El documento resume la evolución histórica del urbanismo desde tres perspectivas: el urbanismo estético durante el Renacimiento que se enfocaba en la simetría y belleza de las ciudades, el urbanismo científico que buscaba fundamentar la ciudad como una disciplina autónoma basada en la racionalidad y conocimiento sistemático, y el urbanismo social que consideraba la ciudad como un medio de transformación política, social y económica para mejorar las comunidades.