ni Iglesia,
ni a los sacerdotes, entonces será el comienzo de lo salvaje y la locura del odio por toda
la tierra, entonces es cuando llega el final. Amén.
4. La Santa Eucaristía sostiene al mundo.
Como el sacramento del arrepentimiento o la confesión es el juicio misericordioso de
Dios, oculto en la humildad, donde los amantes de la obediencia descubren este
misterio, pues del mismo modo El Santo sacrificio del Redentor de la Sagrada Liturgia,
esconde, nuevamente bajo humilde forma, un misterio que gobierna el mundo entero.
Los ancianos y los santos padres sabían el porqué el anticristo no apareció en los días
que ellos vivieron. El Santo Apóstol Pablo habla de este misterio en secreto, pero no lo
expresa directamente por su nombre. El misterio al que hace referencia san Pablo es la
Santa Liturgia o el Sagrado Sacrificio, que el Señor habló a través del profeta Daniel y
luego él mismo lo ha revelado a los apóstoles claramente. La liturgia es lo que impide
que aparezca el anticristo, hombre de la iniquidad y la peor maldad de todos los tiempos
hasta el día cuando lo permita Dios.
La Sangre del cordero de Dios en la Sagrada Comunión es lo único que mantiene al
anticristo alejado del mundo, ampara nuestras almas entre los huesos y la carne, que
sostiene aún el mundo en pie.
5. El profeta de fuego
Entonces, mientras que haya personas que busquen arrepentimiento y participan a la
Sagrada Comunión, Satanás no tiene ningún poder, porque Dios lo detiene. Pero cuando
la gente oscurezca sus mentes de modo que impedirán por todos los medios que la Santa
Liturgia prosiga su servicio religioso, apostando por el ateismo y la incredulidad, en
aquellos días cesará el sacrificio puro y Divino. Entonces dice el Señor, “cuando la
abominación desoladora erigida en el Lugar Santo, según el profeta Daniel, entonces
habrá una gran tribulación, cual no la hubo jamás desde el principio del mundo.
Tres años y medio Elías, el más enojado profeta, predicará y proclamará las siete copas
de la ira de Dios, como últimos acontecimientos de la humanidad, con lo cual la ira de
Dios terminará con el terrible día del juicio final.
Cuando este tiempo haya llegado, cuando la maldad esté completamente servida, Elías,
el profeta del fuego, anunciara la segunda venida del Salvador. Esta noticia, recibida
con mayor alegría de los cristianos, pondrá en peligro de muerte al verdadero profeta

del fuego Elías; porque los malhechores le matarán al igual que hicieron con Juan el
Bautista que estaba en el poder y en el espíritu de Elías a la primera venida del Señor.
Pero justo cuando los oponentes del Todopoderoso Jesús Cristo creían que han matando
al último profeta y finalmente terminaron con Dios, he aquí, ¡él profeta Elías resucita!
Los judíos se dan cuenta de la locura y el antagonismo del engañoso Anticristo y con
gran arrepentimiento conmueven sus corazones para ir recibiendo a Cristo-Dios según
como Testifica sobre ellos la Sagrada Escritura.
6. Santa cruz vista en el cielo
Iluminada de gloria y más brillante que el sol, en contra de la cual la gente aún no se ha
levantado, se mostrará resplandeciente en el cielo a pesar de las blasfemias de los
enemigos de Cristo crucificado, y será signo glorioso de victoria del bien sobre el mal.
Luego, en aquellos aterradores días, en la tierra, Él mismo Dios El Verbo, viene a
llamar a las personas, por última vez, pero no al arrepentimiento, sino al juicio del final.
¡Entonces el plan de Dios por la salvación, ya no será para creerlo sino para verlo!
El Señor matará al Anticristo, en quien trabajó todo el poder de Satanás con un soplo de
su boca y le destruirá con el brillo de su venida (2 Tes. 2: 8). Bienaventurados todos
aquellos que esperarán y alcanzarán los 1335 días (Daniel 12).
Es el terrible día del Señor, un gran día de felicidad para los llamados, elegidos y
fieles, día de alegría inconmensurable para los creyentes, el día de regreso a casa, en el
país del origen de nuestro linaje y el fin de las lamentaciones. Día de la felicidad, viendo
el éxito de la paciencia, viendo la resurrección de los pueblos, viendo
la herencia preparada desde la fundación del mundo para los que aman a Dios y
permanecieron en su amor hasta el final. Los misterios y los secretos solo de Dios
conocidos, entonces se verán. Los demás soportarán el miedo y la expectativa de
aquellos acontecimientos que comenzarán a vivir porque los poderes del cielo les
sacudirán. Entonces mirarán al que crucificaron viniendo por las nubes, con mucho
poder e indecible gloria; el que es nuestro Dios, que disipa nuestro temor; pero para
aquellos que le persiguieron y crucificaron por Su amor hacia los hombres será el miedo
de lo más desgarrador tener que recibir el pago eterno de acuerdo con sus obras.
Por lo tanto hermanos, viendo que la paz de la tierra se ha quitado, pero aún no ha
llegado el tiempo, la voz de Dios esta aun llamando a todas las personas en todas partes
de arrepentirse, por que ya se ha decidido un día en que el mundo será juzgado. Y ese
día puede ser cualquier día. Sobre el anticristo se puede escribir mucho más y de manera
diferente. Amén.
Segundo capitulo.
1. La guerra invisible.
El hombre, creación de alto valor
El hombre, como un ser racional, ocupa el segundo puesto entre todos los seres después
de Dios. Un solo alma es más valioso que todas las cosas de este mundo.
El hombre no es solo una criatura encerrada en el mundo que conocemos. Él no se
limita solo con creer en la existencia de un mundo invisible, como suele hacer el
protestante, ni deducir con su mente la existencia desde el mundo sensible, como lo
hacen los teólogos católicos, pero su objetivo es estar en conexión con ella. La
importancia del hombre se muestra no solo por el hecho de que fue creado según
la imagen de Dios, pero también porque en cada individuo se lleva una batalla invisible
ininterrumpida. Toda la existencia creada o no creada, vista o no vista, se centra en cada
ser humano.

2. Los Ángeles caídos.
Antes de que el hombre y las cosas vistas fueran creadas, en el mundo invisible de los
ángeles,
sucedió una locura maliciosa. Lucifer en frente de su legión quería estar por encima de
Dios. Los otros ángeles se opusieron a esta locura. Lucifer, sin embargo
como un rayo cayó de la presencia y el rostro de Dios, convirtiéndole de un ángel
luminoso en demonio oscuro.
"¡Ay de la tierra y del mar, porque el diablo ha venido a ti lleno de una gran ira!"
(Apocalipsis 12,12). Él es el león que camina rugiendo, buscando a quien para tragar.
Entre el diablo y el alma de cada uno de los hombres que lleva la imagen semejante a
Dios, comienza la guerra invisible.
3. Quedémonos apartados de la soberbia y las vanas esperanzas.
¡Necio es aquel que se apoya y deposita su esperanza en las personas o en otra criatura,
fuera como sea! Pero no te avergüences de servir a los demás y parecer pobre en este
mundo haciéndolo por amor a Jesús Cristo. No confíes en ti mismo, pero pon toda tu
esperanza en Dios. No te respaldes apoyándote en la ciencia o en las habilidades de
nadie, sino más bien en la gracia de Dios que ensalce al humilde y humilla al ensalzado.
No te glorifiques a ti mismo con tus posesiones, si las tienes, ni con tus amigos porque
son importantes y poderosos, pero en Dios que todo lo concede, sobre todo, incluso a Sí
mismo, se ofrece para ti. No te vanaglories en absoluto por la belleza o por el poder de
tu cuerpo, porque es una leve impotencia lo derriba y lo enoja.
No te consideres mejor que los demás, para que no te cuenten como el peor antes él
Dios que es el que sabe todo lo que hay adentro en cada uno de nosotros.
No te jactes de tus buenas obras, porque los juicios de Dios son diferentes a los
de los hombres y lo que es agradable a la gente, a menudo no es desagradable para Dios.
La ira y la envidia roen el corazón del sinvergüenza.
4. Evitemos demasiada familiaridad
No abras tu corazón a nadie, pero habla de tus preocupaciones con el sabio y el
temeroso de Dios. No te sientes en reuniones de jóvenes y personas del mundo. Busca al
humilde y a los sencillos y habla solo sobre las cosas que construyen almas.
No se familiarice con ninguna mujer, pero resé a Dios por todas las que están llenas
de virtudes. No te animes a estar familiarizado con los demás para ser conocido por la
gente, sino tu anhelo que sea la presencia de Dios y sus ángeles.
Es propio que seas carismático para todos, pero la familiaridad tiene sus inconvenientes.
5. Sobre obediencia y sumisión
Es importante vivir en obediencia, estar bajo la autoridad de alguien más grande y no
depender de ti mismo Estás mejor defendido siendo sumiso que mandando. No es bueno
obedecer solo por necesidad sino también por amor a Dios. Así que no confíes
demasiado en ti mismo, pero escucha a los demás de buena gana. Incluso si tu opinión
es correcta, si por el amor de Dios renuncias la tuya para seguir a otro, te será de mucho
más provecho. Si te enviarían hacer algo sin dudar que es un mandamiento incorrecto tu
tomaras el pago de la obediencia, pero quien te envió dará cuenta ante Dios.
A menudo he escuchado a personas decir que es mejor escuchar y recibir consejos,
que dárselo a otros. Sin embargo, también puede suceder que la opinión de otros sea
buena pero rechazando recibir la opinión de otros cuando las circunstancias o la razón lo
requieren, es prueba de soberbia y terquedad.

