El documento analiza la construcción social de la masculinidad y la feminidad. Explica que ambos son construcciones sociales influenciadas por factores como la educación y la sociedad. También discute cómo la aceptación de la masculinidad como norma afecta la calidad de vida de hombres y mujeres y las relaciones de género. Finalmente, analiza cómo la familia, escuela y medios enseñan roles de género desde una edad temprana que influyen en las interacciones entre hombres y mujeres.
Discurso de la Masculinidad y la FeminidadChris Ztar
A pesar de las diferencias que la psicología establece, sigo pensando que ambos sexos somos iguales. Sou un hombre en contra del machismo y del feminismo. Solo a favor del cerebro humano.
Una breve exposición sobre la estrategia de análisis perspectiva de genero y los fundamentos que la sostienen. Las ideologías sobre el genero sirven de marco filosófico a la misma.
3.La construcción de la identidad femenina en el contexto de la violencia fam...Liljana Marclem
Lo que conocemos como identidad personal se construye en íntima interrelación con los otro, viéndose a través de ellos. Por medio de este estrecho vínculo afectivo nos vamos individualizando y construimos nuestra identidad personal al conjugar la gama de nuestros afectos en nuestra forma particular de relacionarnos.
Discurso de la Masculinidad y la FeminidadChris Ztar
A pesar de las diferencias que la psicología establece, sigo pensando que ambos sexos somos iguales. Sou un hombre en contra del machismo y del feminismo. Solo a favor del cerebro humano.
Una breve exposición sobre la estrategia de análisis perspectiva de genero y los fundamentos que la sostienen. Las ideologías sobre el genero sirven de marco filosófico a la misma.
3.La construcción de la identidad femenina en el contexto de la violencia fam...Liljana Marclem
Lo que conocemos como identidad personal se construye en íntima interrelación con los otro, viéndose a través de ellos. Por medio de este estrecho vínculo afectivo nos vamos individualizando y construimos nuestra identidad personal al conjugar la gama de nuestros afectos en nuestra forma particular de relacionarnos.
Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3.pdfsandradianelly
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ROMPECABEZAS DE ECUACIONES DE PRIMER GRADO OLIMPIADA DE PARÍS 2024. Por JAVIE...JAVIER SOLIS NOYOLA
El Mtro. JAVIER SOLIS NOYOLA crea y desarrolla el “ROMPECABEZAS DE ECUACIONES DE 1ER. GRADO OLIMPIADA DE PARÍS 2024”. Esta actividad de aprendizaje propone retos de cálculo algebraico mediante ecuaciones de 1er. grado, y viso-espacialidad, lo cual dará la oportunidad de formar un rompecabezas. La intención didáctica de esta actividad de aprendizaje es, promover los pensamientos lógicos (convergente) y creativo (divergente o lateral), mediante modelos mentales de: atención, memoria, imaginación, percepción (Geométrica y conceptual), perspicacia, inferencia, viso-espacialidad. Esta actividad de aprendizaje es de enfoques lúdico y transversal, ya que integra diversas áreas del conocimiento, entre ellas: matemático, artístico, lenguaje, historia, y las neurociencias.
Las capacidades sociomotrices son las que hacen posible que el individuo se pueda desenvolver socialmente de acuerdo a la actuación motriz propias de cada edad evolutiva del individuo; Martha Castañer las clasifica en: Interacción y comunicación, introyección, emoción y expresión, creatividad e imaginación.
Instrucciones del procedimiento para la oferta y la gestión conjunta del proceso de admisión a los centros públicos de primer ciclo de educación infantil de Pamplona para el curso 2024-2025.
Proceso de admisiones en escuelas infantiles de Pamplona
Citas violencia de genero definiciones de violencia de genero
1. CITAS: REVERTIR EL ESPEJO:
ALGUNOS ASPECTOS RELACIONADOS CON LA MASCULINIDAD,
FEMINISMO, PODER Y VIOLENCIA DE GENERO.
