HISTORIA, HISTORIA UNIVERSAL, HISTORIA MUNDIAL, HISTORIA DE AMERICA, HISTORIA DEL PERU, CIENCIAS SOCIALES, LETRAS, HUMANIDADES, HISTORIA ANTIGUA, CULTURAS PREHISPANICAS, CULTURAS DEL PERU, INCANATO, EPOCA INCAICA, LOS INCAS, HISTORIA INCAICA, EL TAHUANTINSUYO,
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Diapositivas hechas por Prof. Juan Vicente Díaz Peña. Diapositivas 21, 22 eliminadas del original porque no entraban los enlaces y a la 23 se le agregó un enlace del programa Sucedió en el Perú que habla de Ricardo Palma
Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3.pdfsandradianelly
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2. COMPETENCIA DESEMPEÑOS
PRÒPOSITO ACTITUDES (ENFOQUES
TRANSVERSALES)
Lee diversos tipos
de textos en su
lengua materna
Identifica información
explicita, relevante y
complementaria
seleccionando datos
específicos y detalles en
diversos tipos de textos
de estructura compleja.
Opina sobre el contenido,
la organización textual, las
estrategias discursivas y la
intención del autor.
Fomente el
habito lector a
través de la
lectura de
cuentos cortos.
Desarrollar la
imaginación, la
sensibilidad y la
belleza estética.
Conoce, reconoce y valora sus
derechos y los de los demás.
Evalúa los impactos y costos
ambientales de las acciones y
actividades cotidianas y colabora
con el bienestar y la calidad de vida,
así como con la naturaleza
asumiendo el cuidado de su medio
ambiente
3.
4. El Romanticismo
Genéticamente, el Romanticismo apareció en Europa en el primer tercio del siglo XIX y luego
invadió a Hispanoamérica, cuyo primer brote se da en 1832 con la novela de Estaban
Echevarría: “Elvira o la novia de Plata” (Argentina), hasta darse cimeramente en dos novelas
estelares: “María” de Jorge Isaacs (Colombia) y “Amalia” de José Mármol (Argentina). Desde
luego que esta escuela literaria se extenderá por Argentina (D. F. Sarmiento, Martín Fierro),
Chile (Alberto Blest), Ecuador (Juan León Mera), Cuba (Cirilo Villaverde) básicamente.
En el Perú, el Romanticismo se presentó de manera tardía con la persistencia de cierto gusto
neoclásico, por una parte, y de una prosa apicarada y satírica, por otra.
En nuestro País, se desarrolló después de 1850 ya que nuestros escritores pertenecieron a la
generación romántica (los nacidos en torno a 1830) y dura hasta la guerra del pacifico.
Para el desarrollo de nuestro Romanticismo participan activamente actores extranjeros como
el español Fernando Velarde, autor de “Flores del desierto”. También es importante Mariano
Melgar (1790 – 1815), cuya pasión amorosa le convierte en precursor del Romanticismo.
5. CARACTERÍSTICAS
- Falta de Originalidad. - Trataron de imitar a escritores Españoles y Europeos.
- Falta de sinceridad, pues no expresaron lo que sintieron.
- Cantó lo pasado. - Dieron prioridad a temas pasados de épocas remotas.
- Se cultivan con preferencia los géneros líricos, dramáticos y narrativos (leyendas, tradiciones)
REPRESENTANTES
Los románticos peruanos son representados por Ricardo Palma en “La Bohemia de mi tiempo”.
- Luis Benjamín Cisneros: Escenas de la Vida Limeña
- José Arnaldo Marques: La bandera de Ayacucho
- Manuel Nicolás Corpancho: Ensayos poéticos,
- Pedro Pasoldan y Unanue: Sonetos y chispazos
- Ricardo Palma Soriano: Tradiciones Peruanas
- Carlos Ajusto Salaverry: Cartas a un ángel
6. Biografía de Ricardo Palma
Manuel Ricardo Palma Soriano, creador del género de la “tradición”, nació en Lima el 7 de
febrero de 1833. Sus padres fueron Pedro Palma y Dominga Soriano, comerciantes de clase
media. Siguió estudios primarios en la escuela de Antonio Orengo y en la de Clemente Noel. En
agosto de 1848, El Comercio publica los primeros versos de Ricardo Palma, quien ya es director
de un periódico político y satírico llamado El Diablo. Ingresa al convictorio de San Carlos en
1849 y, dos años después, en 1851, debuta como autor teatral, con La hermana del verdugo.