Cristo fue obediente a la muerte aun siendo una muerte en la cruz. ¡Sin orden en el
mundo y sin obediencia no hay vida! La obediencia es la conexión entre las personas y
Dios. Amén.
6. La desobediencia. El pecado.
La desobediencia. Es el pecado de desobedecer y no ser sumiso a un espíritu de no
querer reconocer ningún maestro y solo escucha uno de sí mismo. Obedecer es el
camino hacia el cielo mientras la desobediencia es el pecado y el hecho en contra de
cualquier buena obra. Así, como nos enseña el apóstol: el poder proviene de Dios y está
sujeto a una regla Divina.
7, Evitemos la charla inútil.
Ten cuidado tanto como puedas en la vida hablar demasiado con las personas porque es
peligroso, incluso si lo haces con buena intención. Sin embargo, te gustaría tener una
conversación entonces debes hablar de las cosas que pueden edificar el alma. El piadoso
si habla sobre las cosas espirituales ayuda mucho y trae fervor al alma, especialmente
entre aquellos unidos en Dios a través de los mismos sentimientos y los mismos deseos.
Esta escrito que daremos cuenta por cada palabra en vano en el día del juicio final.
8. Los medios por los cuales podemos obtener paz interior y la proliferación en virtud
Podríamos disfrutar de una gran paz interior si no quisiéramos estar pendientes de lo
que otros dicen o hacen, ni entrometernos con lo que nos concierne. La más grande y
la única objeción es que una vez que estamos cautivados por nuestras pasiones y
lujurias, no hacemos nada de volver al camino de las obras perfectas de los santos.
"Dejo mi paz, mi paz os doy no como el mundo se los da ". ¡Qué dulce dulzura, qué
amor tan atractivo en estas palabras de Jesucristo!
... Hay dos tipos de paz: la paz de Jesús Cristo y la paz del mundo. La paz del mundo
comprende las preocupaciones, la tristeza, la ansiedad, pena y remordimiento. Jesús
dice: "trata de vencerte a ti mismo”. Enfrena tus deseos, resiste tus pasiones, rompe con
el pecado y luego tu espíritu obedecerá los mandamientos de Dios, y permanecerá en la
paz indecible y todos los sufrimientos de la vida, la injusticia, la persecución, nada
perturbará la paz del Señor que trasciende cualquier entendimiento. Amén.
9. La oposición contra las tentaciones.
Mientras vivamos en la tierra, no podemos estar exentos de problemas y pruebas.
Por eso está escrito en el libro de Job: "La vida del hombre es tentadora en la tierra". No
hay hombre tan perfecto y santo que a veces no puede ser tentado, de lo cual no
podemos ser del todo libre de las tentaciones.
Todos los santos han pasado por una multitud de tentaciones y sufrimientos, y lo han
superado, pero aquellos que no pudieron vencer las tentaciones fueron condenados y
cayeron. No hay un asentamiento monástico tan sagrado, ni un lugar apartado,
privilegiado o protegido, donde no haya oposiciones y tentaciones. Mientras un hombre
vive, nunca estará completamente libre de tentaciones, debido a que tenemos la semilla
de la lujuria en la que fuimos concebidos en nosotros. Uno viene tras otro y siempre
tendremos algo que sufrir, porque hemos arruinado el bien y la felicidad, del principio.
Algunos buscan evitar ser tentados pero caen en tentaciones aún más peligrosas. No es
suficiente huir paravencer las tentaciones, pero la paciencia y la verdadera humildad nos
hacen más fuerte que todos nuestros enemigos. El asceta que, sin romper la raíz del mal,
tiene cuidado

solo por los peligros (los acontecimientos externos), ligeramente tiene poco progreso
sino por el contrario, las tentaciones regresan oprimiéndole aún más y más
poderosamente. Superarás más seguro poco a poco con una larga paciencia con la ayuda
de Dios, antes que por la excesiva praxis y dureza hacia ti mismo.
Debes pedir consejo cuando te sientes tentado, pero no juzgas al que está en el fuego de
una tentación, sino consuélalo como desearías que tu hubieras sido consolado. El
comienzo de cualquier tentación es la indignidad del espíritu y la poca confianza en
Dios. Porque como un barco sin timón es llevado por las olas por aquí y por allá,
también el hombre débil y cambiante, que abandona sus decisiones, es atormentado por
todo tipo de tentaciones. Se debe mirar en profundidad, especialmente cuando se
muestra la tentación, porque mucho mejor conquistaremos al enemigo si no le
permitimos entrar en nuestra alma, apartándole a un lado justo en el momento en que el
esté listo para entrar. Al llegar a cometer el pecado, primero el aparece como un
pensamiento simple que nos viene en la mente, luego vendrá el imaginar, luego se
siente el deleite, comienza la angustia y finalmente el consentimiento para cometer el
pecado. Entonces, poco a poco, el enemigo abarca toda el alma, porque no encontró
ninguna oposición desde el principio.
10. Evitemos la audacia de juzgar.
¡Yace en nosotros un mal secreto, que es la tendencia de descubrir las faltas de los
otros! Estamos listos para juzgarlos por cualquiera sea el motivo, a los demás hermanos,
olvidando que el juicio de los corazones es el derecho que solo pertenece a Dios. En
lugar de investigar profundamente la conciencia del prójimo, permítanos descender para
reflexionar un poco sobre la nuestra. Con seguridad encontraremos suficientes motivos
temblar por nosotros mismos y reconocer lo miserables que somos antes de juzgar a los
demás y pasar de ser más amables con nuestros prójimos. Solo tienes tu misión y no
responderás por las acciones de los demás. Así que "No juzgues para que no seas
juzgado".
11. Los hechos del amor
Por nada en el mundo y por el amor de nadie, no se te permite hacer ni el menor daño,
sin embargo, puedes ayudar a los necesitados, a veces puede retrasar una buena obra y
reemplazarla por otra mayor, porque entonces no renunciaste al hacer el bien sino lo
cambiaste por uno más grande. Cuando sufrimos la imperfección de otro, también
pertenece al amor por el prójimo, Lo que el hombre no puede corregir en sí mismo o en
los demás, debe sufrirlo con paciencia, hasta que Dios ordene de otra manera. Debes
recapacitar que tal vez sería mejor así, de que seas probado a través de tu paciencia sin
lo cual nuestros méritos no son gran cosa. Debe intentar en todos los casos rezar a Dios
para que te ayude a superar estos obstáculos, o superarlos sufriendo con reconciliación
Si alguien, no comparte la misma opinión contigo, no tengas una pelea con él, sino que
confié todo en la mano de Dios quien sabe cómo quitar el bien del mal, para que se
cumpla su voluntad y de ser glorificado en todo por Sus sirvientes.
Dense la molestia de sufrir pacientemente las deficiencias y debilidades de los demás,
sean cuales sean, porque tu también tienes muchos de ellos que otros deben sufrir. Que
Dios tiene así ordenado, para que podamos aprender a soportar la carga unos a los otros,
porque cada uno tiene su propia cruz y nadie está exento de faltas, nadie es
autosuficiente, nadie es tan sabio para saberlo todo, pero tenemos que respetar, consolar
y ayudar, unos a otros. Lo que te enoja tanto en tu propia testarudez no es el celo
para el prójimo, sino un amor propio, pésimo y deplorable. La verdadera piedad

es delicada y paciente, porque te muestra tal como eres ...
12. Sobre la vida monástica
Debes adquirir el hábito de renunciar a muchas cosas, si quieres y deseas mantener la
paz y el buen entendimiento con los demás. No es poca cosa vivir en uno monasterio u
cualquier forma de vida en comunidad. Que nunca des la oportunidad a otros de
quejarse por ti. Sino seguir firmemente fiel en esta conducta hasta la muerte. La ropa y
el aspecto exterior significan poco. El cambio de hábitos y la perfección de extinguir las
pasiones convierte al penitente en un verdadero monje. El que busca algo que no sea
Dios y el monasterio del alma, encontrará allí solo penas y sufrimientos. Viniste en un
monasterio para servir, no para mandar. Descubre que también fuiste llamado para
esforzarse y sufrir, no para revolotear en vano perdiendo el tiempo. Ayúdame, Señor, en
mis santas decisiones y en mi servicio; dame un buen comienzo ahora, por lo que tengo
comenzado, porque nada es posible sin tu ayuda. Porque el hombre propone y Dios
dispone, que no es el hombre quien elige su camino y su destino.
Nunca te sientes en balde sin ningún trabajo; debes leer, escribir, rezar, meditar o
trabajar en algo útil para los demás. Las oraciones que no se realizan con en conjunto
con otros no deben ser vistas desde el exterior, porque es mejor realizar en secreto
aquellas plegarias que son únicas para cada uno en parte. Sin embargo, tenga cuidado
de no descuidar las tareas que han de realizar en conjuntos y ser demasiado apresurado
solo para las tuyas. Pero después de haber cumplido fielmente todos los deberes que se
te han establecido, si te sobra tiempo para ti mismo, haz como te dirá tu piedad. Lea más
bien lo que te conmueve tu corazón antes de lo que distancia la mente. Si dejas a otras
personas disfrutar de su libertad, pronto te permitirán hacer lo que quieras en la tuya.
Si no te prestan mucha atención, no se aflijas, pero asegúrese de tener una buena
convivencia, con suficiente moderación, como es propio de un siervo de Dios y de un
monje piadoso. Sería mejor culparte a ti mismo para cubrir a tu hermano.
Si quieres ser respetado por otros, respeta primero tú a ellos. No es una gran cosa vivir
bien con buenas y honradas personas, porque tal convivencia le gustaría a todos, pero
vivir en paz con gente obstinada, corrupta, perturbada y opuesta en todo a ti, esta es una
gran gracia, una verdadera virtud digna de alabanza.
Cualquiera, hombre o nación, que violaría estas leyes o negaría estas enseñanzas,
incluso en un solo punto, ese hombre, o nación, se rebelan contra Dios, e
inmediatamente recibe el castigo de su fechoría. Si quieres lo que Dios quiere y lo que
quieres es útil para el prójimo, disfrutarás de una libertad interior. Un corazón puro
atraviesa el cielo y el infierno. Si hay alguna alegría en el mundo, esa alegría procede de
un corazón puro. Siempre hacer el bien y no contarlo como poco e insignificante, es
signo de un alma humilde. No anhelar el cariño de ninguna persona, significa una gran
confianza interior. Cuando no buscas testimonio por parte de otros para propio
beneficio, es signo evidente de una gran confianza en Dios.
Nunca quieras ser alabado o amado por los demás, porque esta no es procedente de
Dios, con quien nadie puede ser igual. Tampoco es bueno desear enamorar el corazón
de nadie “ni tu mismo que seas conquistado por el amor de alguien, sino solo por el de
Jesús Cristo. Si el Señor te envía problemas y castigos, recíbelos con gusto, para
siempre, porque se ha permitido todo lo que te esta pasando para tu salvación. Amén.
13. San Marcos el asceta.