La masculinidad, de la misma forma que la feminidad, son construcciones
sociales, la adhesión de hombres y mujeres a una o a la otra dependerá de la
educación que reciban en la infancia y de las influencias a que sean sometidos
a lo largo de su vida. Pero nada impide que los hombres adopten algunas
conductas consideradas femeninas y las mujeres conductas masculinas.
Cuando esto ocurra tendrán que enfrentar conflictos de distinta gravedad, en la
medida en que la sociedad en que viven acepte o rechace estos desafíos a la
norma. Hardy Ellen, Jiménez Ana Luisa 2001. “Políticas y Estrategias de
salud Pública” Rev Cubana Salud Pública
La aceptación o rechazo de la masculinidad, como norma que prevalece en
una sociedad, tiene un impacto importante en la calidad de vida de los hombres
y de las mujeres. Esto explica la necesidad de analizar cómo esta se construye
y qué importancia tiene para la vida en sociedad, por ejemplo. Desde esta
perspectiva, comenzamos abordando la construcción de la masculinidad, las
relaciones de género y el precio de la masculinidad. Estos aspectos fueron
enfocados desde una perspectiva holística, que incluyó presentar al varón
como una construcción genérica, inserto en una sociedad y en constante
interrelación con otras personas.
Hardy Ellen, Jiménez Ana Luisa 2001. “Políticas y Estrategias de salud
Pública” Rev Cubana Salud Pública.
Mansfield (1998) Refiere: que la cualidad llamada “masculinidad” puede ser
elevada a la posición de virtud, en la medida que la hombría se humanice y
permita en ella la participación de las mujeres. Actualmente, los varones
enfrentan el dilema de cómo ser “hombres” y al mismo tiempo ser justos con
las mujeres. El dilema de las mujeres cómo hacer las cosas que los varones
hacen y reafirmarse como mujeres Hardy Ellen, Jiménez Ana Luisa 2001
retomando a Mansfield (1998).
2. Se hace necesario definir sexo y género porque frecuentemente estos
conceptos son considerados sinónimos. Sin embargo, se trata de categorías
diferentes porque las características anatómicas determinan el sexo al cual
pertenece el individuo, mientras que género es una construcción social que
define lo que significa ser de un sexo o del otro en la sociedad Hardy Ellen,
Jiménez Ana Luisa 2001 retomando a Careaga, 1996.
Género puede ser definido como una categoría dinámica, construida
socialmente, que tiene como base las diferencias sexuales biológicas. A partir
de estas diferencias se determinan los papeles sociales de hombres y mujeres.
El género es construido en un cuerpo que tiene un sexo definido y al que se le
atribuyen características psicológicas, sociales y económicas, lo que resulta en
acciones y comportamientos específicos, que casi siempre se traducen en
relaciones de poder unilaterales: dominación masculina vs. Sumisión femenina
Figueroa & Liendro, 1995; Scott, 1996; Szasz, 1999.
Si reconocemos que las características de género de hombres y mujeres son
una construcción social y no diferencias “naturales” legitimizadas por la
biología, podemos entender que género es una categoría dinámica que puede
ser modificada. Esta noción de género permite colocar en jaque el discurso que
afirma que las mujeres nacen con cualidades “femeninas” que determinan que
tengan que desempeñar tareas domésticas y cuidar de los hijos, y que los
hombres nacen con cualidades “masculinas” que presuponen habilidades para
ejercer el poder en el ámbito público y doméstico Hardy Ellen, Jiménez Ana
Luisa 2001
Masculinidad, según el diccionario, es la cualidad de masculino, que incluye la
virilidad y el ser varonil, enérgico, fuerte y macho. Se observa que la
masculinidad se basa en valores físicos que posteriormente se transforman en
valores morales. Además, la masculinidad se ha sexualizado y es tratada como
sinónimo de virilidad (Barbosa, 1998). La sexualización de la palabra
masculinidad y sus representaciones simbólicas están asociadas al falo y a los
3. comportamientos resultantes del hecho de poseerlo y de dar pruebas de su
funcionamiento (Parker, 1991). Para muchos hombres, la masculinidad está
relacionada con la geometría del órgano sexual masculino. Este se usa como
instrumento para medir la virilidad y representa la masculinidad (Barbosa,
1998).
