El documento discute cómo el cerebro humano aprende y se desarrolla. Explica que el cerebro está diseñado para aprender de forma constante a través de la experiencia. Las nuevas tecnologías han ayudado a revelar los secretos del cerebro, como su desarrollo a lo largo de las primeras dos décadas de vida y su plasticidad, o capacidad de modificarse. El documento también describe cómo el conocimiento de los principios neurobiológicos que rigen el desarrollo cognitivo y emocional de los niños puede ayudar a
1. 7.º Congreso Internacional de Educación • Santillana • 23
¿Cómo aprenden los niños? ¿Por qué hay
niños que aprenden en forma temprana y
veloz y otros que se muestran más lentos o
emplean estrategias propias para aprender?
¿Cómo enseñar en forma eficiente hábitos,
normas, cultura en casa? ¿Cómo ser un pro-
fesor efectivo en la escuela? ¿Cómo potenciar
en la casa y en la escuela los talentos de los
niños? Las respuestas parecen esconderse en
el cerebro, poderoso órgano que nos pone
en relación con el ambiente y nos permite
apropiarnos de sus características y modifi-
carlas. El cerebro humano está diseñado para
aprender; en forma constante y silenciosa, se
van labrando nuevos circuitos por acción de
la experiencia, desde antes de nacer y a lo
largo de todo el ciclo vital. El cerebro huma-
no se apropia de la experiencia, la elabora, la
archiva y, al conocerla, la modifica.
En las dos últimas décadas, los secretos del
cerebro han comenzado a ser develados gra-
cias a la fértil asociación entre las ciencias
del cerebro y la tecnología, especialmente la
informática al servicio de la neuroimagenolo-
gía y la biología molecular; el creciente cuerpo
de conocimientos acerca del desarrollo e
involución cerebral, de su biología, de sus fun-
ciones y disfunciones, ha permitido ampliar
el campo de las neurociencias a ámbitos
como la psicopatología, la nutrición, la neo-
natología y la educación infantil. El cerebro
humano es un sistema estructural y funcional
diseñado para recibir información, integrarla
de modo flexible y creativo y elaborar con-
ductas destinadas a la adaptación. Para ello,
está configurado en forma de módulos fun-
cionales altamente dinámicos, constituidos
por células interconectadas que realizan una
sofisticada mensajería química y física dentro
del cerebro y con el resto del organismo.
El cerebro humano se rige por los principios
de la economía y de la eficiencia; para ello,
los procesos tienden a la especialización, a
la sofisticación funcional y a la automatiza-
ción. Para lograr estos objetivos, dispone de
dos largas y fructíferas décadas, las que se
abren al influjo de la experiencia.
El cerebro humano posee dos características
que lo diferencian del resto de los cerebros
en la escala zoológica: una maduración lenta
y laboriosa, que se lleva a cabo durante
las dos primeras décadas de la vida, y una
amplia y ávida apertura a la experiencia,
la cual lo va modificando durante esos
fructíferos veinte primeros años; esta carac-
terística se denomina “plasticidad cerebral”,
término que alude a una gran versatilidad
de la estructura y funcionalidad cerebrales.
La maduración funcional está determina-
da por información genética y provee las
funciones que darán origen a habilidades
básicas, mientras que la experiencia va
enriqueciendo dichas habilidades, trans-
formándolas en destrezas al servicio de la
creatividad y del crecimiento cognitivo y
social. El maestro que conoce los princi-
pios neurobiológicos que rigen la madura-
ción cognitiva y emocional social del niño
tiene en sus manos un recurso espléndido
para diseñar su praxis docente, identifi-
cando ritmos y modalidades madurativas
en sus alumnos y eligiendo recursos de
enseñanza sobre bases científicas que le
garantizan óptimos resultados. Conocer
las bases del desarrollo cognitivo y afectivo
infantil provee al docente de herramientas
para enriquecer y potenciar de manera
armónica los talentos de cada alumno; esta
ponencia expone las bases neurobiológicas
del desarrollo cognitivo y afectivo del niño
en edad escolar, la influencia del ambiente
en su enriquecimiento y potenciación, y el
sustrato neurobiológico de las dificultades
de aprendizaje.
BIBLIOGRAFÍA
Céspedes, A. Cerebro, inteligencia y emo-
ción. Neurociencias aplicadas a la educación
permanente, Fundación Mírame, PROSA
Impresiones, 2007.
Kandel, E. R. et al. Neurociencia y conducta,
Madrid, Prentice Hall, 1997.
CEREBRO,
COGNICIÓN,
EMOCIÓN:
NEUROCIENCIA
Y APRENDIZAJE
AMANDA CÉSPEDES
CALDERÓN
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