Si eres un amante de la enseñanza, ama también cualquier ocasión para sacrificarte.
Pero la simple tarea de sacrificarse por los demás a veces enorgullece al hombre y le
hace más de perder por presunción que ganar por la humildad.
Los problemas que sufren las personas son casi siempre el fruto de sus propios pecados.
Pero si lo suportan pacientes, recurriendo a la oración, disfrutaremos nuevamente de las
buenas cosas.
El que quiere hacer algo, pero no lo puede hacer, la buena intención es contada por
Dios, el conocedor de los corazones, como si lo hubiera hecho. Es de entender que esto
ocurre tanto sobre las buenas como por las malas intenciones.
El pecado de muerte es un pecado de cual uno no se ha arrepentido. Incluso si un santo
en el cielo rezaría por un tal pecado, de otro, su oración no seria escuchada.
El que ha pecado, no podrá escapar de la justa recompensa por su falta sino solo a través
del arrepentimiento correspondiente con el pecado cometido. El que hace el bien y
busca una recompensa no sirve a Dios sino a su voluntad.
14. Sobre el amor.
En el momento de la tentación, no abandones tu monasterio, sino que sufre las olas de la
tentación con valentía, sobre todo contra los malos pensamientos y especialmente los de
desesperanza. Dios te esta probado por una buena causa a través de las aflicciones, y
luego obtendrás una esperanza aún mayor en Dios. Pero si abandonaras, te encontrarás
falto de valentía e inestable. Si no quieres caer del amor que te tiene Dios a ti, no dejes a
tu hermano acostarse triste por culpa tuya, ni tú acostarte tristemente contra él, sino "ir
Para reconcíliate con tu hermano "luego ven a Cristo, trayendo puro conocimiento a
través de la oración, que es el don del amor. No inclines tu oído hacia la lengua del
calumniador, ni dirige tu lengua al oído del chismoso para decir o escuchar maldades
contra tu prójimo, si no quieres caer del amor divino y ser ajeno a la vida eterna.
No chismes contra tus padres, ni alentar a quien le deshonra para no indignar al Señor
con tus obras, y te aleje de la tierra de los vivos.
Cierra la boca del que habla chismes en tus oídos, para que no cometas mayores pecado
que él por un lado de que te deleites en su pasión perdedora y por orto lado de no hacer
nada para corregirle.
Nunca golpees a uno de los hermanos, aún más siendo sin causa y sin juicio y que se
vaya dolido por tu ofensa de alguna manera, ya que tu nunca escaparas del
remordimiento de tu conciencia, (recordándolo siempre con tristeza en el momento de la
oración) y tu mente se desprenderá de la audacia divina con la cual debes orar.
No seas sospechoso, ni siquiera las personas que te mienten contra otro.
Porque aquellos que reciben mentiras, con respeto a lo que sucede voluntariamente o sin
voluntad, no conocen el camino de la paz, que conduce por el amor al conocimiento de
Dios de todos aquellos que Le ama. Todavía no tiene un amor perfecto, el que todavía
se guía según las opiniones de los demás. Por ejemplo, a uno le ama y otro le odia a uno
lo mismo una vez le amaba y ahora le odiaba, por las mismas razones.
15. Sobre la profunda oración.
Cualquier oración que se haga, o sea para petición, gracias o laúdes para su gloria,
cuando la mente llega a estados espirituales, entonces no hay más oración. Una
es la oración y otra cosa es la contemplación en el momento de la oración, aunque están
relacionados entre sí. Investigue y verá que, si la mente ha entrado en la contemplación,
no hay nada ni se pide nada en oración. Muy pocos son aquellos dignos de ser
alabados por su mucha voluntad, de llegar a la oración pura.

Los Santos Padres tenían la costumbre de llamar a todos los buenos actos y las obras
espirituales comienzos de oración. Porque aquí vemos que cuando el sacerdote está listo
a la oración, pidiendo misericordia de Dios y orando y concentrando su mente, luego
el Espíritu Santo se derrama sobre el pan y el vino que están en el Santo Altar.
Incluso en el momento de la oración, a Zacarías le apareció el ángel profetizando
el nacimiento de san Juan el Bautista. También a Pedro, cuando estaba orando en casa a
la hora sexta, se le mostró esa visión que le insto a llamar a los gentiles, cuando vio en
la sabana que descendió de los cielos y los animales que estaban en ella. Cornelio
también estaba en el momento de la oración cuando el ángel le señaló y le contó lo que
estaba escrito sobre él. ¡Qué misterio tan aterrador es este! Entonces, todas las visiones
que se revelan a los santos en el momento de la oración son reveladas.
16. Sobre los monjes
En la medida que el hombre evita hablar con otras personas, de la misma medida
cuando ora se hace digno que tenga más audacia antes Dios en su mente. En cuanto más
evita el deleite de este mundo, más digno será de disfrutar en el Espíritu Santo de su
Dios. Así como los peces sufren fuera del agua, también el corazón del monje padece la
falta de la bendición espiritual, si se mezcla y gasta el tiempo en reuniones con los
hombres del mundo. Mejor es cualquier fiel, no importa cuán malvado sea y cuánto ha
de sufrir en la vida, que un monje que padece maldades y malgasta su tiempo en
compañía de los fieles. Temeroso es para el diablo, y amado es de Dios y sus ángeles, el
monje que reza con fervor y celo día y noche buscando a Dios en su corazón, librándose
de las tentaciones del enemigo. Para el monje de puro corazón el lugar de comprensión
es dentro de sí mismo.
Nuevamente, el enojado, el amante glorioso, el codicioso, el imprudente y el envuelto
por las preocupaciones del mundo que quiere hacer su voluntad el apasionado, llevan
sus vidas en la noche y la oscuridad, y caminan sobre tinieblas, separados asimismo del
país de la vida y del mundo venidero. Ese dichoso país está otorgado al bueno, al
humilde y misericordioso, a los que purifican sus corazones. El hombre no puede ver la
belleza que hay dentro de él, hasta que no desprecia y odia toda la belleza que está más
allá de él. El hombre no puede contemplar a Dios hasta que no haya rechazado y
separado de todo lo mundano. En cuanto más la lengua elimina el inútil discurso, más
luz recibe, ya que para distinguir los pensamientos, incluso la mente más bendecida se
confunde de tanto discurso. El que es pobre en las cosas del mundo, se enriquece con la
presencia de Dios y el que ama la riqueza, será pobre del conocimiento de Dios.
Protegerse y manténgase alejado de los vagos y perezosos porque la pereza cae sobre el
hombre, y el hombre se llena de toda pasión inmunda. Quien detiene su boca de
chismorrear guarda su corazón de las pasiones. Todo el tiempo de su vida ve al Señor
(porque su pensamiento esta siempre con Dios) aparta de él a los demonios y arranca las
raíces de todos los males.
El que examina continuamente su corazón en toda su profundidad está disfrutando de
nuevos descubrimientos. Aquel que controla el estado de su mente dentro de él, ve el
rayo del Espíritu. El que se niega asimismo ve a su Maestro dentro de su corazón.
Si amas la pureza, en la que puedes ver al Maestro de todos, no juzgues a nadie ni
escuches a nadie juzgando a tu hermano. He aquí, los cielos están dentro de ti si estás
limpio, y en ti verás a los ángeles de luz juntos a su Maestro con ellos y en ellos.
El que es alabado correctamente no sufre daño alguno, pero si desea ser adulado,
entonces perderá toda su paga. El que sigue al amante de Dios se enriquecerá con los
misterios de Dios. Y el que sigue al injusto y engañoso se aparta de Dios y será odiado