Ese mismo año publica Rodil, drama en tres actos (del que luego renegaría), y Consolación,
trabajo de poesía romántica. En 1852 obtiene un nombramiento de oficial de la Armada y
colabora en El Burro, hoja satírica. Publica Corona patriótica (1853) y la obra le trae
complicaciones, viéndose obligado a interrumpir sus estudios y a conseguir un puesto de
contador en la goleta Libertad. Pasa luego a servir en el buque Rímac (1854), que naufragaría al
año siguiente. Se publica su primer libro de versos: Poesía (1855). Ricardo Palma y su
generación agitan el ambiente literario y político, del que luego hablaría en La bohemia de mi
tiempo (1899). En 1860 se produce una gran agitación política, acaudillada por José Gálvez, de
quien Ricardo Palma es partidario. El 23 de noviembre del mismo año toma parte en el asalto a
la casa del presidente Ramón Castilla, produciéndose su destierro a Chile.
7. Exilio de Ricardo Palma a Chile
En 1862 prosigue una intensa actividad en el exilio. Prepara La lira americana, recopilación de poesía del continente,
y los Anales de la Inquisición de Lima, estudio histórico. En 1863 se promulga una ley de amnistía y Palma regresa al
Perú. Participa en el combate del 2 de mayo de 1866. En 1868 triunfa la revolución de Balta y Ricardo Palma se
convierte en su secretario particular En 1872 se publica la primera serie de las Tradiciones peruanas y un libro de
crítica y compilación: Juan del Valle Caviedes, el poeta de la ribera. En 1876 se caso Cristina Román; la pareja tendría
seis hijos. En colaboración con Asisclo Villarán y Manuel Atanasio fuentes funda La Broma, periodo satírico, y
designado socio correspondiente de la Real Academia Española. En 1881 los chilenos ingresan a Lima y queman la
casa de Palma en Miradores, con su biblioteca personal. Se pierden los manuscritos de una novela inconclusa, Los
marañones, y sus memorias del gobierno de Balta.
El general Miguel Iglesias encomienda a Ricardo Palma reconstruir la Biblioteca Nacional, que había sido incendiada
y saqueada por el enemigo. Para tal fin Palma inicia una cruzada entre escritores y amigos de varios países, pidiendo
libros para la nueva biblioteca, lo que le vale el sobrenombre de “bibliotecario mendigo“. En julio de 1884 se
inaugura la nueva Biblioteca Nacional, de la que Palma es nombrado director. Imprime Poesías (1887), volumen
encabezado por confidencias literarias sobre “la bohemia de 1848 a 1860”. Se funda, también en 1887, la Academia
Peruana de la Lengua, de la que es uno de los primeros miembros. En 1888 el escritor Manuel González Prada ataca
a Palma y a la Academia en un conocido discurso, en el teatro Politeama. Se produce una polémica entre los
partidarios de ambos escritores, aunque éstos no llegaron nunca a confrontarse personalmente.
8. Ricardo Palma vive desde 1909 en el segundo piso de la Biblioteca Nacional. En 1910 la
municipalidad de Lima decide coronarlo en ceremonia pública, pero Palma declina el homenaje.
Su hijo Clemente -notable escritor de narrativa fantástica- ataca en la revista
a Variedades (1912) al gobierno de Leguía, lo que le cuesta su cargo de conservador de la
Biblioteca Nacional.
En solidaridad, y después de 28 años de trabajo, don Ricardo abandona la biblioteca,
sucediéndole su mayor antagonista: Manuel González Prada. El 11 de marzo un grupo de
intelectuales y amigos le ofrece un gran homenaje, con carácter de desagravio nacional, en el
teatro Municipal. González Prada reacciona imprimiendo una Nota informativa sobre la
Biblioteca Nacional de Lima, en la que critica la gestión de su antecesor. Ricardo Palma responde
con Apuntes para la historia de la biblioteca de Lima (1912). En 1914 el general Benavides da un
golpe de Estado y nombra a Palma director honorario de la Biblioteca. El cargo de director es
conferido a Luis Ulloa, siendo destituido González Prada. Éste recupera su puesto en 1916 y
Palma renuncia definitivamente como director honorario. El 6 de octubre de 1919 muere en su
casa de Miraflores, a los 86 años. Sus funerales son multitudinarios y se le tributan honras
fúnebres correspondientes a un ministro de Estado
9. 1. ¡Ahora a leer el texto¡ Descubrirás la tremenda imaginación del autor. Sin
interrupciones.