La familia, la escuela, los medios de comunicación y la sociedad en
general le Enseñan explícita e implícitamente la forma en que debe pensar,
sentir y actuar como “hombre”. Por ejemplo, no puede llorar, debe ser fuerte, no
debe mostrar sus sentimientos, no puede tener miedo, y debe ser viril. Estas
enseñanzas comienzan a afectar la forma cómo el niño se relaciona consigo
mismo y con los demás. Al nacer, el hijo es absolutamente dependiente de su
madre, figura que ocupa el lugar preponderante de su vida, especialmente
porque satisface sus necesidades físicas, ejerciendo funciones que permiten su
supervivencia. Durante el primer año de vida existe un alejamiento entre el niño
y la figura masculina, lo que puede afectar la personalidad de ese individuo
(Kaufman, 1994; Vieira, 1996). Esta es una primera manifestación de la
influencia de los papeles de género que atribuyen a la madre el cuidado del hijo
y al padre el proveer económicamente a la familia, sin tener responsabilidades
domésticas.
4. De la misma forma como se construye la masculinidad, la feminidad también
inicia su construcción desde antes del nacimiento y continúa a lo largo de la
vida. Los niños son estimulados a jugar en espacios abiertos, en la calle, a la
pelota, con autos y a la guerra. Las niñas juegan con muñecas, imitan las
tareas domésticas ejercidas por su madre y raras veces les es permitido jugar
fuera de su casa. Desde pequeños, los varones comienzan a percibir su fuerza
y las niñas su dependencia. Se le enseña a cada uno de ellos el lugar social
que ocupan, en que el varón siempre tiene poder y ventajas. Es común que a
las niñas se les mande a lavar los platos o a arreglar la cama (de ella y de su
hermano) mientras que al niño no se le atribuyen tareas domésticas.
Culturalmente son definidos algunos patrones de comportamiento en donde el
poder y la desigualdad son elementos que favorecen al hombre y donde la
mujer debe postergarse a un segundo plano. La moral se mide con diferente
vara si se es hombre o mujer: el hecho de tener deslices fuera del matrimonio
en el hombre es permitido y considerado natural mientras que a la mujer se le
exige castidad, fidelidad y guardar silencio frente a la infidelidad masculina
(Paiva, 1996; Gogna, 1998; Villela, 1997; Barbosa & Uziel, 1996).
En este momento se está hablando de una crisis de la masculinidad a causa de
los cambios ocurridos en el campo cultural, económico y social; parte de estos
cambios lo constituye la liberación y mayor integración de la mujer en el
espacio público (Figueroa & Liendro, 1995). La lucha de las mujeres para hacer
desaparecer el patriarcado ha conseguido disminuir la influencia de este en
algunas estructuras políticas, sociales y económicas. Actualmente, existe un
gran número de hombres que aceptan y apoyan los movimientos feministas.
Muchos, estando a favor o en contra, ya han percibido que el mundo está
cambiando. Algunos de ellos continúan defendiendo el patriarcado, otros llenos
de dudas y temores acompañan el camino, sin decidir qué actitud tomar y por
último, existen aquellos que entienden que los estereotipos actuales deben
desaparecer y defienden la igualdad de poder entre géneros (Kaufman, 1994).
5. La aparición del feminismo ha afectado el desequilibrio de poder que existía
entre ambos géneros, con una tendencia a mayor equidad entre hombres y
mujeres. Algunos hombres han comenzado a expresar socialmente el problema
que significa la mantención de la opresión femenina. Esta tenue transformación
muestra que el género es dinámico y requiere de reformulaciones y cambios
periódicos dentro de las relaciones entre hombres y mujeres (Kaufman, 1994).
En los últimos años, la mujer ha conseguido conquistar un mayor espacio
social, incursionando en algunos ambientes que eran de exclusividad
masculina.
Gutmán (2003) En américa latina la comprensión de los hombres y las
masculinidades se ha desarrollado en relación con una visión feminista de
género, no es causal entonces que entre las publicaciones más conocidas sean
mujeres .