por sus amigos. El hombre callado ganará en todas las cosas el orden de la humildad y
no gobernará fácilmente sobre las pasiones. A través de la meditación ininterrumpida en
Dios, vencemos las pasiones.
Como en los momentos de silencio y serenidad en el mar aparecen los delfines,
también en momentos de tranquilidad y serenidad en el mar del corazón, inalterado por
la ira los misterios y descubrimientos divinos siempre se mueven y se regocijan en él.
Amén.
17. El poder y la obra de la maldad del pecado. Como se forma y como cesa.
Mientras el hombre no rechace verdaderamente del profundo de su corazón el pecado,
no es libre siquiera del placer de cometerlo. Esta es una pelea muy poderosa, que es
Resiste al hombre hasta la sangre.
Oración:
"Señor, Tu que eres la fuente de toda ayuda. Puedes fortalecer en los momentos
aquellos que son momentos de martirio, las almas que con gusto se han comprometido
contigo, Novio celestial, y han depositado las promesas de santidad, con habilidad y
corazón limpio, sin trampa. Por lo tanto, dales poder para vencer los muros, las
fortificaciones y las fortalezas que se levantan contra la verdad, para no confundir por
causa de la reclusión, en un momento en el que se pelea entre la vida y la muerte ".
¡Cuidado hermanos que no os esforcéis! Que hay una muerte que se esconde en
ella (en la pereza). Porque aparte de ella, nada puede esclavizar al monje con placer.
En el día del juicio final Dios no nos condenará por salmos u oraciones hechas
sino porque nosotros, dejándolo, permitimos que los demonios entraran.
El que no obedezca su voluntad a la de Dios, estará sujeto al mecer de su enemigo.
Cualquier cosa buena que queramos hacer, no podemos hacerlo sin Dios, mientras
El Señor lo dice claramente en las Escrituras.
“El mundo” las Escrituras llama a las cosas materiales, y los mundanos son las que se
endúlcese con su mente a ellos. Nos instan: "¡No améis al mundo, ni al mundano!"
El deleite del cuerpo, la lujuria, las vanidades de la vida no son de Dios, sino también
del mundo.
Monje es quien apartó su mente de las cosas terrenales y por abstinencia,
por amor, cantando salmos y orando, adhiere firmemente a Dios.
Tenga en cuenta que el dolor es el resultado del placer, de mismo modo como la tristeza
es el fruto de la vanagloria.
18. San Isaac el sirio.
Si alguien se siente obligado de abandonar la sabiduría de lo mas arriba enseñado o
tentado de no respetar las promesas que deposito en los votos monásticos, rechazando la
fe, renunciando a la lucha por Cristo o incumplir cualquiera de sus mandamientos,
entonces, si no se opone con valentía en contra de estas tentaciones, se pierde y cae
inevitablemente de la verdad. Así que ignoremos con todo nuestro poder el sufrimiento
del cuerpo mientras el alma la confiamos ante Dios y en el nombre del Señor
comenzamos la lucha contra tales tentaciones.
No busque el consejo de alguien que no vive lo mismo que tu estas viviendo, por muy
sabio que sea. Pero es mejor confiar tus pensamientos a un hombre simple, que haya
probado estas experiencias, antes que a un sabio que solo teóricamente te pueda
aconsejar. ¿Cuál es la experiencia? Tener experiencia no significa salir e investigar
algo sin ser consciente a lo que te expones, pero sintiendo a través de la obra si es
cosa útil y de provecho espiritual o si tal vez por dentro está llena de perdición. Por eso
algunas personas sufren grandes daños por practicas que aparentemente son buenas y
útiles. A veces incluso el testimonio del conocimiento es engañoso y no es verdadero.

Así que tome por bueno y verdadero, aquello que sabe poner a prueba de paciencia, las
cosas de conciencia. Por lo tanto no todo el hombre es digno de creer y confiar en sus
consejos, sino solo el que lo primero supo cómo conducirse asimismo, incluso sin ser
aconsejado, y no teme el desprecio ni la calumnia de otros.
Cuando encontraras paz sin preocupaciones en tu camino, entonces es cuando hay que
temer porque te has alejado del camino correcto por el cual los pies cansados de los
santos hayan pisado. Cuanto antes entres, a medida que te acercas a la fortaleza de Dios,
que tengas como señal el hecho de que te vendrán fuertes tentaciones. Y cuanto más te
acercas a Dios y más prosperas espiritualmente, mayores serán las tentaciones contra ti.
19. La paciencia.
En todas las circunstancias y en todos los problemas, que falte la paciencia doble será el
castigo. Solo con paciencia, el hombre disipa el peligro. La paciencia es la madre del
consuelo y es un poder nacido de un corazón generoso. Cuando el hombre esta afligido
la paciencia es una poderosa virtud, que solo se recibe a través de la gracia de Dios
cuando se pide por una oración íntima, acompañada de muchas lágrimas.
Cuando Dios permite al hombre caer en problemas mayores, entonces le deja en manos
de la estrechez de su alma. Cuando esto ocurre, el hombre cae en un estado de
desánimo, a través del cual el alma se siente ahogada y recibe un espíritu mundano.
Acto siguiente el hombre pierde el juicio de su mente, de las cuales surgen
innumerables pasiones: disturbios, ira, murmullos, blasfemias, pensamientos de
rebelión, que determina al monje moverse de un monasterio a otro y otras cosas por el
estilo. Y si me preguntas cuál es la causa yo te respondo: tu pereza.
La cura es recuperar el pensamiento humilde. La humildad puede romper la valla de
estos males. La humildad debe buscarse sobre todo en la profundidad del alma. Que en
la medida de tu humildad se te da paciencia para superar cualquier obstáculo. Y en la
medida de tu paciencia se alivia la carga de tus problemas y aumenta el deseo de tu
salvación.
20. Sobre la oración.
En la próxima era venidera no rogamos a Dios simplemente para pedir algo, porque en
la Patria de la libertad, nuestra naturaleza no cambia ni es vencida por algún temor a la
oposición, sino ella es perfecta en todo. Este mundo es un viaje de necesidades y una
lucha continua para salir vencedores de este gran estadio. El tiempo de la vida es lo que
dura el partido. En cualquer país en tiempos de guerra donde todos están luchando, no
hay una ley, es decir, el Emperador no pone límites y medidas a Sus soldados hasta el
final de la guerra, cuando toda la gente se reúne frente a las puertas del Emperador y
cada uno es investigado allí, si tuvo valentía y paciencia para luchar hasta final, si no ha
sido derrotado o si por el contrario, le dio la espalda al enemigo (ha desertado).
*
Por sola la humildad, incluso si no tienes mucho de las buenas obras, tus muchos
pecados son perdonados. Pero la buena obra sin la humildad no te sirve de nada; al
contrario, muchos males nos encuentran por la vía del orgullo.
*
Entonces, te doy las gracias Señor y disfruto en mi debilidad, en problemas, en cadenas
de la prisión, en la necesidad, ya sea por mi naturaleza, o venidera por parte de mis
enemigos, tengo paciencia de soportarlo todo, es decir, soy fuerte contra mis
tentaciones, para que el poder de Dios pueda morar en mí.
*

A causa del amor por el estomago nace el desorden de los pensamientos, asimismo, por
mucho hablar y confusión de las palabras indecentes, nace la ignorancia y el trastorno
mental. Los cuidados de las cosas mundanas perturban el alma y la preocupación que
trae desequilibra la mente y la saca de quicio. Es apropiado para el monje que se ha
entregado como una tierra fértil para la obra divina, de estar, todo el tiempo, estar
siempre sin ninguna preocupación mundana para que no se le encuentre nada en
absoluto de este mundo a partir de ahora. Así, sin ninguna preocupación de las cosas de
este mundo día y noche sin cesar, pasarán en la ley del Señor. Los cuerpos obstinados
sin la purificación de la mente, son como el vientre no fértil y como unos senos secos.
Que a través de las pasiones que domina el cuerpo, el alma no puede acercarse al
conocimiento de Dios. Que solo consigue que el cuerpo se canse, pero no les importa
desarraigar las pasiones de la mente y como consecuencia no cosecharán nada.
*
No está de todo limpio (virgen) quien guarda su cuerpo sin ser conocer contacto sexual
pero el que está desgarrado hasta por ser avergonzado de sí mismo incluso cuando está
solo. Si amas la sabiduría, rechaza tus pensamientos vergonzosos relacionándote con la
sexualidad. Leer con la oración incesante y armarte contra los deseos de la naturaleza.
porque no puedes ver la limpieza de tu alma mientras estas apasionado por el deleite de
la carne.
Si eres verdaderamente misericordioso, cuando te roban no te aflijas ni hablas tampoco
de tu perdida a los demás recordando la injusticia que te hicieron.
21. Sobre la verdadera humildad
El que es verdaderamente humilde, cuando se le hace cualquier injusticia o es
calumniado, no está preocupado ni se defiende por la que fue perjudicado pero recibe
las ofensas como si fueran verdaderas y no le importa convencer a nadie de que ha sido
injustamente deshonrado, sino por el contrario está disculpándose pidiendo perdón.
Algunos de ellos se declararon culpables siendo inocentes, otros soportaron ser
llamados adúlteros o pervertidos, aunque estaban lejos de la fornicación y del fruto del
pecado, el cual no lo hicieron. Pero con lágrimas, confesaron públicamente y se
disculparon por unos actos que no habían cometido, a pesar de que ellos estaban
coronados con las virtudes de toda pureza e inocencia en sus almas, ocultando los
verdaderos culpables quienes los habían perjudicado.
¿Pero tu crees que tienes humildad? otros se culpan a sí mismos, pero tu no puedes
sufrir cuando otros te culpan, pero dices que eres humilde. Si eres humilde, prueba tu
solo en tu juicio y ve si puedes soportar la injusticia sin ser afectado.
Recuerda de cuidar bien las palabras frente al envidioso y chismoso. Porque
mientras tú estás hablando, él tuerce el sentido de tus palabras a su antojo y de las
buenas cosas que dijiste es está buscando oportunidades para hacer daño a ti y a otros.
22. Sobre el chismorreo
Cuando alguien comienza a criticar a su hermano frente a ti, muéstrale un rostro
enojado. Si procedes de esta manera, estarás protegiendo en vista de Dios y te libraras
también del chismoso. Sino en el día, cuando abras la boca para acusar a alguien, cuenta
que estarás muerto ante Dios y todos tus buenos actos hasta el momento son inútiles,
por muy buena que parezca la causa o la razón que justifica tu deseo de corregir a
alguien que fuera el motivo que te animó que hablaras. El día que este preocupado por
un hermano que es algo ignorante e impotente en hacer el bien pero inclinado para el
mal, en cuerpo o en su mente, como un mártir te puedes considerar ese día y como uno
que padece para Cristo y se hace digno dedar testimonio por El.