Carta canta
[Cuento - Texto completo.]
Hasta mediados del siglo XVI vemos empleada por los más castizos prosadores o prosistas
castellanos esta frase: rezan cartas, en la acepción de que tal o cual hecho es referido en
epístolas. Pero de repente las cartas no se conformaron con rezar, sino que rompieron a
cantar; y hoy mismo, para poner remate a una disputa, solemos echar mano al bolsillo y sacar
una misiva diciendo: «Pues, señor, carta canta». Y leemos en público las verdades o mentiras
que ella contiene, y el campo queda por nosotros. Lo que es la gente ultracriolla no hace rezar
ni cantar a las cartas, y se limita a decir: papelito habla.
Leyendo anoche al jesuita Acosta, que, como ustedes saben, escribió largo y menudo sobre
los sucesos de la conquista, tropecé con una historia, y díjeme: «Ya pareció aquello -o lo que
es lo mismo, aunque no lo diga el padre Acosta-: cata el origen de la frasecilla en cuestión,
para la cual voy a reclamar ante la Real Academia de la Lengua los honores de peruanismo».
10. Y esto dicho, basta de circunloquio y vamos a lo principal.
Creo haber contado antes de ahora, y por si lo dejé en el tintero aquí lo estampo, que cuando los
conquistadores se apoderaron del Perú no eran en él conocidos el trigo, el arroz, la cebada, la caña
de azúcar, lechuga, rábanos, coles, espárragos, ajos, cebollas, berenjenas, hierbabuena,
garbanzos, lentejas, habas, mostaza, anís, alhucema, cominos, orégano, ajonjolí, ni otros productos
de la tierra, que sería largo enumerar. En cuanto al frísol o fréjol lo teníamos en casa, así como otras
variadas producciones y frutas por las que los españoles se chupaban los dedos de gusto.
Algunas de las nuevas semillas dieron en el Perú más abundante y mejor fruto que en España; y
con gran seriedad y aplomo cuentan varios muy respetables cronistas e historiadores que en el valle
de Azapa, jurisdicción de Arica, se produjo un rábano tan colosal, que no alcanzaba un hombre a
rodearlo con los brazos, y que don García Hurtado de Mendoza, que por entonces no era aún virrey
del Perú, sino gobernador de Chile, se quedó extático y con un palmo de boca abierta mirando tal
maravilla. ¡Digo, si el rabanito sería pigricia!
Era don Antonio Solar por los años de 1558 uno de los vecinos más acomodados de esta ciudad de
los reyes. Aunque no estuvo entre los compañeros de Pizarro en Cajamarca, llegó a tiempo para
que en la repartición de la conquista le tocase una buena partija. Consistió ella en un espacioso lote
para fabricar su casa en Lima, en doscientas fanegadas de feraz terreno en los valles de Supe y
Barranca, y en cincuenta mitayos o indios para su servicio.
11. Para nuestros abuelos tenía valor de aforismo o de artículo constitucional este refranejo:
«Casa en la que vivas, viña de la que bebas y tierras cuantas veas y puedas».
Don Antonio formó en Barranca una valiosa hacienda, y para dar impulso al trabajo mandó
traer de España dos yuntas de bueyes, acto a que en aquellos tiempos daban los agricultores
la misma importancia que en nuestros días a las maquinarias por vapor que hacen venir de
Londres o de Nueva York. «Iban los indios (dice un cronista) a verlos arar, asombrados de una
cosa para ellos tan monstruosa, y decían que los españoles, de haraganes, por no trabajar,
empleaban aquellos grandes animales».
Fue don Antonio Solar aquel rico encomendero a quien quiso hacer ahorcar el virrey Blasco
Núñez de Vela, atribuyéndole ser autor de un pasquín, en que aludiéndose a la misión
reformadora que su excelencia traía, se escribió sobre la pared del tambo de Barranca: Al que
me echare de mi casa y hacienda, yo lo echaré del mundo.
