La doctrina social de la Iglesia católica se basa en los principios del Evangelio y el magisterio de la Iglesia para abordar cuestiones sociales, políticas y económicas. Los papas León XIII y Juan XXIII escribieron las primeras encíclicas sobre la doctrina social con el objetivo de lograr un mundo más justo. A lo largo de los siglos, los papas han continuado desarrollando la enseñanza social a través de encíclicas que abordan problemas como los derechos de los trabajadores y la justicia social.