23, Sobre la misericordia
Cuando das algo a una persona que lo necesita, que sea mayor la alegría de tu rostro que
el regalo y en tus palabras haz que se olvide de su desgracia. Si lo haces así, la alegría
en su mente para él es mayor que el regalo recibido y la necesidad del cuerpo. Amén.
24. Guerra espiritual
Hijo, cuando quieres acercarte, para servir al Señor, prepara tu alma para las
tentaciones. Los Santos Apóstoles, aquellos que fueron trascendentes de este mundo por
el amor del Salvador y quienes, aunque eran visibles en el mundo, no estaban en el
mundo, pero fueron previstos por el Salvador a través de la palabra a Pedro:
"Simón, Simón, he aquí Satanás que pidió que os tamizara como el trigo. Y yo
Recé para que no disminuyera vuestra fe”. Entendemos de esto que la guerra invisible,
que se lleva entre el alma y el diablo, Dios lo permite mientras estamos en aquí en esta
vida. Él señor nos dio los mandamientos leyes según las cuales debemos seguir con
precisión para no perder el tiempo de la salvación y de la humildad. Porque
la fe entre los santos dice: "Abolimos las tentaciones e inmediatamente no hay nadie
quien se pueda salvar". La guerra de las tentaciones es el fuego que explica lo que
somos todos: madera, piedras, cobre, paja, lana, tierra o ceniza.
La guerra espiritual es algo así como la guerra del mundo. Tanto uno como el otro
Te separa para siempre de esta vida. Solo las tentaciones, los problemas y todo tipo de
pruebas de tal guerra invisibles logran desgastar completamente el sabor de este mundo
y nos traen de una manera a la “muerte” por este mundo, que es la completa humildad y
la condición primordial de la oración incesante.
23. Vivir según las leyes.
Aquellos que no persiguen nada más que ser felices en este mundo y no tienen ninguna
preocupación que no fuera para el placer del cuerpo, no tienen guerra con el diablo que
se los ganan sin tener ninguna oposición por parte de ellos. Mientras que solo buscan la
tranquilidad y la vana felicidad no despertaran del hechizo del enemigo, que los
mantiene enganchados en este mundo sensible que los llevan lentamente por su
descuido a una pérdida segura. Alguien dijo a respeto que la prisión más peligrosa es la
que te hace sentir bien porque nunca saldrás de ella. La guerra comienza solo con
aquellos que quieren restaurar la felicidad del cielo perdido, esforzarse
para lo cual aprenden a separarse de toda la tranquilidad y la vana felicidad de esta vida
comenzando con aprender que:
Todas las pasiones u obras contra la naturaleza vienen primero a nuestra mente, en la
parte más fina de nuestra naturaleza invisible. Aquí viene un pensamiento del mundo
que se presenta como un cebo. Si la mente, si no tiene educación o es desprevenida
del tal pensamiento ajeno, como un cordero, ve al lobo y va hacia él, creyendo que es
una oveja. El lobo por ser tan viejo y astuto, se viste en piel de oveja mientras el pobre
cordero, sin olfato al peligro, no tiene escapatoria de los colmillos del lobo hambriento.
El primer encuentro entre la mente y el demonio está en la línea del cebo, cosa que
restriega a la vista de la mente. Si la mente no presta atención al cebo, el enemigo se
queda insistiendo, lo presenta cada vez más brillante, para que sea amada y aceptada por
la mente. Este es el segundo avance de su táctica de guerra prepotente. Si logra por esta
vía abusiva que caiga en su anzuelo y robarle la mente, entonces avanzamos hacia la
unión con el consentimiento para pecar.
Pero si la mente despierta, dándose cuenta que fue robada por un pensamiento extraño
y que ahora está en otra actividad que en lo que le fue dada por naturaleza de aquellos

en los que está, tenemos la lucha del pensamiento en un momento decisivo. Ahora es
cuando la mente decidirá ir más lejos tras el cebo o ha de volver. Aquí está la continua
pelea en los momentos más importantes, la mayoría de las veces, a largo de toda la vida,
que depende de esta lucha invisible de solo unos momentos.
Si llegamos tarde levantar una oposición, puede suceder inesperadamente que estemos
sometidos por parte del deleite o los celos de cometer los actos sobre los cuales el
enemigo todavía arroja su anzuelo. Por lo tanto, hermano en Cristo, la lucha y también
la oposición contra las tentaciones debe ser muy rápido de acuerdo con la ley. He aquí
como San Marcos el asceta describe el surgimiento de la guerra invisible contra el el
cebo lanzado por Satanás ".
Desde el Antiguo Testamento, se conoce la guerra del pensamiento, de la cual David
escribe así: "La hija de Babilonia (entiendes como Satanás) la devastada,
bienaventurado el que te devuelva el pago con que nos pagaste. Bienaventurado será el
que tome y estrelle tus pequeños contra la peña. Los pensamientos del maligno, sus
vislumbres, sus ídolos (sus ideas fijas), sus cebos, estos son las hijas del demonio como
los llama San Máximo y la peña es Cristo, la fe en él, el fundamento de la ciudad del
alma, la piedra del ángulo, al que los constructores de la época no le prestaron atención.
No hay salvación por parte de otro dios, porque no hay otro nombre que conozcamos
bajo el cielo por lo cual los hombres pueden salvarse, asimismo. Contra esta piedra, que
es Jesús Cristo, debemos golpear a las hijas de babilonia. Porque quien caerá sobre
esta piedra se partirá y a quien le caiga encima, le destruirá.: "El nombre de Jesús
Cristo, es el arma más fuerte, en el cielo y en la tierra,
El cielo es la mente y la tierra es el corazón en el que se debe rezar continuamente la
oración del santo nombre: "Señor Jesús Cristo, Hijo de Dios, ten piedad de mí, el
pecador ", girando como un arma siempre extendida contra el enemigo.
El tiempo de la batalla tiene un gran momento de incertidumbre, de modo que, si la
mente no recuerda con fe la oración del "Señor Jesús, ten misericordia..." entonces
sucede que la mente inclina por el cebo del enemigo. Aquí está el límite entre la lucha
por la ley y la caída en la iniquidad. La mente caída al borde de la trasgresión, da su
consentimiento a la voluntad, sobre cual el malvado todavía arroja su letal tentación.
La voluntad siempre decide primero según le dicta la mente y nunca antes.
Dios nos ha dado el regalo de la libertad de la voluntad, el libre albedrío como un gran
honor, y a través de el podemos alcanzar la deificación. El motivo principal por lo cual
todos los esfuerzos para liberar el alma de los poderes de las pasiones en contra de
nuestra naturaleza, conduce de hecho a la recuperación de la libertad, de hijos de Dios e
hijos de la verdad, que libera a los que viven en la verdad fuera de la mentira, cuyo
padre es el mismo Satanás. A través del don de la libertad de la voluntad, tenemos que
transfigurarnos de la imagen de Dios a la semejanza. Para restauración del hombre a su
origen inicial, Jesús Cristo vino entre nosotros y desde entonces con cada generación
se esfuerza liberar nuestro libre albedrío sometido a cadenas extrañas, pero nosotros, a
través de las pasiones nuevamente nos rendimos a cadenas aún más pesadas. El amor
inclina la libertad como si fuera en una bascula.
Entonces, si la mente amará el intruso “cebo” inclinará su libre albedrío hacia los
consejos astutos, y la compañía y el asesoramiento extranjero. Así es como se abre una
grieta en la fortaleza que poco a poco se convierte en una puerta abierta para el
enemigo, que esperaba escondido afuera. De pronto se instala la triste desolación en la
fortaleza del alma y a continuación cometiendo el pecado de hecho, repitiéndolo tantas
veces hasta que llegue ser un hábito. Se crea una dependencia pasional y corporal del
hombre, hasta el punto de la impotencia de resistirse, o de no querer oponerse en contra

de la dichosa pasión. Así es como sucede que el hábito en contra de su naturaleza se está
haciendo para el hombre como la nueva naturaleza de la iniquidad o la ley del pecado.
Sin embargo, el hombre debilitando de sus poderes, se da cuenta de que está esclavizado
por el enemigo, por lo que una vez las “hijas de Babilonia “eran pequeñas que se las
tomaban en broma, ahora son poderosas y él siente cómo le esta debilitando, y a causa
del mucho pecado, se extinguió la fuerza de su voluntad de enfrentarse en su contra.
Cuando tenía plenos poderes, no escuchaba la voz interior de la buena conciencia, y
ahora que ya no la tiene, le gustaría devolvérselo a Dios, pero ya no puede. Todo el
vigor de la juventud se le da a quien no debería, y ahora su deteriorada vejez busca
ofrecérselo a Dios. ¡Vaya cuenta ¡
Pero a veces Dios recibe hasta los restos y pedazos, pero solo si todavía queda
suficiente poder para la última pelea, más dura que la primera, que se disputa entre la
vida y la muerte. Pero el enemigo que se destruye las almas a través de las pasiones,
cuando se entera de que la mente es impulsada por el grito de la buena conciencia,
quiere rebelarse contra su esclavo y aplasta con gran dureza, demostrando al alma de
que es inútil su arrepentimiento y no tiene escapatoria. Y como castigo de que el alma
se ha atrevido a semejante intento de escapar a sus garras, el diablo intenta encadenarle
a un torturador más poderoso: el espíritu de la desesperanza.
Debemos mencionar que cada una de las pasiones capitales pueden conducir a la vuelta
para la reconstrucción del camino que lleva a Dios, excepto la último que no tiene
escapatoria: el suicidó, o la locura, o incluso la posesión del diablo. Por ejemplo: ¡la
codicia de la riqueza, la codicia del poder y el orgullo que a muchos les ha determinado
suicidarse! ¿Las enfermedades por las perversidades sexuales, a cuantos no les
determinaron poner fin a sus vidas? ¿Quién, entre los borrachos, adictos a las drogas o
al tabaco terminaron bien porque nunca quisieron abandonar su pasión? La pereza
también puede volverte loco cuando se ve amenazada. ¿De dónde vino toda esta
desesperación? Esta tragedia surgió en un momento cuando Dios estaba ausente en su
mente, en un momento cuando el enemigo lanzó en su garganta la caña del infierno con
un cebo sensible del mundo de aquí envuelto en su anzuelo. El demonio seduce con el
cebo del placer a todo el hombre apostando más por la pasión hacia la cual él hombre
tiene un punto de partida más alto: el inclinado hacia el deleite del cuerpo le seduce con
la lujuria, al que esta inclinado a los pensamientos, con la sabiduría de este mundo que
a muchos les han alejado de Dios y a muy pocos les han hecho de volver, hasta por
aquellos que son ansiosos de la Palabra de Dios, los tantán con la misma Biblia, que
hoy en día, es una realidad que hay muchas sectas todos de ellos viajando hacia en el
infierno con la Biblia bajo su brazo. Todos los que caminan en busca de cualquier tipo
de placer, no escaparán del peligro, porque bajo cualquier placer se enrosca una
serpiente.
24. San Teofilacto de Bulgaria. La caridad.
"Si alguien no quiere trabajar, entonces tampoco debería comer". Pero a causa de esta
condición no renuncien de hacer el bien el uno al otro. No les consideren enemigos a los
no rentables u perezosos, sino como unos hermanos aconsejarlos con delicadeza, que
puedan cambiar y dejar su pereza, sin desafiarles, ni confrontarles, porque de otra
manera les compadecerías (humillareis) en lugar de que vuestra ayuda sea de buen
provecho para su cuerpo y alma. Porque el que aconseja a su hermano no publica su
antojo antes los demás , pero especialmente a solas, lo aconseja con gentil hermandad y
amor, cómo corregirse. Los cristianos no deben afligirse ni que les duela el corazón, en
hacer misericordia y caridad con los pobres, vagos o perezosos sino porque estos