Y pues he empleado la voz encomendero, no estará fuera de lugar que consigne el origen de
ella. En los títulos o documentos en que a cada conquistador se asignaban terrenos, poníase
la siguiente cláusula: «Ítem, se os encomiendan (aquí el número) indios para que los doctrinéis
en las cosas de nuestra santa fe».
12. Junto con las yuntas llegáronle semillas o plantas de melón, nísperos, granadas, cidras, limones,
manzanas, albaricoques, membrillos, guindas, cerezas, almendras, nueces y otras frutas de Castilla
no conocidas por los naturales del país, que tal hartazgo se darían con ellas, cuando a no pocos les
ocasionaron la muerte. Más de un siglo después, bajo el gobierno del virrey duque de la Palata, se
publicó un bando que los curas leían a sus feligreses después de la misa dominical, prohibiendo a
los indios comer pepinos, fruta llamada por sus fatales efectos mataserrano.
Llegó la época en que el melonar de Barranca diese su primera cosecha, y aquí empieza nuestro
cuento.
El mayordomo escogió diez de los melones mejores, acondicionolos en un par de cajones, y los
puso en hombros de dos indios mitayos, dándoles una
carta para el patrón.
Habían avanzado los conductores algunas leguas, y sentáronse a descansar junto a una tapia.
Como era natural, el perfume de la fruta despertó la curiosidad en los mitayos, y se entabló en sus
ánimos ruda batalla entre el apetito y el temor.
-¿Sabes, hermano -dijo al fin uno de ellos en su dialecto indígena-, que he dado con la manera de
que podamos comer sin que se descubra el caso? Escondamos la carta detrás de la tapia, que no
viéndonos ella comer no podrá denunciarnos.
13. La sencilla ignorancia de los indios atribuía a la escritura un prestigio diabólico y maravilloso.
Creían, no que las letras eran signos convencionales, sino espíritus, que no sólo funcionaban
como mensajeros, sino también como atalayas o espías.
La opinión debió parecer acertada al otro mitayo; pues sin decir palabra, puso la carta tras de la
tapia, colocando una piedra encima, y hecha esta operación se echaron a devorar, que no a
comer, la incitante y agradable fruta.
Cerca ya de Lima, el segundo mitayo se dio una palmada en la frente, diciendo: -Hermano,
vamos errados. Conviene que igualemos las cargas; porque si tú llevas cuatro y yo cinco,
nacerá alguna sospecha en el amo.
-Bien discurrido -contestó el otro mitayo.
Y nuevamente escondieron la carta tras otra tapia, para dar cuenta de un segundo melón, esa
fruta deliciosa que, como dice el refrán, en ayunas es oro, al mediodía plata y por la noche
mata; que, en verdad, no la hay más indigesta
y provocadora de cólicos cuando se tiene el poncho lleno.
Llegados a casa de don Antonio pusieron en sus manos la carta, en la cual le anunciaba el
mayordomo el envío de diez melones.
14. Don Antonio, que había contraído compromiso con el arzobispo y otros personajes de
obsequiarles los primeros melones de su cosecha, se dirigió muy contento a examinar
la carga.
-¡Cómo se entiende, ladronzuelos!... -exclamó bufando de cólera-. El mayordomo me
manda diez melones y aquí faltan dos -y don Antonio volvía a consultar la carta.
-Ocho no más, taitai -contestaron temblando los mitayos.
-La carta dice que diez y ustedes se han comido dos por el camino... ¡Ea! Que les den
una docena de palos a estos pícaros.
Y los pobres indios, después de bien zurrados, se sentaron mohínos en un rincón del
patio, diciendo uno de ellos:
-¿Lo ves, hermano? ¡Carta canta!
Alcanzó a oírlo don Antonio y les gritó:
-Sí, bribonazos, y cuidado con otra, que ya saben ustedes que carta canta.
Y don Antonio refirió el caso a sus tertulios, y la frase se generalizó y pasó el mar.
Ilustración.
15. Después de ésta historia llena de tradición:
1.- Puedes narrar una historia similar a partir de este cuento romántico Conversa con tus
padres, abuelos o bisabuelos.
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2.- Realiza un comentario del cuento: Carta canta puedes considerar: el tema, el escenario, la
imaginación, los personajes, los hechos, el desenlace. Así como también tu opinión reflexiva del
cuento etc.
COMENTARIO
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3.- Busca palabras desconocidas que enriquezcan tu vocabulario, obtén su significado y crea
una oración de cada una de ellas.
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