La aportación de Connell (2003) sobre la existencia de masculinidades
Hegemónicas, se ha convertido en moneda común por su utilidad para
entender una jerarquía de masculinidad que vaya más allá de las relaciones
entre hombres y mujeres .
Solamente es necesario reflexionar sobre lo que llamamos “Masculinidad” sino
precisar también que concepción de poder subyace de estos esfuerzos de
modo que cuestione la supuesta equivalencia entre los hombres y la violencia
de mujeres y su condición de víctima.
Kaufman 1997 ha alertado sobre la importancia de cuestionar , la equivalencia
entre los hombres al poder y de reconocer “Las experiencias contradictorias del
poder para los hombres.
6. Asimismo , aunque la masculinidad como construcción social implique el
ejercicio del poder , ello no significa que todo hombre individual ; por sólo serlo
sea poderoso y tenga el poder.
Invertir el espejo y mirar el campo donde se generan las totalidades y donde se
postulan las dominaciones para encontrar las fallas , los resquebrentamientos y
los desplazamientos de dicho campo, sus pies de barro y su configuración
histórica.
Gamboa Susana, 2008 respecto al poder : dicho autor critica la visión unilineal
que lo considera como prerrogativa masculina. Señala el carácter relacional
entre los géneros y denuncia las estructuras de poder que se dan entre las
mujeres. Los aportes del psicoanálisis permitieron visualizar la manipulación
emocional que suelen ejercer las madres. Se rompe con la idea prevaleciente
de la mujer víctima. La polémica con el feminismo de la diferencia permitió que
emergieran estos mitos, así como también -en el plano de la ciudadanía-, el de
una supuesta identidad política "mejor", menos contaminada de las mujeres.
Respecto al medio ambiente, se polemiza con el eco feminismo, que defiende
la relación mujer/naturaleza y sostiene que las mujeres -por el hecho de serlo -
tendrían una buena relación con el entorno, por lo que se desprendería una
mayor responsabilidad para cuidar y salvar al planeta.
7. Violencia de la mujer hacia el Hombre
Existen muchas investigaciones sobre la violencia centrada en la mujer
(Violencia de Género) como víctima del hombre (Castro & Casique, 2005;
Cervantes, Ramos & Saltijeral, 2004; Heise & García, 2002; Ramos & Saltijeral,
2008).
Cuando se sabe que no es un fenómeno unidireccional (Álvarez, 2009;
Archer, 2002; Fiebert, 2004; Zarza & Froján, 2005) y que, en el tema de la
violencia en pareja, las teorías que sobredimensionan los aspectos de la
cultura patriarcal y la asimetría de poder de género cuentan en el presente
con apoyo empírico limitado en los países occidentales (Dutton &
Nicholls, 2005), aunque éstos no dejan de ser determinantes
relevantes (Vargas, 2008).
Parafraseo: (Explicación) Cuando hablamos de fenómeno
Unidireccional, nos referimos a que la violencia de pareja no se
ejerce solamente del hombre hacia la mujer sino también se ejerce
de la mujer hacía el hombre (Doble Vía Bidireccional)
Vía 1: Del Hombre hacia la Mujer. Vía 2: De la mujer hacia el
hombre
Cuando Hablamos de sobredimensionar los aspectos de la cultura
patriarcal, respecto a la cultura patriarcal y la asimetría del poder de
género, nos referimos a que siempre se ha hecho más énfasis en
que el hombre tiene el poder respecto al dominio de genero frente a
la mujer , aspecto que realmente no es así porque también la mujer
ejerce violencia de pareja respecto al hombre
8. Bibliografía:
-Ellen Hardy, Ana Luisa Jiménez, 2001, Masculinidad y Género.
Rev Cubana Salud Pública v.27 n.2 Ciudad de La Habana jul.-dic. 2001.
-Schongut Grollmus Nicolás, 2012 . La construcción social de la masculinidad:
poder, hegemonía y violencia. Universidad Autónoma de Barcelona
-De la Rubia José Moral , Rosales López Fuentesanta, 2011. Diferencias de
género en afrontamiento y violencia en la pareja. Revista CES Psicología