infringen la ley de Dios y esto sea lo que les determine llorar, que son impíos, sufren y
son enfermos con el alma e impotentes. Que escuchen estas palabras todos aquellos que
no hacen misericordia a los pobres, a los que no trabajan, sino al contrario los agravian
y les echan fuera incluso tirándoles piedras. ¿Pero que haces hombre? ... es para ti
aquel pobre hombre, es decir, para sanar las heridas de tu alma, con el mejor
medicamento del amor hacia los hombres con la poca ayuda y misericordia que le das.
Pero tú ¿le arrojas fuera de tu casa tirándole piedras o haciéndole reproches? ¡Cuán
poco respeto y que poca vergüenza! ¡Qué ignorante y que falto de amor puede ser uno
por un acto de este tipo!
El Señor de la paz les bendiga con paz en todo. Porque la paz esto es todo lo que los
cristianos necesitan, de forma que teniendo la paz, nos dirigiremos a aquellos
necesitados mas fácil para ofrecer nuestra ayuda, ya que ninguna cosa no ayuda mas
que la paz cuando vayamos hacia nuestro prójimo con palabras tranquilas e
imperturbables, que no parezca nuestra intención de enfrentar a los hermanos cuando
se equivocan. Que el Señor esté con todos nosotros.
Capítulo 3: las deficiencias espirituales de los principiantes.
1. Tendencias de las vanidades
Los arrogantes más bien, quieren ser los maestros de otros y dar lecciones en lugar de
recibir. Ellos condenan en sus corazones a todos aquellos que no entienden la fe a su
manera y con este sentimiento, no tardan en revelarlo con palabras que parece ser
escuchar al fariseo que presume por sus actos antes Dios alabándose a sí mismo y no
glorificar al Señor. También suele compararse en cualquier ocasión con los demás
presentes al igual que el fariseo lo hizo con el publicano a cuál le despreciaba. Eso es
una señal clara de servir a la voluntad del diablo que conducen al alma hacia orgullo y
la soberbia. Estas actitudes no sirven de nada y no son de ningún beneficio para los
principiantes. A esta altura ya no pueden sufrirse uno al otro, pero si se descubre que
otra burla a su vecino, se asocia con gusto apoyando las críticas e insultos del otro.
¡Verán la paja en los ojos de su hermano, pero la viga de sus propios ojos no lo ve!
Colarán el mosquito de los demás, pero tragarán el camello.
No les gustan los padres espirituales que no los elogian por sus obras y no aprecian su
buen trabajo porque tales aprendices solo buscan ser adulados y alabados en todo lo que
hacen. Intenta convencer a los demás de que ellos tienen un espíritu perfecto y la
verdadera piedad y fervor. Incluso terminan sin confesar sus pecados para no levantar
sombras de sospecha sobre su distinción y seguir adelante con los errores y de este
modo hacerlos aun más pesados. Evitarán tanto como tocar fuego reconocer los méritos
de los demás, pero no les desagrada que se les reconozca sus actos y que les valoren a
ellos. A veces van por allí incluso para pedirlo. Los más principiantes pocas veces se
deshacen de alguna de estas debilidades.
2. Inclinación hacia intereses espirituales.
Lloran cuando no son alentados y no reciben las comodidades que les esperaban por
parte del padre espiritual o del prójimo. Buscan jactarse de consejos y enseñanzas
espirituales. Adoran leer la mayor parte del tiempo, pero no tienen tiempo para cumplir
con el trabajo que es su primer deber.
3. Inclinación hacia la ira
Siempre tienen una mala disposición. Cumplen su deber solo superficial.

Se molesta por todas las cosas insignificantes que a veces se vuelven insufribles.
Culpa los errores del prójimo y esta siempre a tanto de cotillear a los demás.
Esta bien anclado en juzgar a los otros tanto como si nadie mas que el tuviera el derecho
a la virtud.
4. Inclinación por la avaricia espiritual
Se cansan en exagerados cánones espirituales y se pasan con las ayunas fuera de la
orden religiosa. Huyen de los que les instan a respetar los ayunos según este ordenado
por la iglesia. No tienen el buen conocimiento del libre albedrío y trabajan en contra de
los mandamientos. Prefieren antes un canon corporal más que un canon de un juicio
razonable. Tienen una falta de obediencia a su padre espiritual. Presumen de cosas que
han logrado pero que no vienen al cuento. Tales discípulos son alentados por el diablo
para proceder de esta manera. Buscan arrebatar consejeros como a ellos les gustarían.
En caso de que sean rechazados, se enojan como si fueran niños. Todo lo que hacen, lo
hacen superficial porque están convencidos de que si no trabajan como les plazca, no
puede ser de buen agrado ante el Señor. A veces comulgan sin la aprobación del padre
espiritual que le confiesa.
5. Inclinación para rivalidad y el mundo.
El bien espiritual de su prójimo resalta en sus ojos y sufre cuando escucha que alguien
es apreciado. La virtud de otro le entristece, pero si tiene la ocasión, le criticara y
perseguirá con el propósito de esparcir los elogios como sea posible porque él quiere ser
siempre el primero en todo.
6. Los enemigos del hombre espiritual: el mundo, el cuerpo, el demonio.
Estos tres enemigos del hombre ciertamente se cruzan en su camino espiritual.
Los buenos y verdaderos monjes se diferencian de los otros claramente a través de su
humildad. No tienen en cuenta sus pertenencias personales y no ponen mucho precio
por ellos. Mientras que los buenos con respeto hacia los demás, todos le parecen
mejores y se consideran estar por debajo de yodos. En todos los asuntos gobierna la
humildad. En cuanto más trabajan, menos consideran lo que han logrado.
El único deseo vivo que tienen es de ser de agrado a Dios y no de la gente.
Todo lo que sufren por Dios le parece igual a nada. Son felices cuando otros los ignoran
o les critican sus obras. Cuando alguien los ensalza, se sorprenden mucho.
No quiero nada más que aprender solo lo que les es útil. Los humildes no suelen a
enseñar nada a nadie.
7. La paz.
La paz se consigue mas bien en la soledad, lejos de cualquier cuidado de la vida, para
que el hombre pueda mantenerse en oraciones alejado de las personas y a salvo del
"rugido del león que busca a quien para tragarse, "en las reuniones y las preocupaciones
que ofrece el mundo. Deben tener un solo cuidado, cómo agradar más a Dios y hacer
que su alma se salve en la hora de la muerte y descubrir, con toda la diligencia, las
astutas exhortaciones de los demonios para descubrir y ve sus errores que son muchos
como arena en el mar. Sabiendo y haciendo esto, el hombre se arrepienta y llora, pero
le consuela Dios.
8. El ayuno.
Ayunar o comer una vez al día (sin hartarse). La comida debe ser un solo plato al
cocinado con ingredientes insignificantes que se encuentran sin mucho esfuerzo y sin

dolores de cabeza de los que no codicia el alma. Comer algo con moderación todos los
días. El vino es útil cuando se alcanza la vejez, a veces por el frío y entonces solo un
poco. En la juventud, por la salud el agua es mejor, pero también poca, porque la sed es
preferible antes que los deseos de la carne.
9. La vigilia
Es bueno usar la mitad de la noche para dormir y la otra mitad para salmodiar y para la
oración, para los suspiros y lágrimas, como a través del ayuno y la vigilia con buena
medida, someter al alma y el cuerpo para estar listo en todas las cosas buenas, el alma
para ser iluminada – el cuerpo para hacer las obras correctas.
10. Los Salmos.
La oración corporal es a través de salmos de rodillas para desgarrar el cuerpo de las
pasiones y hacer humilde el alma, para ahuyentar nuestros enemigos, los demonios y
que puedan acercarse de nosotros los Ángeles, así conocer de quien recibimos la ayuda.
11. La oración
La oración espiritual debe ser hecha a través de la mente, evitando todo el pensamiento
ajeno a la oración. Mantenga la mente centrada en las palabras luego cayendo ante Dios
con un corazón humilde y contrito, debes pedir solamente que se haga la voluntad del
Altísimo en todos los hechos, sin aceptar otras sensaciones, formas, imágenes o
pensamientos externos, sino meditar solo en la oración hacia Dios porque esta es la
oración pura, que el un corazón humilde debe tener.
12. La lectura espiritual.
Sirven para aprender de las divinas Escrituras y de la vida de los santos padres cómo
vencer las pasiones y adquirir las virtudes. La lectura es un medio para llenar la mente
con las palabras del Espíritu Santo y olvidar los malos pensamientos y las palabras
rutinarias que se escucha al estar fuera de la habitación donde rezamos.
El que quiera aprender el conocimiento de Dios no debe hacerlo solo con el oído.
Porque una cosa es escuchar y otra cosa es hacer con la obra. El conocimiento espiritual
no surge solo meditándolo, sino es dado según la Gracia de Dios, a los humildes y de
buen corazón. El que lee Las Sagradas escrituras según le dicta su conciencia, tal vez las
conozca en parte, no es algo sorprendente, especialmente si es un erudito. Pero uno
como este no obtiene el verdadero conocimiento de Dios sino que primero antes de todo
debe escuchar las palabras de aquellos que tienen el conocimiento de Dios: profetas,
apóstoles, santos padres y sacerdotes.
13. La pregunta es el modo de evitar el engaño.
Por cada palabra u obra debe preguntar todo el quien está en el camino de la perfección,
para salir fuera de dudas, y no por propio placer, para comprender y no hacer algo en
lugar de otra cosa, deambular y caer en la confianza de sí mismo, imaginando que sabe
cómo es correcto, sin saber nada en realidad, como dice el apóstol. El monje debe tener
paciencia en todo lo que viene sobre él, todo lo que Dios desea y permite que le
ocurrirse para que el aprenda, investigue y tenga conocimiento de su debilidad.
Que no sean audaz y que no pierda la esperanza en ninguna mala ocasión que tiene que
afrontar. Es un deber mantenerse alejado de cada sueño, cada palabra y cualquier cosa
relacionada con el mundo sin olvidar cual es el propósito de su vida, y pensar en el
nombre de Dios, con más frecuencia de lo que se respira en todo el lugar y trabajo,
luego caer antes Él desde el profundo de su alma, sacando de su mente todas las

preocupaciones mundanas para hacer solo la voluntad de Dios. Entonces la mente
comienza ver sus propios errores tantas como la arena del mar, y este es el comienzo de
la iluminación del alma y la recuperación de su salud. Luego comienza a comprender y
cumplir con los mandamientos de Dios y sus errores. de
luego guarda los mandamientos con pleno conocimiento, desde el primero hasta el
último, porque también El Señor los ha puesto como en una escalera que no se puede
saltar alguna para para alcanzar a otra, sino debe avanzar del primero al segundo y así
sucesivamente, camino a la perfección que convierte al hombre en Dios, a través de la
Gracia de Aquel que se da a aquellos que (corren) eligen
cumplir sus mandamientos. Ninguna otra criatura o ser vivo no han incumplido nunca
con la voluntad de Dios, excepto solo la naturaleza humana, que a pesar de muchos
beneficios que Dios por su infinita caridad le ha dado, ha enojado y sigue indignar
continuamente a Dios.
14. La misericordia
Misericordioso es el que tiene misericordia del prójimo y comparte de lo que ha
recibido el mismo de Dios, ya sea dinero, o comida, o una buena palabra, una oración o
cualquier cosa para consolar a quien lo necesite, considerando tal actitud como un
deber. Los pobres necesitados pueden seguir con su vida de acuerdo con su poder sin
ser compadecidos por los otros, pero los otros aun que no les falte nada no puede vivir y
salvarse asimismo ignorando a los pobres.
La misericordia perfecta es la que Cristo nos mostró, soportando la muerte.
por nosotros, poniéndonos como ejemplo para que nosotros también nos sacrifiquemos
para los demás, y no solo para los amigos y familiares, pero incluso para los enemigos
cuando el momento lo requiere.
15. ¿Qué quiere Dios de nosotros?
Hasta el juicio final, la salvación se puede obtener en cualquier lugar; en los campos
de batalla como los héroes, o viviendo entre los más pecadores al igual que Lot en
Sodoma, e incluso se puede adquirir en el infierno con la ayuda de los vivos que rezan
por sus queridos difuntos. Pero del mismo modo la salvación se puede perder en
cualquier lugar, en el monasterio o iglesia, en el conjunto de los santos apóstoles como
paso con Judas Iscariote y también en los cielos al igual que los ángeles caídos que
perdieron el paraíso. El buen ladrón, crucificado por sus indignos actos, desde la cruz
fue el primer hombre que entro en el paraíso y Lucifer el primero entre los arcángeles
como un rayo cayó desde el cielo. El ciego de nacimiento cobra la vista
y ve a Dios y habló con El, pero los fariseos del templo perdieron su visión diciendo
que Jesús Cristo es un pecador y es poseído por un demonio. Reclamaban una señal del
cielo para creer en Jesús Cristo, pero querían matar a Lázaro resucitado el cuarto día de
los muertos. La ceguera de la maldad, oponiéndose siempre a la verdad, no tiene
remedio, pero tiene una condena. El señor Jesús a veces enfrentando la injustificada ira
de los fariseos, les dijo que los publícanos y los pecadores entraran antes que ellos en el
Reino de los Cielos, y que dichosa alegría conmoverá el Cielo, incluso por solo un
pecaminoso cuando se arrepiente y será creyente.
Este regreso busca Dios conseguir de nosotros, pero esto no puede cumplirse sin que
nosotros seamos participes al deseo de salvación. Es por eso que El Señor nos llama a
través de todo tipo de problemas, y formas de sufrimiento, incluso si es necesario, nos
habla con el cañón. Lo que Dios persigue a toda costa es nuestra salvación o retorno
espiritual hacia Él y el Hogar de origen donde tenemos el anhelo y nuestra raíz. Pero,
los hombres ciegos, atados en la ignorancia, cortos de mente y débiles en la fe, siguen

con su vida terrenal donde todas sus penas son a causa de sus pasiones del cuerpo.
(Sabiduría de Jesús Sirah 41, 14). Mientras perdura esta forma de vida, las personas
serán mezcladas: los del Nuevo Testamento, los hijos de la Gracia, con aquellos del
Antiguo Testamento, que solo los miedos a la ley todavía los tienen en buena orden con
la ley y por ultimo las personas que no pertenecen a ningún testamento los no creyentes,
las personas sin ley, sin posibilidades, considerados como hijos del malvado.
"El alma que tiende por las buenas y bellas causas inclina hacia la gracia de Dios,
siendo guiado por la Providencia a través de las razones de la sabiduría. Y el que no esta
enamorado de las buenas metas es sacado por el pecado y por La justicia Divina, en
contra de su voluntad a través de diferentes modos de castigo. El primero, es decir, el
amante de Dios, es Deificado por la Providencia, el segundo, el amante de la materia, es
detenido por el Juzgado para ser sentenciado a condena eterna.
En conclusión, hasta que no alcancemos la misma visión con Dios sobre nuestra vida
terrenal, tanto como sobre la otra venidera, desde el otro mundo, no tendremos paz en
el alma, ni unos con los otros tampoco, no tendremos salud en nuestro cuerpo, ni buena
disposición en la sociedad. Debemos obedecer a la sabiduría omnisciente de Dios,
quien, observa nuestra conducta en todo lo que hacemos, en cuanto accedemos con
humildad su voluntad sea la que El nos proporcione, entonces recibimos la paz interior
de nuestra alma. Porque Él es el Maestro de la vida y la muerte, de Él escucha toda la
creación y el infierno le teme, por su mandamiento los demonios obedecen incluso al
Satanás. "Todos los habitantes de la tierra son coño la nada delante de él; Hace lo que le
plazca con la hueste del cielo y con los habitantes de la tierra, ya nadie puede oponerse a
su voluntad, ni decirle: ¿Qué estás haciendo? " (Daniel 4:32).
Cuando quiso salvar a Adán junto a todos los justos, El los sacó del infierno de mismo
modo puede sacar de las garras de la muerte a quien quisiera El. Por eso dijeron los
santos Padres, consolando a la gente: "Si fueras tan pecaminoso como un demonio, pero
no te desesperes y no dudes del poder de Dios" porque cualquiera que esté en peligro de
muerte invocará el nombre del Señor salvara su alma, porque en lo que la muerte lo
encontrará habrá de ser juzgado para siempre. He aquí el motivo por qué debemos estar
siempre en arrepentimiento, al conocer el día de nuestro fin, para ser considerados
herederos del reino venidero. Amén.
16. La hora del peligro
Mucha gente, sin embargo, ni siquiera se preocupa del llamamiento de estas palabras,
no importa cuán evidentes lo fueran, incluso experimentadlo y viéndolo por si mismos a
través de sus ojos. Si no aún después de tan contundentes llamadas, padeciendo en la
vida por su propia piel de si las personas no vuelven hacia Dios, la vida comienza a
estar en un peligro angustioso: se avecina la muerte y se agota el tiempo de la última
llamada al arrepentimiento. La vida la tenemos de Dios: a través de Él vivimos, nos
movemos y somos lo que somos (Hechos 17, 28). Es decir, Dios es la fuente, el
propósito y destino que sostiene nuestras vidas. Si vamos confiados por ese camino,
tenemos la vida venidera asegurada por Dios, y si no la seguimos según Sus
mandamientos liando nuestras vidas con todas las transgresiones que ensucian tanto
nuestro cuerpo y el alma, entonces Dios, a causa de nuestra conducta equivocada - se
deshace de nuestras vidas. Sin embargo, nunca lo hace inmediatamente después del
error, sino con paciencia tolera un tiempo las trasgresiones de su hijo pródigo,
esperándole hasta al final en la esperanza que el mismo también deseé su salvación.
La muerte la tenemos por parte del asesino Diablo. Entonces, cuando la gente es
sometida completamente a la voluntad de los demonios, sus vidas están en peligro y

ponen en peligro a otros también. Si el corazón es adicto y esclavo a este mundo por
satisfacer los deseos del cuerpo, aquellos contra la naturaleza, su mente turbada, no
distingue más entre la verdad y el engaño; entonces Dios se aleja de su mente, corazón
y voluntad y el hombre dominado por las pasiones termina queriendo no saber más
acerca de Dios y así es como llega la sentencia de la muerte y el desastroso final,. Que
es la muerte del alma nominada como ateísmo, o la incredulidad,
Al principio la gente vivía más. "Todos los días de Matusalén fueron 969 años luego
murió. "(Hechos 5:27) Con el paso del tiempo, la gente se multiplicó
la tierra, también la corrupción, la contaminación con el pecado se ha multiplicado,
porque solo viven para placer del cuerpo. Y Dios dijo: "Mi Espíritu no morará para
siempre en estos hombres, porque no es más que carne, por lo que sus días serán solo
120 años "(Hechos 6, 3). Y después con el paso del tiempo por el aumento de la
iniquidad entre los hombres David dice: "Todos los días de nuestras vidas, son unos
setenta, u ochenta, si hay vigor; lo que es mas de estos la mayor parte trabajo y
vanidad, cansancio y dolor "(Salmo 89:10). Ese fue el caso de los viejos tiempos. Hoy,
en día hay multitud de enfermedades y la multitud de guerras han acortado aún más la
vida de las personas. Ya no estamos bajo el reino de la antigua ley, sino en el reino de la
gracia logrado por el sacrificio del Salvador Cristo en virtud de nuestra salvación. Pero
si el pobre hombre está en contra de sí mismo y de Jesús Cristo por causa de la
injusticia y adicción a las pasiones, él cae de la gracia de Dios bajo la ley, y se aferra al
castigo de la muerte horrible, que llega a través de guerras y desgracias, asi como lo
establece la ley: El que hiere a su padre o su madre será ejecutado (Éxodo 21:15).
El que lastimará a su padre o su madre será ejecutado (Éxodo 21, 17).
Quien no escucha a los sacerdotes, uno así debe morir. (Deuteronomio 17:12)
Así que guarden el día de descanso, porque es sagrado para vosotros. El que la
contaminará por su voluntad o que haga alguna obra cualquiera, esa alma se apartará de
Mi pueblo. El que trabaja en el día de descanso será ejecutado (Éxodo 31:15). (Éxodo
31, 14). ¡No hagas daño a ninguna viuda y a ningún huérfano! Si les harás daño y ellos
claman a mí, no dejaré de oír su clamor, se encenderá mi ira y os mataré a
espada; Vuestras mujeres quedarán viudas y vuestros hijos huérfanos.
Pero si un hombre mata consciente y engañosamente a su vecino, que sea matado.
Quien saque la espada, la espada morirá y perecerá (Mateo 26:52).
Aquellos que toman con indignidad y roban la Sagrada Comunión, todavía se hacen.
culpables de muerte. San Pablo todavía dice de ellos: "Muchos de vosotros sois débiles
y enfermos y buena parte de ellos mueren "(I Corintios 11:30).
Todos los que a sabiendas hacen tales cosas sin arrepentirse morirán en
sus transgresiones, con muertes horribles. Porque: "El fuego y el granizo, el hambre y la
muerte, los dientes de las bestias, las serpientes, la espada de los enemigos, todo esto
para castigo y la destrucción de los incrédulos están hechos ".
El primero en robar la Sagrada Comunión fue Judas, el hijo de la perdición, quien se
ahorco y cayó de la horca, partiéndose su cabeza, así reciñendo el pago por todas las
iniquidades. Estas son las cosas que necesitamos eliminar de nosotros mismos porque
traen la hora de nuestra muerte y la espada invisible que cuelga sobre nuestra vida.
Así en lugar de corregir nuestros errores por lo cual Dios nos da algún tiempo de
enfermedades o problemas, sin embargo, nos volvemos con la mente en contra de la
voluntad de Dios y sucede que, cumpliendo con la medida de las transgresiones, la
espada cae y se aferra sobre nuestra cabeza, que hace tiempo perdió el buen
conocimiento.

17. La más alta sabiduría con respeto a la muerte.
Cuando las personas ya no responden al llamado del amor de Dios, se encuentran
con la austeridad de Su justicia cuando, por el castigo de la maldad, permite las
guerras. Entonces la vida de todos corre peligro de muerte, tanto a los que están
en casa como los que están en el servicio militar.
Examinemos, entre los límites permitidos, las causas de las guerras, que a
muchos les lavan las transgresiones con sus lágrimas. Consideramos como punto
de partida la voluntad de Dios, que busca salvar a todos los hombres para vivir la
verdad y llegar al conocimiento de Dios.
Por lo tanto, el misericordioso Dios, para atraer a los ignorantes quizás siendo
buena gente, solo con la ayuda de algún peligro, les puede convencer también
para desear lo que Dios quiere, es decir, la salvación, lo único realmente de
necesidad para toda el alma. El segundo pensamiento de gran ayuda para
cualquiera es la recepción anticipada de lo que Dios considera bueno para cada
uno de nosotros y nos hace regocijarnos en su decisión, incluso si no la
entendemos. El tercer pensamiento es que en sufrimientos inevitables que nadie
los anhela, todos los santos padres salvaron sus almas; de mismo modo con los
sufrimientos de las guerras, se salvan mucho más en los campos de batalla que
los que están en sus casas. Comúnmente, el mundo piensa que los malvados
mueren en las guerras y los buenos se escapan. Es posible pero no es
así, porque únicamente Dios conoce y tiene en cuenta a cada uno. Uno de los
santos dijo: "Yo soy entre las cabras; pero las ovejas solo Dios sabe y las
conoce". Luego Dios sabe, y según Él que todo lo sabe, también así actúa, de
manera que, si la vida de alguien es más útil para su salvación la conserva, o por
lo contrario mejor abandona y pasa a la venidera. Entonces Dios, El
Todopoderoso, utiliza a los malvados, los incrédulos, los que no tienen ningún
Dios, e incluso hace uso de los demonios, para que a través de ellos traiga a la
salvación, a aquellos que quieren de todo su corazón ser salvados y merecen
recibir la salvación.
De costumbre alguien está cargado de pecados, según se ha dicho antes por sus
tres "amigos" (el cuerpo diablo y el mundo) y alcanza un estado de angustia y
gran necesidad. Los inconvenientes, los disgustos y las preocupaciones desgastan
su cuerpo, afina la mente y así encuentra a Dios como su única salida y posible
escape de la angustia. Ahora reza por la primera vez, y tal vez como nunca.
Entonces, con motivo aterrador de la muerte que peligraba su vida, Dios en su
omnisciencia, al verlo encabezar el camino correcto para todos los días restantes
de su vida, que aún le quedaba de vivir - si hubiera sido bueno - de una manera
invisible y maravillosa, le salva de una muerte segura. Pero si él Señor lo sabe,
que más tarde se arrepentirá aún más, a lo mejor permitirá a través de dificultades
cada vez más graves, en las cuales Él mismo ayudándole en cada una de ellas,
porque los problemas eliminan todas las manchas de pecado de nuestra prenda
invisible para que luego la quita de mas sufrimiento, ya sea en la vida de mas allá
sin cuerpo, o convirtiéndolo, a un hombre sabio en la vida terrenal.
Pero aquellos que han olvidado el bien recibido y volverán otra vez al mal de
antes , incumpliendo la promesa que hicieron en el tiempo más critico , algunos
les despiden de la vida, en un momento que, según la ciencia de Dios, han

llegado al mejor arrepentimiento de sus vidas, para que pueda pasar y ser
protegidos para siempre. Estos son recibidos de Dios más rápido para la
salvación, ya sea con poco arrepentimiento, para que no se condenara luego si
viviera más tiempo y continuara con la vida pecaminosa de antes.
Todos aquellos que han sufrido, han ganado fuerza y firmeza para bien de ellos y
para bien de otros. Dios sabe que a través de ellos obtendría la salvación de otros
entonces les ayudan para volver a sus casas. Si de alguna manera, volvían a caer
en la maldad y en la acumulación de pecados, los llaman de nuevo a la “antigua”
escuela. Es así como Dios lo hace tantas veces como sea necesario y con todos
los que lo necesita.
Con los malvados sin retorno, según la infinita ciencia de Dios, entre otros
misterios desconocidos, Dios también tiene estos dos recursos: se los lleva a toda
prisa, de una manera espantosa, para que no pudieran multiplicar el mal y que su
condena sea más ligera; o que por su maldad quiere recompensar, expiar,
regresar o salvar a algunos de los que están en su casa sufriéndolo que, si no
fuera por el sufrimiento, el buen consejo de otros y el arrepentimiento no llegaría
a ellos. El tercer tipo de personas, los buenos, a través del santo don de Dios, son
sacados de las vanidades de esta vida, ya sea sabiendo que él caería más tarde,
atendiendo sus manos en fechorías, y por eso dificultan o pierden su salvación, o
tal vez les guste a Dios que les ha puso a prueba y les encontró dignos, según esta
escrito:
1. Las almas de los justos están en la mano de Dios, y no les tocará el castigo
eterno.
2. A los incrédulos se les han figurado que los justos están muertos por completo
y su partida de este mundo es un gran castigo,
3. Incluso si frente a las personas soportaron grandes trabas, sus esperanzas
siguen estando llenas de inmortalidad.
5. Siendo un poco castigados en este mundo, recibirán una gran recompensa,
porque Dios los han probado y los encontraron dignos.
6. Los elegidos resplandecerán como el oro en día del juicio final.
Si hay algunos imperdonables sin cura que no les pasa nada ni tienen dificultades
algunas con la gente, debe ser por haber sido rechazados de Dios y haber
permitido crecerse en maldades, que le conducen a la condena eterna, como se
dijo sobre el triste final de Saúl.
Un misterio de Dios es esto también: El Señor no castiga toda la maldad de los
pecaminosos aquí e inmediatamente; ni glorifica la bondad de los creyentes, aquí
y por lo pronto. Porque si lo hiciera de este modo, entonces la gente haría el bien
por el miedo; la salvación sería una obligación, y no un hecho de libertad y amor.
Entonces, si castigara rápidamente todo el mal, Dios tendría aparentemente
miedo, seria impotente en medida humana, o como mucho angelical, y nos daría
a entender que teme al mal y defiende su dominio, como suele hacerlo los
gobernantes de este mundo frente las amenazas. Es precisamente eso que Dios
permite las maldades a los infames y deja a los hombres sin conocer el miedo al
terrible castigo, una clara señal de Su omnipotencia, eternamente silenciosa sobre
el mal, omnipotencia bajo cuya protección, en virtud de la fe, nos fortalece con

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